Julio López
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CUBA VISTO POR UN SENADOR CANADIENCE
Por JACQUES HÉBERT - Sunday, Apr. 09, 2006 at 3:48 PM
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UN EX SENADOR CANADIENCE ACTUALMENTE RETIRADO SE ABRE SOBRE LO QUE EL PIENSA DE CUBA, DE SU REVOLUCION Y DE SU LEADER FIDEL CASTRO.

Carta de Cuba, «país canalla» según G.W. Bush

Por: Jacques Hébert (ex senador, periodista, editor, presidente fundador de Jeunesse Canada Monde y de Katimavik)

29 de marzo de 2006

Cuba me deslumbró cuando hice una visita relámpago a La Habana en 1947, un buen momento antes de la revolución de Fidel Castro. ¡Ah, la «Belle Époque!» Los americanos se sentían como en su casa en esta semicolonia devenida su garito y su burdel, maravillosamente situada a 90 millas de la Florida. La mafia se ocupaba de todo detalles con toda eficacia: Meyesr Lansky, Santo Trafficante, Lucky Luciano, etc.

Yo tenía 24 años en 1947, y «todo mi pelo, todos mis dientes», como cantaba entonces Maurice Chevalier. A esa edad, claro, no se sabe nada de los horrores del mundo. Era hasta inociente: ingenuo, cándido, un poco boy-scout, nulo para todo, pero muy buen chico. Había jurado volver cuanto antes a descubrir La Habana a fondo, sin duda la más bella, la más fascinante y, sobre todo, la más humana de todas las ciudades de este continente.

Ocupado en recorrer el resto de la Tierra, volví a Cuba exactemente 48 años más tarde, en 1995. Viejo senador de 70 años, medio pelado pero aún bastante vivaracho, conseguí convencer a varios colegas de todos los partidos, en el Senado y en la Cámara de los Comunes, de la urgencia de crear un grupo de amistad parlamentaria Canadá-Cuba (Taïwan ya tenía el suyo). Como correspondía, los miembros me eligieron presidente, naturalmente encargado de organizar la primera delegación de parlementarios canadienses a Cuba. (…)

Así que en 1995 volví a La Habana, esta vez encabezando una pequeña tropa de características heteróclitas, compuesta por personajes fuera de lo común, como la impresionante Herb Dhaliwal, Svend Robinson -siempre imprevisible y generoso- el adorable senador conservador Normand Grimard, y tutti quanti. Si los diarios no hubiesen mezquinado tanto su espacio (…), les hubiese contado de los logros de ese viaje memorable, salpicado de anécdotas fabulosas, como una libre discusión de dos horas con Fidel Castro, etc. ¿No hay espacio? ¡Peor para ellos!

Esta vez, mi deslumbramiento de 1947 se transforma en una verdadera pasión que no me abandonó, a tal extremo que, después de jubilarme, durante un tercio del año vivo modestamente en La Habana (…).

Comparaciones poco halagüeñas

El lector habituado a los finos análisis de CNN, siempre justos e imparciales, tendría razón en desconfiar de las impresiones de un adorador de Cuba, quizá favorable a la revolución de Castro. No soy ni comunista, ni marxista (a lo mejor nada socialista), pero no dejan de maravillarme los milagros de la revolución cubana. El primero, por ejemplo: al otro día de la revolución, en un año, Castro logró eliminar el analfabetismo en ese país pobre, más empobrecido aún por aquel 22,3 % de analfabetos (en Haití, país vecino, 75% de la población no sabe leer ni escribir. Por su parte, Canadá debería sonrojarse con su 22 % de analfabetos). (1)

Castro erradicó también nueve enfermedades, aún endémicas en los otros países de la región: la polio en 1962, la malaria en 1967, el tétanos neonatal en 1972, la difteria en 1979, la meningoencefalitis (post oreillons) en 1989, la rubeola en 1995 y la tos ferina en 1997.

Este «Estado canalla» redujo la mortalidad infantil a 5,2 por cada mil nacidos vivos. Uno se muere por conocer la cifra de Estados Unidos, el país más rico del mundo, que tiene los medios para hacerlo mejor. Pero no. Con 7 muertes infantiles cada mil nacimientos, son derrotados por los cubanos por 1,8%. Debe comprenderse que su población negra, latinoamericana, pakistaní y otros nuevos emigrados no colaboran mucho en tales estadísticas. Hay que comprender. Olvidemos a Haití, y aunque parezco ensañarme con este desdichado país que tanto quiero, que con EEUU es el vecino más cercano a Cuba, la comparación es tentadora.

Sigo buscando el país democrático, menos democrático o nada democrático que dé al bienestar de sus ciudadanos -sus niños en particular- una prioridad que se equipare a la de esta pequeña Cuba de 11 millones de habitantes; y eso luego de 47 años perseguido, relegado, boicoteado por su poderoso vecino del norte y por los otros países (…) más o menos dominados por Washington.

Murmullo en la multitud. Creo escuchar algunas discretas protestas de ciertos lectores: «¡Eh, un minuto, mariposa! Está todo rebién, pero qué dice de los derechos humanos violados de modo odioso en ese país socilista, ese Estado canalla que los americanos tienen toda la razón de tener entre ojos y donde irán pronto a reinstalar la democracia y los valores cristianos cuando terminen con Afganistán, Iraq, Irán, Corea del Norte, etc. ¡Oh, en Bahía Cochinos no les salió muy bien su invasión, pero la próxima vez, «ten cuidado, amigos!»

El plan de «democratización»

Éste está perfectamente descrito en una artimaña oficial de 458 páginas (Report of the Commission of Assistance to a Free Cuba), publicada por el Departamento de Estado el 6 de mayo del 2004, firmada por Colin Powell y aprobada (…) por el présidente G.W. Bush.

16 septiembre 2004

Cualquier ciudadano canadiense (hasta un periodista) puede procurarse este documento oficial en la Biblioteca del Congreso en Washington, o hasta leerlo en el sitio Internet del Departemento de Estado (http://www.state.gov). Los apurados y quienes nada temen se contentarán con los análisis sucintos y no obstante atinados de CNN.

En ese documento sublime y oficial al mismo tiempo, los americanos desvelan sus planes postCastro (…) Un vasto proyecto de democratización express de ese «Estado canalla» que pretende ser un país soberano.

Durante algunos días se dejará entrar libremente a Cuba a los frustrados por la revolución de 1959, igualmente conocidos como la mafia cubana de Miami, todos demócratas de alma con tendencia a votar masivamente por los Bush, padre, hijo y hermano. Eso promete una linda carnicería, donde los de una misma familia van a descuartizarse, acogotarse, arrancarse pedazos de plantaciones de tabaco, de boutiques miserables o de bellas mansiones de la Quinta avenida.

Siempre de acuerdo al documento oficial del Departamento de Estado, las tropas americanas desembarcarán entonces para frenar esta plaga sanguinaria y poner fuera de combate a los ciudadanos cubanos que no estén de acuerdo con la democratización estilo Bush.

Realista, el documento reconoce que esto producirá muchos muertos y, consiguientemente, muchísimos huérfanos. Está previsto. Se puedo contar con la inmensa compasión del presidente Bush y de sus consejeros elegidos entre la élite moral de EEUU (…). El documento, en fin, tiene un capítulo capaz de arrancar lágrimas a Condoleezza Rice, una mujer, es verdad, demasiado sensible y tierna para este tipo de tarea.

Esta es la bella idea humanitaria: la organización inmediata de un gran comité para favorecer la adopción de esos miles de lindos huerfanitos cubanos (…) por buenas familias americanas elegidas entre personas de iglesia y de principios.

¡Qué idea generosa, brillante, seguramente de inspiración divina, que entibia el corazón de todo ser humano digno de ese nombre! (…).

Pero me estoy alejando, dando vueltas y tergiversando, sin duda de modo inconsciente, para evitar la respuesta a la pregunta directa sobre los derechos humanos, que es muy seria, en Cuba. Es allí, en este momento, donde sin duda se cometen los más grandes y espantosos abusos contra personas despojadas de justicia, como también inenarrables atrocidades, monstruosidades que nos llevan directo al tiempo de la barbarie.

¡Una vergüenza!

En un gran campo de concentración han juntado a unos 500 prisioneros que viven como bestias, a veces enjaulados, encadenados, privados de toda protección jurídica, lejos de la vista de de la Comisión de los Derechos del Hombre, de la Cruz Roja, del National Council of Churches, incluso de Reporteros sin Fronteras, valiente 0NG que consagra sus energías en defensa de los periodistas libres encarcelados por regímenes totalitarios.*

¡Hey!, ¿y esto pasa en Cuba?

Desgraciadamente sí. En un pequeño puerto de la provincia de Guantánamo, en el extremo sur del país, sin duda para no enervar a los turistas de Varadero y de Cayo Coco.

Con toda honestidad, debe precisarse que esta parcela de su territorio le fue arrancada a los cubanos en 1902 por los americanos, cuando cesó la ocupación militar de la Isla por EEUU (para continuar de otra forma). Los americanos necesitaban simplemente un puerto antillano para depositar el carbón de su marina de guerra y su flota mercante. Un pequeño favor entre vecinos. (…)

Bien, un asunto arreglado. No hablemos más. «¡Ay! me gritan los canadienses bien informados que se zampan media hora de CNN todos los días entre dos partidos de hockey-. ¡No tan rápido. Háblenos de los 74 poetas y periodistas independientes actualmente presos por el régimen Castro (…).»

No niego nada, pero hay una pequeña diferencia entre los prisioneros de los americanos en Guantánamo y los de Castro: estos últimos han tenido un proceso según las leyes del país. Los otros no. Se probó, ante los tribunales, que esos «poetas» recibían un salario como agentes de la CIA, como se sabe todos grandes aficionados a la poesía. Misión de esos mercenarios anticastristas: desestabilizar a Cuba, sabotear la revolución socialista, y si es posible, hasta asesinar al tirano con la ayuda de Dios.

¿Se puede pensar que algunos de esos «poetas» serían honestos adversarios del régimen socialista actual, como es su derecho (…)? Sí, puede pensarse. Inocentes han sido quizá injustamente condenados en Cuba, como pasa en todo el mundo, incluso en Canadá. Por lo menos, nuestros propios errores deberían prohibirnos juzgar a los otros con una arrogancia apenas disimulada, como si no hubiésemos pecado.

Por mi parte, tiemblo aún de indignación cuando pienso en Wilbert Coffin, modeste prospector gaspesiano acusado sin pruebas, en 1953, de haber asesinado con un viejo fusil a tres cazadores americanos munidos del más moderno armamento, venidos a cazar a nuestros osos en Murdochville. Después de un proceso arreglado y chapucero ante el gran tribunal de Percé, se dejó a Coffin extinguirse en la cárcel durante algunos años antes de colgarlo en la prisión de Bordeaux, en Montreal, el 10 de febrero de 1956.

¿Historia vieja? ¿Que dicen entonces del caso David Milgaard, condenado a cadena perpetua por asesinato en 1970 et liberado en 1992 por inocencia? ¿Y el caso Donald Marshall, condenado a perpetua en 1971 y liberado en 1992, igualmente inocente?

¿Ya se ha olvidado del crimen inaudito de nuestro primer ministro Mackenzie King, quien en vísperas de la última guerra se negó a recibir en Canadá un barco lleno de judíos que en procura de refugio habían escapado de la Alemania nazi? El Saint-Louis había partido de Hamburgo en junio de1939 y expulsado de todos los países donde sus pasajeros buscaban asilo (incluso Cuba, que les acordó visas) en Canadá, cuya bella reputación de acogida era la primera esperanza de esos desesperados. Me parece que nuestro inmenso país vacío hubiese podido absorber a 907 judíos de más sin poner en peligro su equilibrio sociodemográfico.

¡No! Mackenzie dijo no. Y los 907 atravesaron el mar de vuelta a una Europa a punto de ser tragada por los ejércitos de Hitler. La mayor parte de los refugiados fueron atrapados por la SS y enviados de prisa hacia los campos de concentración: casi todos murieron en las muy eficaces cámaras de gas de Himmler (…)

¿Se ha olvidado el arresto de 22 000 ciudadanos canadienses de origen japonés en 1942 con el pretexto de que estábamos en guerra contra su país de origen y que esos bravos quizá podrían ayudar a Togo y su horda de generales sanguinarios? ¡Vamos, rápido! ¡Todos en un campo de concentración! Cuarenta y seis años más tarde, Canadá entregó a cada uno la suma de $21 000, acompañada de excusas rastreras.

Está olvidado. ¡Bah!, la lista sería demasiado larga y humillante, y debo ser sensible a los problemas de espacio en los diarios que osasen (a lo mejor) publicar este texto.

Para concluir, recordar por lo menos nuestro imperdonable crimen colectivo contra los autóctonos de este país que les pertenece. A partir de 1534 se ha aplastado sistemáticamente a su hermosa cultura, sus tradiciones milenarias, sus valores morales que podrían haber enriquecido a los nuestros.

Porque somos sensibleros evitamos matarlos a todos, como otros colonizadores supieron hacerlo con una firmeza ejemplar. Nosotros optamos por estacionar a los supervivientes (tras bautizarlos de prepo) en sus reservas, como se hizo con los bisontes en vías de extinción. Se los dejó embrutecer con el alcohol, marchitarse dulcemente, sin trabajo, sin escuela, sin esperanza. ¿Sabemos que solamente este año la tasa de suicidio entre los Inuits es la más alta del mundo? Entre sus jóvenes es de cinco a ocho veces superior a la media canadiense. ¡Ay, socorro! ¡Señoras y señores defensores de los derechos humanos, socorro! Realmente un bonito caso para ustedes. ¡Socorro!

No hay respuesta. Sin duda están ocupándose de los 74 «poetas» de Castro.

Los horribles conquistadores de Cuba tuvieron al menos el mérito de no haber prolongado tanto las cosas. A su llegada al país a partir de 1492, fueron bien recibidos por los aproximadamente 200 000 autóctonos, seres amables y pacíficos, dispuestos a compartir su isla con esos blancos ávidos, brutales y mal educados que sin tardanza se dieron a explotar esta bella mano de obra gratuita. Se obligó a seres libres a trabajar como esclavos en las minas y los cañaverales hasta que reventaban. Tan bien que 40 años más tarde no quedaban más que 5 000. ¡Mierda ! ¿Y las minas ? ¿Y las plantaciones de café, de tabaco, caña de azúcar? Tengan por seguro, buena gente, que los conquistadores españoles eran sin duda bárbaros, pero no imbéciles: desde 1513 no dejaron de comprar a precio vil esclavos negros arrancados de sus dulces países africanos por los negreros ingleses, franceses y españoles. Fue igualmente un progreso. Los esclavos negros eran mejores trabajadores que los autóctonos; más dóciles, más resistentes, morían menos rápido.

Bueno. Incorregible, sigo alejándome con tanto blablá; eso mejora con la edad. Y pensar que hubiese podido aprovechar la ocasión para hablarles un poco de mi cáncer.

Lindo cancerito

¿Cómo? ¿Qué? ¿Usted está mal de la cabeza? No hay que exagerar: hablar de su cáncer en público es algo que no se hace, salvo, claro, durante una campaña de suscripción de la Sociedad del Cáncer. Y punto.

Bueno, mala suerte. Es mi artículo. (…) El cáncer mata a 140 000 canadienses por año: eso debería interesar a un puñado de lectores entre mis 7 millones de compatriotas (…).

Durante 82 años tuve una salud de hierro, una resistencia toda prueba, hasta que en junio pasado, ¡crac ! Todo se desmorona de un golpe, pierdo fuerza, el menor esfuerzo me mata y los dolores musculares generalmente atroces me recuerdan día y noche que quizá he andado mucho. Pero suertudo como un jorobado, tengo un médico formidable, el Dr. Richard Morisset, eminente microbiologista del Hospital Hôtel-Dieu de Montreal. Con la colaboración de todo tipo de especialistas, se dedicó a mi caso con todo entusiasmo, llevándome de una radiografía a otra, de biopsia a electro, empujando él mismo mi silla de ruedas por los corredores del hospital a una velocidad loca, sin duda prohibida por el reglamento.

Sé bien que me buscaban un cancerito por alguna parte, pero a mediados de diciembre aún no se sabía dónde estaba alojado, ni si éste existía de verdad. Mala suerte. Como siempre desde la jubilación del Senado, dejé mi bello país tan frío y me instalé en La Habana. ¡La dicha!

Me atrevo a decir que amo a esta ciudad como se ama a una mujer. Y hasta un poco más todos los días. Cada mañana, los 12 gorriones, los tres sinsontes y el único arrendajo azul que habitan el minúsculo patio vienen a despertarme cantando como histéricos bajo mi ventana, a veces muy temprano. Abro un ojo y miro afuera: ahí sigue el cielo azul brillante de febrero. Las palmeras agitan sus manos acariciantes, los majaguas me hacen guiños, y las tres orquídeas, elegantes princesas, me sonríen con distinción. La alegría que entonces me invade es tan intensa que se me da por gritar. Solo al fin. ¡Un loco de verdad! Nadie puede oírme, y el pio pio de mis amigos es más fuerte que mis gritos.

(…)

Bien, este año, La Habana me parece un poco menos divertida: paso mis días en cama, comiendo apenas, incapaz de dormir a la noche o de escribir un renglón de día. Luego de haber avisado a una embajada canadiense llena de gente simpática, donde hay una embajadora absolutamente magnífica, tomo un taxi y voy a una pequeña clínica frecuentada sobre todo por diplomáticos y extranjeros. Los cubanos reciben los mismos cuidados en los otros hospitales, más grandes y gratuitos.

Linda pieza, excelente cocina (¡wao, en un hospital !) y una profusión de médicos resueltos a ir al fondo de las cosas. En seis días, repitieron casi todos los exámenes hechos en Montreal, con los mismos aparatos, a veces de un modelo más reciente. El sexto día, siete especialistas cargando radiografías invadieron mi pieza y discutieron el caso delante mío. Conclusión: hay que operar y extraer un buen pedazo de hueso ilíaco para hacer exámenes más serios.

Pasé mi larga vida sin saber que tenía un hueso llamado ilíaco, lindo nombre que convendría mejor a una isla griega. Resumiendo, 24 horas más tarde sabía que tenía un cáncer del ilíaco. Estaba más bien contento. El cáncer puede instalarse en cualquier parte, a veces en lugares poco convenientes y de los que no tengo ganas de hablar delante de las damas o en un diario. El intestino grueso, ¡qué horror! La vesícula es tristona y hasta un poco ridícula. Y no es lo peor. Pero confesémoslo, un cáncer del ilíaco tiene su distinción.

Le anuncié el asunto a un amigo canadiense de paso por Cuba, muy desolado como corresponde.

-Entonces -me dice- tomas el próximo avión a Montreal.
-¿Cómo?
-Bueno, que vas a hacerte curar en Canadá.


-¡Jamás ! Adoro al Dr. Morisset y a sus sabios colegas, pero tengo la suerte inusitada de tener un cáncer del ilíaco en La Habana, la ciudad más hermosa de América, desbordante de sol todo el año, de flores resplandecientes, de pájaros felices y, sobre todo, de personas cálidas, humanas, alegres, con quienes me divierto noche y día (…) Podría, mi querido, agobiarte de anécdotas para morirse de risa. En síntesis, ni hablar de volver a Canadá: me haré curar en La Habana.

El país de los médicos

Tengo una confianza absoluta en la competencia de los médicos de este «Estado canalla» que tiene un mayor número de médicos por habitante que cualquier país rico y desarrollado. Fidel Castro cumplió bien una de sus grandes apuestas: ofrecer servicios médicos gratuitos a todos los cubanos desde su nacimiento hasta la muerte. Algunas cifras raramente citadas en CNN y en Radio-Canada: Cuba cuenta con 590 médicos por cada 100 000 habitantes, mientras el promedio de América Latina es de 160.

Tasa de mortalidad infantil: 5,2 por 1 000 en Cuba, mientras que en la muy democrática República Dominicana es de 31 por 1 000, y de 80 por 1 000 en Haïti.

Esperanza de vida en Cuba: 74,7 años, mientras que es de 51 años en Haïti. Y de 74 en Estados Unidos. ¡Epa, superados en 0,7 par los «canallas»!

Y no olvidemos jamás que este país minúsculo y desprovisto que cuenta ahora con 66 000 médicos, dispersa cerca de 25 000 en 60 países donde esos doctores, de forma voluntaria, van a curar gratuitamente a los pobres, aún más pobres que ellos. A propósito, ¿cuántos médicos canadienses sacrifican dos años de su carrera para ir a sanar a los pobres en agujeros perdidos en África u otros lugares? Que me envíen cifras para que pueda decirles a mis amigos médicos de Cuba que no son los únicos y que sus colegas de Canadá estan luchando tambien de su lado (si la cifra es lastimosa, claro, no diré nada: yo también tengo mi orgullo).

Puede comprenderse el inmenso honor que siento de confiar mi vieja carcaza a este incomparable y milagroso ejército de seres humanos, más humanos que lo corriente, que viven como pobres con los pobres, para servirlos, curarlos y amarlos.

Hasta en su propio país, los médicos más prestigiosos siguen pobres. Olvidé cuánto ganan por año los médicos canadienses. ¡Ay, ay! La memoria se va al envejecer, pero sé que los médicos cubanos, al dejar la escuela de medicina, perciben un mínimo de $ 19 canadienses por mes. El máximo para los especialistas: $ 60 o un poco más. Leyeron bien. Los que me atienden, entre los mejores, vienen al hospital en bicicleta. Aunque como todos los cubanos, sus hijos se instruyen gratis, desde el jardín de infantes a la universidad inclusive. El costo de la vida –alquiler, electricidad, canasta familiar- es irrisorio.

Espero que los diarios canadienses hayan prestado atención a aquella oferta extraordinaria de enviar urgentemente 2 000 médicos cubanos a Nueva Orleands al otro día del huracán Katrina. Considerando la proximidad de Cuba, éstos hubiesen llegado en pocas horas y hubiesen salvado vidas humanas, sobre todo entre los pobres, es decir los negros. Naturalmente, G.W. Bush se negó sin vueltas, con su muequita despectiva. Ni hablar de aceptar semejante regalo de un «Estado canalla».

Con todo, la oferta era sincera y generosa pues, curiosamente, los cubanos quieren a los americanos, aunque su gobierno persiga a Cuba desde hace 47 años a golpes de bloqueo, de leyes odiosas estilo Helms-Burton, y de mil preocupaciones destinadas a empobrecer a Cuba, a destruír la revolución castrista, espina en el pie de la potencia más grande del mundo (lo que no impide un dejo de malicia del viejo Castro, cuyo sentido del humor es a prueba de todo).

El pueblo cubano no solamente ama al puebo americano, y la reciprocidad sería evidente si Bush, la CIA, CNN y los otros medios de nuestro vecino en común no hiciesen tan buen trabajo de difamación. Aunque es ilegal, más de 50 000 ciudadanos americanos vienen a Cuba cada año, haciendo rodeos a veces inverosímiles y costosos por los países vecinos (Canada, México, Jamaica, etc.). Si la CIA se entera, esos temerarios se arriesgan a serios inconvenientes, como una multa de U$S 20 000.

600 000 visitantes de Canadá

Hablando de viajes, los canadienses se distinguen también este año al proporcionar el grupo más importante de turistas que llegan de todo el país: 600 000 sobre un total de más de 2 millones de visitantes extranjeros. No es poca cosa (y esto enfurece a nuestros queridos vecinos).

¡Ah!, Varadero, las playas más bellas del mundo a menos de cuatro horas de Montreal o Toronto. Una semana bronceándose, tendidos sobre una arena fina como la sal de mesa. A la vuelta, todas las chicas de la oficina se fijan en uno.

Luego de una semana, ¡hop!, de vuelta en avión con la botella de ron, la caja de Cohiba y una bolsa llena de recuerditos «artesanales» comprados en la boutique del hotel (e importados de China) para recordar a los parientes y amigos patidifusos que uno tuvo la audacia de pasar su semana de vacaciones en un país comunista. Por lo menos esos bravos canadienses contribuyen con varios millones de dólares cada año al presupuesto de Castro para sus escuelas, sus hospitales y sus otras manías.

Algunos de esos expertos de Varadero suelen tener opiniones bien cerradas, tipo: «Seguro, el régimen tiene su lado bueno, ¿pero cómo explicar que todos los cubanos se quieren ir del país para emigrar a Florida?»

Falso. La gran mayoría de la población tiene un profundo respeto por Fidel Castro, muchos lo veneran como a un héroe, pero hay cierta cantidad de cubanos que no tienen la fiebre revolucionaria, sobre todo entre los jóvenes. No quieren cambiar el mundo y sueñan más bien con ir a Miami a unirse a los ochocientos mil cubanos generalmente anticastristas, trabajar en McDonald's, servir a los ricos por salarios de hambre y terminar un día comprándose un lindo autazo americano casi nuevo.

Es también el fantasma de otros millones de desocupados que, lejos del peligro socialista, viven en los países vecinos que no obstante son muy libres, muy democráticos y muy, muy cristianos como la República Dominicana, Haití, El Salvador, Guatemala, México, etc.

La verdad es que millones y millones de pobres de todos los continentes quisieran instalarse en EEUU, que muy probablemente sería enseguida inundado, desbordado, sofocado por esas hordas de infelices, a menudo enfermos, analfabetos y llenos de piojos. Por suerte, los agentes de inmigración y los guardacostas americanos vigilan: ellos los expulsan sin piedad, incluídos esas tumbas flotantes sobrecargadas de haitianos con sus grandes ojos espantados que terminarán entre los tiburones.

No es lo mismo -¡oh no!- para los refugiados cubanos a quienes los americanos conceden todos los favores. «¡Bienvenidos, amigos! Los hospedamos, les encontramos trabajo, los mimamos.» Particularmente acogedora, la mafia cubana de Florida empavesa desde que el menos notorio de sus viejos compatriotas pisa suelo de EEUU y testimonia ante la televisión conmovida y temblorosa sobre los horrores sufridos entre las manos de los comunistas de Castro.

Sintetizando, bravo por nuestros 600 000 vacacionistas canadienses que cada año se pagan una semana de sol en Varadero, Cayo Largo o Cayo Coco. Que lleguen pronto al millón y que estimulen a su diputado a reclamar un aumento de presupuesto de ayuda económica a Cuba (…). Sin gran esfuerzo, nuestro actual gobierno conservador podría mejorar dando una buena lección a los que les creen sin más porque son conservadores. Todo el mundo sabe que Canadá es el único país de América (con México) que a pesar del las formidables presiones de nuestros amigos americanos mantienen excelentes relaciones diplomáticas, económicas y culturales con Cuba, sin interrupción desde 1945, y sin una sombra de reticencia bajos los gobiernos de Diefenbaker, Clarke y Mulroney.

Por fin (ya llego), tengo una pequeña idea para ofrecer (gratuitamente) a mi país y a mi gobierno. El presupuesto de Jeunesse Canada Monde, que proviene principalmente de la ACDI, sumado a los presupuestos de todos los organismos no gubernamentales interesados en el voluntariado de jóvenes canadienses en Canadá o en el extranjero, representa una gota de agua en el presupuesto total de Canadá. ¿Por qué el actual gobierno canadiense que, sobre tal tema recibiría el apoyo de los otros partidos, tremendo éxito, proclamando que a partir de tal día, todos los jóvenes ciudadanos canadienses entre 17 y 24 años tienen el derecho de servir como voluntarios durante un período de seis a doce meses en una comunidad en Canadá (con Katimavik, Frontier College u otro) o en el extranjero (con Oxfam, Jeunesse Canada Monde, Carrefour canadien international, etc.)?

Resultado: en lugar de algunos miles de jóvenes canadienses transformados en mejores ciudadanos del mundo cada año gracias a esos programas, habría pronto decenas de miles, sino centenas de miles. La más pequeña comunidad canadiense sería revigorizada por la presencia en su seno de jóvenes voluntarios provenientes de otras comunidades de Canadá o de uno de los 190 países de las Naciones Unidas devenidos nuestros entusiastas asociados.

En 10 años, Canadá se habría transformado en una tierra verdaderamente humana, tolerante, única. Nuestro lindo país se volvería un catalizador de las relaciones entre los ricos del Norte y los pobres del Sur, un remanso de paz, de justicia, de amor; la envidia del resto del mundo. De una vez por todas saldríamos de nuestra insignificancia congénita, y todos los canadienses, desde Victoria hasta Saint John's, pasando por Iqaluit, estarían al fin orgullosos de pertenecer a este maravilloso país demasiado grande y demasiado frío.

¡Uf, uf! ¡Hay que terminar! ¡Que se termine!

Conclusión en forma de anécdota

Hace algunos meses, cuando me paseaba en mi barrio, al oeste de Sherbrooke, de repente, un joven de unos veinte años me abordó con una evidente dicha, como si nos conociésemos: «Vengo de Indonesia donde acabo de terminar mi programa con Jeunesse Canada Monde. ¡Formidable! No soy el mismo hombre. ¡Gracias!»

¿Cuántas veces escuché lo mismo desde 1971? Quizá miles.

Entonces, le pregunté al joven, ¿qué vas a hacer ahora?

Esperaba escucharlo hablarme de viajes, trabajo, universidad.

Soy de Vancouver, dijo. Aprendí francés y acabo de atravesar todo el país para volver a ver a los participantes canadienses de mi grupo de Indonesia, dispersos en nuestras cinco regiones. ¡Vaya, lo pasamos muy bien!

Bien. ¿Y ahora qué?

De golpe se puso muy serio, me miró derecho a los ojos y me dijo con voz calma:

Ahora vamos a cambiar el mundo.


Jacques Hébert

(1) André Picard, " Canada's Illiteracy Rate is enough to make you sick", The Globe and Mail

* Hébert se refiere con ironía a Reporteros sin Fronteras (RSF), organización que se ha mostrado como el brazo ofial anticubano de Falsimedia. RSF recibe fondos del gobierno estadounidense y se codea con el terrorismo de Miami (nota del traductor).

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Muy bueno
Por Gracias - Sunday, Apr. 09, 2006 at 4:30 PM


Que buen comentario!, me parecía vivirlo.

Acá también tenemos algunos de esos jóvenes que se quieren ir a trabajar a Mc Donlad´s aún contra las advertencias de los padres y mayores.
Lo de la salud en Cuba es sencillamente sensacional, no digo envidiable, tampoco milagroso porque nosotros también podríamos tenerlo, faltaría una decisión política por el ciudadano.

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Eso es todo mentira.
Por Marcos - Sunday, Apr. 09, 2006 at 6:35 PM

Se nota que ese parlamentario canadiense ,ademàs de vivir en una burbuja en Cuba ( no conectado con la gente comùn ) , le fue permitido tener una entrevista con Fidel Castro , la cual solo es dada para los ADORADORES del règimen ,se nota lo imparcial que es , PARECE UN FUNCIONARIO DEL GOBIERNO COMUNISTA POR LAS CIFRAS QUE TIRA LAS SACO DE UN MANUALCITO PARECE ,hablando de cifras , que raro que Cuba nunca hace pùblicas sus cifras de pobreza , porquè serà ??? Serà que es como en Venezuela de Chavez que la pobreza subiò 10 puntos en 6 años de gobierno ???
este señor se olvidò de mencionar a paìses como noruega , los paìses bajos y algunos europeos donde se vive mucho mejor que en Cuba y con valores democràticos.

Se nota que este diplomatico se olvida de mencionar a los cientos de balseros que todos los años arriesgan su vida para irse del paìs que segun el es el paìs de las maravillas.

El pequeño detalle que este señor no dice es que a estos unidos quieren ir millones de personas por año ,mientras que de Cuba son cada vez màs los que se quieren ir . Se quieren ir porque son masoquistas y prefiren sufrir que vivir en el "paraiso" gobernado por fidel castro.

Claro este diplomàtico pasa de vivir en canadà a darse una vuelta por Cuba , permanecer un tiempo alojado en buenos hoteles y relacionado con la alta politica del partido comunista ,y luego no me extraña que piense que cuba es el paìs de las maravillas , en vez de vivir en la Habana en edificios que se caen a pedazos , donde los pobres no pueden acceder a los balnearios turisticos ni a los hoteles turisticos ,por cierto , hay pobres y mendigos revolviendo la basura ,no era que no iba a haber màs pobres ???

En Argentina somos pioneros en salud , o acaso en Cuba tuvieron a Favaloro , o al que descubriò el mal de Chagas somos pioneros en descubrimientos mundiales en salud y no necesitamos de una dictadura comunistas dejense de mentiras , eso de que para progresar se necesita vivir en dictadura comunista no se lo creen ni nadie.

Hablan del Bloqueo de usa para justificar lo mal que vive la poblaciòn, que raro el bloqueo no les impidie atraer turistas y darles las mejores viviendas y hoteles y fidel castro y sus secuaces vivien sin bloqueo solo la gente lo sufre que casualidad no no sera que el gobierno es el inutil que empobrece a la gente ?? Cuando estaba la URSS Cuba recibia subsidio y la gente estaba en la pobreza igual asi que no mientan.

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Respuesta a Marcos (del planeta Marte)
Por thematildeproject@aol.com - Monday, Apr. 10, 2006 at 12:45 AM
diegovelardez@aol.com

Hola Marcos.¿en serio pensas que la Argentina en salud es mejor?.Tenemos un 60% de pobres ,un sistema de salud bien capitalista (es decir, si no tenés plata para curarte te morís de angustia en los pauperrimos hospitales publicos).Escribiste todo eso y yo imagino que debés vivir en Suecia.O en un Country , o sos un pequeñoburgués. Porque no tenés ni idea de la realidad del país.No apoyo al burocrático sistema pseudo-socialista de Fidel, pero no me niegues que nosotros vivimos mejor.Cuba es una isla que no tiene recursos y sin ese "comunismo" sería como Haiti o Rep. Dominicana.La vida(en Cuba) debe ser insoportable en un país tan burocratico y sin recursos.Eso no es COMUNISMO.Nosotros (Argentina) con recursos de sobra, la gente padece hambre.Bueno así es el capitalismo.
Te recomiendo que leas en profundidad lo que significa "socialismo" "comunismo" porque parece que no tenés claro los conceptos.Lee historia y vas a ver que todo se reduce a la lucha de clases en donde los malos ganan y gobiernan.
Saludos
Diego.

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a
Por l - Monday, Apr. 10, 2006 at 1:30 AM

que significa que no lo apoyás?? que en caso de una agresión yanki no defenderías a cuba??

si esa es tu posición es horrible

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Cómo les duele y le pica Cuba!!
Por F Espinoza - Monday, Apr. 10, 2006 at 5:05 AM

Cómo les duele y le ...
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Cómo les duele y les pica a algunos lo que Cuba es capaz de hacer con pocos recursos pero con la mayor Libertad, Dignidad y Solidaridad que es posible encontrar "en este mundo y en este instante"...
Que si Fidel se muere, que si lo matan, que si Cuba encarcela "disidentes", que si se violan los derechos humanos... ufff hay quienes no respiran aire cada vez que se enteran de que Cuba sigue adelante, salvándose del imperio y salvándonos con su ejemplo... pobrecillos, no importa, los pueblos del mundo SI conocen, aman y respetan la Cuba Socialista de Fidel y de los 11 millones de seres humanos invencibles.


Saludos a todos los "Jacques Hébert's"

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Solo una sociedad socialista puede educar en los mejores principios de justicia

COTO WONG

cwong@granma.cip.cu

"Solo una sociedad socialista puede educar en los mejores principios de la justicia, de la solidaridad, del amor a los demás, de la lucha por el ser humano", dijo el presidente cubano Fidel Castro, en el acto por los aniversarios 45 de la Organización de Pioneros José Martí y 44 de la Unión de Jóvenes Comunistas que se celebra en el teatro Karl Marx, de la capital cubana.
El líder de la Revolución Cubana destacó la labor desarrollada en la formación de especialistas y médicos que prestarán sus servicios en los países del Tercer Mundo en una batalla por concientizar el sentimiento de ayuda a los más necesitados.
Se refrió al hecho de que en la actualidad se forman en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), 12 mil médicos, y que este año tendremos 30 000 mil estudiantes latinoamericanos.
Recordó el Comandante en Jefe el triste panorama encontrado por la Revolución en 1959 cuando solo contábamos con 3 000 médicos, una sola facultad de Medicina y un hospital docente y que hoy podemos hablar de la importancia que van cobrando los policlínicos, convertidos en sedes de facultades médicas.
Expresó el orgullo con que nuestros oftalmólogos acometen la Operación Milagro que tanta gloria y prestigio le ha dado al país en el mundo entero y destacó que se trabaja hoy por ser una potencia mundial en medicina como ya lo somos en el deporte, en la pedagogía y como lo seremos en la informática.
Se preguntó si el poderoso imperio podrá formar 100 000 médicos de otros países en 10 años, no pueden hacerlo, dijo.
Destacó los esfuerzos realizados por el país en la formación de los recursos humanos; su importancia en el apoyo a los nuevos planes de la Revolución e hizo hincapié en los más de 28 000 trabajadores sociales que se emplean en diferentes tareas de gran trascendencia y reconocimiento social.
Fidel hizo énfasis en el lugar de avanzada de esos trabajadores sociales que junto a los estudiantes universitarios han intervenido en la batalla energética, en la entrega de artículos, en el estudio energético del sector estatal y social.
Valoró el papel de los trabajadores sociales en la Tarea Alvaro Reinoso, de los trabajadores azucareros, en la Operación Milagro, en la atención al adulto mayor y a los discapacitados.
"Tenemos que sentirnos orgullosos de nuestra juventud, de sus gloriosos valores de su estirpe, de su temple", destacó.
En otra parte de su intervención, el presidente cubano recordó cómo surgió la Unión de Jóvenes Comunistas, su incansable batallar desde las primeras grandes batallas de la Revolución como la Campaña de Alfabetización, Playa Girón, entre otras. Ha sido siempre protagonista de primera mano en las épicas jornadas por el desarrollo, en las batallas culturales, deportivas y en las batallas internacionalistas.
Señaló el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba que la Unión de Jóvenes Comunistas ha continuado fortaleciendo su papel en la sociedad y su aporte a los diferentes programas y tareas de la Revolución.
Refirió que la UJC mantiene su influencia sobre los 2 492 715 jóvenes cubanos comprendidos entre 15 y 30 años, de los cuales el 24 por ciento es militante de la organización, con 3 453 cuadros, de ellos el 57,8 por ciento son universitarios y 1 328 estudian en la Universidad, en tanto 32 realizan maestrías, posgrados o doctorados.
Mencionó Fidel que el pasado año, 23 369 militantes de la UJC pasaron al Partido, como continuidad al proceso iniciado con la Batalla de Ideas. Subrayó que en el año 1999, en el que se inicia la Batalla de Ideas, pertenecían a la UJC, 433 859 jóvenes, y esa militancia ha crecido hasta 604 523 actualmente, cifra que constituye la mayor en la historia de la organización.

http://www.granma.cubaweb.cu




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hasta yerba mala muere
Por preparando el festejo - Monday, Apr. 10, 2006 at 8:19 AM

Mas les duele y le pica Fidel a todos los cubanos, pero no hay mal que dure 100 años!

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¿TODOS?
Por El cartero del Granma (el yate, no el diario) - Monday, Apr. 10, 2006 at 1:39 PM

¿A TODOS los cubanos? ¡¡¡Vaya!!! Pero el "totalitarista" es Fidel...

Fidel muerto y sepultado va a estar más vivo que ustedes... no veo que van a festejar...

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Respondiendo
Por Marcos - Monday, Apr. 10, 2006 at 3:49 PM

En Argentina no hay 60% de pobres , por favor , chequeà bien las cifras , no tirès datos inventados porque asi no podès tener credibilidad.
Yo te digo un dato de la realidad, y es que en Argentina fuimos y somos pioneros en investigaciòn y medicina en america latina , por algo de todos lados vienen a atenderse a nuestros hospitales ,tuvimos a Favaloro ,inventamos el Bypass de corazòn , ahora hiciemos el primer transplante de corazon artificial ,muchisimos descubrimientos e innovaciones de primer nivel mèdico , y no necesitamos de un sistema comunista para tener calidad mèdica , los mèdicos argentinos son de lo mejor del mundo incluso los de los hospitàles publicos .

Lo que pasa en Cuba es que se hace una campaña propagandistica para mostrar una cosa que en verdad no es , tipico de los comunistas grandes campañas publicitando la salud , la educacion etc LA REALIDAD ES QUE LA GENTE DE CUBA SE QUIERE IR Y QUE EN CUBA HAY MENDIGOS Y GENTE QUE REVUELVE LA BASURA EN LAS CALLES IGUAL QUE CUALQUIER OTRA CIUDAD DEL GLOBO HAY HOTELES DE 5 ESTRELLAS AL LADO DE GENTE COMIENDO EN LA BASURA , NO ERA QUE NO IBAN A HABER MÀS POBRES Y TODOS IBAN A SER DIGNOS ??

Que bueno que ese cubano mostrò esa foto , si miran bien esa foto , pueden ver como los soldados comunistas "cuidan" la manifestaciòn pro Castro , LA POBLACION ESTÀ CONTROLADA Y MANIPULADA VEAN LA FOTO ESTAN LOS SOLDADOS SOBRE LOS TEJADOS QUE PAIS IGUALITARIO JAJAJA

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pobrecito... respira un poco
Por F Espinoza - Monday, Apr. 10, 2006 at 8:03 PM

pobrecito... respira...
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la foto que te empavoriza Marquitos descuadrado, está tomada frente a un cuartel de la PNR(Policía Nacional Revolucionaria), este cuartel está ubicado al ladito de la SINA(oficina de intereses estadounidenses en La Habana, el alias que tienen los de la CIA en Cuba...) ambas dos están emplazadas a orillas del Malecón Habanero. La foto fue tomada durante una marchita de unos poquitos centenares de miles de cubanos "obligados a ir" a punta de pistola por el requetecontrasiniestro Fidel...

Andan por ahí dando vueltas por la web unas fotos de cubanos rastrojeando sancocho en los cubos de la basura... quien conoce Cuba les habrá visto en su tarea en varios sitios de La Habana... y si han atrevídose a platicar con alguno de ellos, habrán percatádose que se trata no de miserables mendigos, sino de personas que buscan allí algo de sancocho para sus puerquitos. Lo del asocie con mendigos es seguramente un simple "reflejo de Pavlov" sufrido por nuestros asustadizos anticomunistas, tan acostumbrados a verles en esa condición en las puertas de su casa .

Bueno, lo que es cierto es que en las marchas también desfilan soldados y policías; lo hacen junto al pueblo cubano, pues también lo son y como él trabajan, defienden, luchan y desfilan.

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La Habana: Crónica del 24 de Enero 2006.

(O de como el pequeño David derrota una vez más a Goliat).

Son cerca de las cinco y media de la mañana cuando algunas decenas de personas caminan por las calles del reparto Bahía, las cuales todavía duermen en la penumbra húmeda que antecede al alba; el punto de encuentro es la esquina donde una pequeña cafetería insomne ofrece a estos madrugadores, refresco, algún pan con pasta de queso o jamón, café, cigarrillos y tabacos.
La escuela primaria "Miguel Enríquez" arrinconando en el ángulo de la manzana a la cafetería, descansa a esta hora de los centenares de Pioneros bulliciosos y alegres que en unas horas más ocuparán todo el espacio de su amplia extensión sin olvidarse mientras estudian y juegan del revolucionario chileno cuyo nombre ostenta. La casita de dos pisos del médico de la familia, en la esquina opuesta, está todavía a oscuras.
Arriba en el firmamento refulgen Orión, Tauro, las Pléyades, Casiopea…
Los vecinos que van llegando promedian la cincuentena de años; sin dudas, la mayoría de ellos estuvieron entre quienes asumieron en sus manos de niños, las primeras jornadas de lucha y construcción de la revolución cubana.

Durante los trece años que he vivido en Cuba, estas alboradas de movilización popular siempre despiertan en mí una extraña sensación de intranquilidad: el temor que sólo seamos quienes nos encontramos aquí en estos momentos los que vayamos a participar en ellas.
A las seis en punto de la mañana arriba la primera guagua. Es un viejo omnibus francés, alguno de los mismos que circularon hace décadas por las calles parisinas. Rápidamente llenamos asientos y pasillo y el bus parte ronroneando hacia su destino. Vislumbramos al pasar otros grupos de personas a los pies de los edificios de doce pisos de la avenida principal del barrio.
Por la Monumental, que es la autopista que enlaza los barrios del Este con la ciudad de La Habana, circulan ya otros vehículos de transporte diversos llevando sus pasajeros. La sensación no me abandona mientras sigo platicando con mis vecinos.
Cuando ingresamos al túnel que cruza bajo la boca de acceso a la bahía habanera, el ruido del motor ahoga nuestras voces. Surgimos otra vez a la superficie por la espiral ascendente de la vía que nos conduce directamente frente al Museo de la Revolución, otrora Palacio Presidencial; desde una esquina y oculta tras una valla de láminas de metal, nos observa como avergonzada la mansión que ocupa la embajada de España, mientras el poderoso haz proveniente desde el faro del peñón del Morro, se desliza sinuosamente por los muros de la ciudad con su pincelada de luz.
Pero ya puedo volver a respirar tranquilo al descender del bus. Hay allí miles de otros madrugadores de diferentes sexos, edades, ocupaciones, colores y aspectos que se dirigen bulliciosamente hacia el malecón habanero, el cual iluminado por sus potentes farolas brilla en la oscuridad como la vía señalada.
Me adelanto sorteando con dificultad este mar humano, tratando de llegar a la parte delantera de la marcha emplazada algunos kilómetros más adelante por el Malecón.
Cada cincuenta o más metros, se han improvisado sobre los desagües de la calle pequeñas casetas de madera o metal a guisa de urinarios; bordean también la avenida potentes equipos de amplificación de sonido, que nos entregan las voces de Carlos Puebla, de Silvio, o himnos de la Cuba libre y soberana… con sus servidores al pie de ellos, manipulando prestamente los teclados cual expertos DJs. Llevan ya en su función varias horas, desde que Fidel convocara a la movilización por la noche del 22 de Enero. Vendedores de refresco granizado, de helados, panes, empanadas de guayaba, rositas de maíz, terminan de instalarse con sus pequeños carritos.
Una mujer de unos setenta años comenta a su acompañante, mientras asciende lentamente por la rampa del malecón que enfrenta al hospital Hermanos Ameijeiras, otrora Banco Nacional, que allí ella fue operada de la columna. Adelanto un poco más allá a dos oficiales de las FAR, quienes como todos portan una jabita en la que se adivinan la imprescindible botella con agua y algún pan.
Reposan mientras tanto sobre los muros del malecón innumerables parejas de enamorados, jóvenes o adultas, intercaladas por trabajadores y estudiantes; muchos contemplan hacia el mar Caribe todavía sumido en la oscuridad y desde el cual nos llega una bruma tenue y tibia. Entre los transeúntes destacan grupos familiares con niños de a pie, en brazos o en cochecitos.
Una dulce emoción de libertad y paz llena todo mi ser mientras avanzo entre esta multitud.
En la esquina con la calle 23 se ha instalado una barrera, tras la cual descansan sentados o recostados unos con otros miles de estudiantes de los nuevos programas de la revolución. Logro entrar en la zona delimitada, para caminar haciendo equilibrio entre este mar de juventud que llena todo el espacio hasta más allá del monumento al Maine, el mismo que perdiera en un golpe de pueblo al llegar la revolución, el águila que le adornaba desafiante como gesto imperial de dominio e humillación hacia los cubanos de antes de 1959.
Ya se ve el edificio de la SINA, cuya mole gris encierra la representación "diplomática" del gobierno de los EEUU ante Cuba; tengo curiosidad por conocer de cerca la nueva provocación lumínica que han instalado en uno de sus pisos, pero a esta hora los operadores del artilugio todavía descansan.
Enmarcados por personal de la Policía Revolucionaria y del Minint, se encuentran apretadamente formados varios miles de estudiantes del Instituto Preuniversitario de Ciencias Exactas, popularmente conocido como la Lenin; ellos serán quienes encabezarán la marcha junto a los dirigentes de la revolución cuando esta se inicie en unos cuantos minutos más.
Está aclarando rápidamente pero la Luna menguante todavía intenta alumbrarnos desde un costado del Hotel Nacional, el mismo edificio en donde la mafia estadounidense y los ricos celebraban antaño sus bacanales.
Hasta donde se alcanza a ver, todo el tramo del malecón que acabo de recorrer está ya atiborrado de personas y de banderas. El amanecer se llena de risas y de consignas.

Pocos minutos antes de las ocho llega Fidel en el ya conocido Mercedes negro; todas las cabezas se centran en el sitio donde está el personaje más querido de este pueblo, y por ende también uno de los más odiados y temidos del imperio estadounidense. Un murmullo gigantesco, gritos de saludo y un agitar de banderas recorre la muchedumbre inconmensurable.
A las ocho en punto resuenan las notas y la letra del Himno Nacional, todo el mundo permanece erguido firmemente con la mano puesta sobre la frente o en los costados del cuerpo en señal de saludo y respeto. De entre un grupo de asombrados turistas, una joven de largos cabellos rubios no puede contener sus lágrimas.
Era también el momento esperado por los operadores para encender el lumínico instalado dentro de la SINA, quienes reciben instantáneamente en su madriguera el saludo despectivo de Fidel y la mofa de los allí reunidos. Por si esto fuera poco, el sol que acaba de salir irradia justamente hacia el costado del muro en donde está emplazado el panel de propaganda y aunque todos tratamos de "leerlo" entre risas, las cínicas letras de tenue luz rojiza que emite no logran distinguirse y son ahogadas inevitablemente por el mar de luz… un intento más del poderoso imperio que queda ridículamente impotente.
Fidel, implacable, claro y digno como siempre, resuena dentro de cada uno de los allí presentes con su mensaje de lucha, objetividad y esperanza. Nadie que no haya escuchado y no se haya escuchado a sí mismo a través de la honestidad de las palabras de Fidel pudiera entender a este pueblo que se empalma dialécticamente con su querido comandante desde hace 47 años para enfrentar las dificultades y vencerlas.

La movilización se inicia encabezada por un batallón que con su paso y su música aporta el ritmo de marcha. Le siguen los representantes de este pueblo revolucionario, electos por y entre los mismos que hoy desfilan; pasan luego los estudiantes de la Lenin; los cadetes de la escuela militar Camilo Cienfuegos; los jóvenes marinos y sus oficiales, pues en esta Cuba Socialista los soldados viven, trabajan, luchan y por supuesto marchan junto a su pueblo.
Continúan el desfile gigantesco miles de estudiantes de las carreras emergentes: profesores, enfermeros, carreras artísticas, trabajo social, deportes, que ya colman y revolucionan incansablemente con su trabajo y juventud los diversos espacios de la sociedad cubana. A través de ese esfuerzo Cuba ratifica una vez más su propósito de hacer de esta revolución humana la más justa y libre que haya jamás existido.
No desfilan en esta ocasión los internacionalistas cubanos que prestan su servicio en variados y remotos « rincones oscuros » del planeta. Ellos, por miles, están a esta misma hora practicando el espíritu solidario de este pueblo feliz en medio de las nieves paquistaníes, o en las montañas centroamericanas y en ciudades o campos suramericanos, o entre sus abuelos del continente africano, curando el dolor y enseñando con su accionar cómo se puede construír con amor otro mundo posible y necesario.
Pero en cambio, vienen agitadas al viento las banderas de la nueva Venezuela, portadas en alto por los miles de hijas e hijos de la patria de Bolívar que estudian en esta Cuba acerca de la esperanza y sus múltiples vías.
Mirándolo todo con asombro y alegría, pasan grupos de centenares de jóvenes bolivianos con sus coloridas banderas, junto a otros latinoamericanos diversos; indígenas, caribeños , africanos, incluso algunos estadounidenses. Todos ellos han encontrado en esta patria cubana el lugar en donde aprender para retornar a sus pueblos a servir al nuevo ser humano que se gesta ya en nuestro planeta, después de milenios de humillación, dolor y espera. La mayoría son estudiantes en la ELAM, la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, esa respuesta típicamente cubana a la trístemente célebre "Escuela de las Américas" que fuera promovida por los amos de los mismos que se ocultan ahora en el edificio grisáceo de la SINA, para aleccionar a sus perros de presa latinoamericanos en los métodos de la muerte: la ELAM enseña en cambio a salvar la Vida.

Una multitud interminable desfila por el malecón. Durante cinco horas y más los heterogéneos habitantes de los municipios de La Habana, con sus estandartes y la bandera de la estrella solitaria se expresan marchando libremente en un espectáculo impresionante que obviamente no será registrado ni en las cámaras ni en las crónicas de los cientos de reporteros de la prensa internacional destacada en Cuba . Ellos prefieren servir otros intereses, no los de este pueblo ni el de los pueblos que confían en esta revolución que le da un verdadero sentido al concepto de solidaridad compartiendo concreta y tiernamente su obra.
Es probable que hoy estos individuos hayan optado por irse a tomar sol en alguna playa caribeña, a la espera de mejores días para cumplimentar su misión; regresarán después a urgar entre algún puñado de mercenarios cubanos de poca monta y menor honra algo para publicar sobre siniestras violaciones a los derechos humanos, torturas, persecuciones, cárceles injustas… como si en cualquier otro sitio del mundo actual no hubiese bastante tema y material concreto esperando para satisfacer con creces la tan loable y humanitaria preocupación de estos reporteros que en cambio prefieren esperar y esperar en Cuba, bronceados y daiquirí en mano.
Tampoco les interesa escribir con sus plumas acerca de los otros milagros de esta isla para con los humildes del planeta, ni mucho menos sobre el número efectivo de cubanos y otros que hoy caminan por este malecón digno y libre; pudieran consultar para saber su cantidad, por simple curiosidad y si así quisieran a los operadores escondidos tras los muros de la SINA, quienes de seguro en estos mismos momentos cuentan uno a uno y filman a este pueblo con sus sofisticados pero inútiles equipos láser computarizados y satelitales, afanados en ficharles para sus listas ignominiosas.

Mientras, el Che desfila flameando alegre e invencible en las banderas y los portadores que las empuñan continuan reproduciendo en millones cada día sus ideas; en sus ojos, que miran de frente y sin miedo, se expresa la decisión de continuar así marchando por estas calles y por la vida.

Regreso al fin, agotado y feliz. Equiparo mi paso al de un vecino; sus botines gastados han sido testigos de marchas y trabajos diversos durante una buena parte de sus ya muchos años; juntos volvemos platicando de todo, absolutamente convencidos de que vivimos ya en el mundo posible y necesario, al que tenemos que seguir perfeccionando -con todos y para el bien de todos-, como Martí quería.





Fernando Espinoza, La Habana, 24 de Enero 2006




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UFFf...
Por KarreraMarchhhh - Monday, Apr. 10, 2006 at 8:09 PM

Demasiados milicos para una sociedad tan justa e igualitaria no????

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En Cuba son pueblo, los milicos...
Por F Espinoza - Monday, Apr. 10, 2006 at 8:43 PM

En Cuba son pueblo, ...
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jajaja,demasiados soldados/pueblo querrás decir...

Milicos es tu "reflejo de pavlov" por tu particular experiencia. En Cuba los soldados son pueblo, nada más ni nada menos.

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y si...si el que los gobierna
Por KarreraMarchhhhhh! - Monday, Apr. 10, 2006 at 9:49 PM

es el milico principal,... que carajo nos vas a decir???


VIVA SU PUEBLO MILICO!
VIVA EL LIDER MILICO!!!

VIVA MILI...CUBA!!!


andá a cobrar el sueldito que te pagan los milicos y no nos vengas a romper las pelotas en Indymedia Argentina, si te gusta tanto, funda una Indy Cuba...si los milicos te dejan,
...por supuesto!

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Soldados cubanos victoriosos en Girón y en Africa
Por enviado por F Espinoza - Tuesday, Apr. 11, 2006 at 6:13 AM

Soldados cubanos vic...
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Soldados/pueblo cubanos que pusieron de rodillas al ejército del Apartheid sudafricano, y derrotaron a los mercenarios en Playa Girón, en otro Abril glorioso...

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Ahora entiendo!!!!
Por KarreraMarchhhh! - Tuesday, Apr. 11, 2006 at 9:21 AM

es porque Cuba esta llena de "soldados victoriosos" que no hay Indymedia Cuba!

cuánto te pagan por colgar fotos de "soldados victoriosos"???

(...o te tienen con un fierro en la nuca?)

Que triste sos.

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Cuba, Cuba, Cuba...
Por F Espinoza - Tuesday, Apr. 11, 2006 at 1:39 PM

Cuba, Cuba, Cuba......
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jajaja, se te atraganta Cuba... y como a ti a varios más...

Anda a darte una vuelta por allá chico, que nadie te va a comer... estarás más seguro y feliz y en paz que en cualquier otro lado. No temas y verás que te servirá.

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No gracias...
Por KarreraMarrchhhhh - Tuesday, Apr. 11, 2006 at 2:41 PM

los paises gobernados a perpetuidad por milicos,... me dan "cosa", no como a vos, que por lo visto, te dan...dinero$$$.


Pobres cubanos!, de todos modos dentro de poco se les muere por fin el viejo (...si no es que ya murió).

...y, además de los milicos, tenés fotos de la pobreza que hay en Cuba?




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Esas fotos solo demuestran lo que digo
Por Marcos - Tuesday, Apr. 11, 2006 at 3:52 PM

Todas esas fotos solo muestran gente con banderitas cubanas ( quien les dio esas banderitas , el gobierno ? todas son iguales ) , los que llevan carteles de protesta estàn todos vestidos igual ,deben ser del gobierno ,y se ve en las fotos que los solados van mezclados con la gente , para controlarlos ajaaj , ademàs si la gente tanto quiere a fidel Castro porquè no se hacen elecciones libres ? Si a Castro lo vota supuestamente el 90 % de las personas en las elecciones truchas que el arma , porque no hace elecciones libres a ve si la gente lo apoya ??? no tenès verguenza como podès decir que la gente busca en la basura para darle de comer a los chanchos ??? Esa gente busca para comer ellos idiota !! no era que con Fidel Castro no iba a haber mas pobreza ???

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Viva cuba
Por Antigusanos - Tuesday, Apr. 11, 2006 at 6:21 PM

Vamos marquitos, porque no te volves a Miami a tomar Bacardi con Cocacola? La oposicion en Cuba no son mas que unos 15 pateticos periodistas pagados por USA. A pesar de los millones gastados por los gusanos, nadie los pesca.
Y a los revolucionarios al peo de indy, ni siquieran son capaces de construir un partidito de mil militantes sin hacerse mierda entre ustedes y despues le dan lecciones a Cuba? Que joda....

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Solidaridad Cubana
Por enviado por F Espinoza - Tuesday, Apr. 11, 2006 at 6:49 PM

Solidaridad Cubana...
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mientras se atragantan con Cuba, la Solidaridad del pueblo cubano se esparce por todos los "rincones oscuros" del planeta.



Preside Fidel Castro contrato para compra de aviones rusos

11 de abril

El Presidente de Cuba, Fidel Castro, estuvo presente en la firma de un acuerdo para la compra de cinco aviones rusos, que la nación caribeña destinará a proyectos de solidaridad con los países de América Latina, informó PL.
Ese contrato se selló en el Palacio de la Revolución (sede del gobierno), tras la rúbrica del vicepresidente del Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba (IACC), José Prieto, y el director general de la Ilyushin Finance Co., Alexander Rubtson.
Según lo estipulado, la empresa rusa financiará a la parte cubana la adquisición de dos naves IL 96-300, y tres TU 204-100, una de estas últimas destinada al transporte de cargas.
Al referirse al convenio, Prieto apuntó que significa un segundo paso en la modernización de la flota aérea de Cuba.
Estos aviones se incorporan, al igual que los dos IL 96-300 adquiridos en una primera etapa, a misiones solidarias como la Operación Milagro, proyecto cubano-venezolano de atención oftalmológica gratuita a pacientes pobres de América Latina, afirmó.
Prieto recordó que la aviación civil cubana siempre ha colaborado con otros países y mencionó los casos de Venezuela, Guatemala y más recientemente Bolivia y Paquistán.
Siempre hemos estado listos para cumplir las misiones de nuestro Partido y Gobierno. Para unir los pueblos ya sea con médicos, maestros, deportistas o turistas, subrayó el directivo.
Por su parte, el presidente del comité para la industria de la Federación Rusa, Boris Alioshim, mostró su satisfacción por representar al Estado ruso en la firma de este acuerdo.
Este paso es un gran aporte a nuestra amistad y abre nuevas posibilidades de intercambio en este y otros sectores, aseguró el funcionario
Alioshim ratificó la calidad de los aviones adquiridos, al tiempo que aseveró que ese aspecto influirá en la apertura de una nueva era de negocios entre su país y Cuba en el área de la técnica.
Luego de las rúbricas y las palabras de protocolo, el presidente Fidel Castro dialogó con los empresarios y funcionarios europeos sobre la campaña de ahorro de energía en la mayor de las Antillas y se interesó por los adelantos rusos en el transporte automotor.
El jefe de Estado caribeño se refirió a las deficiencias en el sector del transporte en la isla, como la excesiva profusión de marcas de automóviles y camiones y la explotación de vehículos de la era soviética, altos consumidores.
Fidel Castro adelantó la posibilidad de adquirir en Rusia motores y otras partes y piezas para modernizar a los existentes en el país, en una operación que calificó de eficiente y más barata que comprar carros nuevos.


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http://www.granma.cubaweb.cu/salud/paquistan/index.html

http://www.elacm.sld.cu

http://www.trabajadores.cubaweb.cu/ayuda-medica-cubana/00home.htm

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Solidaridad Cubana a los pueblos
Por enviado por F Espinoza - Thursday, Apr. 13, 2006 at 8:42 PM

Solidaridad Cubana a...
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Del Caribe al Himalaya

Ángel Guerra

La Jornada

Hace unos días comentaba con unos amigos sobre la colaboración médica cubana en el tercer mundo. Les explicaba que esta comenzó desde que en 1963 Cuba envió una brigada médica a Argelia, recién derrotado el colonialismo francés en la guerra de liberación, y que más tarde se fue extendiendo a muchos otros países de Africa, el mundo árabe y América Latina. Les mencioné que en países como la extinta República Popular de Yemen, su primera facultad de medicina fue fundada por profesores cubanos. Pero lo que más llamó la atención de mis interlocutores fue la reciente presencia de trabajadores de la salud de la isla en Paquistán, su antípoda geográfica, y el hecho de que 73 por ciento de los 74 000 heridos por el descomunal sismo de octubre de 2005 haya sido atendido por ellos. Mis contertulios señalaron el contraste entre los sistemáticos espacios de calumnias y distorsiones de la realidad que se publican sobre Cuba en los medios de la llamada prensa libre y democrática y su omisión deliberada de una información como la que yo les estaba proporcionando, hecha extensiva ahora a los lectores de La Jornada.
A una semana de producirse el terremoto, que afectó principalmente la parte paquistaní de Cachemira, una región a horcajadas sobre las montañas del Himalaya, comenzó la llegada a la zona del personal de salud cubano integrante del Contingente Henry Reeve. Esta fuerza fue creada a raíz de la destrucción de Nueva Orleáns por el huracán Katrina, cuando Cuba ofreció enviarla a la zona de desastre y recibió la negativa por respuesta de las mismas insensibles e incompetentes autoridades estadunidenses que todavía hoy no terminan de lidiar con los problemas de salud que dejó su incuria ante el paso del meteoro. El nombre Henry Reeve viene de un bravo combatiente neoyorquino que alcanzó el grado de brigadier en la lucha independentista decimonónica de la isla.
En Paquistán, 1132 médicos, paramédicos y técnicos cubanos se dislocaron en 30 hospitales de campaña levantados por ellos mismos y con ayuda de los pobladores en los lugares más afectados por el terremoto, y también en una docena de establecimientos administrados por las autoridades del país. Los hospitales de campaña, enviados desde Cuba, estaban dotados de quirófano, ultrasonido, rayos x, electrocardiógrafo y laboratorio clínico, a lo que más tarde se añadieron áreas de fisioterapia y rehabilitación. La barrera idiomática no fue obstáculo para la labor de diagnóstico ya que los cubanos pudieron entenderse desde el principio con los paquistaníes en inglés y por señas y en pocos días aprendieron las palabras elementales para ese fin en urdu, lengua de la región. No sólo atendieron a los heridos por el terremoto sino a toda la población de los sitios donde trabajaron, desde partos hasta enfermedades endémicas. Diariamente realizaban labor de terreno en las escarpadas montañas. Hicieron, además un diagnóstico de la situación de salud en sus zonas de ubicación, que junto a los hospitales de campaña –donados por Cuba-, se han trasferido a personal paquistaní. Muchos de los pacientes han viajado a la isla para recibir el implante de prótesis y 1000 estudiantes de zonas pobres del país asiático recibirán becas para estudiar medicina en ella. La misión médica cubana ha atendido más de un millón trescientos mil pacientes, realizado 12 406 intervenciones quirúrgicas y practicado más de 700 000 tratamientos de fisioterapia. Dadas las creencias islámicas, fue de gran ayuda con las pacientes su atención por mujeres, casi la mitad del contingente caribeño. Relatos sobre la relación entre la población, que con frecuencia nunca había tenido acceso a un médico, y los cubanos pueden leerse en la página web del diario Granma.
Acciones como esta sientan una impronta de solidaridad y humanismo en un mundo donde pretenden imponerse como únicos móviles de la conducta el individualismo y la obtención de dinero a como dé lugar. No sólo benefician a quienes reciben el servicio médico, un derecho humano universal negado por el capitalismo. También favorecen el crecimiento moral y espiritual de quienes lo ofrecen en circunstancias tan desfavorables y a costa de gran sacrificio personal, como ha sido el caso de los cubanos en Paquistán.
El día llegará en que gestos de esta naturaleza sean vistos como lo más normal: el deber que tenemos todos los seres humanos de sentir como propio el dolor de los demás y de actuar en consecuencia.

aguerra12@prodigy.net.mx

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LOS CUBANOS NO VEN LA CALIDAD MEDICA DE CUBA
Por Marcos - Friday, Apr. 14, 2006 at 3:14 PM

LOS CUBANOS NO VEN L...
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SE NOTA QUE LOS CUBANOS VIVEN LA "GRAN CALIDAD" DE LA MEDICINA CUBANA.

SILLA DE RUEDAS DESTARTALADA DEBE SER EMPUJADA

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LA PROPAGANDA CUBANA ES FALSA MEDICINA PARA EXTRANGEROS
Por Marcos - Friday, Apr. 14, 2006 at 3:19 PM

LA PROPAGANDA CUBANA...
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LAS SILLAS DE RUEDAS SON MUY DEMANDADAS EN CUBA , PERO HAY POCAS.



EN ESTA OTRA FOTO VEMOS A JOSÈ CON PROBLEMAS DE COLUMNA DE NACIMIENTO SOLO CONSIGUIÒ BASTONES DEMASIADO LARGOS PARA SU CUERPO , LO QUE LE IMPLICA UN ESFUERZO EXTRA PARA MOVERSE.

DICE QUE LE GUSTARIA UNA SILLA DE RUEDAS PERO EN CUBA HAY POCAS. ADEMAS DICE QUE EN CUBA NO HAY RAMPAS PARA DISCAPACITADOS.

OTRA MUESTRA DE LA "GRAN " MEDICINA CUBANA.

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LA GRAN MENTIRA DE LA SALUD EN CUBA
Por Marcos - Friday, Apr. 14, 2006 at 3:23 PM

LA GRAN MENTIRA DE L...
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EL PRECIO DE LAS SILLAS DE RUEDA EN CUBA ES PROHIBITIVO PARA SUS HABITANTES QUE SOLO GANAN 17 $ AL MES.


ESTE CIUDADANO CUBANO , QUE ES CIEGO , USA UN BASTÒN DESVENSIJADO PARA MOVILIZARSE.

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Cuba in english?
Por F Espinoza - Friday, Apr. 14, 2006 at 6:10 PM

Cuba in english?...
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Marquito cuadrado... y ahorita es que en Cuba se expresan para disentir en english? Cosa más rara, habráse visto que ni capaces son de contar mentiras en castellano o español, mucho menos en buen cubano , coño!

Pero marquito chiquitico, qué pudieras hacer tú o un millón como tú contra la Cuba de Fidel y la Solidaridad inmensa de un pueblo entero.

"Ahora sí que la historia tendrá que contar con los pobres de América"

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Indymedia en Cuba?
Por Fidel, padre y verdugo de la revolucion - Friday, Apr. 14, 2006 at 6:20 PM

en Cuba no se expresan para disentir, ni en inglish ni en andalú caribeño, en Cuba el que disiente va a la sombra, vos que sabés tanto...¿por que no hay Indymedia Cuba?

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Cuba sin ...
Por F Espinoza - Friday, Apr. 14, 2006 at 7:39 PM

Cuba sin ......
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Bueno, en Cuba no hay indy, ni mc donalds, ni Ferraris, ni Rolls, ni Walmart's; tampoco policía o ejército para reprimir a los trabajadores de metros, o a los pobladores, o para torturar y desaparecer decenas de miles de compatriotas obedeciendo sus peores instintos y al amito yanqui, con el aplauso de decenas de "libres participantes" de indy, apologistas del neofascismo...; en Cuba hay en cambio unos cuantos Lada's, y ahora último algunos vehículos chinos; unos destartalados "camellos" apretados como lata de sardinas; comida suficiente no sobrante; educación, salud, deporte, cultura, recreación "gratis y totalltaria", así como sobretodo Paz, Libertad, Dignidad y Solidaridad. Y los soldados no sólo defienden su pueblo sino que dan su sangre por cualquier pueblo sometido sobre la faz de este planeta.

Y así hay millones de cubanos y no cubanos con el espíritu puesto en construír un nuevo mundo, justo y solidario, dentro y fuera de las fronteras de la isla.
Cosa sería de que preguntaras también a los estudiantes de la ELAM, esa "Escuela de las Américas" de nuevo tipo que sólo a los cubanos se les hubiera ocurrido crear, no para educar en los métodos de la muerte, como lo hiciera la tristemente célebre escuelita antes mencionada, sino para educar para salvar la Vida en donde quiera que esta esté en peligro.

"La solidaridad es la ternura de los pueblos" decía Ernesto Che Guevara... y los pueblos son invencibles, mi hermano!

http://www.elacm.sld.cu

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La isla de la fantasía con tatoo y todo
Por Angel Labruna - Friday, Apr. 14, 2006 at 8:37 PM

Asi que Indy es como un McDonalds?
te debe gustar ir a los McDonalds, porque te la pasas rompiendo las bolas por acá.
Hay Mercedes Benz, el negro que tiene Fidel, o los cubanos tambien tienen Mercedes?
Hay una dictadura de más de 40 años, porque el pueblo evolucionado en el socialismo, solo encuentra posible ser gobernado por la misma persona,
Hay culto a la personalidad
Hay "reformatorios" para homosexuales
Hay una Cuba para turistas y otra Cuba muy diferente para los cubanos...


Dejá de mentir Espinoza, admití que lo que hacés lo hacés por un sueldito del gobierno, dos jabones, un desodorante y un pomo de pasta dentífrica...toda una panacea socialista a la cubana

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