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Venezuela:Ministro Ali Rodríguez, a Rodrigo Granda, militante revolucionario colombiano, l
Por Horacio Benitez -
Wednesday, Dec. 29, 2004 at 8:47 PM
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Sugerencias al Canciller Ali Rodriguez sobre el secuestro del militante revolucionario Rodrigo Granda, en Caracas por parte de un comando conjunto de mercenarios colombianos y miembros de la DISIP
Ministro Ali Rodríguez, a Rodrigo Granda, militante revolucionario colombiano, lo secuestraron en Caracas y lo entregaron amarrado en Cúcuta, a la policía fascista de Uribe Vélez.
Por: Horacio Benítez.
Cero y van dos, en veinticuatro horas. Para romper el prolongado “mutismo de las autoridades” (Dieterich), ahora, después de las declaraciones del Ministro del Interior y de Justicia, aborda el tema del secuestro de Rodrigo Granda Escobar en Caracas, por mercenarios de la policía colombiana en estrecha colaboración con miembros de la inteligencia, las Fuerzas Armadas Venezolanas y el “visto bueno de altísimas autoridades bolivarianas” (Calvo), el Canciller Ali Rodríguez quien ha dicho que “Colombia no ha enviado explicación alguna sobre las circunstancias en que fue detenido el representante internacional de las FARC”. “No hemos recibido, que yo sepa, ninguna observación del gobierno colombiano –al destaca las excelentes relaciones sostenidas en la actualidad-sobre este asunto”. Por la afirmación del funcionario, debe existir una comunicación oficial hacia el gobierno de Bogota solicitando las observaciones correspondientes y que la opinión publica debiera ya conocer, tal como ha ocurrido en otras circunstancias.
Al hilo de la argumentación de Dieterich, en su penetrante articulo “Preocupante silencio de las autoridades venezolanas sobre el secuestro de Rodrigo Granda” (Rebelión), es previsible el pronto pronunciamiento del resto de las autoridades tocadas por este execrable crimen: Ministerio de la Defensa, Fiscalia y Presidencia de la Republica.
Pronunciamiento que bien puede aludir a la descarada violación de la soberanía nacional por los mercenarios enviados por el gobierno fascista de Uribe Vélez, para raptar violentamente al militante revolucionario, en el céntrico lugar de Caracas que ya se sabe y cuando departía con un conocido periodista colombiano, bastante cercano al Ministro Ali; al trabajo estrecho en este operativo, entre miembros de la DISIP y el comando criminal del General Castro, Comandante de la Policía colombiana y ficha de los paramilitares; a los acuerdos secretos, para la fecha del secuestro, entre los Ministros de Defensa de Venezuela y Colombia, muy celebrados en Bogota y Washington, por sus alcances en la guerra imperialista contra las FARC y el ELN; a las garantías que debió brindarse a Rodrigo Granda, en momentos en que participaba en importantes eventos como la reunión de intelectuales y el segundo foro bolivariana; a la impunidad con la que el piquete viajo, en un montero azul donde se encontraba esposado el fugitivo, entre la Capital y Cúcuta, sin que en ninguna alcabala requirieran por el irregular hecho; y a la monumental contradicción entre los principios esenciales de la revolución bolivariana y su ética emancipadora con este tenebroso episodio, que hace recordar la guerra sucia colombiana, el exterminio de Pinochet, la bestialidad de los dictadores argentinos, el martirio guatemalteco y la guerra colonial contra la resistencia Iraki.
Es bien probable, Dr Ali, que desde Bogota no llegue una versión distinta a la ya entregada por el Comandante de la Policía y la Fiscalia: a Rodrigo Granda lo capturamos en un Hotel de Cúcuta, versión acomodaticia que pretende encubrir este aberrante hecho delincuencial.
Hoy, el líder revolucionario, esta en las mazmorras del régimen fascista de Uribe Vélez, sometido a los mas indescriptibles vejámenes y las mas insensatas presiones para que renuncie a sus sólidas convicciones comunistas y delate a sus mas entrañables camaradas de lucha popular, algo que jamás lograran de un ser superior como Rodrigo.
Por ahora, solo resta preguntar si quedan todavía reservas éticas y revolucionarias en aquellos que desde el liderazgo del proceso bolivariano debieran sobrepasar la impostura para denunciar, como un acto elemental de solidaridad, esta abominable vulneración de los derechos populares en la persona de Granda Escobar y en pleno corazón de la revolución bolivariana.
Maracaibo, 29 de diciembre de 2004.