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"OMAGUACA, UN PUEBLO QUE RESISTIÓ"
Por ASUNCIÓN ONTIVEROS YULQUILA - Wednesday, Aug. 31, 2005 at 7:06 PM
yulquila49@yahoo.com.ar Av. Remedios Escalada N° 425; B° 25 de Mayo; (4612) Palpala; Jujuy; Argentina

La presente nota DERECHO DE RÉPLICA está relacionada con el artículo "El sueño de una chica kolla: sus padres no saben leer y ella se recibió de abogada", firmada por Sibila Camps, y publicada en el diario "Clarín", el 28 de agosto reciente. Esta nota apunta a desmitificar a la concepción planteada: "OMAGUACA, UN PUEBLO QUE RESISTIÓ", información y conocimiento que no tiene muy poco que ver la realidad y la historia no oficial del Pueblo Kolla en la provincia de Jujuy y en la Argentina.

“OMAGUACA, UN PUEBLO QUE RESISTIÓ”
DERECHO DE RÉPLICA
Nota: “El sueño de una chica kolla: sus padres no saben leer y ella se recibió de abogada”. 28 de agosto de 2005. Diario “Clarín”. Por Sibila Camps

Por Asunción Ontiveros Yulquila: yulquila49@yahoo.com

Sibila Camps, del diario “Clarín” de Buenos Aires, en su nota “El sueño de una chica kolla: sus padres no saben leer y ella se recibió de abogada”, en la ventana dedicada a ampliar información y conocimiento sobre el pueblo kolla, introduce la siguiente pregunta ¿Los omaguaca son un pueblo kolla? Luego responde “Vale la pena despejar la confusión. Era un grupo étnico dominante de la Quebrada de Humahuaca, y preparado militarmente debido al carácter estratégico de esta”. Inmediatamente desarrolla la explicación:

“En la primera mitad del siglo XV los incas extendieron su control político administrativo, bajo tributo, hasta la actual Catamarca. El Noroeste argentino, el Norte de Chile y Bolivia integraban el Kollasuyo, es decir la provincia sur del imperio incaico o Tawantinsuyo, palabra quechua que significa las ‘las cuatro provincias’. Los omaguacas resistieron, por lo que hay pocas huellas de la presencia inca en la quebrada”.

“No había una etnia llamada kolla, sino un unidad administrativa llamada kollasuyo – explica a Clarín el antropólogo Mario Rabey, ex decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy- El nombre incaico se generaliza a fines del siglo XVI, cuando se consolidaron los españoles quienes se manejaron con lo que decían los administradores del imperio incaico, para l os que ésa era una zona kolla”.

Distinguida colega Sibila Camps, debo decir que la información y conocimiento de historia oficial que describe en la nota citada fue superada por investigaciones más precisas y congruentes con la realidad del mundo andino y sus relaciones con la invasión y colonización genocidas de la España imperialista, de los siglos XV al XVIII. También debo decir que el antropólogo MARIO RABEY está distanciado con los avances de los investigadores del mundo andino. Es lamentable, que su estadía en la provincia de Jujuy, durante muchos años, incluso su mandato de Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy, no hayan contribuido para ampliar sus conocimientos y modificar sus formas de percibir y de apreciar el mundo kolla y andino.

Fui alumno de la Facultad donde MARIO RABEY ejerció el mandato de Decano. Me gradué de Licenciado en comunicación social. Por lo que puedo asegurar que mis lentes y categorizaciones me permiten percibir y apreciar una información diferente de la que usted desarrolla en la ilustración de su nota, con el apoyo del ex decano. Además, me cuesta creer que MARFIO RABEY esté desinformado; en sus conferencias que desarrollaba en Jujuy, se lo escuchó afirmar con convicción, por ejemplo, de que el 70 por ciento de los estudiantes de la Facultad de Humanidades eran miembros de familias kollas. Su tesis para graduarse de antropólogo lo construye en la Puna de Jujuy; también ofrecía charlas sobre el mundo kolla en el Centro Kolla de Buenos Aires (Av. Corrientes, casi esquina Callao). Es posible que sus neuronas estén atrofiadas, luego de su retorno a la ciudad autónoma de Buenos Aires, una jungla de cemento muy contaminada, y por supuesto, nociva para los antropólogos.

En fin, ahora debo aclarar el panorama del mundo kolla de Jujuy, en relación a la “información y conocimiento” que le facilitaron, y que fue distribuido por el periódico de mayor tiraje en la Argentina; lo que no significa que sea el mejor en cuanto a información. El 70 por ciento de la superficie de lo que es actualmente la provincia de Jujuy, en su descripción geográfica predomina las palabras de origen Jaqi Aru (Aymara) y del Runa Simi (Kishwa); también existen palabras sin relaciones con tales idiomas y su derivados. La toponimia con palabras ajenas al Castellano o Español, es abundante. Humahuaca, Huacalera, Tilcara, Maimara, Purmamarca, Tumbaya, Susques, Jama, Chañi, Palpala, Yacoraite, Uquía, Calete, Pukara, Antumpa, Picacho, Sayar, Cochinoca, La Quiaca, Pumahuasi, Runtuyoc, Yaretayoc, Vicuñayoc, Jujuyoc, Sapagua, Pisungo, Cochinoca, Guayatayoc, Achocoria, Quera, Orosmayo, Coctaca, Kokena, Ocumaso, Chorcán, Palca, etc. Cada palabra que en muchos casos están castellanizadas, representan o significan, o describen la geografía de cada pueblo, de cada cerro, de cada montaña, de cada laguna. Si usted estudia seriamente la toponimia de la provincia de Jujuy, se encontrará con un diccionario geográfico de primera calidad, para descubrir qué fue y es Jujuy, en el pasado y en el presente. Con seguridad que dirá ¡¡¡umm...!!! ¿Así que los Jaqis (aymaras) estuvieron tuvieron presencia en lo que es el actual territorio de Jujuy?

En 1540, el genocida Francisco Pizarro, con el apoyo de los Kipus y de los kipukamayuc (administradores), concede la encomienda “Chichas, Omaguaca” a su secuaz Juan de Villanueva, quien durante su vida no pudo invadir y conquistar lo que actualmente se conoce como la Quebrada de Humahuaca. La plata y el oro de Potosí mantenía enloquecidos a los genocidas. La palabra CHICHA es una planta medicinal que abunda en el actual Departamento de Potosí, Bolivia. La palabra OMAGUA está castellanizada; en Aymara o en Kishwa es UMAWA, que significa zona o región de ríos, de mucho agua; zona de ríos que arrastran mucho lodo. UMA significa agua. La partícula CA es para reconfirmar la pertenencia de lugar, de una persona, de una causa, etc. Entre los actuales habitantes de lado Este del río Grande, de la Quebrada de Humahuaca, en la Cordillera Oriental del Zenta, utilizan la partícula CA en las palabras AHORACA, YOCA, YO NOCA, QUÉ HICECA = AHORA MISMO, YO SOY, YO NO SOY, QUÉ HICE YO. En definitiva, CA es una partícula muy similar a la palabra CHE; es una palabra que denota identidad y pertenencia.

Al respecto de la entregas de encomiendas en 1540, el célebre John V. Murra, en su obra “El Mundo Andino. Población, medio ambiente y economía” (2002) informa: “Cuando se repartió el país (Tawantinsuyu) y sus habitantes, los Pizarro usaron el mapa y la contabilidad de los khipus kamayuq incaicos. Así, cada encomendero recibió no sólo almas, pueblos y aldeas en el Altiplano, donde vivían los señores y la gran mayoría de la población, sino enclaves alejados en otros pisos ecológicos. Los señores poseían colonias de origen serrano dispersas tanto en la vertiente amazónica oriental, como en la desértica, occidental; ahí cosechaban el maíz y extraían madera de construcción, pescado algas, fertilizantes y también hojas de coca”. Con esto quiero decir que “Omaguaca” no es sólo la Quebrada de Humahuaca. En el periodo prehispánico la región UMAWACA u “Omaguaca”, comprendía la vasta zona de los afluentes y ríos que de las cuencas del río Grande, Lavayen, San Francisco (Jujuy); río Zenta, Iruya, Lipeo, Bermejo (Salta); río Tarija y Bermejo (Bolivia). En este escenario geográfico se desarrollaron culturas con relaciones genealógicas que aún no están estudiadas por la antropología ni por los historiadores. En nuestro país persiste la idea de que sólo los “incas penetraron o invadieron la parte andina del Noroeste argentino”. La teoría es reduccionista en extremo, es como continuar sosteniendo que el ser humano “ingresa a las Américas a través del Estrecho de Bering”. Un absurdo en el año 2005.

Antes de la excursión de invasor Diego de Almagro, por el camino tawantinsuyano, por donde actualmente se ubica la ruta nacional N° 40, en el NOA argentino, el mundo en esa región, desde la costa del Pacífico hasta la región Umawa, en el Este de las provincias de Jujuy y de Salta, estaba constituido por dos regiones: 1) Urqusuyu y 2) Umasuyu; el primero significaba región de cerros, de montañas y de poco agua dulce; el segundo significaba región de cerros bajos, de valles y de muchos ríos y agua dulce. La palabra suyu significa parte, provincia, región, feto de una llama o de una alpaca. Le recomiendo que visite Jujuy en agosto, cuando se ofrenda a la Pacha Mama, en las zonas donde se desarrolla la ganadería con llamas, en los mercados populares se vende suyu seco, para la Pacha.

Por último, ¿kolla es la identidad de un pueblo? ¿Existen los kollas? La cultura, la historia, la geografía, la economía, la filosofía, la política, las prácticas sociales, la unidad en la diversidad, la reciprocidad, con sus virtudes y defectos, constituyen la identidad del pueblo kolla en la provincia de Jujuy. Ahora que hay personas que digan “soy tilcara”, “soy omaguaca”, “soy uquía”, etc., es la libertad de la pertenencia que se manifiesta la diversidad del pueblo kolla. A nivel de los habitantes de la provincia de Jujuy ocurre lo mismo; están los “abrapampeños”, “humahuaqueños”, “tilcareños”. La identificación personal es pragmática y relativa; cuando me encuentro en la ciudad de Humahuaca, acostumbro decir “soy kolla de Negra Muerta”; sí estoy en San Salvador de Jujuy, digo “soy kolla de Humahuaca”; sí estoy en Buenos Aires, digo “soy kolla de Jujuy”; sí estoy en París, digo “soy kolla de la Argentina”; cuando escribo reivindicando derechos e intereses territoriales, culturales, sociales y políticos, expreso “los derechos e intereses del pueblo kolla”. La siguiente copla popular es más que ilustrativa:

Kolla kolla soy señores./ Yo no niego mi nación./ Hasta las piedras me dicen, / grita que tienes razón.

La palabra Kolla significaba en el contexto del Tawantinsuyu: gente del sur, desde la mirada del Cuscu. Tawantinsuyu = cuatro regiones (suyus) unidas.

Asunción Ontiveros Yulquila. Licenciado en comunicación social, periodista kolla e investigador del mundo andino. DNI 5264397 M.



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muy bueno
Por el topo (sgo) - Wednesday, Aug. 31, 2005 at 9:07 PM

es bueno saber que nuestra historia tiene muchos caminos recorridos y a recorrer, que nada empieza y termina en un único sendero. Gracias por el estudio.

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Grande maestro!
Por El Observador - Friday, Sep. 09, 2005 at 2:15 PM

Muy bueno Ontiveros, por fin alguien que le pone el cascabel al gato. Aca en Bs As publican cada boludeces sobre los pueblos originarios que a veces parecen sacadas del libro kapeluz, sobre todo los periodistas progre que siguen perdiendo el tiempo con los antropologos, que como bien uds dice, se quedaron en el pasado, y ahora son los propios indigenas los que cuentan SU propia historia. Lo felicito y siga escribiendo, que lo hace muy bien y adhiero a eso que el Clarin es el de mayor tirada en el pais pero no el mejor informado.

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una aclaración
Por Mario Rabey - Friday, May. 11, 2007 at 7:49 PM
mariorabey@yahoo.com.ar

Lamento que en un medio tan interesante como Indymedia se haya publicado un texto que Asunción Ontiveros dedica a un ataque personal hacia mi persona, bajo el pretexto de un pretendido "derecho de réplica". Es obvio que no había nada que replicar, por dos motivos. En primer lugar,el texto que comenta no se refiere a su persona, por lo cual lo de él es una contestación, y no una réplica (a menos que considere que es el vocero autorizado del pueblo Kolla). En segundo lugar, él no está contestando a un texto del cual yo sea el autor, sino a un recuadro en un medio de comunicación masiva, donde se extractan algunas frases mías, en un texto periodístico. De todos modos, aún esas pocas frases tienen un contenido empírico básicamente cierto, con el cual coincide el propio Ontiveros, al finalizar su invectiva. Compárese:
“No había [en el siglo XVI] una etnia llamada Kolla, sino una unidad administrativa llamada Kollasuyo. El nombre incaico se generaliza a fines del siglo XVI, cuando se consolidaron los españoles quienes se manejaron con lo que decían los administradores del imperio incaico, para los que ésa era una zona kolla” [el texto mío que publica el Clarín]
"La palabra Kolla significaba en el contexto del Tawantinsuyu: gente del sur, desde la mirada del Cuscu. Tawantinsuyu = cuatro regiones (suyus) unidas" [la última frase del texto de Ontiiveros, publicado en Indymedia].
Ontiveros, en cambio, dice alguna que otra cosa que no es verdad: por ejemplo, jamás dicté ninguna conferencia en el Centro Kolla de Buenos Aires.
A quienes les interese conocer un poco más acerca de mis ideas y mis puntos de vista, los invito a visitar mi blog (http://mariorabey.blogspot.com) o escribirme un mensaje por correo electrónico.

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