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Las comunidades indígenas de México convertidas en islas, la cara oculta de la tragedia
Por Terra Actualidad - EFE - Tuesday, Nov. 06, 2007 at 5:35 PM

Convertidas en islas, las comunidades rurales de los alrededores de Villahermosa, la capital de Tabasco, son la cara oculta de la tragedia que vive ese estado mexicano por las inundaciones, pues hasta esos lugares no llegan ni la ayuda humanitaria ni los servicios de salud.

Las comunidades indí...
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El mejor ejemplo de ello es Nacajuca, un municipio de unos 60.000 habitantes situado a unos 20 kilómetros de Villahermosa y donde viven principalmente indígenas chontales.

Aún no se dispone de datos precisos sobre el número de damnificados en dicha población, a la que no se puede llegar por carretera y en algunos tramos de camino es preciso ir en barca.

Hace ocho días el municipio fue sorprendido por el desbordamiento del río y desde entonces los asentamientos de Arroyo, Zapote y Guatacala permanecen casi incomunicados.

'A todas las comunidades se podía llegar por tierra, pero ahora parecen islas porque el agua las inundó por partes', afirmó a Efe Miguel Ovando, un damnificado oriundo de Nacajuca.

Los indígenas explican que, después de ocho días de inundación, se están quedando sin alimentos y sin agua, mientras comienzan a aparecer las primeras enfermedades cutáneas.

Tras la destrucción de las carreteras de la zona por la crecida del agua, a esas 'islas' solamente se puede acceder en pequeñas embarcaciones, lo que convierte la travesía en una verdadera odisea.

Por ejemplo, en llegar a la comunidad de Zapote, donde desemboca el río Samaria, el mismo que rodea Villahermosa, se tarda una hora y media.

'Los que tenemos que salir lo hemos hecho en cayucos (embarcaciones tipo canoa) y sólo para buscar algo de comer', dijo Martha Álvarez en el lugar.

Ella lleva una semana con los pies bajo el agua. El domingo 28 de octubre, cuando despertó, el agua ya había invadido su vivienda.

'Casi nos ahogamos durmiendo', relató a Efe.

En Zapote, comunidad más alejada, los habitantes improvisaron pequeñas casas con maderas y tejas sobre lo que quedó del asfalto.

'No tenemos adónde ir, aquí nos quedaremos hasta que llegue la ayuda del Gobierno', precisó Dolores Ovando, un anciano que reside en ese área.

Allí, sobre las carpas, se cocina el pescado que obtuvieron en el río.

'Es muy poco, pero Dios sabe que no nos dejará morir de hambre', señala una anciana mientras asa un pejelagarto, un pez de la región, para distribuirlo entre veinte comensales.

Los habitantes de Nacajuca se quejan de que la ayuda sólo se envía a Villahermosa, mientras ellos siguen sumidos en el olvido.

'Los damnificados también estamos en las rancherías y no nada más en Villahermosa', se lamentó Beatriz López.

Según el gobierno municipal, veinte comunidades de la zona indígena carecen de agua potable y de servicio de energía eléctrica.

En otra imagen surrealista, sobre la carretera que une a Nacajuca con Villahermosa un millar de cabezas de ganado permanecen en espera de ser trasladadas a lugares más altos.

'A mi se me murieron dos vacas', indicó a Efe un ganadero mientras cuidaba a sus animales.

Algunos pobladores de Nacajuca, quizás el municipio con más ríos y lagunas de Tabasco, están desesperados porque dejaron de trabajar en sus empresas debido a la situación de emergencia.

'Yo no sé si me vayan a contratar de nuevo, dejé tirado el trabajo porque era el trabajo o mi familia', reveló Laura Hernández.

En este municipio se concentra el 25 por ciento del agua dulce que pasa por el estado y, a pesar de que cuenta con una de las mejores plantas potabilizadoras, el servicio de agua está suspendido.

Tabasco vive la peor tragedia de su historia a causa de la inundación que mantiene bajo el agua al 80% de su territorio y que ha dejado más de un millón de personas damnificadas.

05-11-2007

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