Sobre las ambiguedades de la paz : Argentina Indymedia (( i ))

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Sobre las ambiguedades de la paz
Por indymedieros varios - Saturday, Sep. 07, 2002 at 8:09 AM

Sobre la protesta de hoy, la policía y los medios...

El quiosquero de acá en frente no lo podía creer. Todo lo que mira todas las tardes en televisión siempre ocurre lejos, bien lejos de su pequeño local. Programas de chismes, noticieros para abuelas, talks-shows prefabricados; nada parecía real. La televisión era apenas un ruido, un aparato destinado a llenar el ambiente con algo.

Hoy fue distinto; cuando a las dos de la tarde dejó el mostrador y se asomó a la vereda, descubrió que mucha gente hacía sonas las bocinas y aplaudia desde las puertas de su casa. La tele, mientas tanto, le devolvía la imagen simétrica que se vivía en el microcentro, en la calle Florida y en el patio de las escuelas.

Algunos canales incluso trasmitieron en duplex, lo que se catalogó como "la televisión unida por la paz". Comentaristas, conductores y hasta algunos invitados se mostraron conmovidos frente a cámara, tratando de mostrar que los argentinos "en este tema estamos todos unidos". Cientos de personas protestaron en la calle en el marco de una difusa convocatoria por la paz o contra la inseguridad, y en algunas zonas adquirió cierta masividad.

El quiosquero se emocionó con la escena, recordó el mundial, juntó la bronca que siente todos los días por tanto trabajo para nada y comenzó a batir las palmas. Se dejó arrastrar, se sintió bien y no supo por qué. El efecto dominó de la protesta mediátizada lo había envuelto también a él.

La protesta, centrada en un sector de la clase media porteña e institucionalemente en las escuelas religiosas, también contó con adherentes no precisamente conocidos por ser pacíficos; la Prefectura hizo sonar sus sirenas, y una voz del pasado también se hizo escuchar: el rompehielos Irizar, de la marina -fuerza conocida por su protagonismo en la última dictadura- hizo tocar la sirena uniendose a la convocatoria.

Si bien para muchos resultó conmovedor, y el de la inseguridad se trata de un problema que afecta a gran parte de la población, una convocatoria tan difusa, tan amplia como para incluir víctimas de la violencia e instituciones de pasado y presente profundamente represivo, tiene que llamar la atención.

Toda protesta que no marca claramente reinvindicaciones, resposables, enemigos, no puede ser tomada como una nueva forma de protestar, sino como la construcción de un terreno difuso en el que caben víctimas y victimarios. Un lugar en donde la profunda ambigüedad termina siempre beneficiando a la reacción, portadora de todos los medios posibles para imponer sus propios contenidos a las buenas intenciones. Que la policía Bonaerense participe de una protesta por la paz, además de ser un chiste de mal gusto, es suficiente para entender quién termina sacando provecho de esta situación.

Mas allá de la dificil discusión sobre el problema de la seguridad, hay un elemento en la jornada de hoy que es destacable. Por primera vez desde Diciembre, la televisión logró imponer -por ahora- una agenda social claramente digitada y con intenciones reaccionarias. La insistente campaña contra la inseguridad, la catarsis de secuestros extorsivos televisados, el bombardeo de asaltos y tiroteos casi en directo no alcanzó para conseguir que un significado sector avale la "mano dura", pero fue suficiente para instalar el clima de "paz" de la mano de la policía bonaerense.

No en vano en la bolsa de comercio, los operadores participaron en forma entusiasta; no se los veía tan eufóricos desde que ovacionaron al ultra liberal Lopez Murphy en su corto paso por el ministerio de economía.

Pero también hay que decir que la misma ambiguedad de la protesta desnuda las debilidades de una política implementada desde las alturas del poder para aceitar el aparato represivo. No es casualidad que haya sido editorializada desde Pagina 12, el multimedio Clarín y Crónica en desmedro de Daniel Hadad y su petit pulpo mediático-parapolicial. La campaña oficial no logró imponer la consigna de "tolerancia cero" y "meter bala" a los delincuentes, y eso demuestra también que el discurso abiertamente reaccionario es tan digerible como un sapo vivo.

El día de hoy podrá ser recordado como el día en que un sector de la sociedad batió las palmas al ritmo de los medios de comunicación por primera vez en meses. ¿Será también recordado como un día en el que se avanzó un poco más en la campaña de disciplinamiento social?. ¿Sentirá mas valienta ahora la policia para continuar con su emporio del delito?. No es posible decirlo ahora. Lo que si es seguro es que los Hadad boys no pueden anotarse un triunfo rotundo; mas allá de las interpretaciones mediaticas, la protesta de hoy tuvo muchos aspectos contradictorios, y el hartazgo no es ni remotamente un cheque en blanco para los que vienen intentando apelar a las bayonetas como única salida para el país.