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Respuestas del Jefe de Gabinete a preguntas del Diputado Roselli sobre soja transgénica
Por Prensa Diputado Nacional José A. Roselli - Thursday, Aug. 12, 2004 at 4:41 PM
jroselli@diputados.gov.ar

Enviamos las respuestas de la Jefatura de Gabinete a preguntas del Diputado Roselli sobre soja transgénica, siembra directa, monocultivo, desertización

FRONTERA SOJERA
Informes varios
11. Detalle la siguiente información acerca del avance de la denominada “Frontera Sojera”:
a) Impacto del monocultivo. Cantidad en términos absolutos de hectáreas afectadas. Cuadro de evolución en porcentaje sobre el total de tierras cultivables de los afectados a la soja y el maíz transgénicos en los últimos tres años. Cantidad en hectáreas de bosques y montes sobre los que avanzaron dichos cultivos.
b) ¿Cómo evalúa el Gobierno Nacional el impacto sobre la biodiversidad provocado por tales cultivos? Tomando en cuenta los siguientes puntos:
1) Efectos colaterales tales como la fumigación con herbicidas y su afectación a la salud de pobladores lindantes con las zonas cultivadas.
2) Futuro de la fertilidad de los suelos cultivados con el llamado método de “siembra directa” según las siguientes premisas:
c) Peligros de desertización.
d) Alternativas que se evalúan.
e) Afectación de la histórica producción de cultivos diversificada de nuestro país.

RESPUESTA: MINISTERIO DE SALUD
Resulta por demás conocido que los monocultivos muestran alta vulnerabilidad, tanto ambiental como económica.
En términos generales, si el monocultivo implica:
· Que la vegetación presente es completa o parcialmente removida.
· Que el suelo puede ser quemado y/o trabajado mecánicamente.
· Que por alguna de las vías acostumbradas se siembra un monocultivo.
Alguno de los riesgos potenciales son:
· Reducción de complejidad, diversidad y demás funciones protectoras.
· Fragilidad del nuevo sistema a los daños abióticos y bióticos.
· Demanda especializada de nutrientes, con pérdidas y deficiencias a futuro.
· La uniformidad puede afectar la química y la biósfera del suelo y con ello la tasa de descomposición y el ciclaje de nutrientes.
· Acumulación de patógenos del suelo por efecto del monocultivo y el crecimiento parejo de las plantas.
· Caída de la producción por turnos sucesivos, por acumulación de los factores antes mencionados.
Entre otros, el impacto ambiental puede comprender:
· Regresión edáfica a mediano plazo.
· Erosión incontrolable o pérdida de suelo superior a su capacidad de regeneración.
· Disminución de la biodiversidad.
Por otra parte, existen innumerables ejemplos de los efectos de monocultivos sobre las economías en diferentes países. A manera de ejemplo valen los monocultivos de café y de banana en algunos países de la región.
Corroborando el cumplimiento de los principales factores arriba enunciados, en el caso del monocultivo de soja, se transcribe a continuación el siguiente INFORME DEL INTA:

Proyecto regional de agricultura sustentable e impacto agroambiental
Participantes del proyecto técnico de la EEA Manfredi:
Ings. Agrs. Eduardo Martellotto; Pedro Salas; Geólogo Edgar Lovera.
Email: suelosmanfredi@correo.inta.gov.ar.
Mayo 2001

SUSTENTABILIDAD DE LOS SISTEMAS AGRÍCOLAS FACTORES QUE LA CONDICIONAN

Impacto del monocultivo de soja
En economía está ampliamente aceptado y reconocido que a través de la especialización se logra una mayor eficiencia.
Sin embargo, en el caso de la agricultura la especialización, en general, se traduce en un mayor requerimiento de insumos extra-empresa y en ciertos desequilibrios de tipo agro ecológicos; por ejemplo, una mayor presión de plagas, incidencia de enfermedades, cambios en la población de malezas, mayor riesgo por contaminación con plaguicidas, etc.
En el mediano y largo plazo la principal alternativa para la sostenibilidad pareciera recaer en la diversificación.
Existe un consenso bastante generalizado que los sistemas diversificados contribuyen a preservar el medio ambiente y el suelo mucho más que los especializados (J.E.IKERD).
En la Provincia de Córdoba, una elevada proporción de empresas agrícolas basan su producción en el monocultivo de soja.
Si se considera como 100% el área sembrada con los principales cultivos de grano grueso, el porcentaje relativo de cada uno de ellos en la campaña 99/00 fue: soja 60%, maíz 17%, sorgo 6%, maní 6%, y girasol 11%; el área sembrada con trigo representó el 14% de la superficie agrícola.
En la zona central de la provincia, el desbalance entre oleaginosas y cereales es aún mayor.
Se estima que esa situación constituye el principal factor que atenta contra la sustentabilidad.
Esto parece estar demostrado por diversos indicadores que hacen a la capacidad productiva de los suelos, estabilidad de los rendimientos y rentabilidad.
La Materia Orgánica constituye un componente fundamental de los suelos, además de ser la principal fuente de nutrientes para las plantas, influye directamente en propiedades físicas, químicas y biológicas.
Según las características de los suelos zonales, de mayor difusión en la Provincia de Córdoba, interesan particularmente sus efectos sobre la estructura y capacidad de infiltración del agua.
El balance de materia orgánica en el suelo, en sistemas agrícolas, depende directamente de la cantidad de residuos de cosecha aportados (kg/ha de materia seca), de la composición de los mismos (relación carbono/nitrógeno) y de la tasa de mineralización (principalmente determinada por el sistema de labranza).
En un sistema de soja continua dicho balance tiende a ser negativo; la cantidad de carbono mineralizado anualmente no es compensado por el aportado con los “rastrojos” debido a la escasa cantidad y baja relación C/N.
En un experimento de larga duración que se conduce en la EEA Manfredi, con labranza reducida, se comprobó una importante disminución de la materia orgánica edáfica en los monocultivos de soja y maní. La inclusión de sorgo granífero en la rotación atenuó notablemente las pérdidas.
En el mismo experimento, el rendimiento de soja, promedio de 5 campañas (91/92 – 95/96) fue un 32 % superior en rotación con sorgo ( 2526 kg/ha respecto al obtenido en monocultivo (1910kg/ha).
En otro experimento realizado en la EEA Manfredi, con distintos sistemas de labranza: Convencional, reducida y siembra directa, en la rotación bianual sorgo-soja, se comprobó un considerable incremento de la materia orgánica edáfica en los primeros 7 cm del horizonte superficial, en siembra directa.
Otra variable que se ve modificada por la rotación es la cantidad de agua disponible para los cultivos, siendo ésta la de mayor influencia en los rendimientos.
El efecto combinado rotación – siembra directa puede visualizarse en el análisis de eficiencia del uso del agua.
Balance de agua en el cultivo de soja en Siembra Directa. (Promedio campañas 1996/97 – 98/99)
Tratamiento Rendimiento(kg/ha) Agua consumida(*)(mm) Eficiencia(kg/mm)
Soja Continua 2760 500 5,6
Rot. maíz/soja 3478 477 7,4
(*) Agua Consumida = (Agua a la siembra + lluvia) – Agua a madurez

Este aumento en la disponibilidad de agua para los cultivos se debe a una combinación de factores:
a) Aumento de Materia Orgánica en la capa superficial.
b) Mejora de la estructura.
c) Efecto de la cobertura.
d) Mayor lluvia efectiva.
e) Menor evaporación.
La mayor disponibilidad de agua y menor influencia de plagas y enfermedades dan como resultado mayores y más estables rendimientos.
Cantidad en términos absolutos de hectáreas afectadas.

A continuación se detallan las hectáreas sembradas con soja, desde la campaña del año 1987 hasta la campaña 2002/2003
Campaña SOJA


Ha
1987/88 4413000
1988/89 4670000
1989/90 5100000
1990/91 4966600
1991/92 5004000
1992/93 5319660
1993/94 5817490
1994/95 6011240
1995/96 6002155
1996/97 6669500
1997/98 7176250
1998/99 8294000
1999/00 8790000
2000/01 10540000
2001/02 11460000
2002/03 12650000

Cuadro de evolución en porcentaje sobre el total de tierras cultivables de los afectados a la soja y el maíz en los últimos tres años
Area total sembrada con cereales y oleaginosas:
Campaña Ha
2000/01 26048000
2001/02 26873000
2002/03 26971550

Area total sembrada con Soja:
Campaña A. Sembrada(ha)
2000/01 10664330
2001/02 11639240
2002/03 12606845
Area total sembrada con Maíz:
Campaña A. Sembrada(ha)
2000/01 3494523
2001/02 3061661
2002/03 3084374

FUENTE: Dirección de Coordinación de Delegaciones (SAGPyA)
Cantidad en hectáreas, de bosques y montes sobre los que avanzaron dichos cultivos
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a través de la Dirección de Bosques, tiene por misión, entre otras, el monitoreo de los bosques nativos, para la detección, cuantificación y seguimiento a lo largo del tiempo de procesos de origen natural y/o antrópico que modifican la estructura y/o extensión de los ecosistemas forestales naturales. Esta herramienta permite visualizar y respaldar decisiones que permitan la puesta en marcha de acciones para la conservación, mejoramiento, restauración y uso sustentable de los recursos forestales Nativos.
En el marco del proyecto Bosques Nativos y Áreas Protegidas Préstamo BIRF 4085-AR (Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos) dicha Dirección mediante la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal (UMSEF), realizó con imágenes satelitales Landsat 5 TM y Spot, principalmente del año 1998, la “Cartografía y superficie de Bosque Nativo de Argentina”, publicado en Diciembre 2002.
Utilizando como información base este trabajo se está realizando la actualización del mismo con una nueva serie de imágenes satelitales Landsat 7 ETM año 2002. En esta etapa, se ha priorizado el monitoreo de la deforestación y la fragmentación del bosque en las regiones del Parque Chaqueño, Selva Tucumano Boliviana y Selva Misionera.
Por otra parte, en aquellos Departamentos donde se produjo un aumento significativo de áreas desmontadas, se está calculando la tasa de deforestación para el período 2002-2004 con imágenes satelitales Landsat 5 TM cuyas fechas son principalmente a marzo - abril 2004.
Los resultados que se obtienen a partir de dicha actualización permiten obtener nuevos datos de superficie (hectáreas) de tierras forestales, bosques rurales, otras tierras forestales y conocer a su vez, la pérdida de superficie boscosa (deforestación) durante el período 1998 - 2002 y 2002 - 2004 como así también el nivel de fragmentación.

La UMSEF utiliza principalmente técnicas de sensoramiento remoto y sistemas de información geográfica, como asimismo verificación de campo para el monitoreo de los cambios en los bosques nativos. En función de ello, con dichas herramientas, se han identificado procesos que originan cambios con posibilidades de ser detectados y analizados, tal es el caso de:
Deforestación: representa la pérdida de superficie de bosque debido al avance de la frontera agrícola-ganadera y/o al crecimiento urbano. Este proceso presenta una alta variación espacial y responde a la combinación de factores socioeconómicos y naturales que determinan la forma en que se produce. En Argentina, existen procesos de deforestación de variadas características, por ejemplo la expansión de la agricultura migratoria asociada a los accesos en la provincia de Misiones; el aumento de superficie para cultivos en Salta, Chaco, Santiago del Estero, etc.; y la expansión urbana de centros turísticos en la Patagonia.
Fragmentación: es una consecuencia de la pérdida de superficie de bosque. Consiste en la modificación de la estructura natural del paisaje y generalmente implica la pérdida de la continuidad espacial de los bosques. La fragmentación es de importancia ya que condiciona la efectividad de medidas de conservación y las opciones de manejo de posible aplicación.
Actualización año 2002
Datos por provincia (Fuente: UMSEF 2004, Dirección de Bosques, SAyDS)

Este trabajo se encuentra actualmente en elaboración y se proyecta continuar con las provincias de Tucumán, Córdoba, San Luis, Santa Fe y Entre Ríos, donde se han observado importantes procesos de deforestación. A su vez, para los departamentos más afectados de las provincias de Chaco, Salta y Santiago del Estero se está calculando la tasa de deforestación para el período 2002-2004 dado que se produjo un aumento significativo de las áreas desmontadas.
Es importante destacar que la tasa de deforestación para todo el mundo en el período 1990-2000 es de -0.23 (Puyravaud, 2003).
Resultados finales

PROVINCIA DE SALTA
Tipo de cobertura Año 1998 Año 2002 DeforestaciónPeríodo 1998-2002
Bosque Nativo 7.156.168 * 6.931.705 194.389
(superficie en hectáreas)
*la superficie del año 1998 publicada en Dic. 2002 (7.129.230 has) difiere en 26.938 has respecto a la utilizada en este informe, debido a rectificaciones.
Tasa de Deforestación anual para el período 1998-2002: - 0,69 %
(Esto significa que el 0,69 % de los bosques salteños se pierden anualmente).
Los departamentos más afectados son Anta, Gral. San Martín y Orán.

PROVINCIA DEL CHACO
Tipo de cobertura Año 1998 Año 2002 DeforestaciónPeríodo 1998-2002
Bosque Nativo 5.101.781 * 4.939.766 117.974
(superficie en hectáreas)
*la diferencia entre superficies de los años 1998 y 2002 difiere de la superficie deforestada debido a otras fuentes de variación que no se incluyen en la tabla a fin de simplificar la misma.
Tasa de Deforestación anual para el período 1998-2002: -0.57 %
(Esto significa que el 0,57 % de los bosques chaqueños se pierden anualmente).
Los departamentos más afectados son Almirante Brown, 12 de octubre, 9 de julio, Gral. Belgrano, Chacabuco y Gral. Güemes.
Resultados Preliminares

PROVINCIA DE SANTIAGO DEL ESTERO
Tipo de cobertura Año 1998 Año 2002 DeforestaciónPeríodo 1998- 2002
Bosque Nativo 6.911.484 6.605.180 306.304
Tasa de Deforestación anual para el período 1998-2002: -1.13 %
(Esto significa que el 0,81 % de los bosques santiagueños se pierden anualmente).
Los departamentos más afectados son Gral. Taboada, Moreno y Alberdi.

PROVINCIA DE FORMOSA
Tipo de cobertura Año 1998 Año 2002 DeforestaciónPeríodo 1998- 2002
Bosque Nativo 3.300.758 3.278.041 22.717
(superficie en hectáreas)
1.1 Tasa de Deforestación anual para el período 1998-2002: -0.17 %
(Esto significa que el 0,17 % de los bosques formoseños se pierden anualmente).
Es importante aclarar que solamente se evalúa la superficie de bosques nativos sin determinar a qué uso se destinan las hectáreas deforestadas; si bien se presume que la mayoría de los desmontes realizados en los últimos años fueron para el cultivo de soja como en otras épocas fue, entre otros, para cultivo de algodón, poroto, cártamo, y ganadería.
b) Se evalúa negativamente el impacto sobre la diversidad biológica motivado por el avance de la frontera agropecuaria.
El avance de la frontera agrícola impacta sobre la diversidad biológica de las áreas convertidas, tanto por fragmentación de ecosistemas como por su desaparición total. En ambos casos, los impactos resultan normalmente irreversibles.
Si se tiene en cuenta la pérdida de la materia orgánica en suelos dedicados al monocultivo, el déficit de nutrientes, la disminución de la acidez de los suelos, la erosión y el deterioro de la estructura edáfica, se comprenderá el sentido de esta afirmación.
La tendencia al monocultivo de soja provocó una fuerte degradación de los suelos. La disminución de materia orgánica también está asociada a la erosión: con cada centímetro de suelo que se pierde, se va un 0,1% de materia orgánica.
La gravedad del deterioro del suelo se nota todavía más cuando analizamos la escasa tasa de reposición de nutrientes por fertilización, lo que a la larga supone una disminución de la fertilidad. El caso del fósforo es emblemático, sólo se aplica el 16% que requiere la soja.
Las mayores extracciones de fósforo se registran hoy en el noroeste de Córdoba, el sur de Santiago del Estero, sur de Santa Fe y todo el norte bonaerense, con valores superiores a los 14 kilos por hectárea. En la región chaqueña, área sujeta a procesos de desertificación y de gran expansión de la soja, los altos niveles de fósforo de los suelos están bajando abruptamente porque no se fertiliza.
Uno de los más graves problemas relacionados con el auge de la soja y su rendimiento económico, y dadas las características de los suelos y el desarrollo del cultivo en la República Argentina, consiste en un considerable avance de la frontera agrícola sobre suelos no aptos o montes nativos de importante riqueza natural en cuanto a la preservación de la biodiversidad de la región, lo cual advierte consecuencias ambientales no deseables.

RESPUESTA: MINISTERIO DE ECONOMIA Y PRODUCCION
La evolución de la superficie cultivada, en los últimos treinta años, muestra un notorio avance de la soja por sobre los demás cultivos, la que ha llegado a representar el 52% del área sembrada (ciclo 2003/04).
Gráfico Nº 1 Evolución de los cuatro cultivos más importantes

Fuente: Elaboración propia, en base a datos de la Dirección de Coordinación De Delegaciones SAGPyA
Así, si bien el incremento de esta oleaginosa ha sido permanente desde su introducción en el país, la aparición de las variedades transgénicas –de la campaña 1996/97 en adelante- y su excelente asociación con la siembra directa, marcan un punto de inflexión (ver GRAFICO N° 1) a partir del cual, este cultivo inicia un crecimiento vertiginoso que lo posiciona como el más sembrado a nivel nacional, seguido por el trigo.

En el Gráfico Nº 2, puede apreciarse el desplazamiento que la soja ha producido sobre los cultivos de cosecha gruesa, con los que compite por el recurso suelo, en la misma época del año.
Gráfico N°2

Fuente: Elaboración propia, en base a datos de la Dirección de Coordinación de Delegaciones SAGPyA
A nivel productivo, esta tendencia fuertemente positiva se debió a la combinación de ventajas comparativas y competitivas que supo aprovechar el sector primario. La soja genéticamente modificada y la adopción masiva de la siembra directa han permitido una simplificación de las tareas y una importante reducción de los costos de implantación. Los excelentes rindes obtenidos en las últimas campañas, han posibilitado la obtención de buenos márgenes, superiores a otros cultivos que han hecho más atractivo aún sembrar esta oleaginosa; otorgándole un papel cada vez más dominante en la rotación de la mayoría de las explotaciones de la región pampeana. Pero ya es sabido que llegar al monocultivo de la soja es un patrón que afecta la sustentabilidad de los recursos a mediano y largo plazo.

Evolución en porcentajes sobre el total de tierras cultivables de los afectados a soja y maíz transgénicos
En el siguiente cuadro se sintetizan los porcentajes de soja y maíz transgénicos sobre el total cultivado con granos y algodón, verificándose que para la última campaña más del 50% del área cultivada le corresponde a la soja transgénica.

Cuadro Nº 1
CAMPAÑA AREA CON TRANSGENICOS % sb. AREA CULTIVADA TOTAL


AREA SEMBRADA TOTAL (1) SOJA (has) MAIZ (has) ALGODON (has) TOTAL OGMs (has) SOJA MAIZ ALGODÓN
1996/97 26.709.800 50.000 50.000 0,2% 0,0% 0,0%
1997/98 26.122.400 1.400.000 1.400.000 5,4% 0,0% 0,0%
1998/99 26.694.000 6.100.000 30.000 5.000 6.135.000 22,9% 0,1% 0,0%
1999/00 26.710.675 6.800.000 192.000 8.000 7.000.000 25,5% 0,7% 0,0%
2000/01 26.830.600 8.500.000 590.000 28.000 9.118.000 31,7% 2,2% 0,1%
2001/02 27.492.450 11.289.830 860.000 10.000 12.159.830 41,1% 3,1% 0,0%
2002/03 27.722.000 12.462.660 1.120.000 2.000 13.584.660 45,0% 4,0% 0,0%
2003/04 27473000 13.950.300 1.444.000 44.880 15.439.180 50,8% 5,3% 0,2%
REF: (1), Superficie sembrada con granos y algodón.
Fuente: Elaboración propia, en base a datos de la Dirección de Coordinación de Delegaciones (SAGPyA) y CONABIA.
En el siguiente cuadro se sintetizan también las tasas de adopción en cada uno de los cultivos así como su participación en el total de transgénicos (OGMs) cultivados en el país.

Cuadro Nº 2
CAMPAÑA % sb. AREA TOTAL OGMs TASA DE ADOPCION


AREA SEMBRADA.TOTAL (1) SOJA MAIZ ALGODÓN SOJA MAIZ ALGODÓN
1996/97 26.709.800 100,0% 0,0% 0,0% 1%
1997/98 26.122.400 100,0% 0,0% 0,0% 20%
1998/99 26.694.000 99,4% 0,5% 0,1% 73% 1% 1%
1999/00 26.710.675 97,1% 2,7% 0,1% 77% 5% 2%
2000/01 26.830.600 93,2% 6,5% 0,3% 80% 17% 7%
2001/02 27.492.450 92,8% 7,1% 0,1% 97% 28% 6%
2002/03 27.722.000 91,7% 8,2% 0,01% 98% 36% 1%
2003/04 27473000 90,4% 9,4% 0,29% 98% 50% 17%
REF: (1), Superficie sembrada con granos y algodón.
Fuente: Elaboración propia, en base a datos de la Dirección de Coordinación de Delegaciones (SAGPyA) y CONABIA.

Cantidad de hectáreas, de bosques y montes sobre los que avanzaron dichos cultivos
En menos de dos siglos Argentina perdió más de dos tercios de su patrimonio forestal autóctono.
En tiempos de la colonia existían en Argentina 160 millones de hectáreas de bosques, montes y selvas originales, de las mismas 42.500.000 ha. correspondían a bosques y 127.500.000 ha. a arbustales y sabanas, representando el 61.4 % del territorio nacional continental. A principios del siglo XX, con la realización del Primer Censo Forestal en 1914, Argentina poseía un patrimonio forestal de 105.8808.400 ha. En 1956, 59.240.000 ha. perdiendo en este último período 46.648.400 ha., (un ritmo promedio de 1.110.676 ha/año). En estos momentos se cuenta con la información del Primer Inventario Nacional de Bosques, realizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, del entonces Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente de la Nación, el cual brinda una cifra actual de 33.190.442 ha.
De los 700.000 km2 de vegetación leñosa perdida desde la colonia hasta 1992, el 73% corresponde a áreas del Espinal, el Monte, en el Chaco Occidental o la Patagonia extra-andina. Gran parte de ellas fue convertida a agricultura de secano o bajo riego. Es quizás uno de los procesos que más bosques ha consumido. Desde la segunda mitad del siglo XIX, la pradera pampeana avanzó sobre los bosques de Prosopis ubicados en sus márgenes. Dichos bosques, que cubrían unos 5 millones de hectáreas en cinco provincias, terminaron de desaparecer casi totalmente hacia comienzos del siglo XX. Se ha producido la extinción local de varias formaciones leñosas (algarrobales, caldenares, bosques tala-mistol, tipa-pacará y palo blanco-palo amarillo) quedando fragmentos relictuales.

La sustitución de bosques y montes, por cultivos anuales o plurianuales, se ha dado de la siguiente manera:
· En la selva misionera o paranaense: sustitución por monocultivos con pinos (Pinus elliotii) y cultivos de subsistencia (maíz, mandioca, tabaco, etc.). Extracción de rollizos.
· En el espinal: desmonte para sembrar pasturas, forestar con pinos, eucaliptos, cítricos o soja. Sobrepastoreo que elimina renovales. Incendios.
· En el Chaco: sobreexplotación selectiva de maderas duras. Extracción de leña y carbón. Expansión de la frontera agropecuaria (de un modo muy violento a partir de la década del '70, con campañas impulsadas incluso por el gobierno nacional, fundamentalmente con algodón y últimamente soja.
· En la yunga: expansión de la frontera agropecuaria, en particular sobre el bosque pedemontano (con cultivos de caña de azúcar, cítricos y soja). Sobreexplotación de maderas duras (incluso como combustible). Pastoreo que elimina retoños. Incendios forestales.
· En el monte: sobreexplotación para extracción de leña y en el pasado con fines industriales (retamos). Sustitución por monocultivos (viñedos). Pastoreo (cabras) que eliminan los renovales.
· En el bosque subantártico: incendios. Sobreexplotación selectiva. Pastoreo de vacunos. Impacto de especies introducidas (ciervo colorado, jabalí y castor).
En el caso de los herbicidas, éstos presentan por lo general una menor toxicidad que los insecticidas. Al haberse incrementado la superficie con soja resistente a glifosato también ha aumentado el consumo de este herbicida.
Según algunos estudios, se estima que el productor lo utiliza una y otra vez, a lo largo del año, para solucionar los problemas de malezas tanto en el cultivo de soja RR como en el barbecho siendo frecuentes 4 a 6 aplicaciones por hectárea, es decir 16 lts/ha/año. Si bien el glifosato tiene muy baja residualidad, es fotosensible y tiene menor toxicidad para la salud humana y animal que otros herbicidas, estas dosis son elevadas.

Desde el punto de vista ambiental, los verdaderos alcances de la introducción de cultivos resistentes al glifosato son un tópico que no ha resuelto aún la comunidad científica internacional. Abundan los trabajos científicos que ya constatan una presión de selección con la aparición creciente de malezas resistentes al glifosato en cultivos de soja RR (Parietaria debilis –parietaria-, Commelina virginica –flor de Santa Lucía-, Petunia axillaris –petunia, coroyuyo-, Verbena litoralis y V. Bonariensis –verbena- Hybanthus parviflorus –violetilla- e Iresine diffusa) y de cambios en la composición florística.
Futuro de la fertilidad de los suelos cultivados con el llamado método de siembra directa (peligros de desertización, alternativas que se evalúan y afectación de la histórica producción de cultivos diversificada en nuestro país).
La tecnología de siembra directa (SD) fue impulsada a inicios de los sesenta en los Estados Unidos. Hacia los años ochenta, llega a la Argentina. El antecedente institucional es el Programa de Agricultura Conservacionista, PAC, desarrollado por el INTA y apoyado por las Universidades Nacionales de Buenos Aires y Rosario, apoyadas por el Banco de la Nación Argentina y un grupo de compañías proveedoras de insumos (maquinarias, agroquímicos y semillas).
La siembra directa abarca un conjunto de prácticas que permite cultivar sin remover el suelo, tal como se requiere con la agricultura convencional, para lo cual es imprescindible el uso de maquinarias específicas y se torna indispensable el de agroquímicos en especial herbicidas y fertilizantes. La utilización de la siembra directa permite:
· Mejorar las condiciones agronómicas del suelo a mediano y largo plazo. Esto se refiere tanto a las propiedades físicas (estructura), como a las propiedades químicas del suelo, es decir la fertilidad de los mismos.
· Favorecer la retención de la humedad del suelo ya que permite una mejor acumulación del agua por la no remoción del sustrato, a la vez que disminuye el escurrimiento y la evaporación, permitiendo la permanencia de cobertura sobre él.
· Reducir los costos, al disminuir el número de labores.
· Mejorar la productividad de la mano de obra.
· Aprovechar la oportunidad del laboreo y acortar su duración, situación que favorece la realización de doble cultivo y permite la expansión de la agricultura hacia nuevas zonas.
Por lo dicho anteriormente, la siembra directa (SD) se contrapone, justamente, a la desertización y los aspectos que hay que tener en cuenta para su expansión son los siguientes:
· La difusión de la SD está asociada a la dependencia del glifosato y en el caso particular de la soja, con la generalización del uso de semillas RR, esta dependencia se acentúa.
· La expansión de la soja en SD se da sobre zonas ecológicamente marginales para este cultivo, con lo cual se hace necesario recurrir a técnicas de manejo que garanticen la sustentabilidad de los recursos, en particular el suelo y la biodiversidad, ya que se avanza sobre áreas de desmonte.
· Es una tecnología que depende de la utilización de insumos claves tales como glifosato y fertilizantes, con lo cual el grado de concentración de las empresas que los producen, tiene alto impacto en el control de la cadena de comercialización de estos productos.
En lo que se refiere a afectación de la producción diversificada de nuestro país, a lo largo de la década del ‘90, en particular en la segunda mitad de la misma, el complejo oleaginoso prevalece por sobre el complejo cerealero (tal como puede observarse en el Gráfico Nº 3), hasta alcanzar aproximadamente el 60 % del total de la superficie cultivada, con una clara preponderancia de soja.
Gráfico Nº 3

Fuente: Elaboración propia, en base a datos de la Dirección de Coordinación de Delegaciones ( SAGPyA).
En Argentina, la superficie destinada a cada uno de los cultivos se encuentra estrechamente relacionada con aspectos económicos inherentes a los mismos y, desde este punto de vista, al productor le interesan dos cuestiones:
· La relación de costos (o más bien gastos directos) del cultivo respecto al resto de las alternativas que tenga. En este punto la adopción de tecnología de punta permite bajar costos y optimizar márgenes.
· La relación de precios del grano respecto a otras alternativas. Dado que la producción argentina no esta subsidiada, el precio internacional tiene impacto directo en el margen obtenido por el productor.

Agronómicamente, al productor le conviene planificar las rotaciones y alejarse del monocultivo, sea de soja o de cualquier otro cereal u oleaginosa, ya que ello le otorga sustentabilidad no sólo del suelo sino también de su empresa. Cada vez más, resulta imperioso medir costos y beneficios a nivel de sistemas de rotación y no de cultivo individual, para mantener la diversidad productiva que ha caracterizado históricamente al sector agropecuario argentino y que siempre ha sido considerado como una fortaleza del mismo.
La agricultura conservacionista, y específicamente la rotación de cultivos, no están reñidos con la rentabilidad de la empresa agropecuaria sino que deben ser los faros que orientan a la producción para hacerla sostenible en el tiempo, mejorando y complementando la incorporación de tecnología.
Por estas razones, desde la SAGPYA se trabaja activamente en poner énfasis en la búsqueda de ventajas competitivas que posibiliten el crecimiento de los diferentes cultivos.

RESUMEN
a) “Frontera Sojera”. Impacto del monocultivo. Porcentajes soja y maíz trasngénicos.
· El incremento de esta oleaginosa que representa el 52% del área con granos y algodón, se debió a la aparición de las variedades transgénicas –de la campaña 1996/97 en adelante - y su excelente asociación con la siembra directa con lo cual este cultivo inicia un crecimiento vertiginoso que lo posiciona como el más sembrado a nivel nacional, seguido por el trigo.
· Los excelentes rindes obtenidos en las últimas campañas, la simplificación de las tareas y la reducción de los costos de implantación, han posibilitado la obtención de buenos márgenes, otorgándole un papel cada vez más dominante en la rotación de la mayoría de las explotaciones del país pero ya es sabido que llegar al monocultivo de la soja es un patrón que afecta la sustentabilidad de los recursos a mediano y largo plazo.
· Para la última campaña más del 50% del área cultivada con cereales y oleaginosos le corresponde a la soja transgénica, en tanto que el maíz representa el 5,3%.
Bosques y montes sobre los que avanzaron dichos cultivos.
· En la selva misionera o paranaense: sustitución por monocultivos con pinos (Pinus elliotii) y cultivos de subsistencia (maíz, mandioca, tabaco, etc.). Extracción de rollizos.
· En el espinal: desmonte para sembrar pasturas, forestar con pinos, eucaliptos, cítricos o soja. Sobrepastoreo que elimina renovales. Incendios.
· En el Chaco: sobreexplotación selectiva de maderas duras. Extracción de leña y carbón. Expansión de la frontera agropecuaria (de un modo muy violento a partir de la década del '70, con campañas impulsadas –incluso- por el gobierno nacional), fundamentalmente con algodón y últimamente soja.
· En la yunga: expansión de la frontera agropecuaria, en particular sobre el bosque pedemontano (con cultivos de caña de azúcar, cítricos y soja). Sobreexplotación de maderas duras (incluso como combustible). Pastoreo que elimina retoños. Incendios forestales.
· En el monte: sobreexplotación para extracción de leña y en el pasado con fines industriales (retamos). Sustitución por monocultivos (viñedos). Pastoreo (cabras) que eliminan los renovales.
· En el bosque subantártico: incendios. Sobreexplotación selectiva. Pastoreo de vacunos. Impacto de especies introducidas (ciervo colorado, jabalí y castor).
b) Impacto sobre la biodiversidad - uso de herbicidas - siembra directa - diversificación de cultivos
· En el caso de los herbicidas, estos presentan por lo general una menor toxicidad que los insecticidas. Al haberse incrementado la superficie con soja resistente a glifosato también ha aumentado el consumo de este herbicida.
· Desde el punto de vista ambiental, se constata una presión de selección con la aparición creciente de malezas resistentes al glifosato en cultivos de soja RR .
· La siembra directa (SD) se contrapone, justamente, a la desertización ya que permite:
· Mejorar las condiciones agronómicas del suelo a mediano y largo plazo (estructura y fertilidad).
· Favorecer la retención de la humedad del suelo.
· Reducir los costos, al disminuir el número de labores.
· Mejorar la productividad de la mano de obra.
· Aprovechar la oportunidad del laboreo y acortar su duración,
· En lo que se refiere a afectación de la producción diversificada de nuestro país, a lo largo de la década del ‘90, en particular en la segunda mitad de la misma, el complejo oleaginoso prevalece por sobre el complejo cerealero hasta alcanzar aproximadamente el 60 % del total de la superficie cultivada, con una clara preponderancia de soja.
· En Argentina, la superficie destinada a cada uno de los cultivos se encuentra estrechamente relacionada con aspectos económicos inherentes a los mismos ya que la producción no está subsidiada.
· Agronómicamente, al productor le conviene planificar las rotaciones y alejarse del monocultivo, sea de soja o de cualquier otro cereal u oleaginosa ya que ello le otorga sustentabilidad no sólo del suelo sino también de su empresa.

(Informe del Jefe de Gabinete de Ministros al H. Congreso de la Nación, Nº 62, Tomo I, pag. 25, julio de 2004).

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