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La Amenaza Capitalista
Por George Soros -
Friday, Jan. 09, 2004 at 11:25 PM
Una critica impecable al fundamentalismo neoliberal de George Soros
Traducción libre
del artículo:?The threat of Capitalism?, publicado en la Revista ?The
Atlantic Monthly? en Febrero de 1997 ¿Qué clase de sociedad queremos?
?¡Dejen que el libre mercado lo decida!? Es la respuesta que se escucha a
menudo. Esa respuesta, arguye un prominente capitalista, socava los valores
mismos sobre los cuales se construyen las sociedades abiertas y democráticas. En su ?Filosofía de la
Historia?, Hegel describió una característica histórica perturbadora: la
quiebra y caída de las civilizaciones debidas a una mórbida intensificación de
sus propios principios. Si bien yo he hecho una fortuna
en los mercados financieros, ahora temo que la desatada intensificación del
capitalismo del laissez-faire y la diseminación de los valores del
mercado en todas las áreas de la vida esta poniendo en peligro nuestra sociedad
abierta y democrática. El principal enemigo de la sociedad abierta, creo, ya no
es más el comunismo sino la amenaza capitalista. El término ?sociedad abierta? fue
acuñado por Henry Bergson en su libro intitulado ?Las dos fuentes de la
Moralidad y la Religión?(1932) y fue difundido más ampliamente por el
filósofo austriaco Karl Popper, en su libro ?La sociedad abierta y sus
enemigos?(1945). Popper mostró que las ideologías totalitarias como el
comunismo y el nazismo tenían un elemento en común: ellas reclamaban estar en
posesión de la verdad última. Debido a que la verdad última está más allá del
alcance de la humanidad, estas ideologías tienen que recurrir a la opresión con
el propósito de imponer su visión sobre la sociedad. Popper yuxtapuso con estas
ideologías totalitarias otra perspectiva de la sociedad, la cual reconoce que
nadie tiene el monopolio de la verdad, gente diferente tiene diferentes
perspectivas e intereses diferentes, y que hay necesidad de instituciones que
les permitan vivir en paz. Estas instituciones protegen los derechos de los
ciudadanos y aseguran la libertad de elección y libertad de expresión. Popper
llamó a esta forma de organización social la ?sociedad abierta? Las ideologías
totalitarias eran sus enemigas. Escrito durante la Segunda Guerra
Mundial, La Sociedad Abierta y Sus Enemigos explicaba lo que las
democracias occidentales sostenían y defendían. La explicación era muy
abstracta y filosófica y el término ?sociedad abierta? nunca tuvo un
reconocimiento amplio. Sin embargo, el análisis de Popper era penetrante, y
cuando yo lo leí, siendo un estudiante en las postrimerías de los años 40,
habiendo experimentado de primera mano tanto los gobiernos Nazi como
comunistas, me impactó con la fuerza de una revelación. Me vi impulsado a profundizar más
profundamente en la filosofía de Karl Popper y a preguntarme ¿porqué nadie
tiene acceso a la verdad última? La respuesta se tornó clara: Vivimos en el
mismo universo que estamos tratando de comprender, y nuestras percepciones
pueden influenciar los eventos en los cuales participamos. Si nuestros
pensamientos pertenecieran a un universo y la materia sujeto a otro, la verdad
podría encontrarse a nuestro alcance: podríamos formular postulados
correspondientes a los hechos y los hechos servirían como criterios confiables
para decidir si los postulados eran verdad. Existe un ámbito en donde estas
condiciones prevalecen: las ciencias naturales. Pero en otras áreas del
quehacer humano la relación entre postulados y hechos es mucho menos definida.
En asuntos políticos y sociales las percepciones de los participantes
contribuyen a determinar la realidad. En estas situaciones los hechos no
constituyen necesariamente criterios confiables para juzgar la verdad de
postulados. Hay una conexión en sentido doble- un mecanismo de
retroalimentación- entre el pensamiento y los eventos, al cual he llamado
?reflectividad?. Yo lo he usado para desarrollar una teoría de la historia. Si esta teoría es válida o no, el
hecho es que fue de gran ayuda para mí en los mercados financieros. Cuando
había hecho más dinero del que necesitaba, decidí establecer una fundación.
Reflexioné acerca de lo que realmente me había interesado. Habiendo vivido a
través tanto la persecución Nazi como de la opresión Comunista, llegué a la
conclusión que lo que era de trascendental importancia para mí era una sociedad
abierta. Así que llamé a la fundación la Sociedad Abierta, y definí como
su objetivo el abrir las sociedades cerradas, haciendo de estas sociedades
abiertas más viables y promoviendo un modo crítico de pensamiento. Eso fue en
1979. Mi primera gran tarea fue en
África del Sur, pero no fue exitosa. El sistema del apartheid era tan
penetrante que cualquier cosa que tratara de hacer me hacía parte del sistema
en vez de ayudar a cambiarlo. Luego voltee mi atención a la Europa Central.
Aquí tuve más éxito. Empecé apoyando al movimiento Capítulo 77 en
Checoslovaquia en 1980 y a Solidaridad en Polonia en 1981. Establecí
fundaciones separadas en mi país nativo, Hungría, en 1984, en China en 1986, en
la Unión Soviética en 1987, y en Polonia en 1988. Mi compromiso se aceleró con
el colapso del sistema Soviético. Actualmente tengo establecida una red de
fundaciones que se extienden a más de veinticinco naciones (no incluyendo a
China, donde cerramos en 1989. Operando bajo regímenes Comunistas, yo nunca sentí la necesidad de
explicar que significaba ?sociedad abierta? ,aquellos que apoyaban los
objetivos lo entendían mejor que yo, aun si no estuviesen familiarizados con la
expresión. La meta de mi fundación en Hungría, por ejemplo, era respaldar
actividades alternativas. Yo sabía que el dogma Comunista prevaleciente era
falso exactamente porque era un dogma, y que se tornaría insostenible si era
expuesto a alternativas. El enfoque probó ser efectivo. La fundación se
convirtió en la fuente principal de apoyo para la sociedad civil en Hungría, y
en tanto florecía la sociedad civil el Comunismo declinaba. Luego del colapso del comunismo,
la misión de la red de fundaciones cambió, Reconociendo que una sociedad abierta
es una forma más avanzada, más sofisticada, de organización social que una
sociedad cerrada(debido a que en una sociedad cerrada hay sólo un modelo, el
cual es impuesto a la sociedad, mientras que en una sociedad abierta a cada
ciudadano no solo se le permite sino que es requerido a pensar por sí mismo),
las fundaciones se apartaron de su tarea subversiva hacia una constructiva?algo
no fácil de realizar cuando los creyentes en la sociedad abierta están
acostumbrados a la actividad subversiva. La mayoría de mis fundaciones hicieron
un buen trabajo, pero, desafortunadamente, no tuvieron mucha compañía. Las
sociedades abiertas de occidente no sintieron una urgencia fuerte para promover
sociedades abiertas en el antiguo Imperio Soviético. Por el contrario, la
visión prevaleciente fue que debiera dejarse a la gente preocuparse de sus
propios asuntos. El fin de la Guerra Fría trajo una respuesta muy diferente de
aquella al fin de la Segunda Guerra Mundial. La idea de un nuevo Plan Marshall
no pudo siquiera ser debatida. Cuando propuse tal idea en una conferencia en
Postdam(en lo que entonces era aún Alemania Oriental), en la primavera de 1989,
se rieron literalmente de mí. El colapso del comunismo sentó
las bases para una sociedad abierta universal, pero las democracias
occidentales no alcanzaron a estar a la altura de la ocasión que se les
presentaba. Los nuevos regímenes que están emergiendo en la antigua Unión
Soviética y la antigua Yugoslavia tienen poca semejanza con una sociedad
abierta. La alianza occidental parece haber perdido su sentido de propósito,
debido a que ella no puede definirse a sí misma en términos de una amenaza
comunista. Ha mostrado poca inclinación a ir en auxilio de aquellos que han
defendido la idea de una sociedad abierta en Bosnia y en cualquier otro lugar.
Como la gente que vive en los antiguos países comunistas, ellas pudieran haber
aspirado a una sociedad abierta cuando fueron quienes sufrieron la represión,
pero ahora que el sistema Comunista ha colapsado, ellos están preocupados con
los problemas de subsistencia. Luego del fracaso del comunismo surgió una
desilusión general con los conceptos universales, y el concepto de una sociedad
abierta es un concepto universal. Estas consideraciones me han
forzado a reexaminar mi creencia en la sociedad abierta. Por cinco o seis años,
luego de la caída del Muro de Berlín, dediqué prácticamente todas mis energías
a la transformación del antiguo mundo Comunista. Mas recientemente he
redirigido mi atención a nuestra propia sociedad. La red de fundaciones que
creé continúa haciendo un buen trabajo; sin embargo, sentí la necesidad urgente
de reconsiderar el marco conceptual que me había guiado al establecerlas. Esta
reenfoque me llevó a la conclusión que el concepto de sociedad abierta no había
perdido su importancia. Por el contrario, podía ser aún más útil para
comprender el momento presente de la historia y en proveer de una guía práctica
para la acción política que lo que fue en el tiempo que Karl Popper escribió su
libre?pero ello necesita ser totalmente repensado y reformulado. Si la sociedad
abierta va a servir como ideal por el cual luchar, no puede ser definida más ya
en términos de la amenaza Comunista. Se le debe dar un contenido más positivo. Popper mostró que el fascismo y el comunismo tenían mucho en común, aún
cuando uno constituía la extrema derecha y el otro la extrema izquierda, debido
a que ambos se apoyaban en el poder del estado para reprimir la libertad del
individuo. Yo quiero extender su argumento. Afirmo que una sociedad abierta
también puede ser amenazada desde la dirección opuesta?desde el individualismo
excesivo. Demasiada competencia y poca cooperación pueden causar inequidades e
inestabilidad intolerables. Partiendo del hecho que hay una
creencia dominante en nuestra sociedad de hoy, la creencia en la magia del
mercado. La doctrina del capitalismo del laissez-faire sostiene que el
bien común está mejor servido mediante la búsqueda desinhibida del interés
propio. A menos que éste sea atemperado por el reconocimiento de un interés
común que debería tener precedencia sobre los intereses particulares, nuestro
sistema presente-el cual, si bien imperfecto, califica como sociedad abierta-
es posible que se quiebre. Deseo enfatizar, sin embargo, que
no estoy colocando el capitalismo del laissez-faire en la misma
categoría de las ideologías Totalitarias del Nazismo o del comunismo. Las
ideologías Totalitarias buscan deliberadamente destruir a la sociedad abierta,
las políticas de laissez-faire pueden ponerla en peligro, pero sólo
inadvertidamente. Friedrich Hayek, uno de los apóstoles del laissez-faire, era
también un abanderado de la sociedad abierta. Sin embargo, debido a que el
comunismo y aún el socialismo han sido totalmente desacreditados ,yo considero
a la amenaza del lado del laissez-faire más fuerte hoy que las amenazas
de las ideologías totalitarias. Estamos disfrutando de una economía de mercado
verdaderamente global en la cual los bienes, servicios, el capital, e incluso
la gente se moviliza de manera completamente libre, pero erramos en reconocer
la necesidad a sostener los valores e instituciones de una sociedad abierta. La situación presente es
comparable a aquella del cambio de siglo anterior. Era la era dorada del
capitalismo, caracterizada por el principio del laissez-faire, así es en
el presente. El período anterior era de alguna manera más estable. Había un
poder imperial, Inglaterra, que estaba preparada para enviar navíos de guerra
hacia lejanos lugares debido a que como era el principal beneficiario del
sistema tenía el encubierto interés en mantener ése sistema. Hoy día los
Estados Unidos no desean ser el policía del mundo. El período anterior tenía al
patrón oro, hoy en día las principales divisas flotan y chocan unas a otras
como placas continentales. Sin embargo el régimen de libre mercado que
prevaleció hace cien años fue destruido por la Primera Guerra Mundial.
Ideologías Totalitarias surgieron a la escena, y a fines de la Segunda Guerra
Mundial no había prácticamente movimientos de capital entre los países. ¡Cuánto
más es posible que el actual estado de cosas se derrumbe a menos que aprendamos de la experiencia¡ Si bien las doctrinas del laissez-faire
no contradicen los principios de la sociedad abierta en la manera que si lo
hicieron las ideas Marxistas-Leninistas o la idea de la raza pura Nazi; todas
estas doctrinas tienen una característica importante en común: todas ellas
tratan de justificar su pretensión de la verdad última apelando a la ciencia.
En el caso de las doctrinas totalitarias, ese reclamo puede ser obviado. En el
caso del laissez-faire la pretensión es más difícil de disputar, debido
a que esta basada sobre la teoría económica, y la economía es la más reputada
de las ciencias sociales. Uno no puede simplemente plantear economía de mercado
con economía Marxista. Sin embargo la ideología laissez-faire, y así lo
sostengo es tan igual una perversión supuestamente verificada científicamente
como lo es el Marxismo-Leninismo. El principal sustento científico
de la ideología laissez-faire es la teoría que los mercados libres y
competitivos llevan a la oferta y la demanda al equilibrio y por tanto aseguran
la mejor colocación de los recursos. Esto es ampliamente aceptado como una
verdad eterna, y en un sentido así lo es. La teoría económica es un sistema
axiomático: en tanto se mantengan los presupuestos básicos las conclusiones
siguen. Mas cuando examinamos los presupuestos de cerca, hallamos que ellos no
se aplican al mundo real. Tal como se formuló originalmente, la teoría de la
competencia perfecta?del equilibrio natural de la oferta y la demanda?asumía un
conocimiento perfecto, productos homogéneos y fácilmente divisibles, y un gran
y suficiente número de participantes en el mercado de modo tal que ningún
participante en particular pudiera influenciar el precio del mercado. El
supuesto de conocimiento perfecto probó ser insostenible, así que fue
reemplazado por un ingenioso mecanismo, la Oferta y la demanda eran
consideradas como independientemente dadas. Esta condición fue presentada como
un requerimiento metodológico más que como un supuesto. Se arguyó que la teoría
económica estudia la relación entre oferta y demanda; por tanto ella debe ser
tomar ambas como dadas. Como he demostrado en otra parte,
la condición para que la oferta y la demanda sean independientemente dadas no
puede ser reconciliada con la realidad, al menos en lo relativo a los mercados
financieros?y los mercados financieros juegan un rol crucial en la colocación
de recursos. Compradores y vendedores en los mercados financieros buscan que
descontar un futuro que depende de sus propias decisiones. La forma de las
curvas de oferta y demanda no pueden ser tomadas como dadas debido a que ambas
incorporan expectativas acerca de eventos que son conformados por esas mismas
expectativas. Hay un mecanismo de retroalimentación entre el pensamiento de los
participantes del mercado y la situación en la que piensan?la ?reflexividad?.
Ella es la responsable tanto de la comprensión imperfecta de los
participantes(reconocimiento el cual es la base del concepto de la sociedad
abierta)y de la indeterminación del proceso en el cual ellos participan. ¿Si las curvas de la oferta y la
demanda no son independientemente dadas, cómo se determinan los precios? Si
observamos la conducta de los mercados financieros, hallamos que en vez de
tender hacia el equilibro, los precios continúan fluctuando relativamente a las
expectativas de compradores y vendedores. Hay períodos prolongados cuando los
precios se alejan de cualquier equilibrio teórico. Aún si ellos eventualmente
muestren una tendencia a regresar, el equilibrio no es el mismo que el que
hubiera sido sin el período de intervención anterior. Sin embargo el concepto
del equilibrio perdura. Es fácil ver porqué: sin él la economía no podría decir
cómo se determinan los precios. En la ausencia de equilibrio, la afirmación de que los libres mercados
llevan hacia la colocación óptima de recursos pierde su justificación. La supuesta teoría
científica que ha sido utilizada para convalidarla resulta ser una estructura
axiomática cuyas conclusiones están contenidas en supuestos y no están
necesariamente respaldadas por evidencia empírica. Su parecido con el Marxismo, el cual también reclamaba un status
científico para sus postulados, es demasiado cercano como para tranquilizarnos. No quiero implicar con esto que
la teoría económica ha distorsionado deliberadamente la realidad con propósitos
políticos. Pero al tratar de imitar los logros(y ganar para sí el prestigio)de
la ciencia natural, la teoría económica intentó lo imposible. Las teorías de la
ciencia social relacionan a su sujeto en una manera reflexiva. Esto es decir
que ellas pueden influir en los eventos en un modo tal que las teorías de la
ciencia natural no lo pueden hacer. El famoso principio de la incertidumbre de
Heisenberg implica que el acto de observación puede interferir con el
comportamiento de las partículas de quanta; pero es la observación la que crea
el efecto, no el principio mismo de la incertidumbre. En la esfera social, las
teorías tienen la capacidad de alterar al objeto al cual se relacionan. La
teoría económica ha obviado considerar deliberadamente a la reflexibilidad, al
hacerlo así ha distorsionado su objeto y se ha expuesto a ser explotada por la
ideología del laissez-faire. Lo que permite que la teoría
económica sea convertida en una ideología hostil es la suposición del
conocimiento perfecto?al principio afirmado abiertamente y luego disfrazado en
la forma de un artificio metodológico. Hay un argumento poderoso para el
mecanismo de mercado, pero no es el que los mercados son perfectos, es el que
en un mundo dominado por un entendimiento imperfecto, los mercados proveen de
una retroalimentación eficiente para evaluar las decisiones de uno y de
corregir los errores. Cualesquiera que sea su forma la
afirmación del conocimiento perfecto se halla en contradicción al concepto de
sociedad abierta(la cual reconoce que nuestra comprensión de nuestra situación
es inherentemente imperfecta) Debido a que este punto es abstracto, necesito
describir formas específicas en las cuales las ideas laissez faire
pueden resultar una amenaza para la sociedad abierta. Me enfocaré en tres
asuntos: estabilidad económica, justicia social, y relaciones internacionales. La teoría económica se las ha
arreglado para crear un mundo artificial en el cual las preferencias de los
participantes en la confrontación son independientes uno de otro, y los precios
tiendan hacia un equilibrio que coloque a las dos fuerzas en balance. Pero en
los mercados financieros los precios no son meramente el reflejo pasivo de las
demanda y la oferta independientemente dadas, ellos también desempeñan un rol
activo en dar forma a esas preferencias y oportunidades. Esta interacción
reflexiva hace de los mercados financieros inherentemente inestables. Las
ideologías laissez faire niegan la inestabilidad y oponen cualquier
forma de intervención gubernamental destinada a preservar la estabilidad. La
historia ha demostrado que los mercados financieros si quiebran, causando depresión
económica e inestabilidad social. Las bancarrotas han llevado a la evolución de
la banca central y a otras formas de regulación. Los ideólogos del laissez
faire gustan de argüir que las quiebras fueron causadas por regulaciones
defectuosas, no por mercados inestables. Hay alguna validez en su argumento,
debido a que si nuestra comprensión es inherentemente imperfecta, las
regulaciones están destinadas a ser defectuosas. Pero su argumento cae al vacío
pues falla al explicar porqué las regulaciones fueron impuestas en primer
lugar. Se pone de lado el asunto utilizando un argumento diferente, el cual es
como el que sigue: ya que las regulaciones son defectuosas, los mercados sin
regulación son perfectos. El argumento descansa sobre el
supuesto del conocimiento perfecto: si una solución es equivocada, su opuesta
debe ser correcta. En la ausencia del conocimiento perfecto, sin embargo, tanto
los mercados libres como las regulaciones son defectuosos. La estabilidad puede
ser preservada solamente si se hace un esfuerzo deliberado para preservarla.
Aún entonces se ocurrirán quiebras, debido a que la política pública es a
menudo defectuosa. Si son lo suficientemente severas pueden dar lugar a
regímenes totalitarios. La inestabilidad se extiende
mucho más allá de los mercados financieros: ella afecta a los valores que guían
a la gente en sus actos. Al tiempo en que la teoría económica nacía, en la era
de Adam Smith, David Ricardo, y Alfred Marshall, este era un supuesto
razonable, porque la gente si tenía, de hecho, valores firmemente establecidos.
Adam Smith mismo combinaba una filosofía moral con su teoría económica. Bajo
las preferencias individuales que hallaron expresión en la conducta del
mercado, la gente era guiada por una serie de principios morales que hallaban
expresión en la conducta fuera de la perspectiva del mecanismo de mercado.
Profundamente enraizada en la tradición, religión y cultura, estos principios
no eran necesariamente racionales en el sentido de representar opciones
concientes entre alternativas disponibles. De hecho, ellas a menudo no podían
mantener las propias cuando las alternativas se hacían disponibles. Los valores de mercado sirvieron para minar los
valores tradicionales. Ha habido un permanente conflicto
entre los valores del mercado y otros sistemas de valores más tradicionales, lo
que ha hecho surgir fuertes pasiones y antagonismos. Como el mecanismo de
mercado ha extendido su predominio, la ficción de que la gente actúe sobre la
base de un patrón dado de valores no mercantiles se ha vuelto progresivamente
más difícil de mantener. La publicidad, el
mercadeo, aún los empaques, apuntan a conformar las preferencias de las gentes
en vez que, como lo mantiene la teoría del laissez faire, responder
meramente a ellas. Inseguras de lo que ellas sostienen, la gente confía cada
vez más en el dinero como criterio de valor. Lo que es más caro es considerado
mejor. El valor de una obra de arte puede ser juzgada por el precio en que se
vende. La gente merece respeto y admiración porque son ricas. Lo que
acostumbraba ser un medio de intercambio ha usurpado el lugar de valores
fundamentales, revirtiendo la relación postulada por la teoría económica. Lo
que eran profesiones se han convertido en negocios. El culto del éxito ha
reemplazado a la creencia en principios. La Sociedad ha perdido su ancla. Darwinismo
Social Al tomar las condiciones de
oferta y demanda como dadas y declarando la intervención gubernamental al mal
último, la ideología del laissez faire ha hecho desaparecer
efectivamente la distribución del ingreso o de la riqueza. Puedo estar de
acuerdo en que todas las tentativas de redistribución interfieren con la
eficiencia del mercado, pero de allí no se colige que no deba hacerse nada. El
argumento del laissez faire reposa sobre el mismo recurso tácito a la
perfección como lo hace el comunismo. Afirma que la redistribución causa
ineficiencias y distorsiones, que los problemas pueden ser resueltos eliminando
la redistribución?así como el comunismo reclamaba que la duplicación implicada
en la competencia era derroche y que por tanto deberíamos tener una economía
planificada. Pero la perfección es inalcanzable. La riqueza sí se acumula en
las manos de sus poseedores, y si no hubiese mecanismo alguno de
redistribución, las inequidades se tornarían intolerables. ?El dinero es como
el estiércol, no es bueno sino a menos que se distribuya? Francis Bacon era un
economista profundo. El argumento del laissez faire
contra la redistribución del ingreso invoca la supervivencia del más apto. El
argumento cae por el hecho que la riqueza es traspasada por herencia y la
segunda generación es raramente tan apta como la primera. En cualquier caso, hay algo
equivocado al hacer de la supervivencia del más apto un principio guía de la
sociedad civilizada. Este Darwinismo social esta basado en la teoría pasada de
moda de la evolución, así como la teoría del equilibrio en la economía toma sus
orígenes de la física newtoniana. El principio que guía la evolución de las
especies es la mutación, y la mutación trabaja en una manera mucho más
sofisticada. Las especies y su medio ambiente son interactivos, y una especie
sirve como parte del medio ambiente para las otras. Hay un mecanismo de retroalimentación similar a la reflexibilidad
en la historia, con la diferencia que en la historia el mecanismo no es movido
por la mutación sino por las concepciones erróneas. Menciono esto porque el
Darwinismo social es una de las concepciones equivocadas de guían los asuntos
humanos hoy en día. El punto principal que deseo enfatizar es que la
cooperación es tanto parte del sistema como la competencia, y que el slogan ?la
supervivencia del más apto? distorsiona este hecho. La ideología del laissez faire
comparte alguna de las deficiencias de otra ciencia espuria, la
geopolítica. Los estados no tienen principios, solamente intereses, así lo
afirman los geopolíticos, y esos intereses están determinados por la
localización geográfica y otros fundamentos. Esta aproximación determinista
está enraizada en una perspectiva del método científico del siglo diecinueve ya
superada, y ella padece de por lo menos dos defectos evidentes que no se
aplican con la misma fuerza a las doctrinas económicas del laissez-faire.
Uno es que trata al estado como a una unidad indivisible de análisis, así como
la economía trata al individuo. Hay algo contradictorio en hacer desaparecer al
estado de la economía mientras al mismo tiempo se lo destaca como la fuente
última de autoridad en las relaciones internacionales. Pero dejemos esto. Hay un
aspecto más práctico y urgente del problema. ¿Qué sucede cuando un estado se
desintegra? Los realistas geopolíticos se hallan desamparados totalmente. Eso
es lo que sucedió cuando la Unión Soviética y Yugoslavia se desintegraron. El
otro defecto de la geopolítica es que no reconoce un interés común más allá del
interés nacional. Con la muerte del comunismo, el
presente estado de cosas, aunque imperfecto, puede ser descrito como una
sociedad abierta global. Ella no es amenazada del exterior, por alguna ideología
totalitaria que busque la supremacía mundial. La amenaza viene desde dentro, de
los tiranos locales que buscan que establecer un dominio interno a través
conflictos externos. Puede también provenir de estados democráticos pero
soberanos que persiguen su propio interés con detrimento del interés común. La
sociedad abierta internacional puede ser su propio peor enemigo. La Guerra Fría fue un arreglo
extremadamente estable. Dos bloques de poder, que representaban conceptos de
organización social opuestos, estaban luchando por la supremacía, pero ellos
tenían que respetar los intereses vitales de ambos, debido a que cada lado era
capaz de destruir al otro en una guerra total. Esto ponía un límite firme a la
extensión del conflicto, todos los conflictos locales estaban, a su vez,
contenidos en el conflicto mayor. Este orden mundial extremadamente estable
tenía que terminar como resultado de la desintegración interna de un
superpoder. Ningún otro orden mundial ha tomado su lugar. Hemos ingresado a un
período de desorden. La ideología laissez-faire
no nos prepara para enfrentar este reto. Ella no reconoce la necesidad de un
orden mundial. Se supone que el orden surja de la manifestación del interés
propio de los estados. Mas, guiados por el principio de la supervivencia del
más apto, los estados se preocupan cada vez más de su competitividad y no
tienen interés en hacer ningún sacrificio por el bien común. No hay necesidad de hacer
predicciones terribles acerca de la quiebra eventual de nuestro sistema de comercio
global para mostrar que una ideología laissez-faire es incompatible con
el concepto de sociedad abierta. Es suficiente considerar el fracaso del mundo
libre para extender una mano de ayuda luego del colapso del comunismo. El
sistema de capitalismo la que se ha adueñado de Rusia es tan inícuo que la
gente puede bien volverse hacia un líder carismático que prometa el
renacimiento nacional al costo de las libertades civiles. Si es que hay una lección para
sacar de esto, es que el colapso de un régimen represivo no lleva
automáticamente al establecimiento de una sociedad abierta. Una sociedad
abierta no es meramente la ausencia de intervención u opresión gubernamental.
Es una estructura complicada, sofisticada, y se requiere de un esfuerzo
deliberado para que pueda existir. Desde que es más sofisticada que el sistema
que reemplaza, una transición rápida requiere asistencia de fuera. Mas la
combinación de las ideas laissez-faire , el Darwinismo social y el
realismo geopolítico que prevalecía en los Estados Unidos y en el Reino Unido
se interpusieron en el camino de cualquier esperanza en una sociedad abierta en
Rusia. Si los líderes de estos países hubieran tenido una perspectiva diferente
del mundo, podrían haber establecido cimientos firmes para una sociedad abierta
global. Al tiempo del colapso Soviético
existió la oportunidad de hacer que las UN funcionara como había sido
originalmente diseñada. Mikhail Gorbachev visitó las Naciones Unidas en 1988 y
delineó su visión de los dos superpoderes cooperando para traer paz y seguridad
al mundo. Desde entonces la oportunidad se ha eclipsado. Las Naciones Unidas
han sido totalmente desacreditadas como institución mantenedora de la paz.
Bosnia esta haciendo a las Un lo que Abisinia hizo a la Liga de Naciones en
1936. Nuestra sociedad abierta global
carece de las instituciones y mecanismos necesarios para su preservación y no
hay voluntad política de procurar su existencia. No creemos que esta actitud
prevaleciente que mantiene el desembozado propósito solo del interés propio
pueda traer como consecuencia un eventual equilibrio mundial. Creo que esta confianza es extraviada. Creo
que el concepto de la sociedad abierta, la cual necesita de instituciones que
la protejan, puede proveer una mejor guía de acción. Como están las cosas, no
se requiere de mucha imaginación para darse cuenta que la sociedad abierta
global que prevalece en el presente es muy posible que sólo resulte un fenómeno
temporal. Es más fácil identificar a los enemigos de la sociedad abierta que dar
al concepto un significado positivo. Sin embargo sin tal significado positivo
la sociedad abierta está destinada a caer presa de sus enemigos. Tendría que
haber un interés común en mantener una comunidad junta, pero la sociedad abierta
no es una comunidad en el sentido tradicional de la palabra. Es una idea
abstracta, un concepto universal. Se admite que exista una cosa como una comunidad global, que haya intereses de
nivel global, tales como la preservación del medio ambiente y la prevención de
la guerra. Mas estos intereses son relativamente débiles en comparación al
mundo compuesto de estados soberanos. Más aún, la sociedad abierta como
concepto universal trasciende todas las fronteras. Las sociedades derivan su
cohesión de valores compartidos. Estos valores están enraizados en la cultura,
religión, historia y tradición. Cuando una sociedad no tiene
fronteras ¿en dónde se hallarán los valores a compartir? Yo creo que solo hay
una fuente posible: el concepto mismo de la sociedad abierta. Para cumplir este rol, el
concepto de la sociedad abierta requiere ser redefinido. En vez de que halla
una dicotomía entre abierto y cerrado, veo la sociedad abierta ocupando una
posición intermedia, en donde los derechos de los individuos estén salvaguardados
pero en donde existan algunos valores compartidos que mantengan unida a la
sociedad. Este espacio intermedio está amenazado desde todos los lados. En un
extremo, las doctrinas comunistas y nacionalistas llevarían a la dominación
estatal. En el otro extremo, el capitalismo laissez-faire llevaría a
gran inestabilidad y a una eventual quiebra. Existen otras variantes. Li Kuan
Yu, de Singapore, propone un así llamado modelo Asiático que combina la
economía de mercado con un estado represivo. En muchas partes del mundo el
control del estado está tan íntimamente asociado con la creación de riqueza
privada que uno podría hablar de capitalismo ladrón, o del ?estado gansteril?,
como una nueva amenaza a la sociedad abierta. Yo imagino a la sociedad abierta
como una sociedad abierta a la mejora. Empezamos con el reconocimiento de
nuestra propia falibilidad, la cual se extiende no sólo a nuestras
construcciones mentales sino también a nuestras instituciones. Lo que es
imperfecto puede ser mejorado, mediante un proceso de prueba y error. La
sociedad abierta no solamente permite este proceso sino que realmente lo
incentiva, al insistir en la libertad de expresión y protegiendo la disensión.
La sociedad abierta ofrece un panorama de progreso ilimitado. A este respecto
ella tiene una afinidad con el método científico. Pero la ciencia tiene a su
disposición el criterio objetivo?esto es los hechos mediante los cuales el
proceso puede ser juzgado. Desafortunadamente, en los asuntos humanos los
hechos no suministran criterios confiables de verdad, sin embargo necesitamos
algunos estándares generalmente aceptados por los cuales el proceso de prueba y
error sea juzgado. Todas las culturas y religiones ofrecen tales estándares, la
sociedad abierta no puede prescindir de ellos. La innovación en una sociedad
abierta es que mientras la mayoría de las culturas y religiones consideran a
sus propios valores como absolutos, una sociedad abierta, que es consciente de
muchas culturas y religiones, debe considerar sus propios valores compartidos
como materia de debate y elección. Para hacer el debate posible, debe de haber
acuerdo general sobre al menos un punto: que la sociedad abierta es una forma
deseable de organización social. La gente debe ser libre de pensar y actuar,
sujeta sólo a los límites impuestos por los intereses comunes. En donde los
límites también deben ser determinados mediante la prueba y error. La Declaración de la
Independencia puede ser tomada como una muy buena aproximación de los
principios de una sociedad abierta, pero en vez de reclamar que aquellos
principios son evidentes por sí mismos, deberíamos decir que ellos son
consistentes con nuestra falibilidad.¿Pudiera ser que el reconocimiento de
nuestra imperfecta comprensión sirviera para establecer la sociedad abierta
como una forma deseable de organización social? Creo que sí, si bien hay
dificultades formidables en el camino. Debemos promover la creencia en nuestra
propia falibilidad al estatus que normalmente conferimos a la creencia en la
verdad última.¿Mas si la verdad última no es alcanzable, cómo podemos aceptar
nuestra falibilidad como verdad última? Esta es una aparente paradoja,
pero puede ser resuelta. La primera proposición, que nuestro conocimiento es
imperfecto, es consistente con una segunda proposición, que debemos aceptar la
primera proposición como un artículo de fe. La necesidad de artículos de fe
surge precisamente debido a que nuestro conocimiento es imperfecto. Si
disfrutásemos del conocimiento perfecto, no habría necesidad de creencias. Pero
para aceptar esta línea de razonamiento requiere de un cambio profundo en el
rol que otorgamos a nuestras creencias. Históricamente, las creencias han
servido para justificar reglas específicas de conducta. La falibilidad debería
promover una actitud diferente. Las creencias deberían para conformar nuestras
vidas, no para hacernos depender de un grupo dado de reglas. Si reconocemos que
nuestras creencias son expresiones de nuestras elecciones, no de la verdad
última, seremos más permeables para tolerar las creencias de otros y para
revisar las nuestras a la luz de nuestras experiencias. Pero no es así como la
mayoría de la gente trata a sus creencias. Ellas tienden a identificar sus
creencias con la verdad última. De hecho, ésa identificación a menudo sirve
para definir su propia identidad. Si su experiencia de vivir en una sociedad
abierta les obliga a abandonar su pretensión de la verdad última, sienten que
han perdido algo. La idea de que nosotros de alguna
manera encarnamos la verdad última está muy enraizada en nuestro pensar.
Podríamos estar provistos de facultades críticas, pero estamos inseparablemente
atados a nosotros mismos. Podríamos haber descubierto la verdad y la moralidad,
pero, sobre todo, debemos representar nuestros intereses y a nosotros mismos.
Por tanto, si hay cosas tales como verdad y justicia?como hemos llegado a creer
que hay? entonces queremos estar en posesión de ellas. Demandamos verdad de la
religión y, recientemente, de la ciencia. La creencia en nuestra falibilidad es
un pobre sustituto. Es un concepto altamente sofisticado, mucho más difícil de
trabajar que las creencias más primitivas, tales como ?mi país?( o ?mi
compañía? o ?mi familia?), bien o mal. Si la idea de nuestra falibilidad
es tan difícil de tomar, ¿Qué la hace atractiva? Los argumentos más poderosos
se hallan en los resultados que produce. Las sociedades abiertas tienden a ser
más prósperas, más innovadoras, más estimulantes, que las cerradas. Pero hay el
peligro al proponer al éxito como la única base para sostener una creencia,
debido a que si mi teoría de la reflexibilidad es válida, ser exitoso no es
idéntico con ser bueno. En la ciencia natural, las teorías tienen que ser
buenas(en el sentido que las predicciones y explicaciones que ellas producen
corresponden a los hechos). Pero en la esfera social lo que es efectivo no es
necesariamente idéntico con lo que es bueno, debido a la conexión reflexiva
entre pensamiento y realidad. Como subrayé anteriormente, el culto del éxito
puede convertirse en una fuente de inestabilidad en una sociedad abierta,
debido a que puede minar nuestro sentido de bien y mal. Eso es lo que está
sucediendo en nuestra sociedad hoy en día. Nuestro sentido de mal o bien esta
amenazado por nuestra preocupación por el éxito, en tanto medido por el dinero.
Cualquier cosa vale mientras podamos salir bien librados. Si el éxito fuera el único
criterio, la sociedad abierta perdería frente a las ideologías
totalitarias?como de hecho ha sucedido en muchas ocasiones. Es mucho más fácil
argumentar sobre mi propio interés que enmarañarnos en la jeringonza del
razonamiento abstracto que va desde la falibilidad hasta el concepto de la
sociedad abierta. El concepto de la sociedad
abierta necesita estar más firmemente enraizado. Tiene que haber un compromiso
con la sociedad abierta debido a que es la forma justa de organización social.
Tal compromiso es difícil de alcanzar. Creo en la sociedad abierta
debido a que ella nos permite desarrollar nuestro potencial mejor que un
sistema social que pretende estar en la posesión de la verdad última. Aceptar
el carácter inalcanzable de la verdad ofrece un mejor prospecto para la
libertad y la prosperidad que negarlo. Pero reconozco que hay un problema aquí:
Yo estoy suficientemente comprometido en la búsqueda de la verdad como para
encontrar el caso de la sociedad abierta convincente, pero yo no estoy seguro
que otra gente comparta mi punto de vista. Dada la conexión reflexiva entre
pensamiento y realidad, la verdad no es indispensable para el éxito. Puede ser
posible alcanzar objetivos específicos torciendo o negando la verdad, y la
gente puede estar mas interesada en alcanzar sus objetivos específicos que en
alcanzar la verdad. Solamente en el nivel más alto de abstracción, cuando
consideramos el significado de la vida, toma la verdad su importancia
trascendental. Aún entonces, el engaño puede ser preferible a la verdad, debido
a que la vida implica muerte y la muerte es difícil de aceptar. En efecto, uno
pudiera argumentar que la sociedad abierta es la mejor forma de organización
social para hacer lo mejor de la vida, mientras la sociedad cerrada es la forma
más adecuada a la aceptación de la muerte. En último análisis la creencia en la
sociedad abierta es un asunto de elección, no de necesidad lógica. Eso no es todo. Aún si el
concepto de la sociedad abierta fuese universalmente aceptado, ello no sería
suficiente para asegurar que la libertad y la prosperidad prevaleciesen. La
sociedad abierta provee simplemente de un marco dentro del cual diferentes
perspectivas sobre asuntos políticos y sociales pueden ser reconciliados; no
ofrece una visión firme sobre metas sociales. Si lo hiciese, no sería una
sociedad abierta. Esto significa que la gente debe mantener otras creencias
aparte de su creencia en la sociedad abierta. Solamente en una sociedad cerrada
el concepto de sociedad abierta provee de base suficiente para la acción
política; en una sociedad abierta no es suficiente ser un demócrata, uno debe
ser un demócrata liberal o un social demócrata o demócrata cristiano o alguna
clase de demócrata. La creencia compartida en la sociedad abierta es condición
necesaria pero no suficiente para la libertad y la prosperidad y todas las
buenas cosas que se supone trae la sociedad abierta. Puede verse que el concepto de la
sociedad abierta es aparentemente una fuente inagotable de dificultades. Es de
esperarse. Después de todo, la sociedad abierta está basada sobre el
reconocimiento de nuestra falibilidad. De hecho, es racional que nuestro ideal
de sociedad abierta es inalcanzable. Tener una fórmula para ella sería
contradictorio en sí mismo. Eso no significa que no debiéramos luchar por
alcanzarla. En la ciencia también, la verdad última es inalcanzable. Sin
embargo vean el progreso que hemos hecho al perseguirla. De modo similar, podemos
aproximarnos en menor o mayor medida la sociedad abierta. Derivar una agenda política y
social de un argumento filosófico, epistemológico, parece una tarea
infructuosa. Sin embargo puede hacerse. Hay un precedente histórico. La
Iluminación fue una celebración del poder de la razón, y ella proveyó la
inspiración para la Declaración de la Independencia y La carta de derechos. La
creencia en la razón fue llevada al exceso en la Revolución Francesa, con
desagradables efectos colaterales, sin embargo, fue el inicio de la modernidad.
Tenemos ahora 200 años de experiencia con la Edad de la Razón, y como gente
razonable deberíamos reconocer que la razón tiene sus limitaciones. El tiempo
está maduro para desarrollar un marco conceptual basado sobre nuestra falibilidad.
Donde la razón ha fallado la falibilidad puede aún tener éxito.
www.geocities.com/CapeCanaveral/Hangar/3474/soros.html ¿George Soros? Emblema del capitalismo chupasangre salvaje mundial La verdá: no hubiera esperado un texto asi de Soros aprovechen el escrito de Soros "... sólo se puede vencer a un enemigo más poderoso empeñando los mayores esfuerzos y mediante la utilización más cuidadosa, prudente, minuciosa, diestra y obligatoria de cualquier "fisura", aún la más pequeña, entre los enemigos, de todo antagonismo de intereses entre la burguesía de los distintos países y entre los diferentes grupos o categorías de la burguesía dentro de los diferentes países, y también aprovechando todas las posibilidades, aún las más pequeñas, de conquistar un aliado de masas, aunque sea transitorio, inconsecuente, vacilante, poco seguro y condicional. Quienes no comprenden esto, demuestran no comprender ni un ápice de marxismo, de socialismo científico moderno en general." Liberales fuera de Combate www.liberalismo.org/foros/6/0/9945/ Soros Bueno el articulo, pero es muy facil hablar cuando uno tiene miles de millones. Soros ha hecho su fortuna basicamente a la especulacion financiera y lo siguen haciendo. Su discuro difiere notablemente de sus actos. Soros En un librillo de Soros dice que el sabia que iba a causar suicidios, divorcios, desocupacion etc en Inglaterra si operaba contra la libra y la hacia caer y lo hizo. Ojo, no jodan con Soros que es el dueño de Indymedia Desde su fundación contribuye con PCs a todos los Indymedias que hay en la red, en la esperanza de que las izquierdas mundiales le van a ayudar en su campaña por liberar el consumo de drogas y así terminar de apoderarse del mundo en nombre del poder que el representa Ojo, no jodan con Soros que es el dueño de Indymedia Desde su fundación contribuye con PCs a todos los Indymedias que hay en la red, en la esperanza de que las izquierdas mundiales le van a ayudar en su campaña por liberar el consumo de drogas y así terminar de apoderarse del mundo en nombre del poder que el representa ?Estoy dispuesto a respaldar mis palabras con dinero? Aguante Soros!!!. Una noticia de Clarin de hoy, http://www.clarin.com/diario/hoy/t-691178.htm La Amenaza Capitalista
Por: GEORGE SOROS
EL
NUEVO ENEMIGO
Estabilidad
Económica
Relaciones
Internacionales
La
promesa de la falibilidad
Por Haz lo que yo digo... -
Saturday, Jan. 10, 2004 at 1:33 AM
Por Sorprendido -
Saturday, Jan. 10, 2004 at 10:38 AM
Por Lenin -
Saturday, Jan. 10, 2004 at 4:24 PM
Lenin en "El izquierdismo, la enfermedad infantil del comunismo" (1920)
Por George Orwell -
Saturday, Jan. 10, 2004 at 4:40 PM
Lo publique en http://www.liberalismo.org/foros/6/0/9945/ y el taliban neoliberal que lo critico dijo algo ironico e incomprensible. Tipico de quien no tiene argumentos.
Muy bueno el parrafo de Lenin, espero que os ayude a entender porque los vacilantes y contradictorios no apoyamos la izquierda marxista-leninista: es suicida, nos lleva a un lugar de no retorno. La idea no es una dictadura diferente sino ninguna!
Por grimpi (Esteban) -
Saturday, Jan. 10, 2004 at 4:53 PM
Saludos
Por Soros Replay -
Saturday, Jan. 10, 2004 at 6:41 PM
Dice que la caida de UK era inevitable, en sus manos o en la de otro especulador mas avispado. El cumplio su mandato (administraba un fondo de inversion, el famoso Quantum Fund) de maximizar las ganancias de los ahorristas.
Soros dice que no violo ninguna ley, se comporto de acuerdo a las reglas del juego financiero, y que esas reglas estan mal diseñadas. Que hay que cambiar el diseño de la globalizacion financiera para que no sea posible hacer lo que hizo él con UK.
Desde un punto de vista practico Soros tiene razon: solo hubieran bastado algunos minutos para que otro hiciera la operacion que el hizo (e hizo caer a Inglaterra) y lo unico que hubiera ganado es no ser un buen administrador de fondos pero de ninguna manera Inglaterra se hubiera salvado.
Soros dice que el no es especialmente inteligente ni clarividente, que esa movida especulativa seria obvia para cualquiera en el negocio de FOREX (compra, venta y especulacion con monedas) porque todo el mundo tiene toda la informacion economica.
En otras palabras: las leyes que reglamentan esa actividad estan para el orto y deben ser modificadas por el poder politico en funcion politica y social (no impuestas por los mismos especuladores como es hoy). Eso es lo que dice Soros
Por Elztain -
Saturday, Jan. 10, 2004 at 11:29 PM
E
Por Elztain -
Saturday, Jan. 10, 2004 at 11:29 PM
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Por Aguante Soros!! -
Wednesday, Jan. 14, 2004 at 8:41 PM
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Soros, a fondo contra Bush: ?Estoy dispuesto a respaldar mis palabras con dinero?
En su último libro, ?La burbuja de la supremacía americana?, el magnate le pega duro al actual presidente de los Estados Unidos: ?El rechazo a la doctrina Bush es el proyecto central de mi vida?, dice.
El multimillonario estadounidense de origen húngaro George Soros insiste en gastar tiempo y dinero para evitar que George W. Bush resulte reelecto en las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en noviembre en los Estados Unidos. A tanto a llegado su obstinación que, en los últimos tiempos, el proyecto central de su vida es combatir a Bush. ?Estoy listo para respaldar mis palabras con dinero", dijo Soros en la sede de la organización no gubernamental estadounidense Carnegie Endowment for International Peace (http://www.ceip.org), dedicada a la cooperación internacional desde su fundación, en 1910.
Soros, de 74 años, propietario de una fortuna personal cercana a los 7 mil millones de dólares, volvió a atacar el proyecto reeleccionista de Bus durante el lanzamiento de su nuevo libro, buena parte del cual fue dedicado a criticar la política exterior del Gobierno. Soros ya ha donado unos cuantos millones de dólares a los grupos opositores de la actual administración norteamericana, sobre todo a aquellos que se oponen a la guerra en Irak y a la polémica ley del Patriota (http://www.epic.org/privacy/terrorism/hr3162.html), en franca campaña contra el presidente, impulsor de la doctrina conocida como ?guerra preventiva?, estrenada en Irak.
Prueba de la tirria de Soros son los US$ 10 millones que envió a la ONG America Coming Together ( http://www.americacomingtogether.com ), cuyo objetivo es lograr que más gente participe en las elecciones a fin de derrotar a Bush hijo. También ha entregado US$ 2,5 millones a MoveOn (http://www.moveon.org), un grupo de activistas que hacen campañas a través de Internet, contra la guerra en Irak y contra las políticas de la administración Bush. Según parece, dichas donaciones desataron la ira del entorno presidencial y le valieron maldiciones varias oídas en el seno del Partido Republicano, aunque se estima que los ataques a Soros ?aún no comenzaron?.
?He convertido el rechazo a la doctrina Bush en el proyecto central de mi vida, al menos para el próximo año", dijo Soros, quien, en materia de política exterior, ya comenzó a identificarse con las ideas dominantes de las plataformas de algunos candidatos demócratas, como el senador John Kerry, el general retirado Wesley Clark (a quien también apoya la show woman Madonna) y, fundamentalmente, con las ideas del ex gobernador de Vermont, el también demócrata Howard Dean, quien cada vez se posiciona mejor dentro de su partido. "La de 2004 no es una elección cualquiera. Es un referéndum en torno a la doctrina Bush", arremetió Soros.
El multimillonario no ahorra palabras a la hora de comparar la doctrina de seguridad de Bush con las burbujas financieras, a las que considera ?consecuencia de un análisis pobre de la situación? y que, a los ojos de todo el mundo, sacudieron el ?inflado? mercado de las empresas tecnológicas y la paz mundial. "La mala interpretación es que el poder es correcto y que debemos usar nuestra posición dominante para imponer nuestros deseos al mundo", dijo Soros. Y agregó: "Podemos desinflar la burbuja antes de que haga más daño, o podemos apoyar la doctrina Bush y sufrir las consecuencias. El futuro del mundo está en cuestión".
Fuente: AFP