No a la militarización de la sociedad
Por MST - Friday, Jul. 18, 2003 at 12:10 PM

Alternativa Socialista Nº 355

Frente a la ola de inseguridad
No a la militarización de la sociedad
Junto al flagelo de la desocupación y la miseria, la inseguridad va instalándose cada vez más entre los argentinos. Secuestros, asesinatos, robos, narcotráfico... con sus víctimas inocentes son una escena cotidiana. El gobierno de Kirchner, Sola e Ibarra, proponen combatir el delito dándole mayor participación a la policía. En medio estalla el escándalo porque el «jefe» de la policía bonaerense giró un millón de pesos a «Bahamas».

Ante la creciente ola delictiva la sociedad discute en todos los ámbitos que hacer para resolver el problema de la inseguridad. El gobierno nacional acompañado por los gobernadores Ibarra y Solá, proponen combatir el delito reforzando la presencia policial y aumentando los controles y operativos. A tal efecto el secretario de seguridad Quantín elevó al presidente Kirchner una propuesta para incluir a la gendarmería y a la prefectura en el patrullaje de la ciudad. En otras palabras ejércitos militarizando la calle en busca de trabajadores y jóvenes portadores de «cara sospechosa».
Dentro de esta misma lógica, candidatos como Rico o Patti, hacen de la situación el eje de su campaña proselitista con la consigna «mano dura». Patti lo lleva al extremo de exigir por televisión que se les deje a la policía las manos libres para efectuar interrogatorios.
Claro que a estas propuestas se les escapa un detalle. La policía con la que ellos dicen que combatirían la inseguridad tiene a sus comisarios formados en la impunidad de la dictadura militar y son parte integrante del delito. Los casos de corrupción de los comisarios Sobrado y Fiori son dos ejemplos al respecto.

El toro por las astas

Un tema tan grabe y complejo requiere de medidas de fondo, acá no se trata de esquivar el bulto.
El primer paso es generar trabajo genuino para todo el pueblo, buscando eliminar la miseria y la pobreza. Si bien los principales delincuentes son aquellos gobernantes que desmantelaron la industria, vendieron el país, destruyendo la salud y la escuela, devaluaron los salarios y las jubilaciones, etc., es también cierto que la extrema pobreza genera marginalidad y desesperación, y lamentablemente esta es caldo de cultivo para que las mafias busquen hacer sus negocios. Por eso es fundamental generar empleo y terminar con la desocupación.
Hay que desmantelar toda la cúpula policial con el respectivo juicio y castigo a cada policía sospechado de enriquecerse ilícitamente. Hasta tanto no logren explicar de donde sacaron tanto dinero deben ser confiscados todos los bienes suntuosos y cuentas bancarias. (ver el nuevo enriquecimiento lícito)
Por la pasividad y la implicación de la policía y los políticos de siempre con las bandas delictivas, la gente no esperó mas y comenzó a reaccionar surgiendo movilizaciones en Santiago, Arequito, Arrecifes, Wilde, Lanús, etc. Verdaderas puebladas que las más de las veces terminan en la puerta de la comisaría queriendo sacar a patadas al comisario. Esa es la gente que debe controlar el delito, avanzando en la autoorganización. Ya hay barrios con sus cadenas telefónicas, rondas, asambleas populares, etc. Es la gente la que debe elegir por voto directo al comisario, y la que tenga el derecho a deponerlo ante la menor sospecha.
El mayor número de bajas en la policía se produce en agentes que fueron ultimados cuando trataban de evitar que se les robara sus propios autos estando de civil. Mientras al mismo tiempo el comisario es «socio» o «dueño» de un desarmadero. Ante esto el ministro de seguridad Cafiero alertó a los 44 comisarios bajo sospecha que no quieren mas «policías pobres y comisarios ricos»; con lo que implícitamente reconoció que hay una fractura en la fuerza. Ante esta realidad los subalternos deben avanzar en sindicalizarse para plantear claramente sus derechos, delimitar sus funciones, y protegerse de las mafias de turno.

Marcelo Lorenzo

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