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De Génova a Washington DC: Sencillamente confrontación
Por envia La Haine - Friday, Oct. 04, 2002 at 8:21 AM
lahaine_red@yahoo.es

x Roberto Delgado y Agnes Cecilia. Especial para La Haine. http://www.lahaine.org/



En Génova tuvo lugar la última manifestación
antiglobalización donde la gente decidió alterar una
Cumbre de líderes mundiales. El objetivo fue llegar
hasta el recinto de las reuniones, y decenas de miles
de personas hacia allí fueron, con un resultado
represivo salvaje y por todos conocido. Desde entonces
el objetivo de confrontar directamente a los enemigos
del planeta pareció desaparecer del calendario de los
manifestantes antiglobalización.

¿Qué ocurrió en Washington DC?

En Washington DC, durante el fin de semana del 27-28
de septiembre de 2002 la gente revivió el espíritu de
Génova, parido en Seattle.

Los manifestantes anunciaron salir a la calle con la
intención de poner los edificios del FMI y BM "en
cuarentena". La policía tuvo que cortar las calles por
bloques de cemento coronados por rejas, para impedir a
los militantes cualquier posibilidad de desborde o
repliegue y proteger así a sus señores. 3200 agentes
acecharon a los cerca de 10.000 manifestantes que
durante el fin de semana se dieron cita en DC.

El viernes por la mañana la policía realizó una
operación represiva que fue calificada por la
plataforma Convergencia Anti-Capitalista (ACC) de "sin
precedentes", arrestando a más de 600 activistas,
muchos de ellos anarquistas, que participaban en la
convocatoria de "acciones descentralizadas" realizada
por dicha plataforma. Esta convocatoria no contaba con
el permiso legal, y según la policía, el operativo fue
realizado de forma "preventiva". Estas actividades
comenzaron a las 6 de la mañana, de lo que se deduce
que fueron protagonizadas por buena parte de los
activistas más comprometidos del movimiento
anticapitalista. Las detenciones masivas no fueron
casualidad, había un especial interés por parte del
aparato represivo de actualizar sus registros.

Uno de los colectivos anarquistas perteneciente a la
plataforma ACC señalo que "durante el viernes, día de
las acciones anarquistas, 649 personas fueron
arrestadas. La policía de DC y el FBI estaban
preparados, esperando para que cientos de personas
pasaran por el sistema. Les tomaron las huellas
dactilares, fotos, nombre, dirección... y añadieron
toda la información de interés a la base de datos del
FBI. Durante la manifestación del sábado, que en
cambio sí estaba legalizada, sólo 11 personas fueron
detenidas. Haced las cuentas".

Tal y como recogió el medio alternativo de DC
InfoShop, esa mañana "se utilizaron un ámplio abanico
de tácticas para bloquear los cruces y las calles:
desde el paseo en bicicleta hasta el lanzamiento de
ruedas ardiendo sobre el Parque George Washington; se
realizaron sentadas pacíficas en los cruces, varias
personas rompieron los cristales del Citibank...".

Pronto los antidisturbios comenzaron los arrestos
masivos llenando con activistas más de 20 autobuses
policiales. Una de las redadas más importantes tuvo
lugar en la céntrica Freedom Plaza, donde 200 personas
que partipaban en una "tamborilada contra la guerra"
fueron cercados, esposados e introducidos en
autobuses. En el Parque Pershing, donde cientos de
manifestantes se habían dado cita, se realizaron 349
detenciones.

Gran parte de los más de 600 detenidos esa jornada
tuvieron que pasar largas horas metidos en los
autobuses, sin agua, sin poder ir al baño y sin que se
les dijera en ningún momento de qué se les acusaba. A
tal nivel llegó el caracter fascista de la policía,
que según testimonios de los propios afectados, a los
activistas retenidos de varios autobuses se les
ofreció la libertad "a cambio de pagar 100 dólares y
enseñar su carné de identidad", e incluso a muchos no
los liberaron siquiera después de hacerlo.

El planificado nivel de represión fue muy alto, pero
los manifestantes de Washington DC no respondieron
escondiéndose; y en efecto, difícilmente esa podía ser
forma de mostrar solidaridad con los cientos de
detenidos.

En la manifestación del día siguiente, el sábado 28 de
septiembre, oradores en la manifestación coordinada
por la plataforma desobediente "Movilización por la
Justicia Global" insistían en "confrontar directamente
al FMI y el Banco Mundial".

Tras la marcha, miles de manifestantes atravesaron el
centro de la ciudad hasta Farragut Square, cerca de
las intituciones financieras; allí manifestantes
quemaron una bandera norteamericana.

El día anterior la policía había extendido la zona de
exclusión, para mantener aún más alejados a los
activistas de las reuniones de delegados. Después de
la concentración en Farragut Square, los manifestantes
continuaron hasta Morrow Park, frente a los edificios
del FMI y BM.

Pero a pesar de tener sobre sus cabezas en inmenso
fantasma de la insólita represion del día anterior, la
gente no abandonó la política de confrontación y las
acciones de aislamiento reales y no simbólicas.

A las 19.00 decenas de manifestantes lograron bloquear
la salida del recinto a un furgón lleno de delegados
del FMI y BM. El vehículo retrocedió 20 metros y se
abrió paso entre la gente sin preocuparse por
atropellarlos, instantes antes de que interviniera la
policía.

A las 19.30, en medio de un multitudinario dispositivo
policial, cerca de 50 pacifistas (muchos de ellos
encapuchados) enlazaron sus brazos atándolos con cinta
gruesa especial, y bloquearon durante más de una hora
una de las calles junto a una barricada policial del
perímetro de las reuniones financieras.

Activistas solidarios les llevaban agua y comida
burlando los cercos policiales. Los cruces, bloqueos y
agresiones policiales se sucedieron durante la
tarde-noche. El nivel de compromiso demostrado en
Washington DC fue todo un ejemplo tanto el viernes
como el sábado: todos los accesos al BM y FMI estaban
cerrados, ya sea por la policía o por manifestantes.
No había tráfico, las calles estaban cortadas. No
había coches.

La gente paralizó el centro de Washington DC. El FMI y
el BM quedaron en cuarentena.

El papel de los medios

Los grandes medios insistieron en lo peligrosos que
habían sido los manifestantes el viernes 27 de
septiembre, los símbolos capitalistas atacados, etc...
Ahora bien, ¿por qué ocultaron las acciones de bloqueo
del sábado? Tanto el Washington Post como The Times,
así como la prensa española concluyeron que la jornada
del sábado 28 de septiembre finalizó "sin incidentes".


Los medios no sólo pretendían fortalecer el sector más
moderado del movimiento en EEUU, con un simple "¿lo
veis?, si haceis la cosas así, sin legalizar,
provocais la represión". Por otro lado, es cierto que
el carácter de la confrontación demostrada el sábado
fue principalmente no-violenta. Las acciones más
radicales como los bloqueos al perímetro de las
reuniones financieras, fueron actos de desobediencia
civil que se llevaron a cabo principalmente de manera
pacífica. No hubo ataques a la propiedad privada, ni
heridos, ni fuego.

Esto es una muestra más de que aquellos
anticapitalistas que pretenden con su política robar
espacios en la prensa del Poder, no lo harán a través
de la no-violencia. Los medios atacan (seguramente con
más facilidad) las acciones violentas, pero las
recojen por ser de mayor interés para a la burguesía.
Pero incluso los medios que surrurando hablaron de
bloqueos, los situaron "después" de la tranquila
manifestación principal y como acciones "aisladas".
Propagandizaron el desfile pacífico y censuraron la
confrontación y la desobediencia pacífica .

Por otro lado los medios pretendieron mostrar la
"decepcionante" cantidad de gente que participó en las
acciones. "La policía se había preparado para
controlar a 20.000 personas y no vinieron ni la mitad"
señaló el Washington Post, a la vez que recordó que el
pasado mes de abril decenas de miles de personas
habían participado en las -por ellos mismos
denominadas en aquel entonces como- tranquilas e
irrelevantes manifestaciones contra la guerra
desarrolladas en DC.

Frente a esto, Nadine Bloch, participante en la
organización de la marcha de Movilización por la
Justicia Global respondió que "es necesario recuperar
las calles tras la presión del 11 de septiembre. Hemos
demostrado que el movimiento de resistencia global
sigue vivo y que aún somos capaces de enfrentarnos a
las grandes corporaciones".

Victoria, pues, para los anarquistas, pacifistas y
anticapitalistas radicales.

http://www.lahaine.org/global/genova_calles.htm












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