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ESQUEL CONTRA LA MINA
Por anarresti -
Friday, Feb. 07, 2003 at 2:04 PM
Por tercera vez, ciudadanos esquelenses marchan en rechazo al proyecto de la multinacional Meridian Gold Inc de explotar una mina de oro a cielo abierto.
4 de febrero. Más de 2000 esquelenses, acompañados por otros pobladores de la región marcharon por las calles de Esquel en abierta oposición al proyecto de la multinacional de origen norteamericano-canadiense de explotar una mina de oro a cielo abierto a pocos kilómetros de la ciudad y en demanda de un plebiscito vinculante para resolver la cuestión.
El cuestionado proyecto se basa en una técnica que consiste en pulverizar las montañas para, una vez hechas polvo (literalmente hablando) separar el oro mediante el uso de cianuro. La empresa minera considera que el negocio es redituable si consiguen extraer un gramo de oro por cada tonelada de montaña dinamitada. Para eso, tienen previsto realizar dos explosiones diarias que removerían cuarenta y tres mil toneladas de montaña y utilizarìan más de seis toneladas diarias de cianuro. El cianuro ingresaría por algún puerto patagónico para ser trasladado por vìa terrestre hasta Esquel.
Los pobladores, alertados por las organizaciones ecologistas regionales acerca de la peligrosidad del emprendimiento, se manifestaron por el centro de Esquel escrachando a la empresa minera, al diario El Oeste y al municipio al que acusan de corrupciòn y complicidad con los intereses mineros.
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Friday, Feb. 07, 2003 at 2:04 PM
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Por reenvío Movimiento Ciudadano de Esquel -
Friday, Feb. 07, 2003 at 3:01 PM
No somos técnicos...ni irresponsables. La presión que hizo la comunidad de Esquel reclamando más y mejor información en relación al proyecto minero ha comenzado a dar sus frutos: el gobierno provincial, el gobierno municipal y los sectores privados que hasta aquí creían mejor esconder la mugre debajo de la alfombra, han tenido que salir de las madrigueras para intentar dar respuesta a los cuestionamientos, temores y certezas que ya no pocas voces comenzaron a expresar.
Con una peligrosa mezcla de insensibilidad, ignorancia, debilidad y complicidad con un emprendimiento cuya escala lo supera, el gobierno responde a las inquietudes legítimas de la gente con frases como esta: "¿y ahora de qué se quejan? Siempre hemos pedido inversiones productivas en la cordillera y ahora quieren ponerles trabas". O también: "los que se oponen ¿cómo van a darles de comer a los que no tienen trabajo?"
Ante estas apreciaciones, los cordilleranos podríamos preguntarnos:
# ¿Son estas las inversiones que necesitamos?
# ¿Es correcto aceptar la extracción de nuestros recursos sin otro beneficio que 2 de cada 100 kilos del valor del material en boca de mina?
# ¿Cuán productivas son este tipo de inversiones?
# ¿Quién de todos los que no estarán después nos asegura resolver el hambre y la desocupación?
# ¿Los que se oponen, no tienen el mismo derecho constitucional que los que están de acuerdo?
# ¿Es correcto que el gobernador diga que le importa un bledo lo que digan aquellos y que la desición ya está tomada y no se cambia?
# ¿Por qué apuestan a dividir la opinión de la comunidad?
# ¿Por qué, desde un principio, apostaron a la desinformación?
# ¿Por què no permiten a la comunidad decidir qué tipos de inversiones quiere y necesita? ¿Nos conviene cualquier inversión?
# ¿No será que la comunidad duda de este proyecto porque sospecha que promueve los privilegios, excluye otras actividades económicas y puede tener muchos efectos negativos sobre la naturaleza y sobre ella misma? ¿Y si tiene razón?
Además:
# ¿No sería correcto explicarle a la comunidad que este ripo de políticas económicas de concentración y extracción de recursos son las que llevaron a mucha gente a la desocupación?
# ¿No sería correcto incentivar las múltiples ideas innovadoras y tradicionales que ya tenemos los cordilleranos para desarrollarnos? ¿Y qué pasaría si por una vez nos dejaran a nosotros la posibilidad de desarrollarnos como se nos de la gana? ¿Y el Esquel SEAS y la Planificación Estratégica de las Comarcas?
También tuvimos que pasar por los discursos del tipo: "el estudio de impacto ambiental es sólo para técnicos. Un técnico puede analizarlo en una semana...etc, etc". O: "yo no ví ninguna cola para consultar el estudio de impacto ambiental..." O: "nuestra empresa le pidió expresamente al gobierno que no difunda la información en soporte digital porque tenemos derecho de autor sobre esa información y los métodos con que se obtiene, etc, etc." Y entonces cabe preguntarse: ¿el estudio de impacto ambiental no es información que necesita la comunidad (además de los funcionarios) para saber cómo va a impactar este proyecto y culquier otro? ¿Valen los derechos de autor en una información hecha a pedido de la ley y desitnada al Estado, es decir, a nosotros? Si el ambiente es de todos (no sólo de los esquelenses) ¿por què no puede consultar el informe una persona que viva tan lejos como se nos ocurra?
El problema, además, no es sólo el poco tiempo que tenemos los ciudadanos para conocer ese informe (que amén de no estar en soporte digital está en lugares públicos con horarios de atención restringidos), sino que la información que nos llegó en cada etapa de este proyecto siempre fue unidireccional y parcial. En la etapas previas ¿por qué no aprovecharon para "educarnos" en la comprensión de este nuevo tema, si ya todos menos nosotros sabían que la explotación era inminente? ¿Será intencional que tengamos poco tiempo para procesar la desición? ¿Será que los "beneficios" inmediatos de la actividad nos hará cambiar de parecer? Cabe recordar que entre septiembre y octubre el movimiento ciudadano realizó una consulta que dió como resultado que el 98,5% de la población no tenía suficiente información con respecto a este tema. Sicualquiera de nosotros tiene que tomar una desición importante, cualquiera sea, seguramente se tomará su tiempo para reflexionar y ver si le conviene, qué medios tiene para concretarla, etc.
Hoy, algunos entendieron que su imagen polìtica peligra y se hicieron eco de la falta de información que sufre la población. Ahora son ellos los que dicen: "necesitamos más tiempo". Lamentablemente, daría la impresión que otra vez se confunden o aportan a la confusión. Los ciudadanos no sòlo necesitamos más tiempo para analizar el bendito informe (que, vale aclarar, buena parte del mismo es un insulto a nuestra inteligencia) o para expresarnos con claridad en la Audiencia Pública; necesitamos más tiempo para decidir si querermos o no ser parte de este cambio radical de identidad como pueblo. Necesitamos más tiempo para explicarnos a nosotros y a nuestros hijos cómo va a ser este lugar en el que decidimos vivir y en el que obligamos a nuestros hijos a nacer. Necesitamos más tiempo para hacerles entrar en esas duras cabezas que tienen que no los elegimos para decidir a nuestras espaldas y gobernar contra nuestros intereses, sino para que gobiernen desde nuestros intereses y de frente a nuestros sueños y miserias. No necesitamos más tiempo para hacer un "mejor negocio", porque somos aún lo suficientemente inocentes para creer que hay muchas más cosas que están por encima del dinero, o lo que sea. Para eso necesitamos más tiempo. Para poder ejercer nuestros deberes y derechos con responsabilidad, aunque no seamos técnicos.