“La situación de Assange es una advertencia de lo que puede ocurrirle a un periodista si publica los crímenes de EEUU”
Fidel Narváez fue cónsul de Ecuador en Londres durante ocho años en la etapa de Rafael Correa. Durante ese tiempo, se encargó de establecer el primer contacto con Julian Assange para la publicación de los cables diplomáticos referentes a su país. El 19 de junio de 2012, el fundador de Wikileaks llamó a la puerta de la embajada en busca de refugio y Narváez no dudó ni un instante en mediar para que se lo concedieran. Durante los cinco años siguientes, ambos entablaron una estrecha relación truncada por la llegada a la presidencia de su país de Lenín Moreno, y el giro radical que imprimió a la política internacional de Quito. Narváez fue obligado a abandonar el puesto y, desde entonces, participa activamente en la campaña internacional contra la extradición del periodista...