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“Paso a paso fuimos madurando que la mapu es más poderosa que Benetton”
Por Hernán Scandizzo ((i)) - Thursday, Mar. 22, 2007 at 6:47 PM
herscan@yahoo.com.ar

“En este momento estamos nuevamente en la comunidad… bueno, hoy es Comunidad Mapuche Santa Rosa – Leleque”, dice Rosa resguardada por una lona que impide la lluvia más gruesa pero no las goteras. El cielo plomizo y el agua filtran en la tela desgarrada. “Hoy nos está acompañando esta lluvia y acá estamos”, agrega sentada junto al fogón. Santa Rosa tiene forma de trapecio en los planos pero en el terreno es multiforme, rica y vital. Desde la ruta pasa desapercibida pero su belleza surge al cruzar el alambrado y estalla cuando se refleja en los ojos de Rosa Rúa Nahuelquir y Atilio Curiñanco.




“Llegamos nuevamente el 14 de febrero después de tanto esperar la respuesta de Benetton, del gobernador, del presidente, de todos los funcionarios. Cansados de esperar hemos decidido nuevamente regresar a nuestra tierra, de la que fuimos desalojados en 2002”, relata Rosa. “Han pasado años pero nosotros jamás hemos renunciado y siempre nuestro pensamiento, nuestro corazón, nuestras esperanzas, estuvieron puestas en este lugar”, enfatiza.

¿Cómo se vivió todo ese tiempo desde octubre de 2002 al 14 de febrero?

R:
Se vivió no perdiendo esa esperanza ni perdiendo la fuerza de volver a este lugar. Fue un trabajo también para que mucha gente tenga conciencia de lo que pensamos nosotros de este lugar, de regresar nuevamente. Fue un poco el trabajo que estuvimos haciendo también para que la gente no mapuche nos acompañe en este momento.

Recién dijiste: “Comunidad Mapuche Santa Rosa – Leleque”, ¿por qué decidieron conformar la comunidad?

R:
Pensamos en volver como comunidad porque otros hermanos también tuvieron el pensamiento puesto en este lugar y esa fue una idea, volver al lugar como comunidad.

Ustedes dicen que tienen derecho a estas tierras. ¿Cuál es el fundamento para decir eso?

R:
Principalmente, nosotros reconociéndonos como mapuche, tenemos el espíritu de todos nuestros antepasados que estuvieron en este lugar que nos piden de una u otra manera volver a este lugar. Como mapuche que somos queremos ser parte de la tierra, estar en contacto con la tierra, con la naturaleza, vivir día a día la mapu.

A: Una, por ser nativos, somos descendientes directos de aquellos antepasados que habitaron toda una vida acá. Otra, es que ellos de alguna manera habrán querido vivir momentos como estos, sin embargo no han podido cumplir con su objetivo, ha sido todo muy negativo, y este es un momento tal vez el espíritu de ellos nos está acompañando y nos está escuchando. Como nos está escuchando la mapu que nosotros, hoy por hoy, con todo esto podemos decir que todavía el pueblo mapuche existe y está vivo.

¿Qué diferencia hay entre el ingreso en agosto de 2002 y este en febrero de 2007? ¿Qué cambió para ustedes? Porque corrió mucha agua bajo el puente.

R:
La diferencia está en que hoy al regresar nuevamente al lugar estamos más acompañados. En ese momento, cuando nosotros decidimos recuperar este lugar, éramos solamente nosotros, nuestra familia. La diferencia es que hoy este conflicto se ha divulgado mucho, hoy estamos más acompañados por nuestros hermanos mapuche, también por la sociedad no mapuche. Entonces en eso cambia.

¿Te emocionaste al cruzar el alambrado?

R:
No era ese nerviosismo de entrar nuevamente al lugar no porque uno piensa siempre en que la cana esté. Ese fue el temor más grande que veníamos pensando, que si eso llegaba a suceder no íbamos a poder hacer lo que habíamos pensado.

Al entrar sí, nuevamente estar en este lugar que estuvimos nosotros fue emocionante, al cruzar ese arroyito que siempre nos dio agua, nos lavamos... Y después estar en este lugar donde hicimos nuestra casita, que sembramos, pusimos las plantas. Recordar todo eso también fue emotivo.

¿Sobre la tierra estaban las marcas que ustedes habían dejado?

R:
Sí, al otro día que estábamos acá me puse a recorrer los lugares donde teníamos la siembra, donde habíamos plantado, fui encontrando plantitas de frutilla. Es como que las frutillas todavía nos estaban esperando, como que ellas decían: “En algún momento van a volver”. Es como que alguien nos estaba esperando todavía en este lugar.

¿Y vos Atilio? ¿Qué pasó cuando cruzaron de vuelta el alambrado?

A:
Fue para nosotros un largo proceso, una larga espera, poder recuperar, poder estar nuevamente en el lugar que nuestra mapu nos asigna. Tal vez los pensamientos míos no eran de dudar en muchas cosas sino que tenía mucha fe en el newen que nos brinda la mapu. Todo eso ha sido que no me dio tiempo a pensar en otra cosa.

Siempre dijiste que iban a volver a la tierra y acá están.

A:
Eso es lo que puedo reafirmar. Por algo estamos acá, justamente para decirle a muchos que el Pueblo Mapuche existe, los pensamientos buenos existen, los pensamientos puros están presentes, si así no fuera nosotros no hubiéramos decidido tomar esta posición, porque dudaríamos muchísimo. Paso a paso fuimos madurando que la mapu es más poderosa que Benetton, que tiene tantísimo dinero, tantísimo poder, pero el poder de él nunca va a poder superar el poder de la naturaleza.

Cuando venían camino a Leleque, ¿en qué pensabas?

A:
De entrar no había ninguna duda, el único pensamiento que se me ocurría era que en algún momento íbamos a ser molestados. Pero [venía] de la manera más tranquila, sin ningún tipo de temor, sin intenciones malas, sin provocar a nadie, sin ensuciarnos. Únicamente nosotros podemos decir que hacemos esto para demostrar que acompañados con los newenes de la mapu caminamos por cualquier lado. Mi papá decía, nosotros no andamos solos, siempre estamos acompañados, no necesitamos traer un ejército, no necesitamos tener armamento sino, simplemente, la mapu nos está diciendo qué tenemos que hacer.

Ahora que están nuevamente en Santa Rosa ¿qué están haciendo?

A:
Por lo pronto estamos construyendo un centro comunitario con ayuda de mucha gente que ha mostrado su buena voluntad para que esto se concluya. Incluso tantísima ayuda, no tan solo material sino también de darnos aliento, que es lo fundamental en este momento para nosotros. Si bien veníamos tranquilos no es un momento fácil. Sin duda este es un momento histórico para nosotros y para muchos hermanos mapuche y no mapuche de la zona.

El primer fin de semana, apenas ingresaron ustedes, se juntaron unas 150 personas acá
.
A:
Sí, así fue. Todos parecían familiares directos de nosotros. Se sentían muchos muy conmovidos, parecía que eran ellos los que habían concluido su objetivo. Por aquella palabra, valor, que nos dan, de alguna manera quisiera decirles por este medio que ese valor yo lo comparto y le doy ese valor a ellos. Es una manera de compartir valores.

Más allá de la policía y el fiscal, ¿se acercó algún otro representante del Estado?

A:
No. Siempre fue así la manera de actuar de ellos. Pienso que eso ni para nosotros ni para ellos es una solución, lo único que se puede esperar es que eso acarree otras cosas que uno nunca espera. Es una situación que podemos vivir nosotros, muchísimos hermanos de nosotros han vivido esas situaciones difíciles, de mucha angustia.

Uno siente mucha bronca por lo que ha pasado con nuestros antepasados, con nuestros hermanos, que no han podido defenderse, no han podido salir a difundir sus inquietudes, y por qué uno en esta situación no se va a poner para el lado de ellos y sentir bronca. Muchas veces uno se emociona al ver que está siendo apoyado por un montón de gente, no solamente la gente que se hace presente, yo tengo la plena seguridad de que hay mucha gente que está lejos y de alguna manera se siente conmovida y con ganas de estar acá en algún momento.

Por ser Benetton quien está enfrente esta parece ya no ser una lucha sólo del pueblo mapuche sino también de un sector del pueblo argentino que está acompañando.

R:
Esto ya no es sólo una lucha del pueblo mapuche sino que es lucha de parte de la sociedad no mapuche, eso también tenemos que destacar. Todos aquellos que están sintiendo ese pensamiento que siente el mapuche, ellos también están aprendiendo cuál es el pensamiento del mapuche. Es algo muy lindo que también ellos aprendan a pensar y a sentir lo que muchas veces uno siente.

Hay una batalla que parece que Benetton nunca va a poder ganar y es esta, la de la solidaridad.

R:
Y no. Pienso que no, que no nos va a poder ganar, con toda la gente que pasa todos los días a preguntar y dice: “¿Pero cómo? Si Benetton… la propaganda que hace… que ayuda a todos. ¿Cómo está queriendo desalojar a familias mapuche?”. Y eso es algo que poco a poco la gente se va interesando y pienso que la sociedad en vez de estar de parte de Benetton, con lo que está sabiendo, va a estar más en contra.

A: No sé qué puede esperar él de todo esto, no es un invento que a nosotros se nos ocurra hacer o informarle a la sociedad. Hay muchas partes de la sociedad que desconoce todo esto por distancia y nosotros podemos informarle a través del gran conflicto y de esta larga espera que hemos tenido. Hay que ver que si bien a nosotros nos corresponden muchísimas cosas por derecho, hoy simplemente le decimos que estamos a la espera de la palabra que él dio en Italia, porque a nosotros como mapuche también nos gustaría ver la sinceridad de ese personaje que muchos dicen poderoso. Aquí por algo estamos nosotros, no es para que las palabras se las lleve el viento, aquí estamos para descubrir dónde está la palabra del hombre, del ser humano. Siempre los abuelos nos decían: “Cuando uno da una palabra debe cumplirla”. Por más que él tenga el pensamiento winka éste es el momento para decidir cuál es la palabra.

¿Qué había dicho Luciano Benetton?

A:
Que él le daría solución al conflicto por Santa Rosa, sin embargo él salió a mezclar mucho la historia esta y nunca se refirió al conflicto.

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