Tilcara Municipio Indigena
Por Alba Silva - Thursday, Mar. 03, 2005 at 6:15 PM
asilva@Argentina.com

La declaracion de municipio indígena de Tilcara generó rechazos de organizaciones indígenas y la habitual indiferencia de los no indígenas frente a una medida inédita y novedosa de consecuencias abiertas.

Tilcara, Jujuy
De capital arqueológica a primer municipio indígena autodeclarado en la Argentina.
Tilcara, a 80 km de San Salvador de Jujuy y ubicada en el corazón de la quebrada de Humahuaca -Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad- se autodeclaró “municipio indígena” cuando el Enero Tilcareño, tradicional festejo anual que sirve de preludio al carnaval, comenzaba a 2400 metros de altura a comienzos de este año.
Tierra de gente kolla orgullosa, productiva y silenciosa y blancos que fueron llegando para hacer investigaciones y que, hechizados por la belleza y ritmo del lugar se fueron quedando en un pueblo que los aceptó sin preguntarles nada.
Tilcara, lugar en el que muchos aprenden que el carnaval es un verbo y donde murió Envar Cacho El Kadri un 19 de julio de 1998 (impulsor de la primera experiencia de guerrilla en el país desde las Fuerzas Armadas Peronistas FAP).
Ese “pueblo, no ciudad” como dice Félix Pérez, jefe comunal desde 1996 se convirtió en el primer municipio indígena de la Argentina.
La medida recibió críticas y rechazos y, mucha gente simplemente enmudeció porque esa acción carece de antecedentes. Tampoco hay “legislación” al respecto y se abrió un debate al interior de organizaciones indígenas que preguntan por las consecuencias de la medida, mientras algunos dicen para qué se necesita un título de lo que ya se es. Otros salieron a protestar porque la ordenanza 45 dispone la creación de un ente que controle y autorice el movimiento de fondos que puedan llegar al municipio del orden provincial, nacional e internacional. (Es posible que las protestas vengan por la redacción confusa de la norma que en su artículo séptimo indica “Para gestionar subsidio y donaciones de otras regiones sea Provinciales, nacionales o Internacionales, gestión de Tierras Fiscales al Estado nacional y Provincial y Creación de Dirección Indigenista Municipal.
El respeto a las Instituciones del Pueblo como esta Organizado en lo Cultural, Costumbres, Religión, Trabajo, Desarrollo Político y su Economía Regional.
Art.8: Se debe constituir un ENTE contralor con el concejo Deliberante y comunidades INDÍGENAS LOCALES, antes de gestionar se debe tener la previa autorización de esta Comisión para ser válida la gestión).
Ante este tema, Pérez mas conocido por sus vecinos como “el Diaga” precisa que “ese Ente –integrado por concejales e indígenas tilcareños- va a servir para controlarme a mí”, mientras ajusta con sus manos morenas un “trenzado” de fino cuero vacuno que terminará siendo una “tuquilla” (adorno para el sombrero). Se refiere a que todos los actos que pueda impulsar el ejecutivo local deberán contar con el refrendo del nuevo organismo a punto de crearse.
Sin embargo la preocupación central del intendente tilcareño es el tema de la identidad, asegurarla por todos los medios, ahora que Tilcara se ha convertido, al igual que el resto de sus hermanas de la quebrada, en objetivo de inversores dispuestos a pagar fuertes sumas en la zona para obtener mas temprano que tarde ganancias.
¿Se trata de eso? de cómo los tranquilos pastores y vallistos que cada mañana apuran su “api” (desayuno andino) y salen con sus animales a pastar, duermen entre cueros por donde los encuentre la noche y aprenden desde niños a entonar coplas puedan ver cambiadas sus costumbres. Esos que son devotos de la virgen y la pachamana y a la que dedican todo sacrificio posible podrían olvidar en dos generaciones esa relación con su entorno? Apenas humanos en un paisaje que se despliega apabullante frente a cualquiera.
La llegada masiva de turistas dispuestos a engullirse el “landscape and the culture” hace prever que mucho va a cambiar en la quebrada y el miedo de la gente kolla es a una nueva invasión que los despoje de sus hábitos y sus tierras. “No queremos terminar cantando coplas por monedas nosotros los dueños y hacedores del Patrimonio de la Humanidad”, dijo a esta cronista una puneña poco antes de la toreada en Casabindo en agosto pasado.
¿Servirá la medida del intendente de Tilcara para algo? ¿Porqué aún sus pares de la quebrada y la puna no se han pronunciado en sintonía...? La personalidad de Pérez parece explicar en parte esa soledad: se le ocurrió, lo charló con los concejales y avanzó. Después mandó la información del hecho consumado a todos los niveles estatales. Ahora habrá que ver como sigue y que efectos tiene en los hechos.
Mientras tanto y a nivel de la provincia se creó días pasados la
Unidad de Administración del Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad: “se va a abrir la oficina de Administración de la Quebrada, Patrimonio de la Humanidad, para que la información sobre el Sitio esté a disposición de todos, con los documentos propios de la UNESCO, las Convenciones, los documentos de descripción, la reglamentación legal que rige en la Quebrada, la regulación del paisaje protegido, de uso del suelo, de manera tal, que quien quiera conocer el tema o hacer una obra o encarar algún emprendimiento, tendrá un espacio de consulta y asesoramiento constante”. La pregunta siempre es la misma, a quién pertenecen y quién planifica qué hacer con los recursos naturales. Nosotros o ellos.

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