Julio López
está desaparecido
hace 6438 días
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MUERTES EN CELDAS DE PERGAMINO, CORRIENTES Y LOS HORNOS
Por reenvío agencia walsh - Tuesday, Jan. 17, 2006 at 2:23 PM

En la madrugada del domingo 8 de enero Guillermo Defeis, de 23 años, fue encontrado muerto en un pasillo de la comisaría 1ª de Pergamino. Apenas momentos antes de fallecer había sido detenido por un incidente en la vía pública, ya que se peleó con miembros de su familia.




La información periodística local relata que "el muchacho habría continuado dentro de la seccional policial fuera de sí, muy nervioso, por lo que los uniformados lo retiraron de una de las oficinas donde se realizaba el trámite, para colocarlo en la zona de calabozos, aunque no en una celda, sino en uno de los pasillos, con el fin de que con el paso de los minutos fuera recuperando la calma. Pero en cuestión de minutos, cuando uno de los agentes de guardia regresó al lugar, lo encontró sin vida, ahorcado con su propio cinturón, colgado de los barrotes de las celdas."

Ya resulta absurdo suponer que dejaran al detenido solo en el pasillo de los calabozos, y que en instantes Defeis pasara de los nervios a la depresión, concluyera que no vale la pena vivir, se sacara el cinturón, lo atara a los barrotes adecuados y se ahorcara. Pero en la información de fuente oficial aparece algo que hemos leído y escuchado en tantos casos de tortura seguida de muerte: eso de que el preso estaba nervioso o alterado, y que lo llevaron a un lugar distinto del calabozo "para que recuperara la calma".

Lo mismo dijeron los cinco policías de la comisaría 1ª de Morón en agosto de 1992 sobre Sergio Durán: que lo llevaron "al fondo para tranquilizarlo". Lo tranquilizaron a fuerza de picana, golpes, submarino seco y otros tormentos durante no menos de ocho horas, hasta que murió. La muletilla aparece textual en las declaraciones de cientos de policías, cuando tienen que explicar porqué el preso no estaba en la celda, y "aparece" muerto. Igual de frecuente es que los jueces nunca tengan "motivos para dudar de la versión policial", y le pongan la firma a la tesis del suicidio o la descompensación.

El mismo domingo 8 de enero, Elizabeth Camelo Castaño regresó al penal de mujeres del servicio penitenciario bonaerense en Los Hornos. En un mes y medio iba a obtener su libertad condicional, y gozaba de salidas transitorias para ver a su madre y a su hija de 10 años cada quince días. Ningún motivo para estar deprimida, y mucha expectativa en su vida futura.

Por motivos que se ignora -seguramente vinculados a la huelga de hambre que cumplen varias internas en reclamo de mejores condiciones de alojamiento- al reintegrarse a la unidad, cerca de las 18:00, la mujer fue trasladada al sector de castigo, los conocidos "buzones". A las 20:00 hubo un recuento sin novedad. A las 21:00 la celadora que llevaba la comida encontró a Elizabeth sin vida, sujeta por el cuello a un grifo. El parte del Cuerpo Médico Forense consigna la existencia de por lo menos un golpe en el puente de la nariz.

El GRUPO DE MUJERES DE LA ARGENTINA - FORO DE VIH MUJERES Y FAMILIA DERECHOS HUMANOS EN ENCIERRO VIH-SIDA / GLTTB / SITUACION DE ENCIERRO ha efectuado las correspondientes denuncias.

Finalmente, en la comisaría 7ª de Corrientes, se inició, a las 4:00 de la madrugada del 13 de enero, una quema de colchones que originó un principio de incendio. Aunque la dependencia es una de las dos alcaidías de menores que existen en la ciudad, cuando "el deber llama" y no hay plazas en otro lado, alojan contraventores mayores de edad. El fuego se propagó a la sala llamada "de comportamiento", donde estaba Sergio Daniel Romero, de 23 años, detenido por averiguación de antecedentes.

Si bien la información oficial manifiesta que los agentes ayudaron a los internos a escapar de las llamas, familiares de los detenidos y demorados no cuentan la misma historia. Una vez más los sobrevivientes relatan que los efectivos "se quedaron parados frente a las puertas cerradas mientras todo ardía".

A las 10 de la mañana del 14 de enero, con el 90% del cuerpo lesionado, murió Romero. Matías Martinez, de 18 años, Hugo Ariel Escobar de 25 años y Ricardo Edgard Pared de 17 años permanecen internados en estado crítico. Los menores tienen quemaduras en el 70% de sus cuerpos.

Aunque como es de estilo se dispuso la intervención y el relevo de la cúpula y personal de guardia de la Comisaría 7ª, la causa está caratulada "Incendio", y como delito principal investigado "Daño a los Bienes del Estado". ¿Lo quieren más claro?.

Fuente Boletín Correpi Nº 358
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