Julio López
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Rosario. Desembarcó la justicia después de esperarla más de 20 años.
Por Giulia y Gustavo. - Monday, May. 24, 2004 at 3:25 PM
gchenevier@airelibre.org.ar

Un paso más en la lucha contra la impunidad. Por primera vez un hecho histórico significativo contra represores de la dictadura, en la ciudad de la cotidiana desesperanza.

Rosario. Desembarcó ...
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El lunes 17 de mayo, el Juez en lo penal Omar Di Gerónimo, comenzó la jornada ordenando la detención de siete represores de la dictadura militar. Durante esa misma semana, el juez dispuso otras diez detenciones más. Todas ellas se dieron en el marco de las llamadas causas de "la Quinta de Funes" y "la Fábrica Militar Domingo Mattheu", centros clandestinos que funcionaron bajo las órdenes del Comando del 2do. Cuerpo de Ejército, con sede en la ciudad de Rosario. La mayoría de las acusaciones que pesan sobre estos nombres, hablan de torturas, secuestros y desaparición forzada de personas.

Algunas de las órdenes de detención fueron para...

El comandante Luciano Adolfo Jáuregui, ya detenido por causas de apropiación de menores.

El Jefe de Operaciones, coronel Oscar Pascual Guerrieri, alias "Jorge", "Roca", "Teniente Coronel"; que actuó en la Quinta de Funes, La Calamita y en el Servicio de Inteligencia del Estado. Está también detenido por el mismo motivo.

El teniente coronel Enrique Testoni, detenido el miércoles 19 por la policía federal en Buenos Aires.

El teniente coronel Rubén Fariña, alias Sebastián o Comandante Pablo, acusado de torturar a detenidos de los centros "La Calamita", "Quinta de Funes" y "Fábrica Militar".

El teniente Juan Daniel Amelong, Jefe de Operaciones, acusado de secuestros y torturas, quien circulaba gozando de la libertad por los pasillos de los tribunales rosarinos ejerciendo la profesión de abogado. El propio Amelong prestó una casa que era de su propiedad para que funcionase como centro de detención, la quinta que luego pasaría a llamarse "La Intermedia". El miércoles, Amelong se negó a declarar lo que sabe.

El coronel Juvenal Pozzi, falleció como tantos otros, sin que lo alcance la justicia. Galtieri fue otro de los muertos impunes para quien se hizo esperar por años la orden de detención dejando traslucir el sentido político de la decisión del juez. Sus nombres y los de tantos como ellos quedan marcados en la historia de todos y para recordarlos en esta historia nada mejor que una frase escapada de alguna cabeza de los que piden justicia: ahora "están un poco más podridos de lo que estuvieron en vida".

El mayor Hugo Vidarte, a quien se presume que está muerto, también.


Dentro de las órdenes de detención dictadas el miércoles están…

Eugenio Zacarías, ex gendarme, procesado por la causa del 2do cuerpo de Ejército.

Eduardo "Tucu" Constanzo, el único que declaró anteriormente. Aunque no aportó nada sustancial en 1992 este ex agente de Inteligencia militar le había afirmado a la revista Gente que unos 16 detenidos fueron víctimas de los llamados vuelos de la muerte.

Carlos Isach.

Eduardo Rebechi, cuadro del Servicio de Inteligencia, actuaba en Granadero Baigorria, ciudad cercana a Rosario.

Carlos Sfulcini (abogado)

Néstor Bertotti ex director de la escuela Magnasco, quien habría muerto, según datos de la querella.


"Hijos de puta a donde vayan, los vamos a buscar…"

El propio juez Digerónimo, que se identifica como católico y liberal no-practicante, varias veces cuestionados por los organismos de Derechos Humanos de la ciudad por la prolongada espera que tuvieron los dictámenes de las causas en las que él entiende, hizo repetidas veces hincapié en la forma precaria que tenía para trabajar, contando con pocos recursos (computadoras, oficinas), insumos y personal.

Los abogados del equipo jurídico de Derechos Humanos han pedido que muchas de estas causas se conviertan en causas penales, para lograr que los responsables militares y civiles finalmente terminen tras las rejas. Desde hace unos 6 años algunas respuestas comenzaron a prosperar es por esto que las causas han avanzado. Esto sólo se ha conseguido a través de una lucha incansable y sin nombre ni cara pero guiada por los pañuelos y la esperanza.

La mayoría de las causas contra la impunidad en nuestro país se han visto "retrasadas" por los decretos de indulto y las leyes llamadas de Obediencia Debida y Punto final. Esto prolongó la justicia que esperaban las víctimas. Sólo prosperaron causas donde se involucran algunas cuestiones de lesa humanidad donde nuestro país ha firmado tratados internacionales al respecto, tratados que no se pueden borrar con el codo político, como es la apropiación de menores y la posterior desaparición de sus padres, mal que les pese a todos los políticos que devolvieron el favor de la impunidad ante la enorme riqueza que les "dejaron hacer" militares, empresarios y economistas liberales.

Desde el principio los Organismos de Derechos Humanos tanto como sobrevivientes y familiares vienen pidiendo la derogación de estas leyes y el justo procesamiento de los culpables del genocidio. Ante el escrache justo del día a día, cada uno de los reclamos comenzó tibiamente a ser escuchado. Para Rosario, la impunidad de la dictadura militar se esconde atrás del prolongado sueño de la llamada "causa Feced", que engloba muchas otras de estas causas condenadas a la hibernación eterna.



Los Centros Clandestinos.

"La Quinta de Funes" fue un proyecto trunco de Galtieri, entonces jefe del segundo cuerpo de ejército con sede en la ciudad. No se sabe con exactitud cuantos detenidos desaparecidos pasaron por allí.

El centro clandestino de detención "La Calamita" era una quinta en las inmediaciones de Rosario, en el otrora cordón industrial de la ciudad, hoy sede de puertos privados, cerealeras multimillonarias, y grandes plantas productoras de extrema pobreza. No muy lejos de allí, la misma semana en la que Digerónimo firmaba las órdenes de detención, era "noticia" la muerte de un chico por desnutrición. "La Calamita" fue uno de los centros más grandes que albergaron detenidos de los diferentes operativos clandestinos que en la zona realizaban los "grupos de tareas" dirigidos por tipos como el ex servicio de inteligencia Walter Pagano, entre otros.

La Fábrica Militar "Domingo Matheu" fue otro de los lugares elegidos por los militares para el traslado de aquellos detenidos. Es un lugar enorme donde hoy se encuentra la Jefatura de Policía de la ciudad, y donde hasta unos meses atrás estaba colgado el retrato de la cara ilustre de Agustín Feced, jefe de policía en la época más sanguinaria de secuestros y torturas de toda la región, en un pasillo de la institución, tal como Videla en la ESMA.

La derogación efectiva de las leyes de impunidad y de los indultos retrotraería a la mayor cantidad de los procesos al estado en el que se encontraban al momento de ser dictadas estas leyes. Esto abrirá el camino para que continúen las investigaciones por los desaparecidos y a su vez asfaltará la autopista a la cárcel para todos los que salieron libres gracias a los sucesivos gobiernos cómplices -que también podrían ser juzgados por los tribunales tanto como ya los juzgamos todos.

Hasta ahora son tres los detenidos: los abogados Amelong y Sfulcini y el gendarme Eugenio Zacarías. Ninguno de ellos se entregó voluntariamente a la justicia ordinaria, cada uno se presentó a su respectiva "fuerza", lo que evidencia un indeclinable principio de demostración de poder.

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Algunas fotos...
Por Giulia y Gustavo. - Monday, May. 24, 2004 at 3:25 PM
gchenevier@airelibre.org.ar

Algunas fotos......
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Luciano Adolfo Jaúregui
Juan Daniel Amelong, y
Eduardo Constanzo.

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Testimonio de un ex agente de inteligencia.
Por Giulia y Gustavo. - Monday, May. 24, 2004 at 3:25 PM
gchenevier@airelibre.org.ar

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A mitad de la década del 80, pasada ya la dictadura, algunos organismos de Derechos Humanos pudieron recabar algunos testimonios referidos al terrorismo de estado que provocaron los militares antes, durante y después de la dictadura de la década del ´70.
La entrevista al ex servicio de inteligencia Gustavo Bueno es uno de los más significativos por lo terrible que son las imágenes de sus testimonios.
Esta entrevista se llevó a cabo por abogados del Centro de Estudios Legales y Sociales fuera del país, ese fue uno de los pedidos de del ex agente. A quien, sus propios compañeros, entre otros el asesino suelto por las leyes de impunidad, Walter Pagano, le prometieron la muerte.
Esta es la transcripción del fragmento presentado, donde comienza hablando de la realidad que se vivía en la llamada "Quinta La Calamita", una de las bases para los "operativos" de los grupos de tareas que actuaron en el cordón industrial del Gran Rosario.

"...dentro de este lugar, por orden del Teniente Coronel Guerrieri se llega a una resolución que era comunmente llamada DF, o sea Disposición Final.
La Disposición Final fue aprobada por el General Leopoldo Fortunato Galtieri, Comandante del Segundo Cuerpo (de Ejército), quien visitó a la "Quinta" en las preliminares del mundial de Futbol de 1978.
Visitó la "Quinta" para conocer la situación de los detenidos. No situación física sino "situación de capacidades" o de información que habían aportado y a contar la cantidad de probabilidades que existía para disponer el traslado a otras unidades de detención o llevar a cabo una Disposición Final sobre el mismo predio de la "Quinta".
Esto fue aprobado por Galtieri y Guerrieri, el Teniente Coronel Guerrieri se encargó de llevarla a cabo. Fue así que a finales de mayo de 1978, principios de junio de 1978, Guerrieri hace reunir en el salón principal a todos, no a todos, sino a los detenidos que se encontraban en las habitaciones que mencioné antes, que no tenían tanta libertad de movimientos. Los reúne y los saluda personalmente a cada uno de ellos.
Yo presencié el momento en el cual Guerrieri saludaba a toda esta gente, a la vez que les informaba que iban a ser trasladados a otra unidad. Mejor dicho a una unidad militar a donde iban a gozar de mayores comodidades y eh... que se iban a sentir mejor.
Hizo repartir atados de cigarrillos entre este grupo de gente y ordenó a... personas... o sea, sobre todo a mujeres, que les fueran facilitado eh... ropas y otros enseres, luego de esto se retiró, y volvieron a las habitaciones.
Y Guerrieri ya reunido en el salón principal junto con Fariña, el Teniente Primero Amelong, el Sargento Ayudante Vega, estaban llevando a cabo las preliminares de cómo iba a ser la ejecución de las personas que habían vuelto a las habitaciones. Allí fue que Guerrieri ordena a todos los que estábamos en ese momento de servicio ese día, salvo a los que iban a ser relevados, de que si alguno voluntariamente se quiería quedar para cumplir más turnos...
...
- Yo soy abogado, coordinador del CELS, y estoy aquí en nombre de la institución realmente conmovido por la importancia de su testimonio y quiero preguntarle en su momento por qué estos hechos no se han puesto en conocimiento de la justicia de Rosario, del Poder Judicial...

Gustavo Bueno: - ...el motivo fundamental por cual yo no he recurrido a la justicia en la ciudad de Rosario se debe a que lamentablemente continúan montados perfectamente los elementos de operaciones especiales de inteligencia, al igual, que dentro del ámbito policial está todo concatenado e inclusive a nivel jurídico que se da en el ámbito de Tribunales Provinciales de Rosario tienen sus enlaces y digitan todo elemento de prueba o todo elemento de denuncia que pueda ser perjudicial a miembros de esos grupos en sí o a algún otro miembro de las Fuerzas Armadas que esté destinado ahí o a otro lugar del país..."

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