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16 de septiembre del 2003: Duelo nacional mapuche
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16 de septiembre del 2003: Duelo nacional mapuche

Por Blaise Pantel / Kolectivo Lientur / 19 de septiembre de 2003

El Mercurio del 17 de septiembre del 2003 nos muestra siempre su terrorismo comunicacional, como otros medios de comunicación cuando se trata del pueblo mapuche en Chile. El litigio como se le denomina, con la foto del "saludo tras acuerdo", nos da a todos, es decir a los mapuche como a los No-mapuche que se sienten parte del proceso (Los que son muy pocos en este País), un gusto amargo, una pena profunda al presenciar de cómo se hace la justicia (o la injusticia) en el Chile actual y de cómo los intereses económicos, ligados a la globalización y sus inversiones extranjeras, prevalen sobre cualquier otro derecho.
Aquí, en este pequeño comentario, no se trata de dar las informaciones sobre el acuerdo, las medidas de tierras que se han tomado, la cantidad de dinero que se entregara a las ultimas familias que se negaban a permutar o a los diferentes actores involucrados. Tampoco sobre el largo proceso de denominado Caso Ralko que la prensa ha escrito. Eso, no parece pertinente, ya que hay que ver más allá de lo que ocurre, es decir el impacto político y simbólico de este acuerdo.
Para recordar que El Mercurio sigue siendo el diario más leído y más potente del País, vemos la pagina nacional C9 donde se titula que la "Centra Ralco funcionará desde el próximo año". Es claro, el punto no es la destrucción y el daño hecho al medio-ambiente, no se trata de la vida insoportable que han tenido las ñañas y sus hijos desde cerca de 10 años, no se trata de la ilegalidad de esa construcción (cuando se mira el proceso de aceptación de Ralko que todos conocemos), no se trata tan poco de la violación de derecho que ocurre en ese conflicto, no se trata de la destrucción de cementerios y lugares sagrados (¿que respeto por la gente hay aquí?). No. Solamente se trata de un acuerdo donde un Presidente que muestra la voluntad de dar homenaje a Victor Jara y a Salvado Allende, da el paso y se dice "satisfecho".

Que vergüenza Sr Presidente de la Republica de Chile, que vergüenza cuando usted señala en el Mercurio que "aquí estaban en juego elementos muy importantes que tienen que ver con la capacidad de demostrar que podemos compatibilizar estos proyectos. Lo que parecía un tema tremendamente complejo y difícil, hoy gracias a la buena voluntad de Endesa, por una parte, de las familias pehuenches y los esfuerzos del Gobierno, hemos encontrado pleno éxito". ¿Entendemos entonces que deberíamos agradecer a Endesa por su paciencia y su generosidad?, ¿ saludar los esfuerzos del Gobierno y dejarnos contentos?. No Señor Presidente, al contrario, si hay elementos en juegos, no son de ese orden, es decir que la protección de las tierras indígenas, cuyo elemento se discute al nivel internacional, como el derecho a vivir en su propias tierras, parecen ser los puntos importantes. Pero nos aclara la declaración de Endesa cuando dice "el acuerdo lo entendemos como satisfactorio para las familias, para el País y para la empresa y sus accionistas". Aquí, entendemos lo que se juega, el poder de los accionistas y del capitalismo salvaje en este País. Creo que nunca, pero nunca hubiera pasado eso si Chile habría considerado su propia legislación y el derecho internacional sobre los asuntos indígenas.
En este día 16 de septiembre no hay que entender porqué paso esto, ya que estamos en medio del 11 y del 18, donde se recuerda un mensaje quegran parte de Chile grita : ¡Nunca mas! Pero para los mapuches parece que es diferente, parece que el bien capitalista prevalece sobre cualquier otro derecho. Que vergüenza. ¿cuantos años tendrán que pasar para el Mapuche para que en este País se diga NUNCA MÁS?. El Relator de la ONU, el Sr. Stavenhagen, llegó, vió y se fue. El tendría que haber venido hace 5 años . Ahora, se acabó casi de manera definitiva. Que bueno si Chile ratifica mañana el Convenio 169 de la OIT por las protecciones de las tierras indígenas, pero a esa altura, qué importa si ha esa fecha Ralko está destruido y la represa está construida.
Si se felicita el propio Gobierno por este acuerdo o esa negociación, si se felicita los actores económicos involucrados, si se felicita el País para mañana tener más electricidad, nosotros, mapuche y no-mapuche que compartimos, miraremos la página al lado del articulo del Mercurio, la C8, que será la pagina de los muertos. Si, donde nos daremos cuenta que murió algo y si nos detenemos a leer lo que sigue, estará escrito algo así : "Con profundo pesar y dolor comunicamos el duro fallecimiento de nuestra querida madre tierra en Ralko. Sus funerales se efectuaran todo el día, en territorio mapuche".
De todas maneras, como podrían decir mucha gente, el daño fue hecho hace años atrás, la Cuenca del Bio-Bio nunca se podrá devolver como era antiguamente, las permutas se hicieron con la mayoría de las familias (bajo engaños y presiones), etc, etc. Nadie puede en este contexto acusar a las ñañas, ellas finalmente estuvieron casi solas para enfrentar esos poderosos hombres. ¿Que vida para ellas desde años? ¿ quien pudiera imaginar lo que ellas han vivido? Pero seguramente, por parte de algunos inescrupulosos, empezaremos a evidenciar palabras negras, de todas parte, "ahhhh, pero vendieron sus tierras al final por dólares".

Hoy se debe saludar su lucha, su resistencia desde años, resistencia frente a presiones políticas y económicas muy fuertes, presionas morales y tal vez física. Un peso demasiado para estas ñañas. Quizás ante una lucha perdida desde el inicio podrían decir algunos. Pero lo importante, es que levantaron su lucha y su voz. Entonces, tengo la confianza que continuara las luchas y las denuncias. Continuara, continuara, continuara..

Conflicto Ralco: Crónica de un Etnocidio Anunciado

Por Agrupación Konapewman / Septiembre, 2003.

Que las ñañas de la resistencia a la construcción de la represa Ralco hayan cedido a las presiones del Gobierno y a la transnacional ENDESA - España para permutar sus tierras, a esta altura, es sólo un hecho más de una historia de destrucción y depredación. El etnocidio ya estaba consumado. La destrucción social, espiritual y cultural en las comunidades Pewenche era una realidad hace mucho tiempo.
Que las mujeres Pewenche mantuvieran su resistencia, no habría cambiado mayormente todo el daño externo que se generó en la convivencia de centenares de familias. Quedaba eso si, la esperanza de resistir por la dignidad, por doblarle la mano a los poderosos, quedaba la esperanza de frenar el ecocidio para evitar la inundación de más de 3.500 hectáreas de un territorio único en flora y fauna y por supuesto, de salvar el río Bio Bio, fuente de vida y patrimonio universal.
La situación actual de negociaciones y acuerdos forma parte de la crónica de una muerte anunciada. De nada sirvió la legislación local en materia indígena. Tampoco las del Derecho internacional. De nada sirvió que misiones internacionales como la Federación internacional de Derechos Humanos (FIDH) o Amnistía internacional se pronunciaran sobre la vulneración de los Derechos fundamentales .De nada sirvió la visita y los pronunciamientos del Relator internacional de la ONU. Las últimas acciones y movilizaciones para frenar la represa a nivel local e internacional, quizás, sólo contribuyeron a mejorar las actuales condiciones de negociación para las mujeres de la resistencia que tantos años se mantuvieron firmes. Par el caso particular, bien por ellas. Mal para el Pueblo Mapuche Mal por aquellos que son víctimas del conflicto y que hoy están encarcelados. Mal para lo último de dignidad que le quedaba a Chile.
Queda demostrado entonces, en la triste realidad chilena, de cómo una empresa de capital español puede enseñorearse en los poderes de un Estado avasallando voluntades tanto políticas como administrativas, para conseguir autorizaciones que han generado un conflicto ambiental y étnico único en la historia. Vergüenza y repudio a los Gobiernos de la concertación que traicionó los mandatos de la ciudadanía, que traicionó su propia legalidad sobreponiendo intereses capitalistas a intereses sociales y humanos.
Podrán decir muchas cosas sobre legalidad para engañar a la opinión pública, pero lo realmente cierto es que el Gobierno subordinado repulsivamente a los intereses de los grandes grupos económicos se pasaron por el traste su propio estado de derecho, el mismo que utilizan para reprimir a los Mapuche. Digan lo que digan, el proyecto Hidroeléctrica Ralco siempre será ilegal e inmoral. Que dicho proyecto contribuirá a mejorar las actuales necesidades energéticas en Chile es otra falacia. Nunca quisieron escuchar las distintas alternativas que en diversas ocasiones se propusieron y que eran mucho más viable. Aquí estaba en juego solamente los intereses de una gran empresa con tremendos poderes fácticos.
Los movimientos ecologistas y mapuche, en su totalidad, muchos de ellos con patéticas posiciones, tampoco pueden eludir sus responsabilidades sobre este fracaso, donde también nos incluimos a nivel de organizaciones organizaciones. El fracaso es de todos. Es justo asumir las autocríticas Al respecto, ¿Cuántos personeros pasaron por el Bio Bio asumiendo protagonismos con afanes de figuración?. Los movimientos de apoyo muchas veces, con intereses mezquinos sólo contribuyeron a generar mayor división, cada uno por su lado pretendía imponer sus propias estrategias y ahora están los resultados.

Al parecer,al interior de la clase dirigente mapuche que viene cumpliendo una larga trayectoria y que hoy está entrampada en situaciones coyunturalista, en medio de la coacción estatal y de programas y proyectos asistenciales, probablemente deberá dar paso a nuevas generaciones que con una visión más colectiva, con más fuerza y con condiciones de generar alianzas, asuma debidamente los desafíos de la reconstrucción territorial y de la reivindicación de los Derechos, para frenar y expulsar la expansión de estos grupos económicos que sólo han traído consigo la muerte de comunidades y la destrucción de los ecosistemas.
Con todo el respeto que se merece las decisiones de las ñañas que dieron muestra de firmeza y dignidad en todos estos años, deberá asimismo el movimiento mapuche evaluar su postura sobre las actuales condiciones, ya que los intereses que se manipulan son tan solo individuales, corresponden también a los derechos colectivos de todo un Pueblo.

Por último, deberá proyectarse con fuerza el desenmascaramiento de todos aquellos personeros públicos y privados que han sido promotores y cómplices del etnocidio pewenche para que la historia no olvide el rol que cumplieron, partiendo muy especialmente por el empresario y ex presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle.

El Pueblo Mapuche vive.... La lucha sigue....

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