Sobre la condonaciòn de deuda a paìses del tercer mundo.
Por EL MILITANTE -
Tuesday, Jul. 05, 2005 at 2:56 PM
EL MILITANTE -
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Condonación de la deuda a los países
pobres en la cumbre del G8 |
¿El primer paso
hacia una solución real o un ejercicio “ingenioso” de lavado de
imagen? |
Autor : Fenia Van den Brande
y Wim Benda Fecha : ( 05-Julio-2005 ) Categoria :
Internacional
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sta
semana nuestras pantallas de televisión y radio estarán inundadas
por una campaña masiva para intentar convencernos de que las
superpotencias realmente son grandes salvadores. Con gran
ostentación, durante la cumbre del G8 Blair y Bush es probable que
condonen las deudas de algunos de los países más pobres. El G8 está
formado por EEUU, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Japón, Italia,
Canadá y Rusia. Con la ayuda de toda una serie de “progresistas”
intentarán lavar su imagen que durante los últimos años ha quedado
muy dañada. El 10 de junio el ministro de economía británico,
Gordon Brown, anunció que el G-8 condonaría las deudas nacionales de
los 18 países más pobres del mundo y que son: Benin, Bolivia,
Burkina Faso, Etiopía, Ghana, Guayana, Honduras, Madagascar, Malí,
Mauritania, Mozambique, Nicaragua, Senegal, Tanzania, Uganda y
Zambia (en el sentido estricto de la palabra estos no son los 18
países más pobres del mundo). Estos países no tendrían que devolver
sus deudas al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Mundial
ni al Banco Africano de Desarrollo. Muchas organizaciones de
caridad ven estos 33.900 millones de euros como un paso en la
dirección correcta para resolver los problemas de la pobreza
mundial. Los medios de comunicación hablan de “paso histórico”. Los
llamados “progresistas” elevan a Blair, Brown y Bush a los altares.
¿Qué vamos a pensar cuando el cantante de U2, Bono, describe a Tony
Blair y Gordon Brown como los “Juan y Pablo de la etapa de
desarrollo global”? Después de su conversación con George W. Bush,
Bono dijo al mundo que el presidente estadounidense es “apasionado y
sincero” al querer resolver el problema de la pobreza mundial. Bob
Geldof, el otro gran eje de la batalla de las superestrellas contra
la pobreza, incluso piensa que el cowboy tejano “ha hecho más por
África que cualquier otro presidente estadounidense”. ¡Hay que tener
estómago para decir esto! Lo que hace a Bush y Blair realmente
“apasionados y sinceros” en la solución de la pobreza mundial es su
capacidad de poner en movimiento a estas superestrellas para su
propia gloria y para la continuación de su política destructiva en
interés de los ricos. En realidad, esta concesión por parte de las
superpotencias para condonar unas cuantas deudas es sólo una
maniobra que les permitirá continuar desvergonzadamente con su
política neoliberal. Después de todo Bush y Blair tienen un pequeño
problema, con su política han llenado los bolsillos a un puñado de
capitalistas, esto les permitirá una generosa pensión procedente de
los innumerables consejos de administración de las grandes empresas
después de que terminen sus carreras políticas, sin embargo, no se
dan cuenta de que esta condonación de la deuda puede actuar como un
impulso para un renovado movimiento contra el imperialismo. La
opinión pública es ahora mucho más crítica debido al resultado de la
guerra en Iraq. De ahí que quieran lavar su imagen, con una
impresionante campaña propagandística, con la condonación de la
deuda.
Un lavado de imagen
En
realidad, como ha ocurrido con anteriores promesas del G-8, más
tarde se “olvidarán”. El principal objetivo ya se ha conseguido: la
gente normal tendrá la impresión de que los líderes mundiales pueden
cuidar de los pobres. Lo que se ha anunciado con tanta pompa en
realidad se trata de una minúscula cantidad de dinero. La deuda
nacional conjunta de los 18 países más pobres son 33.900 millones de
dólares, mientras que el año pasado el gasto militar mundial alcanzó
el billón de dólares. En otras palabras, no es más que una tormenta
en una taza de té. Además, estas deudas están totalmente
injustificadas porque estamos hablando de deudas nacionales
contraídas y mantenidas con Gran Bretaña y EEUU entre otros, y que
ahora asumen la imagen de grandes benefactores. En los años sesenta
la mayoría de los países coloniales se “independizaron”. Ya no
estaban sometidos al control militar de sus colonizadores sino que
quedaron sujetos a una forma de control mucho más agresiva, el
control económico. La clase capitalista en estos países era (y aún
lo es) muy débil y depende totalmente de sus maestros imperialistas.
Las superpotencias “otorgaron” a sus antiguas colonias un préstamo
combinado de 59.000 millones de dólares con un tipo de interés que
no bajaba del 14 por ciento. Durante la gran crisis energética de
los años setenta, muchas instituciones occidentales ofrecieron de
nuevo una cantidad enorme de dinero a los países ex–coloniales.
Debido a la enorme corrupción muchos de estos fondos, que
supuestamente debían estimular la economía, acabaron en las cuentas
bancarias privadas en Suiza de los dictadores que mantenían unas
buenas relaciones con occidente. Utilizaron este dinero para su
prestigio y para la expansión de sus ejércitos para que defendieran
su riqueza. Con la ayuda incondicional de las empresas occidentales
pudieron llenarse los bolsillos y la cantidad no era una miseria.
Hoy este proceso todavía está en el orden del día. Los fondos
belgas para el desarrollo, por ejemplo, financian principalmente a
las empresas belgas que presionan para conseguir contratos en el
Congo. La construcción de carreteras sirve a los intereses de los
grandes gigantes económicos. En palabras de Eduardo Galeano, la red
de carreteras se extiende como los dedos de una mano que saquean la
tierra para el beneficio de las multinacionales occidentales. Las
multinacionales también han conseguido mucho dinero a través del
tráfico de armas. Blair y Brown pueden presentarse como los
salvadores, pero el tráfico de armas británico a África supone más
de 1.500 millones de euros, ¡se ha triplicado desde 1999! La
población de los países ex–coloniales no ve nada de estos préstamos
y además debe pagar con medidas de austeridad y ataques a los
servicios de sociales. Malawi paga más en intereses por sus deudas
que lo gastado en sanidad, a pesar de que el 15 por ciento de su
población está infectada con el VIH. Desgraciadamente para ellos no
están en la lista de los 18 “afortunados” cuyas deudas serán
condonadas. Sin embargo, Malawi todavía pudo comprar armas a Gran
Bretaña el año pasado por valor de casi 3.6 millones de libras (The
Observer, 12/6/05). Desde los años ochenta estos países han estado
pagando casi exclusivamente los intereses de sus préstamos. Nigeria,
por ejemplo (que tampoco está en la lista de los 18 “afortunados”)
pidió prestados 5.000 millones de dólares hasta 1985. Mientras
tanto, ha tenido que pagar 16.000 millones de dólares y todavía debe
aproximadamente 28.000 millones de dólares. El G-8 cancela deudas
que ya hace mucho se pagaron.
Ayuda condicionada
Estos países llevan muchos años oprimidos por
unos tipos de interés monstruosamente elevados. Esto ha provocado
profundas heridas que no sanarán con 33.900 millones de euros.
Durante años, el pago de la deuda sirvió para recortar los servicios
sociales. En algunos países el dinero gastado en servicio de la
deuda fue nueve veces más elevado que el dinero gastado en sanidad,
educación, etc., En Camerún (de nuevo un país que no figura entre
los “afortunados”), por ejemplo, la proporción es 4 por ciento para
los servicios sociales frente al 36 por ciento para pagar el
servicio de la deuda (cifras publicas por el Comité para la
Abolición de la Deuda del Tercer Mundo). Como consecuencia de esto,
los servicios sociales y médicos son muy escasos, a esto además se
añade el elevado precio de las medicinas. Enfermedades que en
occidente se curan, arrebatan la vida a millones de personas en el
Tercer Mundo. Cada año mueren 611.000 personas debido al sarampión,
la malaria mata cada año a 1,3 millones de personas y la
tuberculosis a 1,6 millones. Cada años 1,8 millones de personas
mueren por diarrea. El embarazo provoca la muerte de 2,5 millones de
mujeres y 2,8 millones de personas mueren por las complicaciones
provocadas por el SIDA y el VIH. Las infecciones bronquiales matan a
4 millones de personas. Todas estas muertes son fáciles de evitar.
En total, 15 millones de personas mueren cada año por la única razón
de que son exprimidos por un puñado de ricos banqueros. Esta
extorsión se supone que ahora terminará. Pero nada más lejos de la
realidad. La deuda es un círculo vicioso. Sin duda por cada deuda
cancelada habrá nuevas deudas que pagar. Después de todo, estos
países permanecen encadenados por grilletes al imperialismo.
Normalmente dependen de la exportación de uno o dos productos, con
el consejo del FMI y el Banco Mundial, a quienes “por coincidencia”
también deben dinero. Estas instituciones internacionales utilizan
la existencia de la deuda como una excusa para imponer una política
en interés de los grandes propietarios. En esta ocasión las cosas no
serán diferentes, como ha dicho el G8 sólo cancelarán las deudas de
estos 18 países con la condición de que se eliminen todas las
barreras a la inversión privada. En otras palabras, con la condición
de que apliquen una política ultraliberal. Tanto Bolivia como
Nicaragua figuran en la lista de 18 países. Si mañana llega al poder
un gobierno de izquierdas ¾
algo probable en los dos países ¾ pueden olvidarse de la
condonación de la deuda porque a los inversores no les gustan los
gobiernos de izquierdas. En esencia, todo lo que hacen las
instituciones internacionales (G8, FMI, Banco Mundial, OMC, etc.,)
sólo sirve a un objetivo: llenar los bolsillos de una pequeña
minoría de ricos que poseen las grandes empresas e instituciones
financieras. El hotel donde se celebrará la reunión del G8 pertenece
a Diageo, una empresa licorera que invierte masivamente en el saqueo
de África (propietaria de Smirnoff, Guinness, J&B, Johnnie
Walker, Baileys). El periodistas de izquierdas John Pilger lo
expresa de la siguiente manera: “En la actualidad, por cada
dólar de ‘ayuda’ a África, los bancos, instituciones y gobiernos
occidentales sacan 3 dólares, sin tener en cuenta los beneficios
repatriados por las corporaciones transnacionales. Tomemos el caso
del Congo. Treinta y dos corporaciones, todas con base en los países
del G8, dominan la explotación de este país profundamente
empobrecido, rico en minerales, donde millones de personas han
muerto por la ‘causa’ de doscientos años de imperialismo. En Costa
de Marfil, tres empresas del G8 controlan el 95 por ciento de la
exportación y elaboración de cacao: el principal recurso del país.
Los beneficios de Unilever, una empresa británica presente desde
hace tiempo en África, son un tercio más grandes que el PIB de
Mozambique. Una empresa norteamericana, Monsanto, célebre por la
ingeniería genética, controla el 52 por ciento de las semillas de
maíz de Sudáfrica, un producto básico para la alimentación... Ian
Taylor, de la Universidad de St Andrews, utilizó la Ley de Libertad
de Información para decir que mientras Blair hablaba de su deseo de
‘hacer de la pobreza historia’, en secreto reducía el personal del
gobierno destinado a África. Al mismo tiempo, su ‘departamento para
el desarrollo internacional’ imponía, por la puerta trasera, la
privatización del suministro de agua en Ghana en beneficio de los
inversores británicos. Este ministerio vive para los dictados para
su ‘Unidad de Asociaciones Empresariales’ que está dedicada a
encontrar “caminos para que el departamento para el desarrollo
internacional pueda mejorar el entorno para la inversión productiva
en el exterior y... contribuir al funcionamiento del sector
financiero”. (¿Reducción de la pobreza? Por supuesto que no. News
Statesman. 22/6/05).
Bono danza al ritmo de Blair
En principio, en los próximos diez años sólo se
necesitarían 80.000 millones de dólares anuales para satisfacer las
necesidades básicas (acceso a tratamiento médico, obstetricia,
educación decente, agua potable, etc.,) para toda la población del
Tercer Mundo. Incluso aunque el “regalo generoso” de 33.900 millones
de euros del G8 fuera destinado a este objetivo, dar dinero no sería
la solución porque el capitalismo simplemente no funciona para la
gran mayoría de la población mundial. Que 2.000 millones de personas
sobrevivan con 2 dólares al día lo demuestra. Cualquier solución
dentro del marco del capitalismo en realidad no es ninguna solución.
De aquí que la condonación incondicional de la deuda de todo el
Tercer Mundo sea sólo el primer paso. Las grandes empresas y los
bancos deben ser nacionalizados y ponerlos bajo el control de los
trabajadores para comenzar un plan de producción armonioso, basado
en la producción para la necesidad y no para el beneficio. El
socialismo es el único camino para sacar de la pobreza a los países
ex–coloniales y que el Tercer Mundo pueda experimentar un desarrollo
real. La cancelación de la deuda por sí misma no significa el final
del capitalismo y la dominación imperialista, no es una solución
real. No deberíamos dejarnos engañar por los medios de
comunicación y sus habladurías sobre la generosidad de Blair y sus
amigos. Se ha puesto en movimiento una maquinaria colosal de
propaganda para lavar la imagen de los imperialistas. Una parte de
su aparato son las grandes estrellas de la música que debido a sus
viejos ideales probablemente no se sientan cómodas con su riqueza. A
pesar de sus bonitas palabras y las lagrimas, Bono fundó su
organización de caridad para África (DATA) conjuntamente con
multimillonarios como Bill Gates o George Soros, dos de los hombres
más astutos en las filas del Capital. Lo mismo ocurre con otras
muchas organizaciones no gubernamentales que han reducido su crítica
a Blair y compañía por su campaña de “hacer de la pobreza historia”
a cambio de dinero. El paternalismo de estas ONG van de la mano
con la agenda del imperialismo. Por eso el veredicto de los
activistas africanos es devastador. La conclusión que saca Kofi
Maluwi Klu (de Ghana) es muy clara: “Tenemos que decir en el
movimiento de liberación africano, ‘nada sobre vosotros y sin
nosotros’. Hacer de la Pobreza Historia es un inmenso paso atrás en
este aspecto, incluso desde el Jubileo 2000. La campaña está
liderada principalmente por ONG del norte y su mensaje básico es que
las millonarias estrellas del pop pueden salvar a la indefensa
África. Los movimientos políticos que están luchando por la
liberación sobre el terreno están totalmente olvidados”.
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argentina.elmilitante.org
y de donde te pensas que sale la plata?
Por Celeste -
Tuesday, Jul. 05, 2005 at 10:40 PM
celesterc@gmail.com
si bill gates le dona plata a Bono para que arme una ONG y ayude a los africanos, que problema te genera?? Te pensas que Bono tiene toda la plata del mundo? Que puede pagar las deudas externas de todo el continente africano?
Si la unica manera de conseguir que ayuda humanitaria es chupandole las medias a Blair, que Bono le de para adelante!