Julio López
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Ricuras de la clase política argentina
Por ((ivpress)) - Sunday, Mar. 16, 2003 at 6:48 AM

A 13 años de la incorporación de fascistoide Aldo Rico al juego electoralista, es bueno recordar algunos de los diestros y siniestros caminos que recorrió en busca de alianzas . El artículo es del 2000, estaría bueno que alguien lo actualice. ss

Artículo publicado en el número 1 de la efímera revista El Explorador, a parecida en Buenos Aires a principios de 2000.

EL PARTIDO SOY YO

A fines de febrero del ’98 Aldo Rico puso fin a su insostenible bigamia. El tormentoso romance comenzó oficialmente el 9 de agosto de 1994, tal vez en algún pasillo de la sede de la Convención Nacional Constituyente o en un despacho en penumbras o por qué nó en un ascensor. Los aires litoraleños quizá le despertaron reprimidas fantasías. En Santa Fe el líder del MODIN habría acordado con el ex gobernador bonaerense Eduardo Duhalde las condiciones para despejarle el camino - plebiscito mediante - hacia un segundo mandato. Al conocerse sus contactos con el Partido Justicialista la suerte del MODIN cambió radicalmente, el techo de crecimiento al que parecía haber llegado esta fuerza sirvió de plataforma para saltar al vacío.
Rico, que había iniciado su carrera política con pretensiones presidenciales y prometiendo meter preso a Carlos Menem, terminaba incorporándose al PJ; tres años y medio de intenso noviazgo fueron la antesala al matrimonio. Para el recuerdo quedaron las diestras y siniestras relaciones del MODIN, también sus fracturas.

Al finalizar la guerra de Malvinas en 1982 los nombres Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldín comenzaron a sonar reiteradamente en los ámbitos nacionalistas, tanto de izquierda como de derecha; y ya en la antesala de Semana Santa de 1987 nadie en el ámbito político ignoraba la existencia de ambos ni la de su séquito. Luego del primer levantamiento carapintada - Operación Dignidad - creció el entusiasmo entre los peronistas ortodoxos y los grupúsculos nazis - que vivaban a Rico desde las tribunas de Alerta Nacional, dirigida por Alejandro Biondini; también lo hacían desde la revista Cabildo o en las misas de FAMUS (‘familiares de víctimas de la subversión’)-. Algunos sectores del sindicalismo miraron hacia los embetunados, como el grupo liderado por Rubén Gioannini en Luz y Fuerza o los portuarios del SOMU. La algarabía sacudió al socialismo criollo, ‘el Colorado’ Jorge Abelardo Ramos y su clan decidieron dar mayor amplitud a su propuesta y empezaron por cambiarle el nombre al Frente de Izquierda Popular creando el Movimiento Patriótico de Liberación (MPL). Pero las huestes ansiosas, ávidas de nuevos Mesías, tuvieron que esperar unos años, aún faltaban los levantamientos de Monte Caseros - enero del ’88 -, Villa Martelli - diciembre del ’88 - y la gracia presidencial, el indulto en 1989.
El debut oficial de Aldo Rico en la política fue el 16 de marzo de 1990, en un acto del efímero Movimiento de Reafirmación Nacional (MORENA) ante un auditorio de tan sólo once personas. Tiempo después con ropa de fajina y montado a una camioneta hizo campaña por el NO a la reforma constitucional bonaerense, era otra fase del Operación Dignidad. Había declarado la guerra a los ‘falsos dirigentes’, a los “Alfonsines” y los “Cafieros”. El abrumador triunfo del voto negativo en el plebiscito vigorizó el proyecto político del riquismo, el 30 de octubre de ese año el Movimiento por la Dignidad y la Independencia (MODIN) fue presentado en sociedad y su máximo líder postulado a gobernador de Buenos Aires. Durante la conferencia de prensa, realizada en el Hotel Elevage, el flamante candidato dijo perseguir objetivos innegociables y apuntó: “reaccionamos contra este proyecto neoliberal y aperturista”...
El MODIN fue armado sobre la estructura legal del Partido de la Independencia, un reducido núcleo nacionalista que en el primer lustro de la década del ’80 logró cierta inserción entre los militares; algunos de los cuales con el tiempo adhirieron al carapintadismo. Sin embargo el primer contacto directo de esta agrupación con el ex teniente coronel se produjo cuando éste se hallaba preso en la cárcel militar de Magdalena y Horacio Aragón, abogado del partido, se ofreció a asesorarlo jurídicamente. Aragón había visto en el reo a un líder con gran capacidad de movilización, la consigna “Viva Rico” rústicamente pintada en los alrededores de algunas villas era un indicio de esa inserción. Era la señal esperada por todos: la codiciada base popular.
“La NUEVA POLITICA DEL PARTIDO DE LA INDEPENDENCIA: con las MANOS LIMPIAS y la ‘CARAPINTADA’. AHORA es el momento de organizarse para producir miles de ‘Operaciones Dignidad’ en la provincia, los municipios, los gremios y en todos los ámbitos del quehacer de cada bonaerense, para que los que ocupan el poder hagan lo que deben; Y SI NO SABEN, NO PUEDEN O NO QUIEREN: ¡QUE SE VAYAN! ORGANIZARSE PARA RESISTIR.” Con ese discurso, en 1991, Rico atravesó la provincia y a su llamado acudieron algunas agrupaciones peronistas, ex seguidores de Abelardo Ramos y civiles con pasado dictatorial.
Rico llamaba a ‘organizarse para resistir’, a hacer una, dos, tres, mil Operaciones Dignidad...

Fricciones/ El Divorcio

El 3 de diciembre de 1990 un grupo de militares que respondían al coronel Seineldín protagonizaron el cuarto y último levantamiento carapintada; durante los combates murieron una docena de personas. El olor a pólvora aún no había desaparecido y la sangre todavía manchaba el piso cuando se puso en marcha el ‘operativo despegue’. El día 7 el periodista Bernardo Neustadt difundió por Radio América una grabación que alguien había dejado en su domicilio, era una conversación telefónica entre Aldo Rico y el abogado Alejandro Vázquez. En ella se escuchaba decir al ex militar: “¿Qué vamos a hacer ahora... vamos a decir que Seineldín es el mejor soldado argentino y que fue un error del sargento Zeta? Es un hijo de puta y ojalá lo fusilen. Porque si no lo fusilan lo voy a matar yo en algún momento. Es peor que (el general Dante) Caridi”. Había cambiado las cara pintadas con betún por las paredes pintadas con “Rico Gobernador”.
El 18 de Julio de 1991 comenzaron las deserciones en el MODIN, Hugo Esteva, segundo de Rico en la cadena de mandos y ex secretario general del Partido de la Independencia presentó su renuncia. “Me di cuenta que nosotros, en tanto agrupación política nacionalista y revolucionaria, queríamos cambiar los mecanismos de gobierno de la patria y crear una república genuina, y Rico no estaba en eso. El empezó por separarse de los más inteligentes, como Santiago Alonso - compañero de armas del ‘Ñato’ y socio fundador del carapintadismo -, y se fue quedando con lo peor, con ese secretario privado (Emilio Morello)... que es el destino que le hubiera tocado a buena parte de ese grupo si no hubieran encontrado esta variante política. ”
Rico no era el tipo de Esteva, desde el primer momento no hubo piel, porque tenía ese... ¡qué sé yo! “Un buen día un amigo en común hizo una reunión en Campo de Mayo donde lo conocí a Rico. Mi primera impresión fue intuitiva, me pareció que él quería ser un dirigente peronista; tenía una admiración por Perón y el peronismo, un respeto por esas estructuras que sólo las puede tener un tipo que lo ve muy de afuera; el que estuvo en política se da cuenta la poca cosa que es todo eso. Rico eligió al Partido de la Independencia porque no consiguió nada dentro del peronismo.”
Esta primera deserción no implicó ningún cambio visible en los rumbos del MODIN, que el 9 de setiembre debutó electoralmente y fue la vedette y cuco de la jornada. Obvio, Rico no obtuvo la gobernación, pero sí cerca de 550 mil votos, tres diputados nacionales, cuatro legisladores provinciales (dos diputados y dos senadores), veinticinco concejalías y en algunos municipios fue la segunda fuerza, desplazando al centenario radicalismo... Durante la campaña proselitista el ex comando había recorrido 270 mil kilómetros al ritmo de las marchas de San Lorenzo y de Malvinas. Todos ponían los ojos en él y él, a dieciocho días de ese golpe político, escribió en La Nación: “Si quieren ponernos un nuevo nombre, que nos llamen oposición”.
“Si quieren venir que vengan, presentaremos batalla”, dijo el dictador Leopoldo Galtieri en vísperas de la guerra de Malvinas.

Fricciones II

“Como clara demostración de que las tendencias nacionales, cualesquiera sean sus matices, encuentran finalmente un cause de expresión, a pesar de la demoledora desinformación de los medios de prensa en manos del enemigo, el MODIN de Aldo Rico recogió el apoyo de una ancha franja de compatriotas en las elecciones últimas”, destacó el periódico Conciencia Nacional, vocero del Movimiento Antiimperialista ‘2 de Abril’, ex MPL. En ese artículo, aparecido en noviembre del ’91, los ex seguidores de Ramos vaticinaron “desplazamientos sísmicos en la política argentina de los próximos años”, y los hubo. Lo que no previeron es que el MODIN caería en una de las grietas abiertas por el sismo.
El 28 de junio del ’92 el riquismo afrontó un nuevo desafío: la elección del senador en la Capital Federal. El objetivo era consolidarse como tercera fuerza, repetir la hazaña bonaerense. Pero a pesar de obtener más de 100 mil votos el Frente del Sur (FS) hegemonizó la tercera posición, quedando postergados al cuarto lugar. Y entonces la tormenta azotó a la tropa. Rico dijo haber perdido la confianza en la dirigencia porteña y pidió sus cabezas por ser “los únicos responsables del fracaso”. Pero ni Rufino Billordo - presidente del MODIN Capital Federal - ni Enrique Venturino - candidato a senador -, ni Ernesto Barreiro marcharon dócilmente hacia el cadalso. La secesión fue inevitable.
Billordo toma la palabra:

El 28 de junio y en días posteriores a las elecciones Rico me felicitó públicamente por el resultado. Y después me dijo que estaba desconforme, yo le pedí explicaciones y no me las supo dar o no quiso dármelas. Entonces le dije que el partido tenía autonomía propia y que eran sus cuerpos orgánicos los que tenían que resolver.
Creo que Rico venía pensando en otras propuestas, en otros hombres y creyó que había que relevar las distintas conducciones.

- ¿Pensaba en otro proyecto político?

Su proyecto político tal vez era el mismo, lo que había era un proyecto personal, que él quería intervenir más directamente, quería ser candidato, nosotros creíamos que él tenía que seguir creando cuadros de contención y promoviendo nuevas dirigencias. Rico quiso ser el candidato en la provincia de Buenos Aires, cosa que logró, y eso es un proyecto netamente personal. Tanto es así que en las negociaciones políticas él lo excluye al MODIN, a las estructuras partidarias - los congresos y las autoridades partidarias - y opera por sí mismo.

- ¿Sólo el MODIN de la Capital Federal rechazaba el personalismo?

El MODIN en todo el país quería hacer el proyecto que él había diseñado al comienzo, que no era personalista. Le tocó a la Capital Federal asumir la responsabilidad de hacerle frente. Le podía haber tocado a cualquier otra provincia. Lo que ocurre es que posiblemente Rico quería trasladar la hegemonía que ejercía en la provincia de Buenos Aires a la Capital Federal, que era el distrito que tenía más cerca.

En plena diáspora Rico dobló la apuesta, tal vez buscando cerrar filas, y declaró amenazadoramente: “Para mí el MODIN es sólo un instrumento. Si no me sirve más como partido, lo cambio y listo”. La fiebre del desbande ya había cruzado los límites de la General Paz llevándose un senador bonaerense - Juan Carlos Tudino -, 20 concejales y varios dirigentes del Gran Buenos Aires. Buena parte de los disconformes fueron acogidos por Fuerza Republicana, donde Antonio Bussi los recibió con los brazos abiertos. El dictador tucumano saboreaba la revancha ya que antes él había visto partir a algunos de sus vástagos hacia las filas del riquismo.
En esos días de intensas fluctuaciones el ex mayor Ernesto Barreiro asumió el rol de novia despechada y denunció un pacto entre Herminio Iglesias y el riquismo. Era un rumor harto conocido pero sistemáticamente desmentido por las partes. El 15 de agosto del ’92, en un almuerzo realizado en Florencio Varela, Iglesias y el MODIN acordaron trabajar juntos en Avellaneda, pero el acuerdo duró poco porque las exigencias del dirigente peronista eran muchas.

Flanco Derecho

En agosto de 1992, en un programa radial Graciela Fernández Meijide y Rico tuvieron un fuerte encontronazo, en esa oportunidad el ex militar recalcó: “con los comunistas no discuto, los combato”. Enseguida agregó: “alguna vez, cuando tenía las armas en las manos, los enfrenté y los aniquilé, y ahora los voy a derrotar en las urnas. No tienen alternativa. Y si tuviera que combatir nuevamente con las manos (quiso decir las armas) en la mano, otra vez los volvería a combatir”.

Flanco Izquierdo/Contrahechos

“El MODIN era algo que estaba naciendo, potencialmente podía avanzar - exagerando - y aparecer una especie de reedición del peronismo, o nó, podía terminar como terminó: absorbido por el sistema liberal; o podía evolucionar en un grupo minoritario de extrema derecha. Pero era una posibilidad abierta, no estaba decidido. Cuando todo el arco progresista empieza a darle al MODIN, el miedo que ellos tienen no es que Rico sea Hitler, sino que Rico sea Perón. Tenían miendo de que aparecieran los negros peronistas aliados con militares nacionalistas... y el miedo de ellos eran las expectativas mías.” Tal expresión es de Gustavo Cangiano, autor del libro Rico, un desafío para la izquierda y ex dirigente de Socialismo Latinoamericano, otro retoño del MPL.


Uno de los fenómenos tal vez más singulares surgidos en torno al MODIN son las expectativas que despertó entre los discípulos de Abelardo Ramos y en el maoísta Partido Comunista Revolucionario/ Partido del Trabajo y del Pueblo (PCR-PTP). En relación a los ‘ramistas’ podría argüirse que no hay lugar para sorpresas, ya que ‘el Colorado’ pasó gran parte de su vida tratando aislar el ‘gen del militar nacionalista’ para clonarlo indefinidamente y reeditar el golpe militar del 4 de junio del ’43 - aunque en sus últimos años de vida abdicó en favor del menemato -. En cuanto a los maoístas, ídem, pero menos años, sin Ramos...
“En la Capital Federal integramos el Frente del Sur desde su constitución cuando impulsamos la candidatura de Solanas. Siempre dijimos, y por eso lo integramos, que este frente podía cumplir un papel importante en la lucha contra la actual política de ‘ajuste’ y entrega si rechazaba la oferta estrecha y sectaria, impotente, gorila en su esencia, de ser una ‘alternativa’ electoral y reformista del menemismo; y si ese frente se constituía en un polo de reagrupamiento de las fuerzas obreras, populares y nacionalistas que, en mayo de 1989, confluyeron para derrotar el alfonsinismo.
Las fuerzas del MODIN, sin ninguna duda, fueron parte de ese torrente antialfonsinista. Por ello, lo afirmamos también sin dudas, deben ser parte de un reagrupamiento popular y antiimperialista”. Ricardo Fierro no dejaba dudas de cuál era la posición de los maoístas respecto al riquismo, él lo escribió con esa intención y por eso fue publicado el 3 de marzo del ’93 en el semanario Hoy, órgano oficial de ese partido. Estas afirmaciones aludían al origen del movimiento sísmico que sacudía el Frente del Sur.
Los motivos fueron varios, por un lado los cuestionamientos al PCR-PTP por sus relaciones con el riquismo y su intento de converger con el MODIN en una alianza ‘nacional, popular y revolucionaria’. Por el otro, los antes acusados señalaban a Eduardo Jozami (Propuesta Sur - PS), Carlos ‘Chacho’ - líder del FREDEJUSO, que no integraba el Frente - y al diario Página/12 como los responsables de una maniobra para copar el FS y convertirlo en una fuerza de centroizquierda. La discusión se trasladó al plenario realizado el 27 de marzo, allí el Partido Humanista (PH) pidió que la organización maoísta fuera expulsada por las conversaciones que mantenía con el riquismo. Los seguidores de Jozami, el Encuentro Popular (EP) y el Partido Comunista (PC) apoyaron la moción, pero al someterse a votación los expulsores perdieron y se retiraron en medio de insultos.
Gustavo Cangiano estuvo en el Frente y vivió aquellas acaloradas jornadas. “El PTP no quería ni podía incorporar al Modín. No había posibilidad porque ahí estaba la voluntad del Modín, y no hubiera querido ir. Si el Frente del Sur y el Modín se desarrollaban y confluían hubiera sido algo positivo. Porque si sectores de clase media progresista - como era el Frente del Sur - confluían con el Modín - que hacía pié en el Gran Buenos Aires y tenía una tradición más peronista - era la posibilidad de que la izquierda incida sobre algunos sectores militares y a la vez los sectores populares le quitaran el carácter pequeño burgués que tiene la izquierda. Hubiera sido algo positivo, de todos modos sé que es algo muy esquemático y que las cosas no se dan así: unimos esto con esto, es algo más. Pero hubiera sido mejor eso que terminar como terminó el Frente del Sur, uniéndose con Chacho Alvarez, y Chacho Alvarez uniéndose con los radicales. Terminando en esto: el candidato del progresismo es De la Rúa, un conservador que apoyaba la dictadura militar. Tanto miedo que le tenían a Rico porque era de la dictadura y lo tenemos ahora a De la Rúa apoyado por el progresismo y la izquierda.”
El intento de convivencia entre dos proyectos antagónicos desembocó en la fractura del Frente del Sur, originándose el Frente Grande - con Solanas, ‘Chacho’ Alvarez , Graciela Fernández Meijide y Jozami - y la Alianza Patria y Pueblo, donde confluyeron los maoístas, sectores de la izquierda nacional y peronistas, propensos al diálogo con el riquismo. Pero estos se quedaron sin militar nacionalista ya que los contactos se fueron diluyendo a medida que Rico se convenció de que Duhalde era una mejor partida.

Fricción III/ El Reparto

“Cuando nosotros nos fuimos del MODIN había que poner, no sacar nada. Cuando pasó lo de Duhalde, ahí ya había cosas para repartir. Pero desconozco. De cualquier manera la división que se produce en el MODIN con el Pacto, quedando Rico de un lado y Carreto y Polo del otro, no tengo la menor duda de que ahí hubo algún tema económico de por medio. Que fue una decisión desacertada de Rico, bueno, en lo personal no, y en lo político, lo veremos.” (Rufino Billordo dixit)
El MODIN primero dijo NO a la reelección y quedó alineado junto a la UCR y el Frente Grande, pero cuando estas dos últimas empezaron a tejer alianzas, intentó recuperar protagonismo y le allanó el camino a Duhalde hacia un nuevo mandato. “No le concedemos la reelección a Duhalde sino que le damos la posibilidad de que vaya a un plebiscito en el que nosotros vamos a votar por el No”, dijo Rico; y una semana después sostuvo: “Nunca dije que nosotros íbamos a hacer campaña por el NO en el plebiscito; lo habrán dicho algunos de nuestros dirigentes porque en este partido hay diversidad de criterios”, y justificó su vuelco hacia el abstencionismo.
El 16 de setiembre en la sesión del congreso bonaerense del MODIN debía aprobarse la abstención como única posición del riquismo en el plebiscito. La medida era otro aval a Duhalde, ya que en el escrutinio sólo se contarían como válidos los votos emitidos por el SI o por el NO, y abstenerse era otro empujoncito para acercar al PJ al 50% que necesitaba. Pero el No se impuso 19 a 8. Seis días después militantes ‘leales’ al líder tomaron la sede provincial, ubicada en Avellaneda, y pidieron la renuncia del diputado nacional Luis Polo y los legisladores bonaerenses Julio Carreto y Roberto Etchenique. Poco después Rico declaró: “Los votos del MODIN en la provincia son míos. Ninguno de ellos existe sin Rico. Yo les regalé todo y ahora no regalo más.” Pero a pesar de las certezas la fractura repercutió en su electorado, según un sondeo realizado por Hugo Haime el 54% de quienes votaron al riquismo en las elecciones de constituyentes se volcó por el SI, mientras que un 44% le dijo NO.
Polo, Etchenique y Carreto fueron secundados por los diputados bonaerenses Heraldo Giacomelli y Pedro Simonetti y el legislador nacional Orlando Gallo. Juntos fundaron el Movimiento Azul y Blanco, una fuerza política que fue enterrada junto con el dictador Juan Carlos Onganía, a quien candidatearon a presidente de la Nación en 1995.
A fines de febrero de 1998 Rico abandonó su partido e ingresó al PJ y al poco tiempo los dirigentes bonaerenses hicieron lo mismo y la estructura nacional quedó a la deriva. El MODIN nuevamente se rompía pero no se doblaba, esta vez se rompía para siempre porque Rico era el MODIN.

Hernán Scandizzo

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(recuadro 1)

“DE CIEN CANDIDATOS OCHENTA ERAN DELINCUENTES”

Alberto Asseff es el fundador y candidato vitalicio del Partido Nacionalista Constitucional (PNC), un hombre proveniente del radicalismo y que alguna vez estuvo vinculado a la línea ‘seineldinista’ del carapintadismo. En 1990 Rico le habría propuesto a Asseff unir sus fuerzas, todo marchaba bien y cuando sólo faltaba anunciarlo públicamente el ex militar desapareció de la escena. El ex militar se habría asegurado el as en la manga con que presionar al Partido de la Independencia y obtener un MODIN a su medida. Hoy el dirigente nacionalista habla de aquella expectativa fallida y de la capacidad de Rico de rodearse de delincuentes.

Cuando en 1990 los acompañantes de Rico empezaron a sondear la posibilidad de incursionar en la política a mí me consultaron y yo comenté que Rico, efectivamente, estaba en condiciones de activar a un movimiento político que interpretara anhelos nacionales y fuera capaz transparentar la vida pública. Porque la energía y el temple que había mostrado en Semana Santa daba una suerte de garantía, sin necesidad de escribir un programa o de elaborar una publicidad más o menos atractiva. La publicidad de Rico era Semana Santa.
Posteriormente Rico me llamó por teléfono y me dijo que él quería arreglar su incursión en el escenario político a través de un acuerdo con el Partido Nacionalista Constitucional y específicamente conmigo, y me urgió a tener una conversación ese mismo día. Se concretó la reunión dos días después, y cuando yo le expresé sin ningún condicionamiento que estábamos de acuerdo, que podíamos convenir de salir juntos a la elección de setiembre del año ’91, me dijo: “bueno, vamos a aguardar diez días para darlo a conocer públicamente”.
Después comprobé por qué postergó diez días lo que antes había intentado apresurar. Fue porque en ese momento estaba negociando con el Partido de la Independencia y esta gente con toda razonabilidad le decía: “te invitamos a que seas candidato extra partidario a gobernador y no a que nos copes el Partido, eso es otra cosa”. Y Rico les decía: “no, yo si soy candidato a gobernador, que a ustedes les va a beneficiar, porque van a sacar muchos votos, también quiero tener el control del Partido”. Y en ese tira y afloje Rico encontró una forma de persuadirlos usando al PNC, de modo de poner el tema en la mesa y decirles: “o ustedes hacen lo que yo digo o me voy con el PNC”. Cuando la gente del Partido de la Independencia se dio cuenta de que Rico tenía una alternativa, tuvo que disminuir sus exigencias y allanarse a los requerimiento de Rico.
Cuando Rico logró el objetivo que quería - que era el control del Partido, y no sólo la candidatura a gobernador, dispuso, sin siquiera notificarme ni darme una explicación, quebrar toda vinculación con nosotros. Estos antecedentes sirven para que tengan una explicación del por qué algo que aparecía tan cristalino, tan lineal, tan frontal, tan claro, tan atractivo si se quiere, se haya frustrado, se haya disuelto de la manera que quedó deshecho. Era más de lo mismo, y nosotros lo descubrimos entre el ’89 y el ’91. La gente lo descubrió entre el ’94 y el ’95.

- ¿Qué pasó con el discurso ‘moralizador’ de Rico? Porque después resultó estar rodeado de delincuentes.

En el ’89/’91 nosotros no podíamos saber qué gente iba a rodear a Rico y a través de suyo iba a llegar a ser concejal, legislador provincial o nacional. Eso todavía estaba en pañales y conocíamos apenas algunos nombres de los dirigentes principales del Partido de la Independencia, que en general eran gente respetable, como el doctor (Orlando) Gallo o el doctor (Horacio) Aragón. Pero hoy, en el 2000 podemos decir que el peor radical o el peor del justicialismo, esos que la gente querría ver desaparecer del mapa de la política argentina, son mejor que el mejor que llevó Rico a los cargos. Porque es inenarrable la bajeza del 80% de los concejales que puso en la provincia de Buenos Aires. Bajeza moral, bajeza en materia de idoneidad administrativa, verdaderos delincuentes. Eso es imperdonable, porque un hombre se puede equivocar, pero jamás puede ser que de cien candidatos que lleve, ochenta sean liza y llanamente delincuentes.
Indudablemente esto ha repercutido negativamente. Mucha gente sana que lo acompañó, pero que no llegó a ocupar cargos, porque precisamente Rico se especializaba en poner en los cargos a los delincuentes, está como escaldada. Además hoy enarbolar la bandera nacional ya no es garantía de servicio a la gente, al país, porque puede esconder también otros objetivos abyectos u oscuros.

H.S.

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recuadro 2
“RICO TRAICIONO LA ILUSION DE LA GENTE”

En 1960 el coronel Mohamed Seineldín se desempeñaba como oficial Instructor en el Colegio Militar de la Nación, allí conoció a Aldo Rico y a una camarilla de cadetes que resultaron afines a su nacionalismo católico. Veintisiete años después, de una manera u otra, estos actores protagonizaron cuatro levantamientos militares cuyo eje pendulaba entre la reivindicación de la represión política de los años ’70, el cese de los juicios a sus camaradas y la lucha intestina contra el ala ‘liberal’ del Ejército. Luego de la rebelión del 3 de diciembre los carapintadas siguieron diferentes cauces, hoy Seineldín está preso en la cárcel militar de Campo de Mayo condenado a prisión perpetua, vía fax contestó un cuestionario enviado desde nuestra redacción, a continuación reproducimos brevemente su opinión sobre Rico y la creación del MODIN.

El Explorador, EE: ¿Cree que fue sincera la adhesión de Aldo Rico al proyecto que usted encabezaba?

Mohamed Alí Seineldín, MAS: Creo que la adhesión inicial de Rico fue sincera. Transcurridos algunos años, con el desarrollo de su personalidad, también se desarrollaron inquietudes particulares, él prefirió la política y orientó sus acciones hacia este objetivo. Luego de los pronunciamientos de Semana Santa y Monte Caseros apreció que su persona atraía a un sector de la población y explotó convenientemente esta circunstancia. Optó por la actividad política, con sus leyes y códigos. Esto ya nos diferencia substancialmente, no soy político ni tengo vocación para ello; me considero un hombre nacional, doctrinario y católico.

EE: ¿Pero igual creyó en el MODIN como alternativa política?

MAS: Reconozco que en las primeras elecciones que intervino el MODIN, alenté la esperanza de que podría llegar a significar un cambio; muchos de sus componentes habían sido hombres formados en esta sana doctrina. Pero esa ilusión duró poco tiempo.

EE: ¿Cree que esa fuerza traicionó la causa nacional decía reivindicar?

MAS: En la respuesta anterior les expresé que esa ilusión duró poco tiempo; y fue así exactamente, en la primera oportunidad de su actuación como legisladores en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, adhirieron "sospechosamente" a una Ley aberrante para el pueblo, que disponía prescindibilidades, pese a sus promesas electorales de cambio, verdad y justicia.
Más tarde, y en un episodio corrupto y lastimoso, el propio Rico, negocia la reelección de Duhalde, mediante una combinación de coimas y beneficios personales. Estas actitudes son una verdadera traición a la Nación, a la Patria, y lo más grave, una traición a la ilusión de la gente.
Sin dudas, la gente sufrió una desilusión muy grande. Es una desilusión parecida a una infidelidad conyugal.

EE: Una de las palabras pronunciaron los carapintadas fue "dignidad". ¿Qué explicación tiene para usted que los mismos que tanto la pronunciaran, años después terminaran implicados en secuestros, robos, homicidios y estafas?

MAS: Desde la defección del propio Rico, y de la de sus colaboradores más inmediatos, cuando dieron prioridad a sus intereses personales hasta el enriquecimiento, quedó demostrado quiénes eran realmente los que se habían preocupado por la dignidad de las Fuerzas Armadas. En un grupo de miles de adherentes a la causa nacional, a través de la dignidad de las Fuerzas Armadas, es posible que se filtren los especuladores que sólo buscan posesionarse para obtener beneficio.

EE: ¿La gente percibe alguna diferencia entre usted y Rico?

MAS: Lamentablemente, aún no.


J.M. y H.S.

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El Legado de Videla
Por El Pibe - Sunday, Mar. 16, 2003 at 3:12 PM

Aca va la diferencia entre Seneildin y Rico: A Seneildin lo bancan el Opus Dei y lo bancaba la CIA hasta que se fue de mambo y disparo contra la propia tropa.
Rico, en cambio, banco su ascenso mediante la mafia de las naftas adulteradas, hasta que no necesito mas de ella, ya que le alcanzaba con el aparato que Duhalde puso a su disposicion.
Por lo demas, son dos nazi-facistas preocupados por reagrupar a ese ala del ejercito y darle insercion social, despues que las barbaridades de Proceso de Reorganizacion Nacional los dejo en desbandada.
Son los continuadores de Videla.

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sr
Por J.M. y H.S - Monday, Feb. 23, 2015 at 11:18 AM
jhillkirk@hotmail.com

Sres, deseaba saber si alguien podria facilitarme el audio de esta charla entre rico y el abogado Vazquez en el 90.
Muchas gracias, Jorge.

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