Julio López
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GATILLO FACÍL. Todo un barrio movilizado por Ramiro Castro
Por reenvío agencia walsh - Saturday, Oct. 10, 2009 at 4:43 PM

(AW)Familiares, amigos e integrantes del movimiento Octubres se movilizaron ayer por la mañana hasta las puertas de la fiscalía de Moreno para pedir el cambio de carátula en el asesinato de Ramiro Castro, quien fue asesinado por un integrante de la DDI, de siete disparos por la espalda después de haberle cortado dos dedos de un machetazo. Ante la movilización, la respuesta de la fiscalía fue bajar la cortina metálica y llamar a la infantería de la Bonaerense. Algunos familiares fueron amenazados para que no declaren.






Moreno, viernes 09 de Octubre de 2009 (Agencia Walsh) “Es imposible que haya sido un enfrentamiento armado, que yo sepa un enfrentamiento se da cara a cara y no de espaldas, Ramiro no tenía armas, se la plantaron”, declara a un medio local, uno de los amigos del joven de 16 años asesinado, ante la pregunta de si es verdad que fue a robar un local de celulares. La declaración de su amigo echa por tierra todas las posibles explicaciones que pueda dar el integrante de la Dirección Nacional de Investigaciones, DDI, quien el viernes pasado mató a sangre fría a Ramiro e hirió gravemente a dos de sus amigos, que están internados en terapia intensiva.

El crimen ocurrió el viernes pasado, cuando los tres chicos terminaron de jugar un partido en el barrio de Trujui de Moreno, y se dirigieron a un local de celulares a comprar una carcasa para un teléfono móvil. Cuando Ramiro toma una de las carcasas de la vidriera, el dueño -que es el integrante de la DDI- le cortó dos dedos de un machetazo y le disparó siete tiros.

Según los vecinos, lo mató con un arma con silenciador, ya que no se escucho ruido y solo se vio fuego. Cuando Ramiro ya estaba muerto lo esposo y le golpeó la cabeza contra el asfalto.

Cuentan los vecinos y familiares que estuvieron presentes, que el integrante de la DDI, junto a efectivos de la Policía Bonaerense, limpiaron la sangre del lugar, le plantaron un arma a Ramiro y llamaron a una casa velatoria para que se lleve el cuerpo.

Para festejar su botín invitó con pizza a todos los policías que le ayudaron a tapar su crimen y limpiar la sangre de la calle.

“Jamás vi que llegue la Policía científica, que pongan conitos en cada uno de los disparo. Llamaron a una funeraria para que saquen el cuerpo de mi hermano”, comenta indignada la hermana de Ramiro Castro.

El policía asesino ya era famoso en el barrio por su sadismo. Había matado a otro chico de 17 balazos en una situación muy similar a esta última. “Él sabía perfectamente dar la voz de alto, no era necesario lo que hizo”, comenta la hermana.

El crimen de este sujeto es más grave de lo que parece. Al ser integrante de la Dirección de Investigaciones, sabía perfectamente los pasos del protocolo a seguir, sin embargo, los paso por alto para cubrir el crimen, lo cual ya es un agravante. La carátula figura como “Robo seguido de muerte”.

La indignación no es solo de la familia, sino de todo el barrio que se movilizó ayer hasta las puertas de la fiscalía de Moreno. Cuando llegaron cerca de 100 personas con remeras con la cara de Ramiro, en un acto reflejo, la justicia baja su persiana metálica y antepone 17 miembros de infantería. “Nos estamos movilizando para que no sea un caso más de gatillo fácil, para que se cambie la carátula y se investigue. Nosotros estamos recaudando mucha información y nos damos cuenta de que las cosas no son como ellos la cuentan”, comenta Rubén Ortiz, dirigente del movimiento Octubres. “Reclamar justicia es una manera de que todo esto no se tape y no quede impune”.

Rubén Ortíz sabe que está es la justicia que puede tener, en alusión a la bajada de cortina. “Nos tildan de violentos, pero el asesino sigue inserto en la sociedad. Si ellos puede defenderse que prueben los hechos”.

La madre de uno de los chicos que está internado, fue amenazada en el baño del hospital: “Decile a esos guachos de mierda que no declaren, que si no, los vamos a matar”. “Yo pienso que fue policía de civil, por el corte de pelo y la manera de hablar”, declara la madre del chico, quien teme por la salud de su hijo ya que en el hospital están permanentemente con un policía de custodia.

Por último se sabe que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación al enterarse del caso, quiso intervenir, pero fueron echados por la Municipalidad de Moreno, presuntamente por un vínculo que mantiene con la comuna, el integrante de la DDI.



AGENCIA DE COMUNICACIÓN RODOLFO WALSH

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