Elecciones en el paìs Vasco
Por EL MILITANTE -
Friday, Apr. 15, 2005 at 6:15 AM
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17 de abril: Elecciones en Euskadi
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Luchar por el
socialismo, el único camino para poner fin a la opresión nacional y
de clase |
Autor : Pilar Ramírez Lz. de
Abetxuko - Periódico Ezker Marxista - Bizkaia Fecha : (
14-Abril-2005 ) Categoria : Europa
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espués
de que el Parlamento de Madrid rechazase el pasado 1º de febrero el
Plan Ibarretxe el Ejecutivo vasco convocó inmediatamente las
elecciones autonómicas para el próximo 17 de abril, un mes antes de
lo previsto. Tras la ilegalización de la izquierda abertzale con la
Ley de Partidos y la prohibición por el Tribunal Supremo de la
llamada candidatura blanca Aukera Guztiak, alegando que es un
“complemento y legitimador de ETA”, el resto de los partidos se han
apresurado a hacer sus cálculos electorales. Así, una primera
consideración es que las elecciones autonómicas del 17 de abril van
a dar lugar a una cámara no representativa.
Como
analizamos los marxistas, el PNV presentó el Plan Ibarretxe para
evitar que la ilegalización de la izquierda abertzale se convirtiese
en el epicentro político en Euskal Herria. De hecho le ha permitido
aparecer como víctima del centralismo y de los jueces y del Tribunal
Constitucional y como el abanderado del “derecho a decidir de los
vascos” mientras en el terreno social llevaba recortes drásticos y
privatizaciones, como con el decreto educativo 0-3.
A
pesar de la insistencia de Ibarretxe en que Batasuna debería ser
legalizada para poder presentarse a los comicios y de recibir a
Aukera Guztiak diciendo que se anula por una decisión política de PP
y PSOE, la realidad es que en estas elecciones el PNV trata de
atraer los votos de la izquierda abertzale y lograr la mayoría
absoluta, al desaparecer los 7 escaños que ocupaba la ilegalizada
formación en el Parlamento Vasco. De esta manera el PNV podría
negociar en una posición de fuerza una nuevo estatuto -con el que
sacar más ventajas para la burguesía vasca- y atacar a la clase
trabajadora.
Divisiones en la izquierda
La derecha derrotada en elecciones generales hace
ya un año no ha dejado de trasladar las presiones al Partido
Socialista para que continúe su política en todos los terrenos,
también en el de la cuestión nacional.
El intento del
PP de impedir el debate del Plan Ibarretxe en el Parlamento y de
ofrecer un pacto al PSE-PSOE en Euskadi para gobernar, intentando
polarizar más aún la situación, de momento no ha dado todos los
resultados que quisiera la derecha española.
La
experiencia del PSOE en las anteriores elecciones, con un
identificación tan clara con el PP, no le reportaron buenos
resultados electorales, llegando incluso a perder alcaldías en la
Margen Izquierda (tradicional granero socialista) a favor del PNV,
como fue el caso de Sestao.
El “va a ser que no” de
Patxi López, como respuesta a María San Gil sobre posibles pactos en
Euskadi con el PP tras los comicios, y el anuncio de la reforma del
estatuto por consenso responden a un intento de desmarcarse de la
derecha en estas elecciones. La presión social que derrotó al PP en
las pasadas elecciones también tiene que ver con este giro,
fortaleciendo a los sectores encabezados por Patxi López frente los
dirigentes más a la derecha dentro del PSOE como Bono, que acaba de
dar un ascenso póstumo a Ynestrillas.
No obstante,
ese cambio, que de momento afecta más a las formas que al fondo,
está tremendamente lastrado por años de colaboración con la derecha
y compromiso con la burguesía con relación a la cuestión nacional.
Por su parte, el coordinador general de Ezker Batua,
Madrazo, ha dicho que no reeditará un Gobierno tripartito con PNV y
EA en el caso de que la coalición nacionalista alcance la mayoría
absoluta y que sí entrarían si los votos de EB “son determinantes” y
“pueden influir en ese Gobierno”. Aunque ha acusado al PSOE de estar
subordinado al PP por el Pacto Antiterrorista lo cierto es que su
participación en la última legislatura no ha hecho que el Gobierno
Vasco “girase a la izquierda”, ni siquiera que se haya solucionado
el problema de la vivienda, que era el departamento que ocupaban. Su
participación en el Gobierno vasco sólo ha servido para dar un aire
progresista a la política de derecha del PNV, comprometiendo al EB
en los ataques sociales desatados por la burguesía vasca.
La dirección de Batasuna, viendo la estrategia de
usurpación del PNV, ha tratado de entablar un contacto directo con
el Estado, a través de la carta dirigida a Zapatero, para dar una
solución al conflicto. Su actividad está ahora centrada en el
llamado Acuerdo Democrático de Base, estableciendo una Mesa donde
participen todos los agentes sociales en torno a la construcción
nacional. El problema de buscar acuerdos con el PNV o negociar con
el Estado reside en que la dirección de Batasuna siente una profunda
desconfianza en la capacidad de la clase trabajadora para
transformar la sociedad y conquistar los derechos democráticos,
incluido el derecho de autodeterminación para las nacionalidades
históricas. Las acciones de ETA y el sectarismo tan sólo han
posibilitado que el Partido Popular creciese y que pudiesen impulsar
todo tipo de leyes regresivas y recortes de los derechos
democráticos que han conducido finalmente a la ilegalización de la
izquierda abertzale, una medida impensable hace dos o tres décadas.
Pero la alternativa a los métodos de ETA no puede ser la
capitulación ante la burguesía sino la lucha revolucionaria, basada
en la acción consciente y organizada de las masas trabajadoras.
Recorte drástico de los derechos democráticos
En medio de este proceso contra la izquierda
abertzale la burguesía está aprovechando para recortar derechos
democráticos a los jóvenes y a la clase trabajadora, atacando
derechos fundamentales como el derecho de asociación, reunión,
manifestación y expresión.
Los casi 600 años de
cárcel que se piden a 40 jóvenes de Jarrai-Haika-Segi por parte de
la Audiencia Nacional forman parte de esta campaña de
criminalización contra la izquierda abertzale. No se juzga a estos
jóvenes por su participación en acciones de violencia callejera sino
por su pertenencia a estas organizaciones, por haber participado en
reuniones o haber hablado en ruedas de prensa. Para ilustrar como se
están pisoteando los derechos jurídicos de los detenidos el proceso
está saturado de irregularidades, traducciones al euskera
incorrectas y bases acusatorias que no tienen cabida en el código
penal.
De la misma forma, la candidatura Aukera
Guztiak, con el aval de 30.000 firmas, se ha tratado de vincular con
ETA utilizando los argumentos más increíbles por parte del fiscal
del supremo, Conde Pumpido; por ejemplo que fuese asesorada por
Iñigo Iruin y Jone Goirizelaia, antiguos abogados de Batasuna o que
para la presentación de dicha plataforma se hubiese utilizado el
correo electrónico de la antigua organización ilegalizada. La
candidata por el PP, Maria San Gil, llegó a decir que “incumplía la
cuota femenina” y el PSOE que tenía que condenar expresamente a ETA.
Han utilizado todo tipo de “pruebas” obtenidas ilegalmente y
cotejado policialmente a los 30.000 firmantes para decir que tiene
apoyo de sindicalistas de LAB o accionistas de Gara, o que algunas
de ellas en alguna ocasión han participado en una charla de HB,
incluso que había firmado Jon Idígoras, que en ese momento estaba
hospitalizado. Con el ahínco y la arbitrariedad con el que el Estado
cercena los derechos democráticos más elementales la derecha ya se
ha apresurado a exigir que se ilegalice la candidatura del Partido
Comunista de las Tierras Vascas en plena campaña electoral, a pesar
de haber pasado todos los filtros y no haber encontrado ninguna
“prueba” para invalidarla. De ilegalizarse estaríamos ante un nuevo
y sangrante atropello a los derechos democráticos.
La alternativa pasa por la movilización de masas
Los marxistas defendemos incondicionalmente el
derecho de autodeterminación para Euskal Herria, si bien la defensa
de este derecho no implica el apoyo a la separación. Creemos que la
independencia en un marco capitalista sería más formal que real, y
desventajosa para los intereses de la clase obrera. La alternativa
pasa por conseguir la unidad de la clase trabajadora por encima de
fronteras nacionales para luchar por una Federación Socialista de
Nacionalidades Ibéricas como un primer paso hacia una Federación
Socialista de Europa y Mundial que ponga en el primer punto del
orden del día el progreso y el desarrollo del género humano en toda
su potencialidad, sin guerras, estados, violencia, opresión nacional
y de clase, hambre y explotación.
Como ante cualquier
consulta electoral, la clase trabajadora y la juventud debemos
cerrar el paso a la derecha no dando ni un solo voto al PP o al
PNV-EA. Pero la idea de que votar a los partidos de izquierda no
basta, que hay que luchar por la transformación socialista de la
sociedad, se revela más verdadera que nunca.
El
imperialismo y la burguesía de todos los países tratan de hacer
retroceder la rueda de la historia, quieren hacer que la clase
trabajadora del mundo entero vuelva a las condiciones de explotación
de los albores de un sistema, el capitalista, que está ya
completamente caduco y degenerado. Las masas en Venezuela ya han
abrazado el camino de la revolución, y son conscientes de que para
triunfar hay que extenderla al resto de América Latina y del mundo.
Los cambios sucedidos tras el 11-M colocan a la clase obrera y a la
juventud en Europa, en el Estado Español y muy en particular en
Euskal Herria en la línea de salida de un proceso similar, en un
futuro no muy lejano. Es preciso dotarlas de un programa
revolucionario para transformar la actual sociedad en una sociedad
socialista. Esa es la tarea que nos marcamos los marxistas
internacionalistas, agrupados en Ezker Marxista y El Militante.
Visita la web del periódico marxista vasco:
www.ezkermarxista.org y lee el especial sobre las elecciones.
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