Julio López
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GATILLO FACIL EN SANTA FE
Por fwd- agenciawalsh - Tuesday, Sep. 02, 2003 at 7:09 PM

Agoniza un chico inocente baleado por un policía que seguía a un ladrón Tiene 15 años y recibió un disparo a quemarropa luego que un agente lo confundiera con un delincuente





"Mami, me tiró", alcanzó a decir Diego Fernández después de que un agente del Comando Radioeléctrico le disparara a quemarropa al confundirlo con un ladrón que escapaba en el barrio Nuevo Mangrullo. Anoche el chico de 15 años se debatía entre la vida y la muerte en la sala de terapia intensiva del Hospital de Emergencias. Sin embargo, para la policía el adolescente resultó baleado cuando los uniformados debieron contener a los "irascibles" vecinos de la barriada que intentaron impedir el arresto de un amigo del menor.

El episodio presenta aristas controvertidas. Una fuente de la investigación policial presentó al suceso como un operativo para atrapar a "un delincuente" de Nuevo Mangrullo que estaba escondido en una casilla. En cambio, para los familiares de Diego, el episodio se enmarca en un nuevo caso de gatillo fácil porque el uniformado abrió fuego sin dar la voz de alto.

Anoche, en la guardia del Heca, la madre del chico herido, Gloria Vergara, reconstruyó el hecho. Su relato estaba impregnado por la impotencia y la indignación, y repetía que su hijo "estaba en las manos de Dios". El chico cursa el 8º año en la escuela Vicente Anastasio Echevarría.

A las 15.30 de ayer, Diego caminaba junto a un amigo, Ariel Rubén Segovia, de 15 años, por Castellanos y Aurora, en la zona sudoeste de la ciudad, cuando el paso apurado y nervioso de un "delincuente" de la zona inquietó a los jóvenes. Detrás del prófugo, dos efectivos del Comando Radioeléctrico aceleraban a fondo para alcanzar al maleante. "Los chicos se asustaron y se metieron en la casa de un vecino. El policía entró (en la vivienda). Primero esposó a Ariel y lo sacó afuera y después corrió a mi hijo y le disparó por atrás", explicó Gloria.

El balazo atravesó la espalda, ingresó en el tórax y perforó los intestinos de Diego. Mientras esto ocurría, el ladrón saltaba los tapiales de las casas lindantes y desaparecía a bordo de un colectivo de la línea 112. Ya para entonces, dos detonaciones habían sobresaltado a Gloria, que vive en Castellanos 5346. La mujer caminó hasta el sitio dónde había ocurrido el hecho sin saber que su hijo estaba herido. Sólo cuando estuvo en la puerta se enteró de lo que ocurría, a través de los vecinos. "Es Dieguito el que está herido", gritaron.

La mujer corrió con desesperación unos metros y encontró a Diego tirado malherido en el suelo. A su lado, estaba el uniformado que le había disparado. El policía le ordenó a Gloria que "no levantara" al chico, pero no respondió cuando la mujer lo increpó por haber gatillado su arma reglamentaria en forma desmesurada.

Un grupo de vecinos ya se habían arremolinado en torno a la casa. Estaban enfurecidos y quisieron atacar al efectivo, según contó Hilda Nélida Aguirre, la madre de Ariel. Al agente lo subieron a un patrullero y lo llevaron para preservarlo de la ira de los habitantes de la barriada.

Ya habían transcurrido varios minutos y Diego continuaba en el suelo. La ambulancia del Sies no llegaba y entonces un móvil policial trasladó al joven al Heca. Antes había alcanzado a balbucear que el policía había disparado a mansalva. Anoche estaba conectado a un respirador artificial.

Gloria está convencida de que al muchacho lo balearon porque lo confundieron con el ladrón que escapaba. "Diego es robusto como el chorro", explicó. A su lado Hilda aseguraba que Ariel no tiene prontuario abierto. "Le pegaron patadas y lo esposaron pero se lo sacamos a los policías porque no había motivos para que se lo llevaran detenido", comentó.

Sin embargo, el vocero policial consultado señaló que el muchacho fue apresado. Junto a él fueron demorados Zulma Machuca, de 32 años; Humberto Benítez, de 19 años, y un menor de 17, todos por resistencia a la autoridad. El caso quedó a cargo de la jueza de instrucción Alejandra Rodenas. La magistrada ordenó la detención del uniformado del Comando Radioeléctrico. La policía identificó a los demorados pero no brindó los datos del agente que baleó al menor.

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