ESCRACHE en La Plata
Por Mesa de Escrache Popular -
Wednesday, Oct. 25, 2006 at 2:12 PM
mesadeescrachepopular@hotmail.com
Se agradece la difusión
Si
no hay Justicia ¡HAY ESCRACHE!
Sábado 28 de Octubre
15
hs. Estación de Trenes de La Plata
15.30 hs. Estación de Trenes de City Bell
Néstor
Francisco BEROCH
Vive
en Pellegrini Nro 2875 (Camino Gral. Belgrano) teléfono (0221) 472-1530
Integrante de la organización de ultraderecha Concentración Nacionalista
Universitaria (CNU)
Miembro de la organización parapolicial Triple A (Alianza Anticomunista
Argentina), visitaba asiduamente el Pozo de Banfield, colaborando
como informante, secuestrador y torturador.
Prestaba colaboración en el Centro Clandestino de Detención que funcionaba
en la Brigada de Investigaciones de La Plata, que dependía de la Dirección
de Investigaciones de la policía bonaerense (cuyo jefe entre 1976
y 1979 fue Miguel O. Etchecolatz)
Integrante del grupo que participó del secuestro de los estudiantes
secundarios en el operativo llevado a cabo el 16 de septiembre de
1976, conocido como “La noche de los lápices”.
Suspendido como docente de la Escuela de Educación Técnica N 6 “Albert
Thomas” y de la Escuela Técnica N 1 de La Plata.
Está imputado en la causa N 15.275, donde se investigan los delitos
cometidos en la Unidad Nº9 del Servicio Penitenciario Bonaerense.
También fue imputado por los delitos cometidos en el CCD “Arana”.
((ampliar información acá))
Guillermo
GALLO
Calle
9 N 1239, City Bell (La Plata) Teléfono: 480-3551
Rector de la Universidad Nacional de La Plata entre los años 1976
y 1983. Fue responsable de numerosas cesantías de trabajadores de
la UNLP.
Entregador de trabajadores y estudiantes que continúan desaparecidos.
En sus propias palabras, mantuvo “una fluida relación con las autoridades
nacionales y con el jefe de policía de la Provincia de Buenos Aires”
(Ramón Camps) durante la última dictadura.
Responsable del desarme del ex Comedor Universitario, cuya maquinaria,
herramientas y mobiliario fue entregada a dependencias militares.
Responsable, dentro de la UNLP, de la restricción económica, el arancel
estudiantil, el cierre de carreras, la instalación de cupos, la censura
de intelectuales y la prohibición de cualquier actividad política
a partir del cierre de los centros de estudiantes. ((ampliar
información acá))
MESA
DE ESCRACHE POPULAR
Si usted sabe algo nos puede escribir a mesadeescrachepopular@hotmail.com
¡APARICIÓN
con VIDA! de Jorge Julio López
Comenzamos
a preparar este escrache con el mismo entusiasmo y el mismo compromiso
de tantas otras veces. Estimulados por el empuje de memoria y de justicia
que nos dicta, de manera renovadora, cada septiembre, cuando se cumple
un nuevo aniversario de la noche de los lápices.
También, como otras tantas veces, sabíamos que el ejercicio de la
memoria nunca estaba escindido en nuestra búsqueda de futuro y tampoco
del compromiso con nuestro presente.
Sin embargo, la desaparición de Jorge Julio López, 77 años, testigo
crucial y querellante en el primer juicio oral y público por genocidio
tras la anulación de las leyes de impunidad, nos ha hecho interrogarnos
una y otra vez acerca del significado profundo que tiene esta continuidad
democrática.
López está desaparecido desde el 18 de septiembre. Fue un desaparecido
durante la dictadura. Es un desaparecido ahora en democracia.
“Cállate la boca y no digas nada” le dijeron cuando lo soltaron dos
años y medio después, luego de haber soportado cuatro centros clandestinos
de detención; el Pozo de Arana, la Unidad de Cuatrerismo, la Comisaría
5ta y la Comisaría 8va de La Plata, hasta que lo “legalizaron” poniéndolo
a disposición del Poder Ejecutivo Nacional en una cárcel, de donde
salió definitivamente el 25 de Junio de 1979.
Pero López habló, como tantos otros, y el represor Miguel Etchecolatz
fue condenado. Sin embargo, la historia no termina allí: el nido de
impunidad que denunció López involucra a muchos militares y policías
que aún no están detenidos.
Más allá de las declaraciones del ministro del Interior Aníbal Fernández,
quien dijo que el secuestro de López era un “problema provincial”,
las reiteradas amenazas y agresiones recibidas en todo el país por
organismos de derechos humanos, organizaciones políticas, sociales
y estudiantiles, nos demuestran una vez más que el aparato represivo
de la dictadura sigue sin ser desmantelado.
Seguimos escrachando a los genocidas y sus cómplices porque siguen
gozando de la más absoluta impunidad. Beroch, siendo responsable de
secuestros, desapariciones y asesinatos. El matrimonio Gallo-Fitipaldi,
cómplice de los milicos en su plan de exterminio dirigido a docentes,
no docentes y estudiantes en las facultades y colegios de la UNLP.
Apelamos a que sea el pueblo el que haga justicia mediante la condena
social. Que sea el pueblo, que sean los vecinos de cada uno de estos
asesinos y cómplices del genocidio, los que los desenmascaren y denuncien.
Queremos repudiar colectivamente la impunidad, señalar sus casas y
sus lugares de trabajo para que no puedan vivir tranquilos en ningún
barrio, en ninguna ciudad del país. Todos podemos construir una verdadera
condena social haciendo que el país sea su cárcel y no su refugio.
MESA
DE ESCRACHE POPULAR
Si usted sabe algo nos puede escribir a mesadeescrachepopular@hotmail.com
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Ampliación de información
Por Mesa de Escrache Popular -
Wednesday, Oct. 25, 2006 at 2:18 PM
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ESCRACHE |
Si
no hay Justicia ¡HAY ESCRACHE!
Sábado 28 de Octubre
15
hs. Estación de Trenes de La Plata
15.30 hs. Estación de Trenes de City Bell
Néstor
Francisco BEROCH
Vive
en Pellegrini Nro 2875 (Camino Gral. Belgrano) teléfono (0221)
472-1530
Durante la década del 60 participó de la agrupación de ultraderecha
Tacuara. En 1965 un juez de Bahía Blanca ordenó su detención
en una causa por robo y asociación ilícita, en la que figuraba
como “el jefe de Tacuara La Plata”. Beroch permaneció prófugo
hasta 1972, año en el que prescribió esa causa.
Integrante de la organización de ultraderecha Concentración
Nacionalista Universitaria (CNU), que durante la dictadura participó
en la represión ilegal. Trabajaba bajo las órdenes del comisario
mayor de la policía bonaerense Alberto Pacheco, quien comandaba
un grupo de tareas con represores de la CNU, entre los cuales
se encontraban Beroch y otros como Carlos Ernesto Castillo Novara
(alias “El Indio”) y Antonio de Jesús Lofeudo (alias “Tony”
o "el Conejo").
Como miembro de la organización parapolicial Triple A (Alianza
Anticomunista Argentina), visitaba asiduamente el Pozo de Banfield,
colaborando como informante, secuestrador y torturador.
Prestaba colaboración en el Centro Clandestino de Detención
que funcionaba en la Brigada de Investigaciones de La Plata,
que dependía de la Dirección de Investigaciones de la policía
bonaerense (cuyo jefe entre 1976 y 1979 fue Miguel O. Etchecolatz,
juzgado recientemente por crímenes de lesa humanidad cometidos
en el marco del genocidio)
Integrante del grupo que participó del secuestro de los estudiantes
secundarios en el operativo llevado a cabo el 16 de septiembre
de 1976, conocido como “La noche de los lápices”. Dicho operativo
fue ordenado por la Jefatura de Policía de Buenos Aires (a cargo,
en ese momento del represor Ramón Camps), y dirigido contra
militantes secundarios que luchaban por sus derechos. La campaña
fue calificada por las Fuerzas de Seguridad como “subversión
en las escuelas”. Entre los estudiantes que continúan desaparecidos
se encuentran: Horacio Úngaro (17 años), Daniel Alberto Rasero
(18 años), María Claudia Falcone (16 años), Francisco López
Muntaner (14 años), Claudio De Hacha (17 años) y María Clara
Ciocchini (18 años).
Intervino en el asesinato de José David Aleksoski junto a: cabo
primero del ejército Ríos (alias Nene), Rueda (integrante de
la Policía de la provincia de Buenos Aires y luego encargado
de la custodia personal del general Camps), Antonio "Tony" de
Jesús y Arana (alias el zorro). Aleksoski había estudiado tres
años Arquitectura. En el año 1975 lo convocaron para hacer el
servicio militar. Fue enviado al Regimiento de Granaderos a
Caballo "General San Martín", donde se incorporó en febrero
de 1976. Tenía 21 años cuando fue secuestrado el 22 de octubre
de 1976. Fue visto en el centro clandestino de detención "Arana",
de donde desapareció.
Participó del secuestro, a fines de 1976, de Irma Ross de Rosetti,
una joven de 21 años embarazada de cinco meses.
Como integrante del Comando CNU La Plata, participó del secuestro
de María Adelia Garin de De Ángelis (legajo CoNaDeP N 431),
que se llevó a cabo el 13 de enero de 1977, en la Clínica San
Ramón de la localidad de Quilmes, donde la desaparecida se desempeñaba
como médica pediatra. María Adelia estaba embarazada de dos
meses al momento de su desaparición y fue llevada al CCD “Arana”.
Fue asesinada en la Comisaría 5ta y su cuerpo fue localizado
en el Cementerio de Avellaneda, habiéndose comprobado que había
dado a luz.
Es mencionado por Pablo Díaz como uno de los tantos civiles
que actuaban junto a los represores dentro del Centro Clandestino
de Detención “Arana”. Integraba un grupo de tareas conformado
por civiles de organizaciones parapoliciales, entre los que
se encontraba también “El indio” Castillo.
Integró, junto a otros represores de la CNU, el operativo que
el 3 de agosto de 1977 destrozó la casa de la familia Cañas
en Villa Elisa y asesinó a María Angélica Banas y a su hija
María del Carmen Cañás, embarazada de dos meses y medio. María
Angélica, al igual que su hermano Santiago (también desaparecido)
militaba en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios).
Fue liberado de cualquier proceso gracias a las leyes radicales
de Punto Final y Obediencia Debida
En noviembre de 1996 fue suspendido como docente de la Escuela
de Educación Técnica N 6 “Albert Thomas” y de la Escuela Técnica
N 1 de La Plata, a partir de denuncias presentadas por organismos
de Derechos Humanos. El gobierno provincial, a través de la
Dirección General de Escuelas, suspendió su cátedra de Literatura
por su presunta vinculación el aparato represivo durante la
última dictadura militar.
El 24 de septiembre de 2000 fue llevado por la fuerza pública
frente a los jueces de la Cámara Federal de Apelaciones de La
Plata, en el marco de la causa 396 por la desaparición de Horacio
Ángel Úngaro. Beroch se negó a declarar luego de haber presentado
un escrito planteando la incompetencia del Tribunal para citarlo.
Su abogado fue Jorge Humberto Appiani, socio del mayor retirado
del Ejército Jorge Olivera.
En el 2001 concurrió al aeropuerto de Ezeiza para recibir al
ex teniente Jorge Olivera, liberado por un tribunal italiano
después de presentar un documento falso que lo desligaba de
la desaparición de la francesa Marianne Erize. En la causa abierta
al represor en Italia, Beroch figura como imputado por colaborar
en el armado y el envío de esa documentación.
En diciembre de 2001 se efectuó el pedido de exoneración del
cargo “por incumplimiento de sus deberes de profesor” y la utilización
de métodos impropios para un docente. Es decir, por las técnicas
que sus alumnos denunciaron que usaba en clase y no por su participación
en la dictadura. Sin embargo, Beroch siguió trabajando en el
área administrativa de Educación (Jefatura de Región I de Educación
Media) y, obviamente, cobrando su sueldo.
En marzo de 2004 (luego de 25 años de trabajar como profesor
de Literatura en escuelas públicas de La Plata) el Tribunal
de Disciplina de la Dirección General de Escuelas bonaerense
le sacó el cargo docente a Beroch. Pero el motivo no fue el
nefasto currículum del profesor sino un “exceso de autoridad
frente a sus alumnos”.
Está imputado en la causa N 15275, donde se investigan los delitos
cometidos en la Unidad N 9 del Servicio Penitenciario Bonaerense,
iniciada por el Juicio por la Verdad de La Plata y actualmente
a cargo del juez Humberto Blanco, del Juzgado Federal N° 1 de
La Plata. También fue imputado por los delitos cometidos en
el CCD “Arana”.
Guillermo
GALLO
Calle
9 N 1239, City Bell (La Plata) Teléfono: 480-3551
Se desempeñó como Rector de la Universidad Nacional de La Plata
entre los años 1976 y 1983. En ejercicio de su cargo, fue responsable
de las numerosas cesantías de trabajadores docentes y no docentes,
así como colaborador en la represión llevada adelante por las
fuerzas que usurparon el poder en 1976. Así se convirtió en
delator de trabajadores y estudiantes, muchos de los cuales
continúan desaparecidos.
Los desaparecidos y asesinados por el terrorismo de estado durante
la última dictadura militar (1976-1983), pertenecientes a los
claustros de alumnos, docentes, no docentes y graduados de la
UNLP superan los 750 casos.
Como admitió el 2 de junio de 1999, en el marco de su declaración
en el Juicio por la Verdad de La Plata, mantuvo “una fluida
relación con las autoridades nacionales y con el jefe de policía
de la Provincia de Buenos Aires”, que no era otro que el mismísimo
torturador Ramón Camps, responsable de una veintena de Centros
Clandestinos de Detención que funcionaron en la provincia.
Para ejemplificar su accionar, basta el testimonio de José Panettieri,
docente que fue despedido en 1976 de sus cargos de profesor
de Historia en las facultades de Humanidades, Económicas y en
la Escuela Superior de Periodismo. En la resolución que dictaba
la cesantía se justificaba la misma en razón de atribuirle al
docente “factores de alto potencial de perturbación”. Es decir,
que era peligroso para la nefasta dictadura. Dos días después,
Panettieri fue secuestrado ilegalmente.
También es reconocido el papel de Guillermo Gallo en el desguace
del ex Comedor Universitario. Cerrado dicho comedor, privando
del sustento a numerosos estudiantes del interior, Gallo se
limitó a solicitar permiso a las autoridades nacionales, lo
cual habla de su concepto de la autonomía universitaria, para
vender toda la maquinaria, herramientas y mobiliario. Se hizo
bajo la modalidad de contratación directa, uno de los mecanismos
más corruptos. En su gran mayoría, el destino de esos elementos
tuvo como beneficiarios a dependencias militares.
El plan sistemático de persecución, secuestros, desaparición
y torturas, instaurado en 1976 se propuso eliminar cualquier
pensamiento político diferente. Dentro de la Universidad, la
dictadura llevó esta política adelante a través de la restricción
económica, el cierre de carreras, la instalación de cupos, la
censura de intelectuales y la prohibición de cualquier actividad
política a partir del cierre de los centros de estudiantes.
En este proyecto antipopular de la dictadura, que pretendía
una Universidad más pequeña para un país para pocos, Guillermo
Gallo también fue responsable como Rector de la UNLP de la implementación
del arancel estudiantil.
Susana
Fitipaldi
La esposa de Gallo, Susana Raquel Fitipaldi Garay, fue vicedirectora
del Bachillerato de Bellas Artes durante la última dictadura.
El 19 septiembre 2001 fue citada a declarar en el Juicio por
la Verdad de La Plata, en la causa por la desaparición de los
estudiantes que en 1975 consiguieron el boleto estudiantil y
que participaron de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES).
En el caso del Colegio Bellas Artes tres fueron los estudiantes
secuestrados durante el operativo de la Noche de los Lápices
(que continúan desaparecidos): Horacio Ungaro, Francisco López
Muntaner y María Claudia Falcone. También fueron secuestradas
y luego liberadas Patricia Miranda y Emilse Moller.
Sin embargo, Susana Fitipaldi señaló que se enteró de la desaparición
de los estudiantes, por la película "La Noche de los Lápices",
y remarcó que por esa época no se enteró que existiese el reclamo
del boleto estudiantil por parte de los alumnos. En esa oportunidad
dijo que "fue una gran sorpresa" que los estudiantes dejaran
de ir a la escuela porque estaban desaparecidos. “Les poníamos
ausente porque creíamos que estaban enfermos", aseguró. Agregó
que sólo "por comentarios" se enteró que los chicos estaban
"demorados", expresión que repitió varias veces durante su testimonio,
sin aludir a la detención ilegal y posterior desaparición de
los jóvenes. Negó conocer profesores del colegio que estaban
desaparecidos, como el caso de Irma Zucchi, quien dirigía el
Bellas Artes en 1973. De la misma forma negó que durante la
dictadura se prohibieran las asambleas en los colegios secundarios,
como era orden de las fuerzas militares.
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Ante la violencia del régimen… ¿Qué debe hacer la Izquierda?
Por www.convergenciasocialista.org -
Thursday, Oct. 26, 2006 at 12:30 PM
inventario_1917yahoo.com.ar
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Las Heras, Hospital Francés, San Vicente…
Ante la violencia del régimen… ¿Qué debe hacer la Izquierda?
Hay algunos que se solazan. “Los peronistas se matan entre ellos” – dicen – o simplifican buscando la analogía grosera: “es un cadáver insepulto” - afirman. Después de Las Heras; los petroleros y docentes del sur; los desalojos a la fuerza de obreros del subte; las patotas que atacaron a los trabajadores del Hospital Francés; el secuestro de Julio López; las amenazas, pintadas y golpes contra testigos, jueces y fiscales; la Plaza (San Martín) del genocidio y el Proceso y ahora lo de San Vicente ¿Qué conclusiones y, lo que es más importante, qué tareas prácticas se propone la izquierda?
La situación política con la reaparición de la violencia de la derecha – Procesista por un lado, de la burocracia sindical y las patotas justicialistas por el otro – ha tomado una dinámica que exige a la izquierda una respuesta contundente, inmediata y de frente único. ¿Qué esperan? ¿Qué haya muchos muertos entre los trabajadores y la izquierda? ¿Qué se consolide la derecha para enfrentarla? ¿Confían, en que sea el gobierno quien encabece la lucha, como exigen algunos? ¿Es una cuestión de hacer denuncias y nada más, como plantea la mayoría? ¿”Democratizar” el sistema represivo como los siguen proponiendo otros? ¿Hablar de la autodefensa y la disolución de las fuerzas armadas y policiales heredadas del Proceso, pero evitando mover un dedo para implementarlo…?
El responsable de la violencia de la derecha no es solo el gobierno de Kirchner sino el conjunto del régimen (es decir, las instituciones de la burguesía y el control político). La violencia anida en los cuerpos represivos de las Fuerzas Armadas y las policías heredadas del Proceso; en la “Justicia” y los jueces, y los fiscales, que se hacen cómplices de la situación al no ir a fondo y enjuiciar al conjunto del aparato represivo y exigir su disolución. Juzgar caso por caso – y solo algunos puntualmente – es solo tener una política de remediar los síntomas del cáncer con aspirinas.
Es también responsabilidad del Congreso y del conjunto de los partidos políticos del régimen – en la oposición y en el gobierno - que no toman medidas y cuando lo hacen es con un retardo de décadas. O como Carrio y Macri a quienes se les ocurre que la cura milagrosa es la “reconciliación” coincidiendo en ello con la otra gran institución del régimen, la Iglesia Católica. Ella sabe que hace: quiere evitar ser puesta bajo investigación y ser castigada por su complicidad institucional con el Proceso y el Genocidio. Todo esto implica una lucha no solo contra el gobierno, sino contra el régimen. En eso coincidimos casi todos los de la izquierda. Pero como con los ovillos, la lucha se desarrolla tirando del inicio del piolín. Y nadie tira del piolín como debería.
La violencia de la derecha tiene un destinatario final, como lo fue durante el Proceso, aunque esporádicamente se desvíe a dirimir sus propias contradicciones internas. Ese destinatario es el movimiento obrero, el pueblo que lucha, la izquierda. Las bandas armadas de la burocracia sindical de Los Gordos y de Moyano, aunque hoy se enfrenten a palos y balazos, estarán unidos – como lo estuvieron en el Hospital Francés – para atacar a los trabajadores en lucha; los defensores del Proceso y el Genocidio podrán reunirse en Plaza San Martín para exigir y presionar al gobierno por la amnistía, pero los une el odio común a la izquierda y los luchadores. Estos secto res son aun débiles – como observan los “analistas” de izquierda – pero son un peligro que, de no ser derrotado hoy serán extremadamente peligrosos mañana. Mañana serán más difíciles de derrotar y tendrán a su favor la desmoralización y el terror que habrán sembrado.
La lucha por la vida y la integridad física de los activistas, los luchadores y los militantes de izquierda amenazados es un derecho democrático que debe ser ejercitado con suma rigurosidad. Y sobre ello no puede ni debe haber disputas ideológicas. Es necesario poner en pie la coordinación de la autodefensa. Los partidos de izquierda deben convocar de inmediato a una reunión nacional de sus representantes para discutir:
La formación de organismos comunes para proteger a los activistas de todas las luchas obreras y populares contra las patotas sindicales, los barras bravas del Partido Justicialista y la represión policial.
Tomar la iniciativa en la defensa popular de los testigos de las 1200 causas abiertas contra los genocidas del Proceso.
Tomar medidas efectivas para impedir la organización y movilización de los que reivindican el Proceso y la “Guerra Sucia”. Hacer realidad la consigna de que “como a los nazis, los iremos a buscar adonde estén.”
Organizar en común la defensa de las marchas y manifestaciones organizadas por la izquierda e incluso aquellas que, sin serlo, sean amenazadas por la acción violenta de la derecha. Algunos partidos de izquierda han polemizado abstractamente contra estas posiciones que sostenemos diciendo que “son las masas quienes deben hacerlo” o que lo que proponemos es “foquismo” o “vanguardismo”. Son discusiones falsas.
Por supuesto que las masas deberían tomar esta necesidad democrática de defender las luchas. Para ello, sin embargo, alguien tiene que tomar la iniciativa. La propaganda es útil, pero sin la formación inmediata de los primeros destacamentos de autodefensa de una izquierda unificada a su alrededor, las masas simplemente no harán nada. O, lo que es aun peor, podrían a llegar a tomar la iniciativa por su cuenta, sin coordinación ni dirección y sufrir una derrota que haría retroceder aun mas la situación. Por otra parte, el “foquismo” o “vanguardismo” sería si la propuesta fuera formar grupos aislados de las luchas obreras y populares, y fuera del control de las asambleas de los que luchan, para atacar a la derecha. Todo lo contrario de lo que proponemos.
El gobierno y los tribunales podrán actuar contra casos aislados demasiado escandalosos, como el del miembro de la custodia presidencial Muhamed o el del chofer de Pablo Moyano, del gremio de los camioneros. El juzgamiento de casos aislados y muy evidentes, solo serviría a estas bandas armadas del régimen para cuidarse más la próxima vez, impedir el accionar de la prensa o sofisticar sus tácticas. No existe una forma mas practica de la propaganda de lo que hay que hacer, y algo que atraería mas el apoyo de masas, que una victoria, o una serie de victorias, contra el atropello y la represión de la derecha. Es hora de que la izquierda haga algo. ¡Reunámosnos ya mismo para hacerlo…!
Apoyo a secundarios argentinos
Por Adolf Sauer - FENAES -
Tuesday, Oct. 31, 2006 at 10:25 AM
adolfsauer@gmail.com
Desde Paraguay, de la FENAES (Federación Nacional de Estudiantes Secundarios), les enviamos un gran abrazo y fuerza en las acciones que están haciendo y las reivindicaciones por las que están luchando... estamos orgullosos de en Argentina también el movimiento estudiantil secundario esté trabajando por un mejor educación y por la garantía de los derechos de los estudiantes..creían que el movimiento estudiantil estaba muerto, y que ya nunca más iba a renacer.. pero estaban equivocados, HOY estamos acá, y así como en Argentina, también acá en Paraguay seguimos luchando, como en Chile, Ecuador, Brasil, México, Perú y otros... el movimiento estudiantil secundario está más fuerte que nunca... queríamos contactar con dirigentes de los movimientos secundarios argentinos para programar un encuentro con ellos a mediados de noviembre, ya que estaremos en Buenos Aires para un encuentro de movimientos sociales del Cono Sur sobre Políticas Públicas y distribución de las riquezas... sería una buena ocasión para empezar a articular las luchas secundarias en Sudamérica... esperamos contacten con nosotros lo antes posible, porque el tiempo apremia... mi mail es: adolfsauer@gmail.com... Soy Adolf Sauer, coordinador ejecutivo de la FENAES... un abrazo y fuerza compañeros!!!