Julio López
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Marcha en La Quiaca
Por reenvío Pregon online 10/10 - Friday, Oct. 10, 2003 at 9:02 AM

Marcha en La Quiaca Por el esclarecimiento del asesinato de Diego Chiri

La Quiaca (C).- Con el apoyo de los desocupados y vecinos de esta ciudad, familiares y amigos del joven muerto en horas de la madrugada del martes 5 de marzo del año en curso, Diego Juan Angel Chiri, se manifestaron una vez más como ocurre cada semana desde aquel trágico día, frente a la Comisaría Seccional 17a. de policía.
Integrantes de la Corriente Clasista y Combativa y miembros de los Derechos Humanos encabezaron la marcha hacia a la Comisaría. “Hasta el día de hoy no hay un solo culpable”, dijo un amigo frente a los manifestantes y de espaldas a la sede policial. “Acá hay responsabilidades compartidas entre la policía y el poder político y hacen que esta muerte siga impune”, dijeron.
También pidieron justicia por los jóvenes muertos en circunstancias dudosas y que fueron catalogados como suicidio. “Investigaciones inconclusas, muchachos golpeados, arrodillados o sentados con una soga al cuello simulando ahorcamiento; lo mismo quisieron hacer con Diego”, acotaron.
En un panfleto que ellos mismos están haciendo circular por la ciudad, dicen que Diego era un adolescente de 17 años que soñaba con ir a la facultad y ser un profesional porque este año hubiera terminado el ciclo secundario.
“No pudo alcanzar su meta porque su vida fue truncada por cinco o seis desalmados delincuentes que después de golpearlo lo dejaron tirado en la pasarela de la estación del ferrocarril, queriendo simular que se había ahorcado. Sin embargo, como estaba amaneciendo, no pudieron colgarlo, dejándolo sentado con marcas en el cuello y una soga a su lado”.
Más adelante cuestionan la acción policial y la actitud de los médicos del hospital “Jorge Uro” que aquel día estaban de guardia: “se empeñaron en tapar el hecho tildándolo de suicidio”, dice el escrito, al tiempo que argumentan que “el médico de guardia no trató de reanimarlo, incluso en su informe afirmaba que Diego había fallecido por suicidio y sin violencia, mientras la policía intentó entregar rápidamente el cuerpo a sus padres, diciendo que el joven tuvo problemas en su hogar y que por eso tomó tal decisión”.
Según los manifestantes, las marchas seguirán hasta que los “culpables estén tras las rejas y nos devuelvan la confianza en la justicia”.
También acompañaron el trayecto, los padres y hermanos del joven asesinado aquel martes de carnaval y el cura párroco, Jesús Olmedo.

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