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PALABRAS DE LENIN EN UN NUEVO ANIVERSARIO DE LA GRAN REVOLUCIÒN DE OCTUBRE.
Por EL MILITANTE -
Monday, Nov. 07, 2005 at 2:17 PM
Escrito: 25 de Octubre de
1917. El Gobierno Provisional ha sido depuesto. El Poder del Estado ha
pasado a manos del Comité Militar Revolucionario, que es un órgano del Soviet de
diputados obreros y soldados de Petrogrado y se encuentra al frente del
proletariado y de la guarnición de la capital.
Los objetivos por los que ha luchado el pueblo - la propuesta inmediata de
una paz democrática, la supresión de la propiedad agraria de los terratenientes,
el control obrero de la producción y la constitución de un Gobierno Soviético -
están asegurados.
¡Viva la revolución de los obreros, soldados y campesino!
El Comité Militar revolucionario del Soviet de
diputados obreros y soldados de
Petrogrado.
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¡A LOS CIUDADANOS DE RUSIA!
Primera publicación: Rabochi y Soldat, núm.
8, 25 de octubre (7 de noviembre) de 1917.
Fuente: Obras
Escogidas en Tres Tomos de V. I. Lenin, tomo II, página 480; ha sido
traducido de la edición en ruso preparada por el Instituto de Marxismo-Leninismo
del CC del PCUS (Gospolitzdat, Moscú, 1960) en base a la 5ª ed. en ruso de las
Obras Completas de V. I. Lenin, Editorial Progreso,
Moscú.
Digitalización: Fernando Araújo,
2005.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 2005.
25 de
octubre de 1917, 10 de la mañana.
LECCIONES DE OCTUBRE
Por internacional -
Monday, Nov. 07, 2005 at 3:19 PM
Ahora ya sabemos que el control obrero NO ESTABA ASEGURADO. Por tanto, esta proclama triunfal nos sirve sólo de advertencia: un gobierno del proletariado no es el proletariado ni está bajo su control; un gobierno al frente del proletariado es un gobierno, y por tanto órdenes, sometimiento, fuerza y ruina física y moral. La única forma en la que el proletariado -entendido como estudiantes, trabajadores, desempleados, cartoneros- puede dejar de serlo en masa para convertirse en los que reorganizan festivamente la vida material y liberan la vida afectiva, creativa, anímica, es mediante asambleas, representantes revocables, rotación en las tareas físicas e intelectuales. Lo que les faltó a los trabajadores que habían ocupado tantas fábricas, abandonado los cuarteles y el frente, obligado a las tropas ultras a desaparecer fue SABER que la organización y eficacia que prometía un mando centralizado era ilusoria, y que sólo aprendiendo a reorganizar la producción, el reparto y la defensa lugar por lugar, en asamblea, y en conjunto mediante coordinaciones rápidas, sería posible desarrollar la verdadera revolución sin quedar atrapados entre la reacción extranjera y la burocratización y militarización interior. ¿Pero no es eso lo que ya sabemos ahora, lo que ya se sabe en Argentina, lo que se sabe en Bolivia? ¿No es eso lo que se sabía en Francia en 1968, lo que necesitan saber ahora los trabajadores y estudiantes que esperan atontados a que se apaguen los fuegos revolucionarios para volver a las luchas simbólicas? Sin embargo lo que piden esos fuegos es que los demás hagan su parte.