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¡Celulosas “Uruguayas”,Feriagro(en Armstrong-Santa Fe)e intereses del grupo Clarín!
Por Julián Mondragón - Thursday, Mar. 16, 2006 at 8:21 PM
loverdaderoeslapraxis@yahoo.com.ar (Casilla de correo válida)

Como podrán leer debajo, en la feria agropecuaria FERIAGRO(ligada financieramente al grupo Clarín), realizada en las proximidades de la Ciudad de Armstrong: dominio político ininterrumpido -desde 1983-de la flia Fischer, obviamente Peronistas siempre oficialistas, las disertaciones de los “expertos” contratados fueron completamente favorables a las “Papeleras Uruguayas”. Dos muestras-discursos- sin desperdicios.

1.-El sector celulósico ratificó en Feriagro que las plantas de celulosa no envenenan ni matan ni comprometen a las futuras generaciones

(Armstrong, Santa Fe)

Durante la jornada de conferencias realizada el viernes 10 de marzo, en el marco de Feriagro 2006 en Armstrong (Santa Fe), el licenciado Gustavo Braier planteó el tema de “Las papeleras de Uruguay: ¿Un problema de liderazgos e información o un problema ecológico?”. En su disertación, Braier abordó temas comunicacionales, políticos y ecológicos, que contribuyeron a la gestación de la crítica situación actual entre dos países limítrofes que comparten una importante cuenca forestal en el Cono Sur, que se transformó en un polo de atracción de inversiones de gran porte, situación que, sin embargo, se agrava con el correr de los días.

“De ninguna manera una fábrica de celulosa implica que en un radio importante no se puedan realizar actividades agrícolas y según estudios recientes, tampoco de certificaciones orgánicas”, dijo. “Las normas que rigen estas certificaciones exigen que toda producción orgánica esté al menos a 1,5 kilómetros de cualquier actividad relevante, sea centro urbano o planta importante, es decir que cualquier temor de que, como consecuencia de la instalación de una planta de celulosa, se perjudique la actividad productiva, sea apícola, avícola, citrícola o feed-lot, es infundado. En el caso de inorgánicos se pueden hacer al lado de la planta sin ningún tipo de problemas”

En relación con los mensajes habituales que se dan a la población, Braier aclaró que “hay que destacar, como dijo la doctora María Cristina Area, que las plantas de celulosa no envenenan ni matan ni comprometen a las futuras generaciones. Contaminan, es cierto, pero en términos sustentables, por debajo de los límites exigidos por EE. UU. y Europa, además cada vez bajan más estos niveles de contaminación por los avances científicos y la evolución de las mejores tecnologías disponibles. Pero a estas industrias hay que controlarlas, porque cualquier fábrica o cualquier ser humano sin control empiezan a hacer macanas. Estas fábricas controladas no contaminan más allá de los límites que hoy se aceptan por los países más desarrollados del mundo”.

¿Quién informa a quién?

La conferencia del licenciado Braier se montó sobre tres ejes: liderazgo, información y contaminación, sobre todo en la manipulación de la información.

“Esta es la información sana. No es la que se maneja en Gualeguaychú. Me gustaría destacar el trabajo que hizo el doctor Sejenovich, docente de la UBA y de la Universidad de Luján, que llega a concluciones muy complejas”, dijo. “Por ejemplo (Sejenovich) dice que como consecuencia de las fábricas de celulosa se van a producir 29 casos más de cáncer por año. No ya el número sino la conclusión de que una fábrica de celulosa aumenta los casos de cáncer es muy novedosa en el mundo y si además puede llegar a la precisión de 29 casos, es realmente una audacia. Habla también de 129 casos más de alergias al año, estadística infundada que parece un chiste, y de otras cuestiones que son más creíbles como que el olor molesta y el color del agua es feo”, dijo Braier en Feriagro. “En realidad hay una contaminación visual y estética, pero las plantas no matan ni envenenan ni comprometen el futuro”.

“Sejenovich fue contratado por Busti para ganar discursos, de modo que empezó como una estrategia para ganancia de votos y se convirtió ahora en un conflicto internacional muy difícil. El mensaje final de la charla, que es el problema de que haya mala información y malos liderazgos, apunta a cómo se hace ahora para convencer a la gente de que se baje del puente. Si me dicen que las plantas de celulosa me van a matar a mí, a mis hijos y nietos, y que además no voy a producir nada, yo también me subo al puente y no me bajan más. Hay que decir que se mintió y tiene que ser Busti mismo el que lo diga. ¿Hasta dónde se va a llegar, vamos a tener que lamentar que hayan muertos? ¿Podemos ser tan irracionales para llegar a esto? ¿No es mejor dejar la información ciudadana en manos de gente más sana?”, reflexionó Braier ante un auditorio colmado de productores agrarios, líderes de opinión y periodistas especializados.

El pedido de Kirchner a Tabaré Vázquez de que suspenda por 90 días la construcción de las plantas en Uruguay pareció echar leña al fuego y calentar la confusión.

“El mensaje de Kirchner fue político, en un ámbito político, dirigido a un amigo político”, explicó el consultor. “Creo que tiene que verse desde ese punto de vista. Kirchner pidió por favor en un tono amigable, que no es común en él, una mano a Vázquez que hay que ver si está en condiciones de ofrecer. Creo que no solamente hubieron errores de Busti, cometió sí el error mayor, pero me parece que las empresas no tuvieron una política de comunicación con Gualeguaychú y subestimaron este problema. Ni Busti ni nadie jamás imaginó 30 días de cortes de un puente. Nadie se imaginó una defensa tan leal del medio ambiente por parte de la población de Gualeguaychú, que no hay que desmerecer porque ellos están respondiendo a la información que tienen. Entonces, termina habiendo un problema general que tenemos que resolverlo entre todos. Kirchner lo reconoce con expresiones poco habituales, porque ¿Quién pide por favor una negociación si está seguro de que las plantas contaminan y envenenan? Hay que buscar una salida que no implique una represión que pueda causar muertes, porque si la gente baja de esta forma del puente, ¿Cuánto va a tardar en volver a subir? ¿Cómo se la baja, con qué información? Aquí tenemos que ayudar entre todos. Sería bueno que Uruguay también lo reconozca”, expresó Braier.

Por otra parte, la polémica se agranda en la Argentina ya que hay provincias que están ofreciendo sus territorios para la venida de inversiones forestoindustriales, en franca oposición al gobierno de Busti, incluso en Entre Ríos, que tiene una importante masa forestal, hay sectores que ven con buenos ojos a la industria de celulosa y papel.

“Cuanto más al norte de Entre Ríos uno vaya, se encontrará con menos discursos contrarios a la forestoindustria y entrando en Corrientes esto se profundiza. Tanto Corrientes como Misiones ya se declararon abiertamente a favor de las industrias de celulosa, pero siempre controlándolas. Insisto en que de este problema salimos solamente entre todos, pero la gente tiene que saber, en principio, que no va a morir ni va a quebrar ni que sus descendientes se van a encontrar en desiertos estériles. Hay que evitar, por favor, finales dramáticos”, explicó Braier en Feriagro.

Agradecemos su difusión

Posadas, 14 de marzo de 2006

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El sector celulósico presentó en Feriagro
las mejores tecnologías “anticontaminación” disponibles para la producción de papel

(Armstrong, Santa Fe)

El campo argentino mostró en Feriagro 2006 toda su fuerza a la región y al mundo. La mega muestra finalizó el sábado 11 de marzo pasado, en el establecimiento “El semillero”, en Armtrong (Santa Fe) e impresionó por su envergadura, organización, brillo, la cantidad y calidad de los stánds, el prestigio y nivel de los expositores y conferencistas y la masiva concurrencia de público.

En la sexta edición de la “fierrera” por excelencia, las Bodas de Oro del INTA, -celebradas con talleres, charlas y conferencias-; la polémica sobre la suspensión de las exportaciones cárnicas; y la conferencia sobre el impacto estratégico del sector celulósico en la región, ocuparon un lugar central en la atención del público.

El sector forestoindustrial se dio cita en la Sala de Conferencias de Feriagro Institucional. Allí, la industria del árbol estuvo representada a través de las disertaciones ofrecidas por la doctora en Química, María Cristina Area, y el licenciado en Economía, Gustavo Braier.

Area desarrolló el tema: “Celulosa: tecnología y medio ambiente”. En su presentación manifestó que confía en las mejores tecnologías disponibles que deben utilizar las plantas de Botnia y Ence. “Las tecnologías que van a utilizar, de acuerdo con lo que está en los respectivos proyectos, están dentro de las llamadas mejores tecnologías disponibles (BATS en inglés)”, dijo. “Todo eso está en manos del gobierno, hay que tener legislación adecuada sobre el tema, sistemas de control eficientes y el presupuesto suficiente para llevarlos a la práctica”, precisó Area.

• Para blanquear la pulpa, -para separar la lignina de la celulosa-, los métodos más comunes son el ECF (libre de cloro elemental) y el TCF (totalmente libre de cloro). Los ECF dominan el mercado porque logran mayores blancuras y es el mismo que utilizarán las empresas que se construyen sobre la costa del Río Uruguay.

Las industrias europeas que se instalen en cualquier parte del mundo están obligadas a respetar las disposiciones de la UE sobre cada rama de la industria y el sector de la celulosa y papel tiene su cuerpo normativo especial que debe ser observado a rajatabla y los convenios internacionales como el de Estocolmo, por ejemplo.

Pero en cuanto a la legislación local y a la de Uruguay, Area opinó que “la legislación uruguaya es más estricta y organizada que la argentina. En nuestro país el sistema legal está descentralizado y cada provincia tiene su propia legislación sobre la materia y ello hace que no haya un pie de igualdad en todas las provincias. Creo que se debe trabajar en una legislación nacional que unifique criterios sobre una base de igualdad en todo el país y especialmente en leyes que regulen específicamente la actividad de la industria de la pulpa celulósica y del papel para que en la Argentina sea sostenible y ambientalmente compatible”.

La investigadora se refirió al método de blanqueo Libre de Cloro Elemental (ECF) y a sus niveles de impacto negativo en el ambiente. “El ECF es el método de blanqueo que está aceptado internacionalmente dentro de las mejores tecnologías disponibles y el Convenio de Estocolmo, que trata precisamente sobre los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPS), se basa en la mejor tecnología disponible, vale decir que el blanqueo ECF, por carácter transitivo, es aceptado por el Convenio de Estocolmo”.

Las industrias están obligadas a realizar un estudio de impacto ambiental según el tipo de actividad y la tecnología a utilizar. Area explicó en detalle lo que cada fábrica debe respetar y la función estatal de control.

“Es un estudio que hace un país basándose en un informe del impacto ambiental que va a causar una fábrica, que debe presentar la misma empresa. Para ello contrata servicios de entidades independientes como consultoras o universidades. En el documento se deben especificar cada una de las tecnologías que utilizará la fábrica y el análisis de cómo impactarán en el agua, aire y suelo. Asimismo, no sólo se trata de impactos ambientales negativos sino de los efectos positivos que se podrían darse y de los eventuales impactos sociales. Todos estos datos los toma el gobierno, a través del organismo competente y con ellos realiza audiencias públicas con su comunidad y con comunidades vecinas, elabora recomendaciones acerca de los puntos sobre los que se tienen dudas e incluso puede obligar a la empresa a incorporar tecnología que ésta no tenía prevista si lo considera necesario para que sea ambientalmente compatible. Todo esto constituye el estudio de impacto ambiental.

Una vez aprobados los resultados del estudio de impacto ambiental, comienza la construcción de la empresa, pero antes de comenzar a funcionar debe cumplir con la instancia administrativa de habilitación, en la que se verifica si todo lo que surgió del estudio de impacto ambiental realmente se instaló. En esta etapa el control del gobierno debe ser rígido y eficiente. Luego de la habilitación deben continuar las tareas de inspección del funcionamiento de la fábrica de manera regular, es decir, la verificación de que las tecnologías instaladas y aprobadas realmente funcionan como deben hacerlo según los estándares aceptados internacionalmente sobre el tratamiento de las emisiones y con la legislación existente”, explicó Area.

Uno de los argumentos contrarios a la instalación de Botnia y Ence estriba en la envergadura de estas plantas, que dificultarían las tareas de control y aumentarían los riesgos de accidentes.

Area explicó que “las dimensiones de estas plantas coinciden con las que se están instalando en este momento en el mundo, por ejemplo la planta de celulosa Aracruz, en Brasil, la más grande del mundo, que produce cerca de 2,5 millones de toneladas. La parte riesgosa que tiene que ver con el tamaño de las fábricas está contemplada entre las mejores tecnologías disponibles y además están previstos los sistemas de control para cada caso, hay mecanismos para controlar escapes de gases, piletas para contener eventuales derrames de efluentes líquidos y que no lleguen a los ríos. Todo está muy ajustado y contemplado para controlar los efectos de posibles accidentes. Pero insisto en la función de riguroso control que deben llevar a cabo los gobiernos para que todas las normas de seguridad y de desarrollo limpio se cumplan efectivamente”.

Sobre las BATS

En diciembre del año 2001, una Comisión Europea (Integrated Pollution Prevention and Control, IPPC) emitió un documento de referencia donde se establecen las Mejores Técnicas Disponibles para la Industria de Pulpa y Papel (Best Available Techniques in the Pulp and Paper Industry, BAT). En este documento, de 509 páginas, se cubren los aspectos ambientales más relevantes de la fabricación de pulpa y papel a partir de distintos recursos fibrosos en diferentes tipos de fábricas.

En los últimos 5 años, se realizaron importantes avances en el diseño de ingeniería de los procesos de producción y de mitigación. Los cambios se centraron en la disminución de la generación de emisiones y residuos en general, y perniciosos en particular, la recirculación del agua utilizada y el tratamiento de los efluentes.

Cuando se habla de instalar una fábrica nueva (lo que se llama “greenfield”), habría que seguir 3 pasos básicos para asegurar que será una fábrica “limpia”.

1) En principio, hay que exigir que cuente con todos los avances tecnológicos que harán de ella una fábrica de baja contaminación. Los organismos estatales competentes deber realizar la Evaluación del Impacto Ambiental de la industria propuesta, basado en el Estudio de Impacto Ambiental presentado. Asimismo, es imprescindible verificar que la fábrica cuente con todos los elementos de mitigación y tratamiento de efluentes establecidos como Mejores Tecnologías Disponibles (BATs) por los organismos internacionales.

2) Como segunda medida, y para asegurar lo anterior, debe realizarse una rigurosa inspección de las instalaciones previa al otorgamiento de la Habilitación Industrial.

3) Finalmente, y para asegurar el buen funcionamiento de la fábrica desde el punto de vista ambiental, deberán realizarse estrictas inspecciones y controles periódicos de los efluentes, tanto cuando la fábrica se encuentra en períodos de régimen normal, como durante los períodos de puesta en marcha.




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Posadas, 14 de marzo de 2006

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