Repuesta del Chaqueño Palavecino a La Voz del Interior y/o José Acho y otros : Argentina Indymedia (( i ))

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Repuesta del Chaqueño Palavecino a La Voz del Interior y/o José Acho y otros
Por Dr. Marcelo E. Arancibia - Monday, Jun. 06, 2005 at 1:42 PM
dr_arancibia@hotmail.com 0387-4211379 Hipólito Irigoyen N° 79

Repuesta del Chaqueño Palavecino a La Voz del Interior y/o José Acho y otros

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Salta, 06 de junio de 2005.-

Sr. Sergio Carreras
Redacción del Diario
La Voz del Interior OnLine
scarreras@lavozdelinterior.com.ar

En mi carácter de abogado del Sr. Oscar Esperanza Palavecino, conforme Poder General para Juicio, anotado ante la Escribana Pública Nacional Norma Mabel Caprini, cuyas copias, para debida nota, acompaño y expreso que el mismo tiene vigencia, me dirijo en su nombre y representación a Ud., en su condición de redactor de la página de fecha 3 de Junio del año en curso, titulada “Chaqueño Palavecino en conflicto con Indígenas”, con el siguiente propósito y con el respeto que Ud. y el prestigioso diario de nuestro país La Voz del Interior se merecen.
En relación a la mencionada nota, en primer lugar debo manifestar que el Sr. Oscar Esperanza Palavecino (Chaqueño Palavecino) no desposeyó tierra alguna, las que según el contenido de vuestra nota, fueron y son reclamadas por indígenas de comunidades cercanas a la ciudad salteña de Tartagal, mucho menos es propietario bajo título alguno de mil (1000) hectáreas en el chaco salteño, ubicadas a dos kilómetros de la Ruta Nacional 34, que limitaría con el Río Tartagal y comenzaron a ser alambradas en el año 2003. Le expreso con toda veracidad y responsabilidad que dichas tierras así referenciadas, son totalmente desconocidas bajo título alguno por mi representado, y ello es sumamente fácil de establecer y determinar con el solo hecho de solicitar el correspondiente informe a la Dirección General de Inmuebles de la Provincia de Salta, y por medio de dicho acto informativo se podrá fidedignamente comprobar nuestras aseveraciones. Para facilitar dicho trámite, acompañamos la dirección de dicho Ente que se encuentra ubicado en calle Mitre 635 de la ciudad de Salta Capital.
Mi poderdante jamás, hasta el día de la fecha, fue notificado de reclamos realizados hacia su persona, y en relación a las tierras de referencia por aborígenes de las comunidades Wichis, Chorotes y Chiriguanos, que habitan en los poblados Misión Cherenta y Misión Chorote. Para el conocedor de la geografía de los mencionados lugares, saldrá a la vista que las misiones anteriormente mencionadas, no se encuentran ubicadas a dos kilómetros de la Ruta Nacional 34 ni mucho menos limitan con el Río Tartagal, por lo tanto resultan falaces, calumniosos e injuriosos dichos comentarios, y ello es fácilmente de comprobar con un simple estudio de planimetría en dicha región que bien puede constatarse a través de estudios aéreos y/o satelitales.
En relación a José Acho, a través de su publicación en la página de internet Salta Libre, será el mismo en responder ante la Justicia y la misma dar su veredicto, informándole que en la denuncia correspondiente también incorporaremos en la prueba pertinente su persona y la página cultural que Ud. escribió y hace referencia.
En relación a dicha persona, podemos decir que le hemos enviado, conforme Carta Documento Nº CD52916343-7AR, con el correspondiente Aviso de Retorno, una intimación a la cual no respondió, no obstante, le reiteramos, será la Justicia la encargada de dirimir dichas expresiones. Ya tendrá José Acho la oportunidad de hacer valer todo y cada uno de los derechos de las informaciones que dice tener, y que a través de su nota, manifiesta una compilación de informaciones.
Es nuestra intención, sin que esto signifique limitación alguna al constitucional derecho de informar, pedirle respetuosamente a Ud. y al diario al cual representa, que no se hagan eco de palabras injuriosas, calumniosas y que tienen o pretenden tener como único objetivo el descalificar indebidamente a mi representado ante la gente a la cual se debe. Sabe Ud. que Oscar Esperanza Palavecino es simplemente un cantor, respetuoso, sufrido, salido del Chaco Salteño, mas precisamente del desolado “Rancho El Ñato”, que tanto quiere, puesto que allí, desde inmemoriable tiempo atrás, vivieron sus antepasados, y él, con la humildad de querer su terruño, siempre regresa, como debe ser, como uno más y con el alto honor de ser querido por su pueblo y con el agradecimiento eterno a Dios y a sus seres queridos que desde el mas allá lo guían o protegen. Regresa siempre preocupado por la necesidad de su gente, sin hacer diferencia de raza, credo, política o religión, regresa, en síntesis, a devolver como lo hace adonde puede, parte de lo que obtuvo en la vida, pero siempre en silencio y sin contraprestación alguna. Y de ello, quienes lo conocen, podrán dar fe.
Hoy, por inconfesables designios, se ve involucrado en una situación que será la Justicia la encargada de dirimir, pero no escapará a vuestro criterio que manifestaciones tan salidas de la realidad, no dejan de causar un daño social y moral irreparable. Es por ello que nos comprometemos a enviarle toda la documentación judicial pertinente, y por ende el fallo, no obstante a ello le pedimos mesura y responsabilidad en dicho tratamiento. Como así también lo instamos a chequear la información con el fin de evitar males y desprestigios mayores. Desde ya me pongo a su disposición para todo lo que Uds. consideren necesario, a vuestra disposición. Le hago saber que reitero todos y cada uno de los dichos que contiene la Carta Documento, cuya imagen adjunto en archivo, enviada sin respuesta alguna, a José Acho. También podrá consultar al IPPIS (Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta) en relación hacia el Sr. Oscar Esperanza Palavecino, si se le formuló acusación por parte de comunidades indígenas, de pretender apropiarse de tierras de los mismos, y si fue notificado por la mencionada institución. También acompaño nota del diario El Tribuno en la que figura entrega de las tierras por parte del Gobierno (Decreto Nº 461 del 24 de Noviembre de 1.999) a aborígenes y criollos del Lote Fiscal 55, en su contenido verá que Oscar Esperanza Palavecino no fue beneficiado en absoluto mas que en participar como un hijo mas de esa tierra y sentirse feliz por la sana convivencia entre criollos y aborígenes. Le envío también Carta Documento a Ernestina Herrera de Noble, en su condición de titular del Diario El Clarín.
Oportunamente se demostrará si José Acho está incurso en el art. 73 inc. 1º del Código Penal por delitos de Injuria, art. 110, en función de los arts. 40, 41 y 54 del Código Penal, art. 14, 424 y concordantes del Código de Procedimientos Penales de la Provincia de Salta; y art. 29 inc. 1 y 3 del Código Penal, y arts. 931, 1067, 1068, 1069, 1072 1077, 1078, 1083, 1096, 1099 del Código Civil.
Me permito decir, conforme jurisprudencia, que: “La Calumnia requiere para su configuración, que medie absoluta falsedad objetiva en la imputación, o que de existir una situación fáctica real, se la revista de circunstancias falsas que alteren su naturaleza, haciéndola aparecer como delictuosa, cuando no lo es”. (Calumnias e Injurias. Silvina Catucci. Editorial Ediar, Página 140).
“El dolo en los delitos contra el honor, es el común, directo o eventual, no siendo necesario un ánimo especial, ni la intención específica de vulnerar el honor del agraviado con el particular objetivo de deshonrarlo. Basta con que sepa el autor que su manifestación es objetivamente desacreditante, o que incluye la comisión de un acto ilícito en el supuesto de calumnias”. (C.N. Crim. Sala 3ª, C. 28.20 Lederman Mauricio. 27/11/90).
El art. 110 del Código Penal tipifica la injuria como: “El que deshonrare o desacreditare a otro...”. Deshonrar es ofender a una persona mediante una referencia deshonrosa, y desacreditarla implica restar el crédito y reputación. Como vemos a través de todo lo expresado en la nota las imputaciones vertidas en la misma no permiten dudar de la intención difamatoria de quien, a nuestro entender, se personifica en José Acho, dado que al exteriorizar con total vaguedad y sin el más mínimo elemento probatorio alguno que Oscar Esperanza Palavecino se haya apropiado de tierras pertenecientes a la comunidad indígena ha mostrado el daño objetivo producido y la lesión subjetiva que pueda experimentar una persona de bien, con trayectoria en nuestra provincia, nación e internacionalmente, por lo tanto la ofensa a la honra y al crédito, fama o reputación que ostenta mi defendido de una manera delictiva, ha ofendido a su persona el Sr. Acho, además ha demostrado, y esto será comprobado con todo el rigor de la Ley su real malicia, instando de la manera mas temeraria a honorables periodistas y diarios de trayectoria histórica (Clarín, La Voz del Interior) a hacerse eco de sus falaces imputaciones. Por ello le pedimos, reiterando nuestro respeto, no reproduzcan información u opinión falsa y con evidente “real malicia”. Tenemos suficiente prueba de la falsedad y esto lo demostraremos. El caso que tratamos no se trata de una mera opinión, son hechos puntuales, acusaciones y reiteración de acusaciones, las cuales probaremos su falsedad y demostraremos el agravio a que es sometido. No se puede ni se debe seguir fomentando expresiones falsas, tendenciosas que causan una “verdadera lesión a valores tan preciados como la integridad moral y el honor”. El pretendido menoscabo, como cualquier ser civilizado, lo buscaremos en la Justicia, a la cual nos someteremos como a la Ley misma.
Sr. Sergio Carreras, mi representado es una persona sincera, abierta a todo diálogo, respetuoso de toda información acorde a la realidad, respetuoso de toda opinión, ideas o críticas a través de medios lícitos, como debe y tiene que embanderar la libertad de prensa, que no es otra cosa que la esencia a la naturaleza en estado libre. En otras palabras, todo hombre tiene derecho a publicar las opiniones que le parezcan, prohibírselo implicaría destruir la libertad de prensa, esa teoría doctrinaria de Juan A. Gonzáles Calderón es la que siempre tendrá como bandera un humilde cantor conocido por el pueblo como el “Chaqueño Palavecino”, pero tampoco este respeto implica subyugar sus derechos, si lo que se publica es dañoso, de marcado contenido temerario, puesto que compartimos la tesis fundamental de que la prensa no goza de impunidad sino de seguridad por la función que desempeña. No es nuevo decir que la difusión de noticias u opiniones agravantes configura un hecho ilícito que genera responsabilidades, y así, en reiterados fallos se pronunciaron nuestros máximos tribunales y existen abundantes jurisprudencias de ello.
Junto a Oscar Esperanza Palavecino decimos que creemos, por el momento, en que Ud., con la mejor buena fe y sin malicia alguna, reprodujo injuriosos y calumniosos dichos y con el fin de que se aclare esta situación en relación a Ud. y al matutino al cual presta servicio, nos ponemos a vuestra disposición y así dejar aclarado todo lo concerniente a este delicado tema.
Me despido no sin antes hacerle saber el respeto al matutino La Voz del Interior y a todo su personal pidiéndole disculpas por ciertas consideraciones que específicamente y muy probablemente no vengan al caso, pero que la consideramos importante de una manera genérica y que le servirá para un profundo análisis, reflexión y conclusión del tema tratado, añadiendo además una frase de Thomas Jefferson: “Quisiera yo vivir mas bien en un país que no tuviera gobierno y tuviese periódicos, que en un país que no tuviera periódicos y no tuviera gobierno”

Dr. Marcelo Eduardo Arancibia
Mat. Profesional N° 429
D.N.I. 11.538.691