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ARGENTINA: LOS MEDIOS Y EL NEGOCIO DE LA INFORMACION
Por Rodrigo Guevara - Tuesday, Jul. 23, 2002 at 3:51 PM
rodrigoguevara02@hotmail.com

Los intereses económicos y políticos -y la corrupción mediática- que alimentan el proceso de producción de las noticias en la Argentina. Sus niveles de influencia a través de la manipulación de conciencias con fines comerciales, o de control y represión de las luchas sociales.

Adelantos de un libro en construcción titulado:
CONOCIENDO AL ENEMIGO -primera parte-
Por Rodrigo Guevara, desde la Argentina

LA EMPRESA PERIODISTICA

Mito y negocio

Las empresas periodísticas no están guiadas por fines sociales sino por la búsqueda del lucro económico.
Su accionar no está orientado -como se quiere hacer creer- a servir al interés de la sociedad sino a servir al interés de los grupos económicos y políticos que constituyen su mayor fuente de financiación y rentabilidad comercial.

Las famosas banderas "éticas" del periodismo: 
imparcialidad, objetividad, libertad de expresión, son mitos encubridores del millonario negocio mediático que moviliza a diario el mercado de la información.

El proceso de fabricación y distribución de la información , no está motivado por la necesidad de "informar" sino por la necesidad capitalista de vender noticias (el producto).
Para ello los medios generan necesidades masivas de consumo en la sociedad (el mercado), y trazan estrategias informativas destinadas a favorecer su crecimiento empresarial y su posicionamiento en el mercado (la ganancia).

La información es una mercancía destinada a producir rentabilidad económica como cualquier producto comercial.
Las empresas periodísticas no son más que los medios de producción de esa mercancía capitalista destinada a manipular y direccionar conducta social con objetivos económicos, políticos o sociales.

Los medios fabrican y distribuyen información, lo mismo que las chacinerías fabrican y distribuyen chorizos.
Con una diferencia: con un chorizo en mal estado uno corre el riesgo de una intoxicación estomacal, y con una información manipulada con fines comerciales o políticos se corre el riesgo de una intoxicación cerebral.


El control y la represión social

Aparte de su función comercial, los medios manipulan y direccionan conducta social con objetivos políticos y represivos. Representan verdaderos ejércitos de ocupación instalados en la mente y en la conciencia de la sociedad.

El dominio y la represión militar -utilizados por las antiguas dictaduras militares digitadas por Washington- fueron sustituídos por las campañas masivas de acción psicológica orientadas a destruir, o a reprimir a los movimientos de resistencia popular.
 
Estas campañas de manipulación represiva de las conciencias, son denominadas -en la jerga de la inteligencia militar- guerra psicológica, o guerra sin fusiles.

La guerra psicológica, o guerra "sin fusiles" -como la aplicada en Venezuela para destituir a Chávez-, está destinada a reducir al mínimo las operaciones militares represivas dentro de los países dependientes.

Los ejércitos y tanques son sustituídos por un ejército mediático que reprime por medio de la manipulación orientada al control político y social con fines represivos o de dominio.

Desconocidas por el público -e ignoradas hasta por los propios periodistas que ayudan inconcientemente a su difusión- estas técnicas son utilizadas diariamente en todos los países sometidos al capitalismo de Estados Unidos.

La guerra psicológica, en su verdadera acepción, comenzó a aplicarse a partir de los procesos de democracia "formal", que sustituyeron -en escala de dominio regional- las dictaduras militares de la doctrina de seguridad nacional.

En su definición técnica, guerra psicológica,o "guerra sin fusiles",es el empleo planificado de las campañas de prensa orientadas a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social, y sin recurrir al uso de la armas.

Un ejemplo claro de guerra psicológica funcionando hoy en la Argentina:
las gigantescas campañas contra la inseguridad, cuya finalidad es instalar un clima de "miedo" en la sociedad.

Y desde ahí - con el consenso de la sociedad manipulada por el temor a la violencia de la delincuencia común- instalar legislaciones y planes represivos dirigidos -por extensión- contra los piqueteros y toda forma de lucha social que se oponga a los modelos de saqueos capitalistas en la Argentina.


El monopolio de la información

Los monopolios mediáticos -como en cualquier actividad comercial capitalista- regulan, concentran y se reparten porciones del mercado de la información, y establecen acuerdos tácitos (defensa corporativa) destinados a no producir ni difundir noticias que afecten a sus intereses comerciales respectivos.

Así por ejemplo, si el grupo Clarín dispone de una información que comprometa al multimedios América (o cualquier otro) la oculta y no la comercializa en el mercado.
Entre bueyes no hay cornada.

Sujetos a la ley de la oferta y la demanda, los multimedios compiten por el control del mercado de la información pero a la vez -como sucede con el resto de los monopolios capitalistas- establecen pactos tácitos de comercialización de las mismas noticias en un mercado segmentado y controlado por ellos.

Sus redes diversificadas de canales de TV., diarios, radios, portales de internet y revistas, imponen las noticias que van o no van en la cobertura de la jornada informativa.

Desde diferentes segmentos del mercado -y con distintos estilos editoriales- coinciden en los mismos ejes "informativos" del día, recreados masivamente y sin ninguna competencia que proponga alternativas de noticias diferentes.

De esta manera, cuatro o cinco multimedios capitalinos imponen -a nivel nacional- lo que "es noticia" y lo que "no es noticia" nivelando las necesidades de consumo dentro de sus pautas de interés comercial.

Así por ejemplo, si el Grupo Clarín (segmento "progresista") privilegia el tratamiento de la "interna" electoral del PJ en sus portadas, el Grupo La Nación o el Grupo Hadad (segmentos de la derecha liberal), y el Grupo Crónica (segmento de la prensa amarrilla) hacen lo mismo.

Eso se debe a que el Gobierno y las "cajas" financieras de los políticos invierten sumas millonarias en campañas de prensa simultáneas -destinadas a penetrar en todos los estratos sociales- y se valen de los monopolios mediáticos para difundirlas.


Como se fabrica una noticia

La famosa "valoración de las noticias" (la decisión empresarial de publicar ciertas informaciones y desechar otras) está orientada a comercializar sólo aquellas noticias que no perjudiquen los respectivos intereses de los grupos de poder que eventualmente favorecen y/o financian el desarrollo empresarial del hólding mediático.

Por ejemplo:
si el Grupo Clarín recibe una información del Gobierno (una de sus fuentes de financiación) que afecta los intereses comerciales de la banca transnacional (otra de sus fuentes de financiación) opta por la no publicación de la noticia.
Por otro lado, entre los intereses del Gobierno y de las corporaciones transnacionales, los multimedios siempre priorizan la relación con los bancos y las corporaciones de Wall Street.

Como lema axiomático comercial, los conglomerados mediáticos nunca pierden a un cliente para favorecer a otro. Salvo que la orden de publicación-o no publicación- venga de la Embajada de Estados Unidos.

Los contenidos y las fuentes de producción del proceso informativo están parametrados por los intereses (económicos y políticos) del Gobierno o de los sectores del establishment que utilizan los servicios comerciales de las empresas periodísticas para arrimar consenso social a sus proyectos, o para destruir a un enemigo circunstancial.

Contrariamente a lo que intentan hacernos creer las corporaciones de prensa -y su repudiable ejército de periodistas a sueldo -los procesos informativos (las noticias y "primicias" periodísticas) no surgen de investigaciones periodísticas o de "búsquedas de la información", sino de operaciones de prensa surgidas del poder económico o del poder político.

El orígen informativo de una noticia -la famosa "fuente" periodística-siempre se origina en la dinámica caníbal de las luchas por el control del poder.
Las noticias siempre surgen de informes o versiones interesadas de los funcionarios, los políticos y los empresarios con la finalidad de utizarlas para sus intereses personales o de sector.

Si los periodistas revelaran sus "fuentes" quedaría en descubierto toda la trama corrupta del negocio y el engaño periodístico.

Desatadas -tanto en los ámbitos del Gobierno como en los diferentes estratos del poder empresarial- estas guerras por el poder proveen el sustrato informativo de las noticias que luego son procesadas y vendidas como un logro investigativo -periodístico del medio que las comercializa.

Veamos un ejemplo práctico:
un grupo A quiere perjudicar -política o comercialmente- a un grupo B.
Un representante del grupo A ,"fuente" habitual del periodista, se comunica con él y le entrega informes y documentación que comprometen al grupo B en negociados o manejos ilegales de cualquier índole.

El periodista -después de recibir su "sobre" de honorarios por el favor "investigativo"- recoge estos informes o documentos y los eleva a sus jefes editoriales.
Posteriormente, esos informes son evaluados en los niveles gerenciales superiores de la empresa periodística.

Si no se contrapone con los intereses -económicos o políticos-del medio, la gerencia comercial se comunica con el grupo A y le propone las ventajas competitivas de pautar avisos comerciales o institucionales en los diarios, canales de TV., radios, revistas o portales del multimedio.

Si el grupo A -en desacuerdo con el costo económico de la operación de prensa- rechaza la oferta del multimedio, entonces los niveles gerenciales ensayan otra táctica.
Se comunican con el grupo B y le revelan el contenido de la información que poseen sin revelar la "fuente".

El grupo B -temeroso de la publicación de esa información comprometedora- termina pautando campañas comerciales según los términos propuestos por la empresa periodística.

Esta misma estrategia de negociado de la información -por vía de la extorsión o el arreglo comercial en "negro"- la desarrollan con el gobierno y los diversos grupos políticos que dirimen sus pujas por el poder a través de gigantescas campañas de prensa desarrolladas en los monopolios mediáticos, y que son publicadas a modo de "primicias informativas."

La mayoría de la gente -ignorante del submundo oscuro y corrupto que se desarrolla alrededor del negocio periodístico- consume y comenta esas noticias imbuída en los mitos y creencias que otorgan credibilidad y prestigio social a la corporación periodística.

LAS FUENTES DE FINANCIACION

La rentabilidad comercial del gigantesco y multimillonario negocio de los monopolios periodísticos se nutre principalmente de tres fuentes de financiación:
A) los grupos económicos,
B) el Gobierno,
C) los grupos políticos.


Los grupos económicos

Los grandes consorcios bancarios, industriales o de servicios, conforman una porción mayoritaria de la "torta" publicitaria pautada comercialmente en los monopolios de la información.

Esta relación comercial se establece en dos niveles funcionales:

1) la publicidad comercial o institucional (en blanco) que esos hóldings, locales y transnacionales, pautan voluntariamente en los multimedios a los fines de posicionar en el mercado la imagen y el desarrollo comercial de sus empresas.

2) las diferentes vías de negociaciones (en negro) que los representantes de esos consorcios económicos establecen con los niveles gerenciales superiores de las empresas mediáticas, con el objetivo de instrumentar operaciones o campañas de prensa en contra de sus competidores, o en contra del propio Gobierno cuando afecta sus intereses.

Veamos un ejemplo:
las empresas privatizadas vienen realizando un operativo de prensa - en el grupo Clarín, La Nación y el multimedio de Daniel Hadad- contra el ministro de Economía Roberto Lavagna, quien se resiste al aumento de tarifas de los servicios públicos.

Esa campaña se presenta disfrazada con "noticias" y rumores sobre la pérdida de credibilidad del ministro en Washington, y la gravedad de los conflictos que mantiene con el entorno de Duhalde.

También la corporación de bancos norteamericanos viene realizando operaciones de prensa encubiertas contra Lavagna -enfrentado con los intereses de esos bancos por la resolución del "corralito" a los fondos de los ahorristas- en los mismos multimedios citados.

Maniobras de presiones cruzadas que culminaron con la decisión tomada -la semana pasada- del presidente Duhalde de remplazar a Lavagna en los próximos días contando con la luz verde del Tesoro y el FMI.

Aquí se puede apreciar, en su real dimensión, los emergentes causales de una campaña de prensa "en negro"-disfrazada de cobertura informativa- pactada entre los consorcios transnacionales y las corporaciones periodísticas con fines desestabilizadores de un funcionario.


El Gobierno

El Gobierno nacional aporta rentabilidad comercial a los monopolios de la información por tres vías:

1) la publicidad oficial -distribuída por la agencia Télam- que se utiliza como forma de compensación comercial a los "servicios" que los multimedios prestan al Gobierno títere de turno.

2) las diversas operaciones de prensa - disfrazadas de información objetiva- que los representantesdel Gobierno negocian en "negro" con las altas cúpulas gerenciales de las empresas periodísticas.

3) el otorgamiento -mediante la manipulación de la Justicia y de organismos oficiales- de licitaciones comerciales, excensiones impositivas, y todo tipo de prebendas que benefician a los multimedios con negocios diversificados en otras áreas de la economía.

Caso, por ejemplo, del Grupo Clarín, a quien la administración de Duhalde benefició con la pesificación de su deuda en dólares y le concedió, entre otras, una licitación digitada en telefonía celular.

A estos niveles de ingreso que el Gobierno otorga por -"izquierda" o por "derecha"- a las empresas periodísticas habría que agregar los "sobres" que entrega -por medio de la SIDE- a los periodistas para que deslicen en sus notas rumores y chimentos sobre determinados temas.

Y ante los cuales los estamentos gerenciales de las empresas periodísticas hacen la "vista gorda" para favorecer a sus empleados que se ganan un "extra".
En la mayoría de los casos dos o tres veces superiores al sueldo que percibe como periodista.

La publicidad estatal (incluída la de las gobernaciones provinciales y los municipios) representa la segunda porción mayoritaria de la "torta publicitaria" con que los medios financian sus estructuras y extraen rentabilidad comercial en "blanco".

Los gobernadores invierten gigantescas sumas de dinero en los medios -salidas del presupuesto de sus provincias- en campañas institucionales sobre los "logros" de su gestión, y que están destinadas a posicionar su imagen electoral a nivel nacional.

Por otra parte, tanto gobernadores como intendentes importantes, gastan sumas millonarias en campañas mediáticas "en negro" orientadas a destruir a sus rivales en la interna.

Esas campañas son las que nutren las "fuentes informativas" de la mayoría de los noticieros televisivos y radiales, así como las notas sobre la "interna" electoral publicadas en la prensa gráfica.

Si la gente y los militantes sociales tomaran conciencia de esto, el escrache diario a estas empresas periodísticas sobrepasarían a cualquier acto de protesta.

Sin la complicidad de los medios periodísticos sería imposible la existencia "en paz" de los políticos, banqueros y grandes empresarios como instrumentos de los saqueos capitalistas en la Argentina.


Los grupos políticos

La corporación política, con sus luchas intestinas y sus apetencias de escalamiento -o supervivencia- en el poder, arriman una importante porción de rentabilidad a las arcas comerciales de las empresas periodísticas.

Esa masa retributiva de ganancias se canaliza por dos vías principales:

1) por la legión de postulantes electorales -a nivel nacional y provincial- a la renovación de sus cargos electivos ejecutivos o parlamentarios.
Gobernadores, Intendentes, diputados y senadores que invierten jugosas sumas -salidas de los presupuestos públicos-para aparecer en la vidriera de programas de radio y televisión "prestigiosos" o con mucho rating.
O tambien para ser protagonistas de notas y reportajes en las publicaciones gráficas de los monopolios periodísticos.

2) el plantel de candidatos presidenciales -principalmente del PJ- que aporta montos millonarios en marketing electoral por los canales de TV., las radios, los diarios y las revistas propiedad de los multimedios más poderosos.

Esa enorme masa de dinero invertida por los candidatos en la prensa -por medio de la publicidad oficial o de empresas pantallas- está orientada principalmente a comprar "campañas sucias" contra sus rivales y a generar climas adversos contra sus candidaturas.

También compran entrevistas televisivas y radiales arregladas, información sobre encuestas que lo favorecen, notas y reportajes en medios gráficos, y televisación en vivo de sus actos de campaña pasada como si fuera una noticia más.

De toda esta confluencia de intereses políticos y económicos -entrecruzados con el negocio mediático- se alimentan las grandes coberturas "informativas" que nutren la opinión y los niveles de conciencia de los argentinos.

La mayoría de los periodistas -mano de obra jeraquizada de esta corrupción disfrazada de "información objetiva"- conocen a la perfección la maquinaria comercial de este infame negocio al que sirven como empleados.

Y cuyo producto final -aparte de la rentabilidad comercial- es la represión de conciencias y la desactivación de las luchas populares contra el saqueo capitalista en la Argentina.

Nota relacionada en la editorial de Indymedia:
ARGENTINA: EL GOBIERNO Y LOS MEDIOS ENSAYAN UNA NUEVA TEORIA REPRESIVA
http://argentina.indymedia.org/news/2002/07/37753.php

Próximo adelanto:
EL ROL DE LOS PERIODISTAS EN EL NEGOCIO DE LA INFORMACION

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"periodistas"
Por Matzi - Wednesday, Jul. 24, 2002 at 3:37 AM

Estoy en total acuerdo con lo que escribistes, estos (tanto el grupo Clarin, La Nacion, y el grupo Hadad) "periodistas" , parecen desconocer la verdera idea de ser periodistas y se convirtieron en unos meros mercenarios.

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El cuarto poder
Por Guillermo Parodi - Wednesday, Jul. 24, 2002 at 7:34 AM
esculapio85@hotmail.com

El cuarto poder no es una democracia es una plutocracia, y el Estado no provee normas para defender al ciudadano. Por ello es imprescindible contar con medios alternativos como Indymedia y por ejemplo Le Monde Diplomatique, edición argentina. La opinión se construye y esa tarea está generalmente en manos de comerciantes cuyo fin último es el lucro. Enorme agujero legal que se hace necesario tapar para precautelar a la democracia.

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