LA MATANZA: RESERVA NATURAL EN PELIGRO
Por PSA - Wednesday, Jul. 21, 2004 at 2:19 PM

Los vecinos del Pueblo de Aldo Bonzi, Partido de La Matanza, y particularmente los alumnos de las Escuelas provinciales Nº18, 41 y 74 de la localidad, se encuentran alarmados y afligidos por el acuerdo celebrado entre el Mercado Central de Buenos Aires y el CEAMSE, para instalar a breve plazo una llamada "planta" o estación de transferencia de residuos domiciliarios, en los terrenos inundables de la tradicional é histórica Reserva Natural, donde, según los profesionales y estudiosos de la Facultad de Agronomía y la Asociación Ornitológica del Plata, se encuentra milagrosamente conservado el ambiente original, la flora y la fauna avícola que encontraron en 1536 los soldados de Don Pedro de Mendoza.

La citada fracción de tierras bajas, remanente de las expropiaciones de la década del cuarenta, hoy propiedad del Mercado Central, ubicadas entre la línea del Ferrocarril D.F.Sarmiento en su ramal a Mármol,
el Canal Lateral del Matanza, el brazo antiguo del mismo río, el complejo deportivo, recreativo y religioso de Don Bosco y la Planta de tratamiento de líquidos cloacales de Aguas Argentinas, constituye
la última y única reserva de espacio libre dentro de la jurisdicción geográfica de Aldo Bonzi. En ella, por sus características
especiales, ha sido durante décadas, y sigue siendo, lugar obligado
de visitas y excursiones de estudio de la naturaleza por los alumnos
de las escuelas locales y de pueblos vecinos, como Tapiales, Villa
Celina, La Salada, Tablada y Ciudad Evita. Sin contar que, desde la
fundación de Aldo Bonzi, en 1911, fue el ámbito rural de
esparcimiento de sus primeros habitantes, cuando el río Matanza aún
no estaba contaminado y era un lugar familiar, para bañarse, pescar,
descansar o comer un asadito a la sombra de los árboles nativos. La
reserva natural, es un parque autóctono, un verdadero patrimonio,
que las autoridades nacionales, provinciales y municipales deben
proteger y conservar para las generaciones futuras.
Pero si ahora, sorpresivamente, el Mercado Central y el CEAMSE,
insisten en la política de los hechos consumados, violando los Art.
41 y 28 de la Constitución de la Nación y de la Provincia de Buenos
Aires, respectivamente; si se pasa por encima de toda la legislación
de defensa del medio ambiente, tanto nacional, provincial y
municipal; si solo se apela a la simple discrecionalidad política
basada en el derecho de propiedad pública, se habrá provocado, no
solo un tremendo y negativo impacto ambiental, sino, un daño
irreparable y para siempre.
Una planta de transferencia de residuos domiciliarios sobre terrenos
inundables, con la napa freática casi en la superficie, más allá de
todas las precauciones técnicas que se adopten, nunca dejará de ser
un basural en tránsito. Los miles de toneladas de residuos
procedentes de la Capital Federal, Lomas de Zamora, Esteban
Echeverría o la propia Matanza, significará el colapso de las
estrechas y mal diseñadas calles colectoras, con caravanas de
camiones con su carga contaminante. Más allá que se tracen y
pavimenten nuevos accesos, el lugar, hoy poblado de añosas
arboledas, algunas centenarias, nunca dejará de ser un centro de
contaminación ambiental, nada menos que junto a un Mercado
concentrador de alimentos, y lindero a un parque recreativo y
religioso como la Institución Don Bosco. Todo ello, sin contar la
pérdida a perpetuidad de las tierras vírgenes de una reserva
natural, pulmón futuro frente al crecimiento demográfico de La
Matanza que, ya, con sus 1.500.000 habitantes, solo cuenta con un
porcentaje de 1 m2 por habitante, cuando el estándar internacional
para las zonas urbanas se considera necesario entre 10 y 15 m2/h. De
nada servirá los compromisos contraidos y firmados por la Nación en
la reunión internacional del ECO-92 en Brasil, si los funcionarios
resuelven luego desconocer, la necesidad de su cumplimiento.

Por todo lo dicho y por mucho mas que se podría añadir, consideramos
que la instalación de una planta de transferencia de residuos en la
reserva natural de Aldo Bonzi, aparte del daño irreversible al medio
ambiente de nuestro pueblo, constituye una arbitrariedad del uso del
suelo en el ámbito urbano, que provocará insospechables
consecuencias sanitarias para toda la población vecina al Mercado
Central.

Enrique S. Inda, Partido Socialista Auténtico de La Matanza.

Aldo Bonzi, Julio del 2004.

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