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URGE SUPERAR LA VISION TRUNCADA SOBRE LA INMIGRACION
Por Manuel R Villacorta O - Monday, Dec. 19, 2005 at 2:54 PM
manuelvillacorta@yahoo.com

¡Que importancia tan grande poseen los humildes inmigrantes que provocan las más publicitadas acciones de las cúpulas políticas de Estados Unidos y América Latina! Ciertamente en el continente americano, Estados Unidos atrae muchas vidas dispuestas a correr graves riesgos y enfrentar arduas jornadas laborales, mientras el resto de países las expulsan sin importar el drama que esto implica. Mucha tinta ha corrido analizando, apoyando o criticando a senadores y congresistas estadounidenses que parecen alborotarse en esa afanosa búsqueda por proponer el "mejor plan migratorio para la nación".

URGE SUPERAR LA VISION TRUNCADA SOBRE LA INMIGRACION.

Por Manuel R. Villacorta O.
Manuelvillacorta@yahoo.com

¡Que importancia tan grande poseen los humildes
inmigrantes que provocan las más publicitadas acciones
de las cúpulas políticas de Estados Unidos y América
Latina! Ciertamente en el continente americano,
Estados Unidos atrae muchas vidas dispuestas a correr
graves riesgos y enfrentar arduas jornadas laborales,
mientras el resto de países las expulsan sin importar
el drama que esto implica.
Mucha tinta ha corrido analizando, apoyando o
criticando a senadores y congresistas estadounidenses
que parecen alborotarse en esa afanosa búsqueda por
proponer el "mejor plan migratorio para la nación".
Hace poco la escena mediática estaba dominada por los
senadores John McCain (R) y Edward Kennedy (D) cuando
presentaron el llamado "Plan migratorio bipartidista",
que a la postre ha sido el más integral y preciso. Hoy
un grupo de republicanos encabezados por el legislador
James Sensenbrenner, es el que atrae las cámaras
televisivas y las portadas de los diarios con el
proyecto de ley "Border and Immigration Enforcement
Act of 2005" (H.R. 4437), que en su parte medular
contiene aspectos radicales como reforzar las
fronteras, negar la ciudadanía a los hijos de
inmigrantes indocumentados radicados en Estados
Unidos, impulsar las deportaciones y sancionar a los
empleadores que contraten trabajadores carentes de
permiso laboral. Días antes el propio presidente
George W. Bush también hizo pública su propuesta para
enfrentar la problemática migratoria, en un claro
intento de demostrar que el organismo Ejecutivo
también posee interés en el tema. Con todas estas
propuestas sólo será cuestión de tiempo para que la
ley definitiva (y su importante contenido) quede
sancionada e inicie su vigencia. Diversos grupos
civiles proinmigrantes harán oir su voz con mayor
fuerza, lo que en suma perfila una etapa política muy
compleja y dinámica.
Pero lo que se haga en Estados Unidos estará siempre
relacionado a los efectos migratorios. Las causas, su
razón de ser, queda en el olvido. Quizá por eso el
fenómeno lleva tanto tiempo en vigencia sin aparente
solución definitiva. Nos concentramos en los
resultados y no en los motivos. Porque América Latina
se ha convertido en una región inhóspita y sin
esperanza que expulsa por miles y miles, día tras día,
a muchos de sus más valientes hijos. ¿Acaso los
inmigrantes que abandonan sus patrias lo hacen
plagados de felicidad? No. Todos los inmigrantes
sabemos por experiencia propia lo que es "partirse en
dos". Dejar la raíz en donde nacimos para trasladar la
corteza a sitios lejanos y siempre ajenos. Las razones
de ese desarraigo son variadas pero dos sobresalen:
porque hemos sido víctimas de la violencia en países
en donde reina la impunidad, o porque no teníamos otra
alternativa ante la falta agobiante de un ingreso
económico que permita la sobrevivencia familiar.
Así como debemos estar atentos a las directrices
políticas hacia la inmigración formuladas por
funcionarios estadounidenses, estamos obligados a
atender las causas que verdaderamente están generando
la incontrolada inmigaración hacia los Estados Unidos,
éxodo doloroso que no perfila solución inmediata. Debe
de apuntarse que América Latina se ha convertido en
una región plagada de pobres, legiones de desposeídos
que se ven excluídos de toda posibilidad para acceder
al desarrollo. Mientras políticos astutos y
empresarios acaudalados, siguen acumulando cuantiosas
fortunas, descuidando la atención política y social de
los Estados. Es triste para los civiles y vergonzoso
para los políticos, ver desfilar a algunos
presidentes de la región con sus flamantes ministros
del exterior, para pedir casi de rodillas a las
autoridades norteamericanas que se otorgue un TPS a
sus connacionales o que se detengan las deportaciones.
Acciones que ejecutan no precisamente porque les
preocupe la calidad de vida o la situación legal de
los ciudadanos latinoamericanos que viven en Estados
Unidos, les interesa de sobremanera preservar esos
aproximados 50 mil millones de dólares que como
producto de las remesas familiares están entrando a la
región, y que significan la preservación de esas
desiguales economías, incapaces de generar los empleos
necesarios para evitar la inmigración. Enrique V.
Iglesias presidente del BID en una de sus conferencias
expuso que:"En paralelo a la liberalización de los
movimientos de bienes, servicios y capitales se
verifica un fenómeno migratorio significativo,
expresión de la creciente movilidad laboral. La falta
de oportunidades económicas y sociales especialmente
para los jóvenes y los diferenciales salariales,
aunados al impacto de las reformas estructurales sobre
los precios relativos del capital y la mano de obra,
explican y estimulan al mismo tiempo las corrientes
migratorias en los países de la región. América Latina
y el Caribe se han convertido en un área económica
exportadora de recursos humanos, e importadora de las
así llamadas remesas familiares, que se han
transformado en una fuente de capital crítica para las
economías familiares y para la economía en su
conjunto". Palabras que explican con precisión la
importancia del fenómeno.
Inmigración, derechos, legalidad e ilegalidad, remesas
e impacto social regional, son algunos de los
elementos que activan el debate migratorio. Es justo y
necesario que todas las organizaciones proinmigrantes
velen por los intereses de los trabajadores hispanos
que viven en Estados Unidos, es conveniente que
preserven sus esfuerzos ante las autoridades
norteamericanas para que los acuerdos impliquen
también la preservación de los derechos laborales de
los inmigrantes, pero su lucha será verdaderamente
integral, cuando no olviden reiterar que el problema
se genera allá, del Río Bravo a la Patagonia, y que
sólo dando solución integral a ambos extremos, se
podrá en definitiva resolver un desafío inmenso como
es la inmigración latinoamericana hacia Estados
Unidos.
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