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“El genocidio indígena está invisibilizado por una cuestión de clase y etnia”
Por Darío Aranda - Friday, Nov. 07, 2008 at 6:58 AM
darioaranda@yahoo.com.ar

Entrevista a Eugenio Raúl Zaffaroni: pueblos originarios, Justicia y discriminación

El juez de la Corte Suprema equipara las matanzas indígenas con el holocausto judío, señala que la sociedad argentina discrimina a las comunidades por una cuestión de clase social, afirma que el genocidio aborigen continua aún hoy y advierte que el derecho ambiental socava las bases de la jurisprudencia actual.

Por Darío Aranda

Frío, oscuro y con pasillos que parecen laberintos. Es el Palacio de Tribunales, pilar del Poder Judicial de la Nación, plagado de hombres de saco y corbata y mujeres de vestir sobrio, un micromundo con idioma propio, indescifrable para visitantes. En el segundo piso, una oficina amplia, luminosa y austera, un escritorio con pilas de papeles y el teléfono que no deja de sonar. Escenario de un hecho inédito, un juez de la Corte Suprema dispuesto a focalizar en la situación de los pueblos originarios, presentes en 19 provincias y, según las propias comunidades, con una población aproximada de 1,5 millón de personas. Treinta minutos de charla y definiciones lejos del protocolo. El genocidio indígena como antecedente del holocausto judío. Una sociedad que discrimina a las comunidades por una cuestión de clase y etnia. La necesidad de una reparación histórica. Un Estado que deja morir a pobladores originarios. El derecho ambiental como una matriz que conmueve toda la jurisprudencia. Todas afirmaciones y denuncias recurrentes en el mundo indígena, pero si las afirma Eugenio Raúl Zaffaroni, miembro del máximo tribunal del país, funcionan como un llamado de atención para una corporación que suele negar, por acción y omisión, el derecho indígena.

-¿Cómo observa la situación de los pueblos indígenas?

-Es una situación diferente a la de otros países de la región porque en Argentina son minoría y no están concentrada en una región, de manera que tiene el grave inconveniente de la falta de representación política debido a esta dispersión territorial. Esto dificulta notoriamente el reclamo de sus derechos por vía política. También se observan claros factores de discriminación. Y siempre que nos encontramos con discriminación hay que reivindicar derechos, fundamentalmente el derecho a la igualdad. Esos derechos deben ser reivindicados tanto en el plano político como por vía judicial. Dadas las características de la situación indígena en Argentina, es mucho más eficaz el proceso judicial que el político. No estamos en la misma condición que puede estar Ecuador o Bolivia, donde tienen representación política, diputados y senadores.

-Sin embargo las comunidades indígenas denuncian discriminación para el acceso a la Justicia.

- El acceso a la Justicia se puede dar de distintas maneras. Yo diría que está cerrado el acceso a la Justicia si hay una negativa por parte de la jurisprudencia, pero aquí no lo hay. Lo que hay que hacer es una buena utilización de los recursos que da la Constitución y el derecho internacional. Hay que profundizar el estudio de la práctica de este derecho. Lo que podemos hacer desde acá es generar un interés por la investigación en derecho indígena al efecto que se perfeccione el uso de los recursos, así se facilita el acceso a la Justicia.

-Muchas de las organizaciones indígenas sostienen que su legitimidad no se dará ni por vía política partidaria ni judicial, sino por organizaciones territoriales, recuperaciones de territorios, la lucha política en sentido amplio.

-Entiendo que opten por esos mecanismos. No sé qué fuerza tengan para ejercer una presión para ese lado. Si no se le da el acceso a la Justicia, necesariamente van a desembocar en acciones directas. Por eso es indispensable darles acceso a la Justicia.

-Usted vincula discriminación del mundo indígena con su invisibilidad.

-La invisibilización de los pueblos originarios es una de las formas de discriminación. En la medida en que se niega la existencia, los pueblos indígenas reclaman derechos que no le dan y no se los dan porque “no existen”. Entonces, a los pueblos indígenas se les está negando la propia existencia. Ya no se le niegan los derechos, se le niega la existencia. Es una negativa más radical. “No tenemos el problema indígena en Argentina”. Como si los indígenas fueran un problema. “No hay indígenas en Argentina”. Es negar la existencia misma de todo un pueblo.

-¿En qué sectores se manifiesta esa discriminación radical?

-Presumo que se da más en los sectores urbanos, que están más lejos de esa realidad, a pesar que hay parte de los pueblos originarios que están urbanizadas, como el Gran Rosario.

-Las entidades patronales del campo lograron un acompañamiento de sectores urbanos. En cambio la lucha indígena, que sufre reales atropellos, no cuenta con ese apoyo.

-La identificación de clase media con clase media es mucho más fácil. La identificación de clase media con pobres es mucho más difícil. Y la identificación de clase media con pobre y étnico y culturalmente diferente es aún mucho más difícil. Hay una cuestión de clase. No podemos ignorar que pesa sobre nosotros toda una cultura colonialista, hay una concepción de que el indígena es alguien atrasado, culturalmente inferior, es un racismo de raíz cultural en la clase media Argentina. Se lo ve como una persona de otra cultura, con una inclinación etnocentrista a considerarla de una cultura inferior. La clase media discrimina a los pueblos originarios por una raíz de clase y etnia.

-¿Es la misma discriminación que permiten aceptar el holocausto judío y no aceptar que los pueblos indígenas padecieron un genocidio?

-Si alguien pretende eliminar un pueblo, una cultura, es un genocidio. Los nazis con los judíos fue un genocidio, los turcos con los armenios fue un genocidio, el estado argentino con los pueblos originarios fue un genocidio. El roquismo, con la figura de Julio Argentino Roca, representa el proceso de disciplinamiento, son tres décadas de avanzada militar, educativa, de romper vínculos originarios, la bandera, el himno, el servicio militar obligatorio; toda una ciudadanía de escritorio, una ciudadanía definida de arriba hacia abajo. En ese marco, unos “salvajes en el sur molestaban” en un país que había que poblar, donde faltaba mano de obra. Todo esto va generando un disciplinamiento, una política represiva con leyes y acciones concretas que apuestan al exterminio de un pueblo. No se puede dudar que los pueblos originarios sufrieron un genocidio.

-Pero un gran sector duda del genocidio indígena.

-En la última dictadura militar tuvimos treinta mil desaparecidos en la dictadura. Creo que Ramón Camps no inventó la picana, usó lo que ya existía. ¿Porqué no se produjo el mismo escándalo antes? Evidentemente en la dictadura se avanzó sobre un sector activo en política, de clase media, con un segmento universitario, y por ello se lo reconoce como genocidio. Todo depende del sector social y de la capacidad para hacerse oír públicamente, de la voz del sector que sufre la represión.

-¿La discriminación de clase también es lo que impide visualizar el genocidio indígena actual?

-Claro. Por supuesto. El genocidio indígena actual está invisibilizado por una cuestión de clase y etnia. El genocidio de los pueblos originarios no lo práctico sólo el colonizador, se viene practicando desde la emancipación, con múltiples tratados que se violaron con jefes indígenas, que el Estado no respetó, todo eso amerita un reclamo de reparación interna. Nadie puede revertir lo que sucedió. Lo que podemos modificar en el plano interno es la propagación de ese genocidio, se puede y se debe compensar hoy a quiénes están sufriendo las consecuencias del genocidio pasado. Ese es un reclamo legítimo y es necesaria una reparación.

-¿Qué tipo de reparación?

-Lograr una mejora en la calidad de vida de esa población, cómo se le garantiza acceso digno a la ciudadanía, cómo se le reconocen sus territorios, cómo se detienen la destrucción de sus recursos naturales, cómo se respeta su cultura y sus valores.

-¿Cómo caracteriza el genocidio actual?

-Ya no es más con armas, el genocidio actual de los pueblos indígenas se produce invisibilizando, omitiendo, dejando que se mueran, es un genocidio por omisión.

-¿La situación del Chaco es un ejemplo?

-El cierto momento fue comparable. La intervención nuestra (de la Corte Suprema) fue una garantía básica de la Constitución que a ningún habitante se le puede negar los derechos básicos de alimentación y salud.

-A pesar de la intervención de la Corte, la situación en el Chaco no mejoró.

-Estuve en Orán y me dijeron que las situaciones graves del Chaco estaban resueltas, de alimentación y asistencia médica. Habrá que seguir peleando para que se cumplan todos los derechos

-Las organizaciones indígenas afirman que les es muy difícil llegar a instancias superiores, como la Corte. Y cuando llegan su realidad tampoco cambia. También hay mucha legislación de derecho indígena que no se cumple.

-Esta es una pelea larga. Hay que preparar abogados especializados en derecho indígena. Están los instrumentos y hay que utilizarlos.

-En el país hay quince abogados especializados en derecho indígena. Utilizan los instrumentos, pero no es secreto que los tribunales son hostiles, por acción u omisión, a los reclamos indígenas.

-Que lleguen a la Corte.

-¿Y por qué les es tan difícil llegar a la Corte?

-No es difícil. Llega de todo. Llegan las cosas más insólitas. Cómo no va a llegar un problema serio de estos. Si está bien planteado, llega.

-Ninguna cuestión de fondo del mundo indígena ha llegado a la Corte.

-Porque no lo trajeron.

-¿Sólo por eso?

-Sí. Hay que proceder como corresponde procesalmente. No dejen caer plazos, no es sólo una cuestión de buena voluntad.

-Pero también hay una cuestión de poder detrás, con la corporación judicial y las empresas, que tienen grandes estudios de abogados. Y además es un proceso muy largo.

-Es largo, es largo, no niego que sea un proceso largo.

-Es tan eterno que cuando llega a instancias superiores ya han perdido su tierra o han muerto.

-La pelea es larga, pero hay que hacerla. El derecho no se mueve solo, se mueve porque hay gente peleando atrás.

-¿Suscribe al dicho popular que si la Justicia es lenta no es Justicia?

-Suscribo al dicho. Efectivamente hay una distorsión temporal, pero esta no es una lucha que se cierre con un solo amparo o un solo fallo. Es una lucha larga, la lucha de reivindicación de un pueblo.

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Recursos naturales y derechos humanos
Por Darío Aranda - Friday, Nov. 07, 2008 at 7:15 AM

-El Convenio 169 de la OIT, con rango constitucional, es un pilar del derecho indígena. Usted afirmó que si la dirigencia política lo leía, no hubiera sido aprobado.

-Es una evaluación política desde dentro de la Constituyente del ’94. Había un sector de la Constituyente que hacía una ridiculización de esa reivindicación indígena. Y creo que se aprobó algo a libro cerrado, no se miró la letra chica. Ya se había logrado el objetivo que buscaba la Constituyente, la reelección, y al momento de introducir otros elementos se dejaron pasar, entre ellos los tratados internacionales de derechos humanos, que sin duda enriquecen. El 169 se lo entendió declarativo, y por eso se dejó pasar. Los políticos creyeron que era sólo declarativo, evaluaron muy poco las consecuencias. Y lo incluyeron sin evaluar claramente lo que significaba

-Indígenas y campesinos advierten sobre la profundización de luchas centrada en recursos naturales, y reivindican esos bienes comunes como derechos humanos. La Constitución de Ecuador ya concretó ese sentido. ¿Se avanza en una concepción más amplia de derechos humanos?

-Es posible un cambio radical jurídico. No sé si el derecho se va a mantener en una posición absolutamente antropocéntrica o si va a tener que reconocer que hay una esencia de la naturaleza, del planeta, a la cual pertenecemos. Tendría que pensarlo más, pero sin duda se están conmoviendo ciertas bases del derecho, el derecho ambiental en general conmueve las bases de todo el derecho. El desarrollo coherente del derecho ambiental está requiriendo una reformulación teórico bastante importante de todo el derecho.

-Se advierte un doble filo en el derecho ambiental.

-Se puede llegar a concebir al derecho ambiental como un coto de caza en el cual el indígena pertenece al paisaje, entonces se lo estaría cosificando. Si lo concibo como un derecho trascendente al cual hay que tutelar sin importar qué les pase a los humanos, también estoy cosificando. Requiere una reformulación jurídica de fondo. Ojo que estamos jugando con conceptos que están al límite de lo que fue una tradición muy autoritaria en la historia jurídica, ya que si hablamos de derecho ambiental en relación de derechos de generaciones futuras es la teoría jurídica del fascismo. Y políticamente será un problema mundial.

-Cuesta creer que gobiernos que impulsan industrias extractivas puedan impulsar legislaciones que unan bienes naturales y derechos humanos.

-¿Cómo convencer a Estados Unidos, China o Rusia para que dejen de derrochar petróleo? Mientras los polos se derriten... (sonríe)... un tipo decía “qué fenómeno, ahora sin hielo en el polo voy hacer un tren entre Asia y Europa a través del polo, ya que no hay más hielo”. Es claramente un problema que nos excede, que no podremos resolver a mediano plazo, pero que hay que abordar.

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Hoy puede ser un gran día
Por Marcelo Valko - Saturday, Nov. 08, 2008 at 9:52 PM
marcelovalko@yahoo.com.ar

En diario Pagina/12 del viernes 7 de noviembre, el periodista Darío Aranda realiza un reportaje imperdible en relación a la actualidad de los pueblos originarios. En ese impecable reportaje que ronda entre el asombro y la verdad más absoluta, podemos leer conceptos como “invisibilidad”, “genocidio” y donde se plantea una “reparación histórica” para los indígenas. Una serie de conceptos con los que coincido y sobre los que venimos trabajando, junto a tantos compañeros, hace ya unos cuantos años. Ahora bien, lo asombroso y lo que en realidad no deja de maravillar, es que tales conceptos no salen de boca de un dirigente comunitario o de alguno de los que con toda modestia, intentamos día a día combatir tales injusticias. Lo asombroso es que el entrevistado en cuestión sea el juez de la Corte Suprema de la Nación Eugenio Saffaroni.

A todo lo largo de América, durante cinco siglos, la Justicia siempre se encontró en las antípodas de las reivindicaciones solicitadas por los indígenas. ¡Siempre! Durante la Conquista, la Colonia y la Era Republicana los tribunales se dedicaron con malicioso esmero a fallar en contra de los elementales derechos de las comunidades. Incluso en la época del Virrey Toledo, se había llegado al colmo de prohibir mediante un Bando la figura legal del “indio pleitista”. ¿Qué pleiteaba el indio pleitista? Pleiteaba por sus tierras usurpadas. Más tarde, y aún durante el siglo XX, los tribunales provinciales y nacionales se cansaron de archivar y adormecer los oficios elevados por las comunidades. Por ejemplo los kollas del Malón de la Paz de 1946, cuando deciden “bajar” a Buenos Aires, no es para realizar un “tour” o “una caravana carnavalesca”, como algunos insensibles llamaron a esa marcha, sino porque habían fracasado infinitas veces frente a los tribunales de las provincias de Jujuy y de Salta.

Por eso cuando escuchamos a un juez de la Corte Suprema decir que el “genocidio continua aún hoy invisibilizando, omitiendo, dejando que se mueran”, o cuando incluso habla de “genocidio por omisión” todos comenzamos a mirar de otra forma a esa inestable señora de los ojos vendados que siempre de dedicó a inclinar la balanza para un solo lado.

Y Saffaroni profundiza aún más sus dichos al hablar de la reparación histórica, dice que “hay que reivindicar derechos, fundamentalmente, el derecho a la igualdad. Esos derechos deben ser reivindicados tanto en el plano político como por vía judicial”. Incluso se explaya sobre una de las hipótesis fundamentales que desarrollamos en “Los indios invisibles del Malón de la Paz”. Dice por ejemplo que: “la invisibilización de los pueblos originarios es una de las formas de discriminación. En la medida en que se niega la existencia, los pueblos indígenas reclaman derechos que no les dan y no se los dan porque “no existen”. Entonces, a los pueblos indígenas se les está negando la propia existencia.” Pero una cosa es que lo plantee un simple investigador, y otra muy distinta, fundamental y trascendente es que la esgrima un juez de la Corte Suprema de la Nación.

Y todavía el asombro no termina. Como si estuviésemos escuchando al Maestro Osvaldo Bayer, Saffaroni plantea con total claridad que: el Estado argentino con los pueblos originarios también cometió un genocidio… El roquismo, con la figura de Julio Argentino Roca, representa el proceso de disciplinamiento.”

Realmente, después de tanta matanza, después de tanto “requerimiento”, de tanta violencia sin sentido, de tanta esclavitud, de tanta invisiblidad, parece que comienzan a soplar nuevos vientos, nuevos soles. En este sentido tomamos a las declaraciones del juez de la Corte Suprema. Y por supuesto que tiene enorme un enorme mérito Saffaroni, pero mucho más mérito, tuvieron las comunidades de todo el Continente que durante cinco siglos siguieron resistiendo, peleando y pleiteando para salir de la más cruda y absoluta invisibilidad.

Por eso parafraseando a Serrat, decimos que hoy realmente es un gran día.

Marcelo Valko
Profesor Titular Cátedra
“Imaginario étnico, Memoria y Resistencia”, UPMPM

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la figura de genocidio en cuanto a los 70
Por ricardo - Sunday, Nov. 09, 2008 at 6:13 AM

primero que zaffaroni habla como si tod@s l@s desaparecid@s hubieran sido de clase media universitaria y no es así, el mayor blanco de la dictadura fue el movimiento obrero.

segundo la utilización de la figura genocidio es inexacta, intencionadamente inexacta, y esto es un debate que lleva largo tiempo dentro de las filas del "campo popular". genocidio es la matanza masiva de miembros de un pueblo o de una etnia. lo que le hicieron a los pueblos originarios sí es genocidio. pero en el caso de los 70, el exterminio no fue dirigido hacia miembros de una etnia distinta, sino hacia miembros del mismo pueblo disidentes con los intereses sociales dominantes. fue una matanza por motivos políticos, económicos, y culturales.

la figura de genocidio ha servido para la denuncia social e incluso para la condena jurídica de los milicos asesinos, pero también ha servido para encubrir el verdadero contenido social de la dictadura militar y para que la denuncia y la condena de estos crímenes no sea llevada adelante desde el sujeto derrotado por el terrorismo de Estado, sino desde el sujeto "sociedad civil democrática". el carácter de las condenas a los milicos "genocidas" es esencialmente *demócrata-burgués*, y ésta es una victoria del sistema contra el que las víctimas (desaparecidas y sobrevivientes) del terrorismo de Estado combatieron.

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CARTA DE UN INDIO AL JUEZ ZAFFARONI
Por Horacio Eugenio Vera - Tuesday, Nov. 25, 2008 at 8:03 PM
horacioevera@yahoo.com.ar Reserva Aborigen Tierra del Fuego

Me gustaría que alguien me ayude a hacer llegar la siguiente carta al Juez Zaffaroni

CARTA AL SEÑOR JUEZ DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION ARGENTINA DOCTOR RAUL EUGENIO ZAFFARONI

HORACIO EUGENIO VERA, aborigen Haush de la Isla Grande de Tierra del Fuego se dirige a Usted respetuosamente:

Hemos leído la entrevista que se le ha realizado por Indymedia donde Usted afirma que lo ocurrido con los aborígenes en la Republica Argentina fue un genocidio y que aun continua, también en la misma entrevista ante una pregunta del periodista donde el mismo dice que ninguna cuestión de fondo indígena llego a la Corte, Usted afirma que es porque no la trajeron.
Ante esas manifestaciones me tomo el atrevimiento de indicarle que en expediente 1534/05 REX llego a la Corte Suprema de Justicia de la Nación un Recurso Extraordinario donde se solicitaba se realice un procedimiento a los efectos de determinar la verdad del genocidio aborigen por implicar la negación del mismo o su no reconocimiento la continuación de dicho genocidio, dicho expediente conforme los registros informáticos de la Corte Suprema de Justicia paso por sus manos, estuvo exactamente un mes, pero al salir el fallo donde lo rechazan con pretextos procesales, algo que consideramos aberrante por tratarse de una denuncia por genocidio o sea el crimen de lesa humanidad mas grave, su firma no figura, o sea no esta su voto, ni su opinión, y era en verdad el voto que mas esperábamos por sus antecedentes en materia de los derechos de las personas mas vulnerables de la sociedad.
Ahora nos encontramos con su opinión, pero en una entrevista, y presumimos que el expediente paso inadvertido para usted por error dada la gran cantidad de tareas que los deben aquejar en cargo de tal responsabilidad. Por lo expuesto me tomo el atrevimiento de solicitarle requiera del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata el expediente Nro. 1811 y exprese su opinión con su firma, ordenando en su carácter de Ministro del Máximo Tribunal del país el juicio por la verdad a los efectos de determinar la verdad del Genocidio Aborigen por implicar su negación la continuación del mismo, así como una violación a la Igualdad reconocida por la Constitución Nacional, violación que se da al estar reconocido y protegido el genocidio armenio y el genocidio judío pero no el aborigen, mas cuando aun continua por lo que es un delito de lesa humanidad actual.
Lo solicitado se encuentra por encima de cualquier plazo o cuestión procesal, que no pueden utilizarse como pretexto para no tratar un genocidio donde millones de personas han muerto y siguen muriendo.
Le solicito no tome lo que le requiero como una falta de respeto, porque no lo es, todo lo contrario, sus expresiones, vertidas en la entrevista dan cuenta de su sensibilidad y su vocación por la Justicia, y no nos mueve ninguna razón de venganza, ni de odio, sino solo la búsqueda de la verdad y la dignidad de nuestro pueblo que aun hoy no se respeta.
Dejo constancia que adhiere a la presente mi padre Antonio Nolberto Vera que ya esta en la ultima etapa de su vida y con graves problemas de salud pero que sigue luchando por la dignidad de los mal llamados indios, asimismo he puesto en conocimiento de esta carta a nuestro letrado el Dr. Fernando Marcelo Carletti quien realizo el tramite de requerimiento del juicio por la verdad sin cobrarnos nada a pesar de no tener dinero pero que ha demostrado una vocación de verdad y Justicia admirable, quizás sea por eso que también es una persona discriminada y perseguida.
Aprovecho la oportunidad para hacer llegar nuestros más respetuosos saludos.

Horacio Eugenio Vera Antonio Nolberto Vera
Reserva Aborigen Rafaela Ishton, Tierra del Fuego, Argentina

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CARTA DE UN INDIO AL JUEZ ZAFFARONI
Por Horacio Eugenio Vera - Tuesday, Nov. 25, 2008 at 8:03 PM
horacioevera@yahoo.com.ar Reserva Aborigen Tierra del Fuego

Me gustaría que alguien me ayude a hacer llegar la siguiente carta al Juez Zaffaroni

CARTA AL SEÑOR JUEZ DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION ARGENTINA DOCTOR RAUL EUGENIO ZAFFARONI

HORACIO EUGENIO VERA, aborigen Haush de la Isla Grande de Tierra del Fuego se dirige a Usted respetuosamente:

Hemos leído la entrevista que se le ha realizado por Indymedia donde Usted afirma que lo ocurrido con los aborígenes en la Republica Argentina fue un genocidio y que aun continua, también en la misma entrevista ante una pregunta del periodista donde el mismo dice que ninguna cuestión de fondo indígena llego a la Corte, Usted afirma que es porque no la trajeron.
Ante esas manifestaciones me tomo el atrevimiento de indicarle que en expediente 1534/05 REX llego a la Corte Suprema de Justicia de la Nación un Recurso Extraordinario donde se solicitaba se realice un procedimiento a los efectos de determinar la verdad del genocidio aborigen por implicar la negación del mismo o su no reconocimiento la continuación de dicho genocidio, dicho expediente conforme los registros informáticos de la Corte Suprema de Justicia paso por sus manos, estuvo exactamente un mes, pero al salir el fallo donde lo rechazan con pretextos procesales, algo que consideramos aberrante por tratarse de una denuncia por genocidio o sea el crimen de lesa humanidad mas grave, su firma no figura, o sea no esta su voto, ni su opinión, y era en verdad el voto que mas esperábamos por sus antecedentes en materia de los derechos de las personas mas vulnerables de la sociedad.
Ahora nos encontramos con su opinión, pero en una entrevista, y presumimos que el expediente paso inadvertido para usted por error dada la gran cantidad de tareas que los deben aquejar en cargo de tal responsabilidad. Por lo expuesto me tomo el atrevimiento de solicitarle requiera del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata el expediente Nro. 1811 y exprese su opinión con su firma, ordenando en su carácter de Ministro del Máximo Tribunal del país el juicio por la verdad a los efectos de determinar la verdad del Genocidio Aborigen por implicar su negación la continuación del mismo, así como una violación a la Igualdad reconocida por la Constitución Nacional, violación que se da al estar reconocido y protegido el genocidio armenio y el genocidio judío pero no el aborigen, mas cuando aun continua por lo que es un delito de lesa humanidad actual.
Lo solicitado se encuentra por encima de cualquier plazo o cuestión procesal, que no pueden utilizarse como pretexto para no tratar un genocidio donde millones de personas han muerto y siguen muriendo.
Le solicito no tome lo que le requiero como una falta de respeto, porque no lo es, todo lo contrario, sus expresiones, vertidas en la entrevista dan cuenta de su sensibilidad y su vocación por la Justicia, y no nos mueve ninguna razón de venganza, ni de odio, sino solo la búsqueda de la verdad y la dignidad de nuestro pueblo que aun hoy no se respeta.
Dejo constancia que adhiere a la presente mi padre Antonio Nolberto Vera que ya esta en la ultima etapa de su vida y con graves problemas de salud pero que sigue luchando por la dignidad de los mal llamados indios, asimismo he puesto en conocimiento de esta carta a nuestro letrado el Dr. Fernando Marcelo Carletti quien realizo el tramite de requerimiento del juicio por la verdad sin cobrarnos nada a pesar de no tener dinero pero que ha demostrado una vocación de verdad y Justicia admirable, quizás sea por eso que también es una persona discriminada y perseguida.
Aprovecho la oportunidad para hacer llegar nuestros más respetuosos saludos.

Horacio Eugenio Vera Antonio Nolberto Vera
Reserva Aborigen Rafaela Ishton, Tierra del Fuego, Argentina

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CARTA DE UN INDIO AL JUEZ ZAFFARONI
Por HORACIO EUGENIO VERA - Tuesday, Nov. 25, 2008 at 8:03 PM
horacioevera@yahoo.com.ar

Me gustaría que alguien me ayude a hacer llegar la siguiente carta al Juez Zaffaroni

CARTA AL SEÑOR JUEZ DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION ARGENTINA DOCTOR RAUL EUGENIO ZAFFARONI

HORACIO EUGENIO VERA, aborigen Haush de la Isla Grande de Tierra del Fuego se dirige a Usted respetuosamente:

Hemos leído la entrevista que se le ha realizado por Indymedia donde Usted afirma que lo ocurrido con los aborígenes en la Republica Argentina fue un genocidio y que aun continua, también en la misma entrevista ante una pregunta del periodista donde el mismo dice que ninguna cuestión de fondo indígena llego a la Corte, Usted afirma que es porque no la trajeron.
Ante esas manifestaciones me tomo el atrevimiento de indicarle que en expediente 1534/05 REX llego a la Corte Suprema de Justicia de la Nación un Recurso Extraordinario donde se solicitaba se realice un procedimiento a los efectos de determinar la verdad del genocidio aborigen por implicar la negación del mismo o su no reconocimiento la continuación de dicho genocidio, dicho expediente conforme los registros informáticos de la Corte Suprema de Justicia paso por sus manos, estuvo exactamente un mes, pero al salir el fallo donde lo rechazan con pretextos procesales, algo que consideramos aberrante por tratarse de una denuncia por genocidio o sea el crimen de lesa humanidad mas grave, su firma no figura, o sea no esta su voto, ni su opinión, y era en verdad el voto que mas esperábamos por sus antecedentes en materia de los derechos de las personas mas vulnerables de la sociedad.
Ahora nos encontramos con su opinión, pero en una entrevista, y presumimos que el expediente paso inadvertido para usted por error dada la gran cantidad de tareas que los deben aquejar en cargo de tal responsabilidad. Por lo expuesto me tomo el atrevimiento de solicitarle requiera del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata el expediente Nro. 1811 y exprese su opinión con su firma, ordenando en su carácter de Ministro del Máximo Tribunal del país el juicio por la verdad a los efectos de determinar la verdad del Genocidio Aborigen por implicar su negación la continuación del mismo, así como una violación a la Igualdad reconocida por la Constitución Nacional, violación que se da al estar reconocido y protegido el genocidio armenio y el genocidio judío pero no el aborigen, mas cuando aun continua por lo que es un delito de lesa humanidad actual.
Lo solicitado se encuentra por encima de cualquier plazo o cuestión procesal, que no pueden utilizarse como pretexto para no tratar un genocidio donde millones de personas han muerto y siguen muriendo.
Le solicito no tome lo que le requiero como una falta de respeto, porque no lo es, todo lo contrario, sus expresiones, vertidas en la entrevista dan cuenta de su sensibilidad y su vocación por la Justicia, y no nos mueve ninguna razón de venganza, ni de odio, sino solo la búsqueda de la verdad y la dignidad de nuestro pueblo que aun hoy no se respeta.
Dejo constancia que adhiere a la presente mi padre Antonio Nolberto Vera que ya esta en la ultima etapa de su vida y con graves problemas de salud pero que sigue luchando por la dignidad de los mal llamados indios, asimismo he puesto en conocimiento de esta carta a nuestro letrado el Dr. Fernando Marcelo Carletti quien realizo el tramite de requerimiento del juicio por la verdad sin cobrarnos nada a pesar de no tener dinero pero que ha demostrado una vocación de verdad y Justicia admirable, quizás sea por eso que también es una persona discriminada y perseguida.
Aprovecho la oportunidad para hacer llegar nuestros más respetuosos saludos.

Horacio Eugenio Vera Antonio Nolberto Vera
Reserva Aborigen Rafaela Ishton, Tierra del Fuego, Argentina

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Doble discurso
Por Jose Di Tomaso - Wednesday, Nov. 26, 2008 at 9:14 AM

Al aborigen por un lado les trajeron espejitos y por otro los mataron y les sacaron las tierras, el Juez Zaffaroni hace lo mismo, Zaffaroni es un ejemplo del doble discurso para el aborigen, le habla lindo pero en los hechos tambien lo discrimina. A lo mejor el expediente era invisible.

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Doble discurso
Por Jose Di Tomaso - Wednesday, Nov. 26, 2008 at 9:17 AM

Al aborigen por un lado le trajeron espejitos y por otro los mataron y les sacaron las tierras, el Juez Zaffaroni hace lo mismo, por un lado le habla lindo pero en los hechos también lo discrimina. A lo mejor el expediente era invisible

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