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Rosario: sin lengua ni voz
Por el ravino -
Friday, Nov. 19, 2004 at 4:45 PM
elravino@yahoo.com.ar
Rosario, miércoles 17 de noviembre de 2004.
Ese hombre está sentado sobre su olor hediondo, frente al Palacio Municipal, en pleno centro de Rosario. Babea el vino sobre la mugre linyera que lo acompaña. Saludarlo es tarea vana, el hombre mira pero prefiere dormir. El hombre es un día cualquiera de Rosario: sin lengua ni voz. Se babea. No sabe, no entiende, no se da cuenta que la ciudad suya está más linda. No precisamente porque tenga más río o se hayan recuperado líneas de ferrocarriles o recuperado el parque industrial; no, toda la belleza está en que por fin su sueño de ser ciudad capital se cumple. Hoy Rosario materializa la proeza de ser la "Capital Mundial de la Lengua Española". Al menos por cuatro días tendrá ese honor y gracias a él, se va a recorrer de 1200 agentes de seguridad, recitales gratuitos, visitantes del mundo hispano, presidentes que pagan 2.000.000 de euros, es decir, 500.000 euros por día, para que su esposa sea la presidenta honoraria del tercer Congreso de la Lengua Española. La ciudad está de fiesta, está bella, y aquel hombre que es la Rosario cuando Rosario es un puerto más, decide babearse en lugar de disfrutar del día soleado que acoje a los españoles, católicos y monárquicos.
En otros sitios, se lleva a cabo el primer congreso de LaS LenguaS, donde exponen problemáticas sobre la discriminación de laS lenguaS originarias de América e incluso del actual estado Español (lenguas vasca, gallega y catalana). Los reyes están encargados de no ver a Rosario que se hambrea decorado con cientos de banderas alusivas al congreso que vienen a inaugurar. Los reyes están encargados de ser reyes y dejar en claro que el castellano de Castilla es el que se debe hablar, que es Castilla la que manda y ordena y decide como los presidentes deciden sobre el destino de miles de euros por sobre el hambre de 20 millones de pobres.
Los periódicos locales hacen caso omiso a las portadas de los "grandes diarios nacionales" editados desde la Capital Federal, que muestran la visita del presidente Chino, que con un mal castellano, nos hizo confundir sobre la cantidad de dinero a invertir en este país. Aquí, en la "Capital Mundial de la Lengua Española", los periódicos se dedican exclusivamente en sus tapas al congreso que les cumplió el sueño dorado de ser capital. Esta Rosario está de fiesta y hoy habrá fuegos artificiales. Al monumento a la bandera lo iluminaron, lo rodearon de bonitas flores. Pero más allá, como un Rosario desagradecido, frente al Palacio Municipal que luce decenas de banderas argentinas recién compradas, un hombre desgasta sus energías durmiendo envuelto en baba. No habla, y sabemos que los ratones no comen lenguas, pero los poderes hegemónicos sí.
Desde algún lado una caravana de gentes de distintos puebloS, de distintas ciudadeS, de distintas orientaciones sexualeS, espiritualidadeS, étniaS y lenguaS, se han juntado para marchar con espejitos hasta el teatro El Círculo, donde el gobierno de Rosario gastó 3 millones de euros en refacciones, y decirle al rey de España que les devuelven los espejitos exigiendo que su reinado devuelva las riquezas que se robó.
Al tiempo, otra marcha estará para apoyar la visita del presidente de la república, pero esa marcha estará custodiada por personal femenino de tránsito y algún que otro policía, mientras que la de los espejitos estará custodiada por policías, bomberos y cuerpo de la infantería con sus escudos, cascos, bastones y obediencias debidas. La gente sólo insultará, solo insulta, solo insultó. Manifestó lo suyo y se fue. Siguieron con el encuentro de laS lenguaS, conociéndose, intercambiando información, construyendo la cultura de todas y de todos. Mostrando sus artesanías, sus cantos, sus risas, sus gracias hermano, querida hermana.
Cuando la televisión se vaya, cuando los medios periodísticos sean un recuerdo hasta la próxima, cuando el paso de los reyes y el presidente y su presidenta honoraria y los intelectuales que estudian el idioma hegemónico y dictan cómo y qué se debe decir sean apenas una efeméride más, Rosario volverá a Rosario, a sus villas, a su parque industrial venido a menos, a sus bares, a sus plazas de bancos con linyeras babeando el vino de la calle que le cortó la lengua y lo dejó sin voz.
la baba
Por el Rabino -
Tuesday, Jun. 28, 2005 at 3:18 PM
carogladys@hotmail.com
que tiene que ver este hombre con el congreso? y en la puerta de la Municipalidad, es normal ver gente de este tipo en toda la ciudad