Julio López
está desaparecido
hace 6440 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

24 de marzo: Liliana Daunes sobre lo que sucedió en el palco
Por Liliana Daunes - Monday, Mar. 27, 2006 at 3:02 PM

"Nuestros 30.000 compañeros y compañeras no aceptarían jamás que se los recuerde, olvidando a los trabajadores reprimidos salvajemente y varios de ellos presos en Las Heras por reclamar trabajo, olvidando que el pago de la deuda externa se realiza al mismo tiempo que continúa el hambre de nuestro pueblo, o mirando para otro lado cuando se participa con fuerzas militares argentinas de la invasión a un pueblo hermano como Haití"

24 de marzo. Los sueños de los 30.000


El 24 de marzo, desde aquel 1976, es una herida abierta.

Para quienes somos parte de una generación que soñó y luchó, entregando
generosamente muchas vidas, esta fecha significa fundamentalmente un
compromiso: continuar la lucha de los 30.000. Mantener el fuego de la
indignación ante las injusticias, del dolor ante la miseria y la pobreza,
de la insubordinación frente a todas las formas de opresión, de la
rebeldía frente al poder que oprime y disciplina.

Nuestra generación no fue la primera que fue exterminada en nuestro país.
De varios genocidios se hizo esta "Argentina" capitalista. El de los
pueblos originarios, el de los pueblos afrodescendientes. Varias masacres
dolieron nuestra historia. Los obreros de la patagonia, los de la Semana
Trágica, los de León Suárez, los del 17 de octubre. Varias
proscripciones marcaron nuestros desencuentros.

El poder estigmatizó siempre a los rebeldes: indios, negros, anarquistas,
cabecitas negras, imberbes, subversivos, duros, siniestros. Siniestros.
Estigmatizar, para aislar, condenar, y reprimir.

Continuar la lucha, es sostener el Nunca Más genocidios, Nunca Más
impunidad, para avanzar en la desarticulación del aparato del terror.

Este 24 de marzo estuve en la Plaza de Mayo, no por primera vez. Estuve,
como tantas otras veces, junto a los organismos de derechos humanos, junto
a los movimientos que son parte de la resistencia, junto a la izquierda.
Como estuve en tantos actos de las Madres y de otros organismos. Como
siempre.

Y no estoy en un escenario en mi carácter de locutora, sino como
militante. Sé quién convoca, qué se va a leer, y quiénes lo firman. Ir a
un acto de estas características sin saberlo, es a mi entender, una
irresponsabilidad inexplicable -por lo que no comprendo que dirigentes de
movimientos de derechos humanos puedan afirmar que no sabían lo que se
iba a leer, cuando este material estuvo elaborado públicamente, en
reuniones a las que estos grupos asistieron-.

Participo en los actos, como militante, no de un partido, no de uno de los
organismos, sino como militante de un movimiento heterogéneo, diverso,
pero que ha sostenido durante años, la voluntad de hacer de los derechos
humanos, una bandera que alude no solamente al pasado, sino que permite
soñar otra Argentina y otro mundo, con libertad, dignidad, justicia.

Es por ello que me siento en la obligación de expresar lo que pienso,
frente a lo sucedido en la jornada de los 30 años. El acto convocado por
el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, fue de una masividad
apabullante. Resultaba conmovedor ver a los miles de personas que han
vuelto a las calles, y aquellas que salieron por primera vez para
expresar su compromiso con la memoria.

Es sabido que no era el acto que deseaba el gobierno, que hasta último
momento intentó tener "su propia Plaza", con la compañía de dirigentes
históricas de los derechos humanos que lo flanquearan.

Es sabido que más de trescientas organizaciones, durante varios meses,
llegaron a acordar el texto que leí junto a otra compañera, desde el
escenario de la Plaza de Mayo.

Es sabido que las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y las Abuelas de
Plaza de Mayo no estuvieron de acuerdo en firmarlo, pero que acordaron
con los organizadores de la marcha participar de la convocatoria,
compartiendo las consignas centrales.

Sin embargo, una impresionante campaña mediática está transformando lo
sabido en omisión, y poniendo en escena una burda tergiversación de la
realidad.

Desde que llegamos a la Plaza, varias horas antes que se iniciara el acto
central, sectores provocadores que rodearon el escenario, intentaron
impedir que se repitieran las consignas acordadas por los convocantes, y
que se leyera el documento. Insultos a los locutores, amenazas, y hasta
agresiones físicas, fueron sostenidas durantes varias horas. De esto no
hay ni una palabra en las declaraciones posteriores realizadas por Madres
Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo y el Serpaj, entre otros. No
recibimos solidaridad en el momento. No recibimos apoyo después. Lo que
sí recibimos fue la descalificación del acto, ignorando la provocación
organizada sobre el mismo.

Personalmente, acepto que esas organizaciones puedan tener esperanzas en
este gobierno, como pueden haberlas tenido en otros gobiernos anteriores,
desde Alfonsín hasta el gobierno de la Alianza.

No acepto que se condene el disenso. No acepto que se diga que reivindicar
los derechos humanos hoy, es olvidar a nuestros 30.000 compañeros. Creo,
por el contrario, que se falsifica la memoria, cuando se la recorta,
cuando se la pretende remitir a un pasado sin presente.

Nuestros 30.000 compañeros y compañeras no aceptarían jamás que se los
recuerde, olvidando a los trabajadores reprimidos salvajemente y varios de
ellos presos en Las Heras por reclamar trabajo, olvidando que el pago de
la deuda externa se realiza al mismo tiempo que continúa el hambre de
nuestro pueblo, o mirando para otro lado cuando se participa con fuerzas
militares argentinas de la invasión a un pueblo hermano como Haití. No.
No nos perdonarían que el recuerdo, se llenara de tantos olvidos.

Es cierto que hubo autoritarismo este 24 de marzo. El autoritarismo de
quienes no aceptando un consenso mayoritario, rompieron los acuerdos
realizados en el espacio del Encuentro de Memoria Verdad y Justicia, para
imponer otra lectura del acto multitudinario. El autoritarismo de quienes
habilitan al gobierno, para que repita los discursos macartistas de la
"izquierda siniestra", y hacen caso omiso del accionar de sus patotas.

La izquierda tiene mucho para cambiar, mucho para debatir y mejorar, para
coordinar, y para aprender. Pero no son precisamente los que mandan o los
que habilitan las patotas, quienes están autorizados para dar consejos de
democracia.

Este 24 de marzo, nos queda la alegría de la gente en las calles, y el
dolor de que los compañeros y compañeras con quienes compartimos tantas
rondas en la vida, parecieran desconocer esta historia y hacer coro a
quienes vienen trabajando para desarticular al movimiento popular.

A quienes continuamos cultivando los sueños, en el llano, nos seguirán
pegando desde la fuerza que les da el manejo indiscriminado de los medios
de comunicación de masas y del aparato estatal. Pero no tenemos miedo ni
melancolía. Estamos parados en nuestra tierra, abonada en la sangre de
todos los maltratados de la historia. Seguiremos siendo, la voz de los
vencidos, hasta siempre, hasta la victoria.



Liliana Daunes

agrega un comentario


Completamente de acuerdo
Por María - Monday, Mar. 27, 2006 at 10:19 PM

Fuerza, Liliana.
Muchos somos los que sabemos lo que pasó en la Plaza.

agrega un comentario


A Liliana
Por Pablo - Monday, Mar. 27, 2006 at 11:22 PM

Con respeto a Liliana Daunes y por saberla buena persona, ese acto no era el mas apropiado para distinguir quien es oficialista o de izquierda o peronista. Pienso que ese fue el error de los compañeros de la izquierda yque objetivamente hacia afuera quedaron como atacando a las Madres y Abuelas. Una lástima

agrega un comentario


VERDAD, MEMORIA Y JUSTICIA
Por ... - Tuesday, Mar. 28, 2006 at 12:25 AM

3 cosas que los que apoyan a Kirchner no conocen ni en figuritas

agrega un comentario


equivocacion
Por lumpen paseador de perros - Tuesday, Mar. 28, 2006 at 12:33 PM

creo lili que te equivocas.
no fue orquestado todo esto.
la izquierda siniestra, por mas que no sea el todo, sigue existiendo.y es tan reaccionaria como la derecha.
yo soy de izquierda,no milito, pero se que el docuemnto fue un mocazo.no se puede en los 30 años, no hacer hablar a las madres.

agrega un comentario