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ESCRACHE AL MONUMENTO A ROCA: "ES MEJOR NO PENSAR"
Por Lucas - Agencia Rodolfo Walsh - Wednesday, Aug. 25, 2004 at 10:26 PM

“Si no nos vemos en el otro, jamás podremos entender la humanidad” (Rousseau)

Las personas que, todos los jueves desde hace meses, se reúnen en la intersección de las calles Diagonal Sur (rebautizada Pueblos Originarios) y Perú, en donde las ventanillas de los bancos y las empresas financieras ahogan, cual metáforas sociales, los paisajes urbanos- lentamente, la civilización capitalista, traducida en casas de cambio, bancos y más bancos, se fue tragando la Ciudad, así como cada una de las vidas de los hombres, mujeres y niños que deambulan hambrientos por el Centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-, tienen como objetivo inmediato el que se quite la estatua gigantesca mediante la cual, frente a la Legislatura, se recuerda al asesino despiadado de niños y mujeres. Pero van mucho más allá de eso: quieren la concientización masiva, el acceso de todos, y especialmente los más chicos, al descubrimiento de una nueva parte de la Historia: esa que cuenta otras cosas, esa que callaron, esa que, sigilosa, se fue conservando por los tiempos de los tiempos.

"Yo no pienso. Es mejor no pensar", fue la aguda respuesta de uno de los tantos transeúntes que, atraídos por el grupo de gente (auto)convocada y por los carteles pegados en las rejas del monumento (sí, otra cosa más "del Pueblo" que el Puebla detesta y el Gobierno protege con rejas). Ejemplificadora como pocas, las palabras de este hombre evidencian las reales intenciones del Poder. Cuando en 1977 el genocida (y por aquel entonces Presidente de facto) Viola dijo que "el problema de los argentinos es que piensan", seguramente no se imaginó el éxito que, lamentablemente, en muchos sectores tendría. Frente a esta barbarie que propugna el vaciamiento del pensamiento, la censura intelectual y del despojo de la creación, más de cincuenta personas se reunieron el último jueves para continuar abriendo caminos. Pocas fueron las voces de la gente que se acercaba que conocía la verdadera Historia; se sucedían continuamente las respuestas evasivas. De pronto, un hombre contestó con odio que "si la Patagonia no hubiera sido limpiada de los indios, entonces hoy sería de los Chilenos; en todo choque de civilizaciones, el que gana es el más fuerte, y gracias a eso hoy tenemos una América que progresa día a día". Verguenza y dolor nos causó escuchar estas palabras, que hablaban con repugnancia de los hombres que vivían en estas tierras, que escupen sobre aquellos que pretenden otro mundo.

Frente a la ignominia sembrada por los medios nacionales derechistas y ultra-conservadores, los representantes de Asambleas barriales, Organismos de Derechos Humanos y Movimientos de Trabajadores Desocupados nos

contaron otra Historia. Una de y por todos.



Una integrante de la Asamblea (autónoma) del Anfiteatro nos contestó...

¿Cuáles son los objetivos?

Además estamos trabajando con otras organizaciones; queremos una Asamblea para asociar todo lo que es Roca con las comunidades indígenas. Nos organizamos, luchamos por un lugar; esperamos a Bayer (está en Alemania) para que nos siga dando una mano. Vamos más allá del monumento.

Esto nace en la Asamblea de Anfiteatro, ya que cambiamos el nombre de la Plaza Falcón (que estuvo con "Roquita" también) a Ernesto Che Guevara, después de de un año de duro trabajo de concientización y memoria. Surgió de una jornada de propuesta de nombres con más de 300 vecinos, que tiraron nombres: los diez más votados se discutieron en colegios, barrios, etc. Ganó el del Che, cerquita de Radowistsky. Vino gente de San Isidro, La Ferrere, de Casanova. Fue algo muy lindo. Hasta ahora nadie sacó el cartel del nombre. Ahí Bayer nos dio una mano enorme, trabajando a nuestra par, dando charlas, estando en la inauguración. Desde ahí, no paramos. Estamos acá, queremos también cambiar el nombre de la calle. Estamos haciendo el proyecto de ley, que presentaremos a todos los bloques en la Legislatura.

¿Cómo trabajan?

No tenemos lugar, trabajamos en una Plaza. No estamos en comedores ni ningún otro tipo de actividad de trabajo con el Gobierno (sólo apoyamos ollas populares cuando no tenían apoyo del Gobierno, haciendo festivales para juntar dinero). Tenemos otros proyectos: junto con Vecinos por la Memoria estamos por la recuperación del Olimpo.

¿Qué es, hoy, Roca?

Roca son ellos (señala a la Casa Rosada). Nos siguen representando los Roca; nada ha cambiado. Por mano de ellos estamos así. Hoy somos todos avasallados como ante lo fueron los aborígenes.



Un integrante del Centro Cultural "Libres del Sur" y colaborador del Movimiento de Trabajadores desocupados Aníval Verón nos respondió...

¿Cuál es su trabajo?

El tema central es lo que Roca representa hoy. En realidad no es una pelea con una figura del pasado, sino lo que es ahora. Y esto tiene que ver con el orden, con el poder, con el Estado. Los que hoy, casualmente, reivindican a Roca son de un determinado perfil; reivindicarlo es alzar a la represión y el poder. Si uno analiza su trayectoria, ve que está plagada de momentos de consolidación del poder, de represión, de luchas contra los caudillos del interior, contra los aborígenes y el combate con los trabajadores (como por ejemplo, la Ley de Residencia de 1902). Los que hoy lo reivindican piensan, en lo esencial, muy parecido. Uno se pelea con lo que representa.

¿Cuáles son otras aristas de la nueva escritura histórica?

Primero hay que pensar que el pasado se re-significa; este dice mucho más sobre el presente y sobre quién escribe que sobre le pasado en si. El pasado es, en realidad, imposible de conocer. Cualquier análisis del pasado habla mucho más sobre el presente. Cualquier trabajo sobre Roca dice mucho más del tipo que escribe, que de él mismo. Uno discute contra eso. Hoy por hoy, quien reivindica a Roca es quien, teniendo el poder, tiene la capacidad de cometer tropelías...

¿Cómo se postula un nuevo presente para los Pueblos originarios?

Bueno, me parece que lo esencial, y el problema más serio en torno de esta cuestión, es el de la propiedad privada. Este es el tema que pone sobre el tapete esta cuestión, y esto es lo que más le perturba a la clase dominante. Cuando se contrapone el derecho histórico de la “tierra para el que la trabaja” (que es, además, totalmente lógico) del burgués, se plantea un problema serio. Esto es porque el planteo de los pueblos aborígenes es superior y alternativo. Frente ala (i)racionalidad occidental de daño al hombre y la naturaleza, se oponen el modo de entender las cosas de los originarios, con una visión tan distinta al capitalismo. La racionalidad de los aborígenes es alternativa y superior a Benetton y el capital: se plantea desde formas que le hacen mucho mejor al hombre y al capital.

¿Cómo se empieza de nuevo a contarles, a los estudiantes, las cosas como de verdad pasaron frente a la resistencia social?

La historia se rescribe, igualmente. Circula por carriles subterráneos, imperceptibles. Pero hay gente que rescribe la historia: algunos que podríamos llamar intelectuales y otros que no lo son...La clase media trata de preservar a toda costa su indiferencia, como bien más preciado, y le perturba un espejo de sí misma, y más todavía la verdad de la historia...Hay, igualmente, un cambio: en algunos libros del secundarios no se habla más de campaña del desierto, se habla directamente de genocidio. Hasta en los textos más reaccionarios no se hace una apología tan alevosa de roca. El tema es más profundo: por más que en todas las escuelas se enseñe que Roca en verdad fue un genocida, no será suficiente para cambiar la mentalidad de las personas. Yo tengo una utopía negativa: no creo que el pasado condicione le presente. Para entender realmente el pasado, hay que cambiar el presente. Este es el lugar de intervención: mientras cambiemos el presente, entenderemos el pasado. Esto con respecto a lo positivo y lo negativo; uno entenderá una lucha del pasado si lucha en el presente. Frente a la mediática mirada de creer que el pasado está muerto...yo no creo que sea así. El pasado está aquí, entre nosotros.



Uno de los coordinadores del Movimiento por la Defensa de los Derechos Humanos de los Pueblos Originarios, aceptó mantener con nosotros una charla en la cual nos expuso, de manera concisa pero impresionante, la historia de los aborígenes y su presente de sometimiento. Aquí, transcribimos los momentos más importantes...

¿Cuál es su labor diaria en defensa de los pueblos originarios?

Nosotros estamos trabajando haciendo un hermoso libro que son cuentos y leyendas escritos por niños de las comunidades indígenas del noroeste, que ingresará en las primarios el año que viene. Está prologado por Osvaldo Bayer y Eduardo Galeano, así que estamos, obviamente, acompañándolos...Estamos aquí para correr el velo de la historia, no solo para los niños, sino para los adultos, que tenemos en nuestras espaldas la obligación de correr ese velo para este futuro que viene, estas nuevas generaciones, para que ellos construyan el país que nosotros no pudimos hacer, porque hubo treinta mil desaparecidos, porque somos solo el resto: de ese resto juntamos las cenizas y les entregamos, a ustedes, la posta de una construcción de una nueva América Latina, que luche contra la apropiación de los territorios, del agua...Debemos conformarnos en una sociedad única, no una etnia, sino en una sociedad homogénea multicultural y plurilinguista, que mire hacia adentro y sienta que estas tierras son nuestras, que este olor es nuestro....¡debemos tener un solo verbo: América!

¿Qué deberíamos volver a conocer y practicar de la forma de vida de los aborígenes en sus antiguas tierras?

En América, las comunidades se organizaban sin propiedad privada, con un total reparto de las tierras, a pesar de que, de alguna u otra forma, había una cierta verticalidad, en el caso propio del inca. Pero el desarrollo era común: para ellos el capital no era la propiedad privada sino el trabajo, el hombre. Ese era el capital: el desarrollo en el trabajo, la producción. Se compartía un pensamiento circular: nosotros pensamos en el principio y el fin, ellos no. El originario piensa que todos somos parte de todo. Eso mantuvo durante quinientos años la resistencia: el pensar que todos somos parte de esto. Y por eso, el desarrollo de la resistencia del originario hace que resista porque es parte de la naturaleza, nos se sirve de ella. Cuando uno ve, frente al supermercado, un originario vendiendo arvejas o especias -no le importa que está vendiendo, porque sabe quién es. Está ahí con su guagua, muerto de frío, con su cajoncito: eso es resistencia activa. Es algo dinámico frente a lo estático capitalista: el sistema te usa para que seas funcional y defiendas la propiedad privada y la explotación. Ellos comparten absolutamente todo lo que tienen.

¿Qué se hace frente al “es mejor no pensar”?

A nosotros nos mal-enseñaron la historia. Desde los comienzos de la conquista, vino el genocidio en la mente. ¿Por qué? Porque aquí vino la iglesia de la Contrarreforma, de la Inquisición, de imponer la lectura de un credo, asociada con lo peor del militarismo y los encomenderos españoles, a razón de que España estaba en un total subdesarrollo. En ese momento, los que estaban a la zaga del desarrollo eran Francia e Inglaterra.

La expansión del capitalismo necesitó tierras: así nacieron los encomenderos. Esto fue muy diferente a la colonización de América del Norte: o sea, aunque los rajaron a los cuáqueros, hubo genocidio y se destruyó el hábitat, se sostuvo una sociedad: en este momento, por ejemplo, los pueblos originarios no sacan pasaporte de EE.UU., ya que su identidad está reconocida a nivel mundial. Acá no porque se expropiaron todas las tierras. Por estos pagos se estaba en guerra civil en México, Huascar y Atahualpa estaba enfrentados en guerra civil...Los líderes de este imperio son considerados como los más grandes conquistadores de la historia. Desde el norte de Ecuador hasta el Centro de Chile se irguió, en menos de cien años, este Imperio. Cuando llegaron los españoles, se estaba en guerra, y ahí todo terminó.

Entonces, todo se fue generando con una violencia genocida: ochenta millones de asesinados, millones en las minas de Potosí. Al matar a los originarios, luego se trajo a los negros. Todo eso, al estar convalidado por la Iglesia y el encomendero, que explotó, en base a la mita, instala en nosotros una educación militarista. Hemos tenido virreyes y, luego, esta maldita Conquista del Desierto, la Patagonia... La única forma de cambiar es desde la educación primaria: debemos desde ahí instalar otra historia: la que no nos contaron. Para que nos conmovamos con el otro, aprendamos del otro, para que no aplastemos al diferente. Podríamos ser una sociedad hermosa...

¿Cómo se construye esa diversidad?

La única manera es comprobar, de una vez por todas...Aquí hay algo muy crucial: la globalización ha sido económica, no social, sino la Revolución ya estaría hecho. De todas maneras, creó una gran crisis. Es la crisis del capitalismo la que provoca que las etnias excluidas empiecen a (re)surgir, a emerger. ¿Hace ya cuántos años sostiene el Comandante Marcos al indigenismo para que tenga un pronunciamiento socio-político e histórico?

¿Cómo se combina la lucha del indígena con la de los trabajadores?

Si uno no conocer la historia, jamás podrá conocerse a sí mismo, ni, mucho menos, hacer algo por si mismo. Si no sabemos nuestra esencia familiar y social, nos falta algo: la historia genealógica. Nosotros carecemos totalmente de ella: nos la arrancaron. ¿Cómo? El sistema capitalista, el Imperio instalado hace dos mil años. Paralelamente lo que tenemos que hacer es unir a los pronunciamientos de los indígenas...en Perú todos hablan quechua, pero hasta hace poco gobernaba un japonés...¡terrible! Lo sostuvo un Estado capitalista, como antes fue España: EE.UU.

Las dictaduras y las democraturas que nos han vendido son poco a poco descubiertas: comenzamos a darnos cuenta de que nos mienten: no vivimos en democracia, solo lo haremos al discutir de nuestra propia historia y de la del otro. Es la única manera de unificar un solo pueblo en América Latina: tenemos un solo idioma y tantas historias: estamos atravesados por el sistema funcional...¿cómo puede ser que, teniendo una de las comidas más ricas, como el tamal y las empanadas, tengamos que ir a comer hamburguesas? La burguesía nos ganó desde adentro. Hablamos, comemos y nos comportamos como el sistema. Debemos desclazarnos para ver dónde estamos parados y qué queremos para el futuro...El sistema nos promueve a tener títulos, más títulos, grados y pos-grados: la educación formal solo nos hace sostener el sistema: no importa si no sabemos ni apredemos nada, solo hay que figurar. Cuando un día digamos ¡basta!, yo estudiaré para enseñar y para que otro enseñe, podremos cambiar. El cambio está aquí y aquí (señalándose el corazón y la mente).





Además de este monumento inmóvil, el espíritu del genocida se guarda con honor en una de las que debería ser una de las más importantes Instituciones del país. Una escuela, supuesto símbolo de la grandeza, del crecimiento, de la fraternidad y del progreso académico, porta el nombre como insignia; los chicos y chicas que allí estudian repugnan el tener que pasar una gran cantidad de horas diarias bajo el nombre de este asesino. ¿Cómo es posible aprender de un conjunto de directivos que ostentan cual bandera las letras por él escritas, los testimonios de su “grandeza”, los grabados de su rostro? Así, cada uno de los estudiantes participantes en el Centro de Estudiantes, integrantes de alguna Agrupación o independientes, están convencidos de la absoluta necesidad de quitar de forma automática toda representación gráfica o escrita de Roca. Sin embargo, y a pesar de la organización intercolegial en apoyo a esta demanda y los escraches realizados a la estatua y placas conmemoratorias, las autoridades del Colegio y las del Gobierno de la Ciudad siguen defendiendo lo indefendible, protegiendo la barbarie y la muerte.



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