A UN AÑO DE LA INSURRECCIÓN BOLIVIANA
Por EL MILITANTE -
Friday, Nov. 19, 2004 at 1:44 PM
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Bolivia a un año del Octubre Rojo |
Hagamos un nuevo
Octubre para tomar el poder |
Autor : César Zelada Fecha
: ( 18-Noviembre-2004 ) Categoria : Bolivia
|
i papá
ha sido un héroe, ha dado la vida por el país, aunque yo veo que la
situación no ha cambiado mucho en el país desde Octubre del año
pasado. (Declaraciones de Rocío Atahuichi, hija de 16 años de
Luis Atahuichi, minero que murió combatiendo en El Alto, Bolivia.)
A un año de la gloriosa insurrección indígena, obrera
y popular que comenzó con la defensa del gas y que termino con la
fuga de Gonzalo Sánchez de Lozada, la insatisfacción de la clase
trabajadora boliviana por la irresolución de las demandas del
Octubre Rojo -no a la exportación irracional y por la
nacionalización de los hidrocarburos- siguen patentes, rompiendo la
tregua con Mesa, reflejando un nuevo ascenso de la lucha de clases,
que recomenzó con las jornadas del movimiento estudiantil y del
magisterio en Abril-Mayo de este año y que ahora, ha sumado su
primer muerto en la lucha de los campesinos cocaleros del Chapare.
Mesa en la ONU y la crisis de los partidos
burgueses.
Después de la ruptura de la tregua con
el Palacio Quemado, el oxigeno que le brindaran el globo del
tramparendum y Evo Morales a Mesa, el gobierno comienza a
desinflarse hasta marcar menos del 60% de apoyo popular en las
encuestas. Ésto debido en parte a la aplicación de medidas como el
Plan Nacional de Empleo y Emergencia –PLANE- que no ha podido
cumplir la promesa dar trabajo a los 360 mil jóvenes desempleados, y
por otro, por la continuación de la política de erradicación forzosa
de la coca. Es con este menguado respaldo que la Administración
Mesa, viaja a Washington para hacer buena letra y rendir cuentas
sobre el proceso revolucionario que se ha abierto en tierra Colla.
“ La presión social que tuvo Bolivia y la crisis de
Octubre, vinculada a la cuestión del gas, era mucho mas grave para
la seguridad jurídica que la propia legislación como tal” manifiesta
el mandatario, expresando la amenaza al poder político burgués.
Luego continua “la Ley de Hidrocarburos no será una imposición del
Estado boliviano, sino fruto de una negociación con las empresas
petroleras y todos los sectores sociales” respondiendo a la táctica
política capitalista del Dialogo Nacional Bolivia Productiva 2004
que tiene como objetivo, aplicar la “paz social” y las reformas
imperialistas, incorporación plena de Bolivia a las negociaciones
sobre el Tratado de Libre de Comercio (TLC) una vez el Congreso
promulgue la ley petrolera. Es por esta ultima razón, que Mesa fijó
el eje de su discurso en la cuestión de la mediterraneidad boliviana
emplazando a Chile a analizar el tema y prometió que Bolivia seguirá
utilizando los escenarios multilaterales para denunciar la negación
chilena a la búsqueda de una salida negociada al enclaustramiento
boliviano, tratando así de disipar la lucha revolucionaria de las
masas andinas. Sin embargo, los trabajadores bolivianos, saben que
la lucha contra Goñi fue parte de la lucha contra el sistema del
libre mercado que involucra al gobierno y a los partidos políticos
sistémicos.
Es esta razón, la que los ha llevado a
una crisis que incendia en llamas a los partidos empresariales. La
fracción gonista del MNR eligió a Mirtha Quevedo como nueva
ejecutiva, generando un entrampamiento en el aparato partidario.
Luego, varios dirigentes del Movimiento de Izquierda Revolucionario
–MIR- renunciaron al partido para participar en las “nuevas
agrupaciones ciudadanas” . Finalmente, el ex presidente y naipe del
imperialismo yanqui, Tuto Quiroga, renunció al partido Acción
Democrática Nacionalista -ADN- olfateando la crisis política, para
ahora salir a apoyar a los “movimientos ciudadanos”. Todos con miras
a ganar las próximas elecciones municipales de diciembre.
El MAS ganará las elecciones municipales como
instrumento político de la nación clandestina de trabajadores y en
rechazo al modelo neoliberal y el sistema político capitalista
“A estas alturas, nadie debería tener duda sobre un
hecho: Octubre, el de hace un año, además de provocar el
derrocamiento de un presidente constitucional, se llevó entre las
patas al conjunto del sistema político basado en los partidos
políticos....y la prueba más evidente es que el actual presidente no
tiene partido, no necesita acudir a ninguna militancia, y las
próximas elecciones prometen ser la encarnación del rechazo a los
partidos”, “el afortunado invento de las agrupaciones ciudadanas es
la consagración del acta de defunción de los partidos con su
organización, su historia, su ideología, sus principios y proyecto”
afirma Cayetano Llobet, ex militante del Partido Socialista y ahora
rabioso emenerrista (La Prensa, 03-10). Y en parte es cierto, ahora
todos los “lideres políticos” capitalistas como Paz Zamora empiezan
a apoyar a las nuevas agrupaciones ciudadanas como la Unión Social
de Trabajadores de Bolivia –USTB- donde Mateo Laura, militante
mirista, se postula a la Alcaldía de La Paz.
De igual
manera, el ex presidente Tuto Quiroga, viene respaldando a
candidatos que han renunciado a sus viejos aparatos partidarios como
el Alcalde de El Alto, José Luis Paredes, quien fue electo por el
MIR y ahora se presentará con una “agrupación ciudadana” a la misma
Alcaldía. El Tutismo, al que se lo ve como el contrincante político
del MAS, trata así de implementar un nuevo estilo de hacer política.
“Debemos refundar la política sin refundir la economía” declaro
alguna vez el niño mimado de Harvard (El juguete rabioso, 19-09). Y
ese es su proyecto político, continuar con la aplicación del
capitalismo en la tierra aymará. El barco se hunde y los agentes
políticos del imperialismo yanqui tratan de agarrar un salvavidas,
pero ya es demasiado tarde. El pueblo trabajador boliviano es sabio
y entiende que Tuto y los demás son parte del sistema que los ha
llevado a la miseria y la incertidumbre. Por esta razón, el pueblo
aymará y trabajador boliviano, al igual que el brasileño con el PT,
acudirá a las urnas el 5 de diciembre para votar por el MAS.
Esto último no quiere decir que el Movimiento
Indígena Pachacuti, que postula a la compañera ex barrendera y
gremialista Filomena Carrasco a la Alcaldía de La Paz, la Central
Indígena de los Pueblos Originarios del Oriente, el Movimiento 17 de
Octubre -M17- de Roberto de la Cruz, las “agrupaciones ciudadanas” o
los dirigentes gremiales como Raúl Ríos que después de realizar una
movilización de miles por la ciudad de Chuquiago Marka, lanzara su
candidatura, consigan una votación significativa, incluso ganaran
algunas alcaldías en los pueblos del Oriente. No obstante, el MAS
obtendrá la victoria, no por Evo Morales o sus dirigentes burócratas
y reformistas, sino por ser el instrumento político de los
trabajadores del campo y la ciudad. Los cocaleros, campesinos,
indígenas y obreros votarán por el MAS apropiándose de los rasgos
indígenas de Evo, porque ven en el movimiento su instrumento
político natural que les ha costado mucho sacrificio militante y
además, porque expresaran su rechazo al sistema político empresarial
y proimperialista.
Sin embargo, esta victoria será el
comienzo de la derrota de la política de la dirección del MAS como
alternativa de cambio social. Su estrategia política parlamentarista
de presionar al gobierno lacayo de Mesa para resolver la crisis
económica, su participación en las mesas del Diálogo Nacional y la
Asamblea Constituyente, sin trastocar estructuralmente la
transformación del Estado, lo conducirá sin reparos a la
conciliación constitucional, que ya en Octubre Rojo alejó la salida
revolucionaria, al continuismo del despeñadero, en el que hoy se
debaten tanto la oligarquía política, como el reformismo
progresista. La dirección del MAS, muy a pesar suyo, carece de una
alternativa revolucionaria al sistema capitalista, carece de aquello
de lo que sólo la clase obrera es capaz de crear, una estrategia de
poder. (En la entrevista concedida a Tiempos de Opinión de junio
pasado, éste le pregunta, -Evo, por qué lo apoya a Mesa?“...si él se
va ¿quién queda, Ormando Vacadiez?, la dictadura? No habría garantía
para las municipales...” )
Un nuevo Diálogo
Nacional con Asamblea Constituyente -AC- para frenar las luchas
Al igual que en la tierra andina y trabajadora
del Perú, donde el servil Toledo impulsa el Acuerdo Nacional, con la
participación de la fracción de derecha en la Confederación General
de Trabajadores del Perú para mantenerse en el poder, y a favor de
la Asamblea Constituyente, aquí el gobierno mesista se da la
política de convocar a un “nuevo” dialogo nacional que, así como el
pacto social del Goni, tiene como único objetivo lograr la “paz
social”. Ésto aunado a la convocatoria de la Asamblea Constituyente
para refundar el Estado de los empresarios y seguir explotando a los
trabajadores.
Varias organizaciones populares, entre
ellas la dirección del MAS, vienen haciéndose eco de esta consigna
burguesa, mostrando así la lógica política liberal con la que se
mueve. Lo que habría que decir es que la AC es una consigna
democrática capitalista que tiene como fin salvar el orden burgués
pro imperialista. Por esta razón es que Goni la convoco mientras
caía.
La AC en cambio, se debería plantear en
cualquiera de estas dos razones:
1. Cuando
salimos de una dictadura y están pendientes algunas tareas
democráticas como la libertad de expresión, organización, reforma
agraria, etc. 2. Cuando ésta ayuda a movilizar a los sectores
mas atrasados por las consignas socialistas.
Octubre
con su rojo horizonte refleja la magnitud de la crisis del Estado
capitalista por el que trasunta la arquitectura social boliviana. Es
un Estado que se cae a trozos. Octubre tuvo que ver con el gas, en
tanto y en cuanto, éste sirvió para traslucir centenarias
contradicciones y conflictos irresueltos, que aún quedan pendientes.
La balcanización del país parece devenirse. Un sector de la
burguesía intenta jugar la carta de la autonomía de las regiones
para seguir manteniendo su dominación, aún sea sobre sólo una parte
del país. Mientras la mayoría de los obreros y campesinos, la
mayoría indígena no siente ya ningún respeto por las instituciones
de este estado, no sólo por motivos de reivindicación cultural, sino
también porque han visto en la práctica y de forma descarnada a qué
intereses de clase responde.
Sin embargo, el pueblo
trabajador boliviano se movilizo en Octubre no por la AC, sino por
la defensa del gas. Por lo tanto, la Asamblea Constituyente es un
intento de darle un balón de oxígeno a la clase dominante boliviana,
refundar su Estado capitalista y darle fuerzas para golpear a
nuestra clase trabajadora.
En efecto, lo más
acertado, en términos auténticamente revolucionarios en esta
coyuntura, es la consigna de la Asamblea Popular -AP- planteada por
la COB, por el compañero Jaime Solares, Roberto de la Cruz y Miguel
Zubieta. Esta consigna, que entronca con las tradiciones
revolucionarias de 1971, hay que entenderla como la convocatoria a
un gran plenario nacional de delegados de cada fábrica, mina,
comunidad campesina, barrio, junta vecinal, universidad, etc.
elegidos y revocables en cualquier momento que se planteen la tarea
de tomar las riendas de la sociedad en sus propias manos. Por lo
mismo, es necesario pasar de la palabras a los hechos, hacer un
nuevo Octubre y organizar la AP con el objetivo de construir un
nuevo poder de los trabajadores que destruya el podrido y
desacreditado aparato estatal burgués.
Hagamos un
nuevo Octubre para tomar el poder
A un año de
Octubre la lucha de clases tiene un nuevo ascenso por la
irresolución de las demandas sociales. La Administración Mesa al
querer continuar las recetas de los Halcones de la Casa Blanca, con
la cuestión del déficit fiscal, la aprobación de una Ley de
Hidrocarburos amañada y la erradicación forzosa de la coca lo que
logrará es echarle mas leña al fuego. A la muerte de un compañero
cocalero en El Chapare, Mesa tuvo que trucar su agenda de viaje a
Washington y arreglar un convenio con Evo y la Federación de
Cocaleros por temor a un nuevo levantamiento.
Actualmente, la Ley de Hidrocarburos y el Juicio de
Responsabilidades (es decir el juicio a los asesinos de nuestros
compañeros cuando el Octubre Rojo) ha generado un impase entre el
Ejecutivo y el Parlamento. “El gobierno, Santa Cruz, Tarija y el MIR
rechazaron ayer el proyecto de Ley de Hidrocarburos que presento la
Comisión Mixta de Desarrollo Económico del Congreso y comenzaron a
movilizarse” dice el diario La Razón del 5 de Octubre expresando la
polarización que se vive dentro del propio parlamento producto del
ascenso de la lucha de clases. Luego, en su edición del 7 de
Octubre, La Razón declara ”El poder Ejecutivo ratifico ayer que la
cooperación internacional, reunida en la junta anual de gobernadores
del FMI y el Banco Mundial, advirtió con suspender su apoyo
económico al país si el Congreso llega a aprobar una ley petrolera
que afecte las inversiones, ponga en riesgo la seguridad jurídica de
las empresas e inviabilice las exportaciones de las reservas de gas
del país” manifestando la presión de los vampiros transnacionales
para apoderarse de los hidrocarburos bolivianos.
Sobre el juicio de responsabilidades habría que decir
que, al igual que en el Perú, Argentina o Brasil, la burguesía y el
Imperialismo luchan por la impunidad para sus agentes. En el
reciente juicio abreviado a Kukoc, éste simplemente aceptó su
culpabilidad y, el juez lo dejo libre después de penarlo con dos
años de cárcel y con el derecho al Perdón Judicial. Lo mismo les
ocurrió a varios que fueron parte del gobierno genocida de Sánchez
de Lozada.
Es por esta razón que los familiares de
los muertos y heridos de Octubre han convocado a varias actividades
para este octubre. Los propios cocaleros marcharon desde Caracollo a
La Paz el 11 de Octubre. La Coordinadora en Defensa del Gas, los
regantes, campesinos y otros sectores de Cochabamba llamaron a
marchas en defensa de los hidrocarburos, el 11 y 15 hacia la sede
del gobierno. La COB llamó a una movilización para el 15, y así los
gremiales, los comerciantes, los estudiantes, etc. han organizado la
gran marcha del Octubre Rojo.
Estamos a las puertas
de un nuevo auge de la lucha de clases de carácter reivindicativo,
pero como bien plantea los compañeros De la Cruz y Jaime Solares,
tiene que apuntar a la organización de la Asamblea Popular -AP-. Sin
embargo, para esta tarea histórica es necesario aprender las
lecciones de Febrero y del Octubre Rojo de 2003 y las de la rica
experiencia revolucionaria del proletariado boliviano. Hay que
construir una dirección auténticamente revolucionaria con un método
correcto hacia la vanguardia y el movimiento popular con el fin de
unificar en una sola organización a las decenas de miles de
activistas del movimiento obrero, campesino y juvenil para que
peleen por esta política en cada fábrica, comunidad o centro de
estudios hasta la victoria final.
¡Hagamos un
nuevo Octubre para la toma del poder! ¡La sangre
derramada jamás será olvidada! ¡Por la nacionalización de
los Hidrocarburos! ¡Por la derrota del Imperialismo
Yanqui! ¡Que vivan la revolución boliviana y venezolana!
¡Que viva la unidad andina y trabajadora de Bolivia,
Venezuela y Perú! ¡Socialismo o Barbarie! ¡Venceremos!
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