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Agua, Sierras chicas y déficit
Por Eduardo Piovano / Colectivo Salsipuedes -
Wednesday, Nov. 04, 2009 at 11:37 AM
Hagamos el ejercicio de ingresar las palabras “agua”, “sierras chicas” y “déficit” en algún portal de búsqueda de Internet. Como respuesta, encontraremos gran cantidad de información que hace alusión a las amenazas que se ciernen sobre la disponibilidad de agua en una amplia región de las Sierras Chicas de Córdoba. Esta situación, ha pasado a ser un tema de todos los días entre los pobladores de la región. La ausencia de políticas de manejo del recurso hídrico conjugada con una presión demográfica creciente y un profundo desconocimiento del escenario hidroclimático reinante, no han hecho otra cosa más que agudizar uno de los problemas más acuciantes que enfrenta la humanidad en el nuevo milenio: “la escasez de agua dulce”.
Convocada bajo el lema de "Una nueva hidrología para un planeta sediento", la Asamblea Científica de la Asociación Internacional de Ciencias Hidrológicas (IAHS), celebrada en el 2001 en la ciudad holandesa de Maastricht, puso en alerta que las decisiones incorrectas en cuestiones hidrológicas, están generalmente tomadas dentro de un marco de acción sin basamento científico. Como emergente de la asamblea, el "Manifiesto de Maastricht", es un gran llamado de atención en el cual los hidrólogos del mundo se dirigen a los políticos exigiendo su derecho de participar en las tomas de decisiones en cuanto a la planificación, ejecución y empleo de obras para el aprovechamiento del agua. Estos llamados de atención relativos al mal manejo de los recursos hídricos son efectuados desde el accionar de programas de la UNESCO hasta la participación ciudadana. Por ejemplo, el último (Programa Hidrológico Internacional, PHI) PHI señala que entre las complejas relaciones existentes entre la gente y sus recursos hídricos, el enfoque de una cuenca hidrográfica debería considerar los siguientes aspectos humanos: ¿Cómo deben atenderse las necesidades, los intereses y las creencias de todos aquellos a quienes concierne una cuenca? ¿Cuál es la manera más apropiada de resolver o, aún mejor, de evitar litigios en torno al empleo o la calidad del agua?, ¿Cómo hacer que en la gestión de las cuencas se aplique una ética del agua?....
Los conflictos entre usuarios que compiten por el agua se han hecho más frecuentes, no obstante el conocimiento por parte de la población resulta fundamental para evitar caer en posturas forzadas por la manipulación. Hay numerosos ejemplos que muestran poblaciones divididas (ingresar ahora en un portal de búsqueda la palabras: “tranquila” “población” “dividida”) donde el poder político local plantea hacer un estudio de opinión en lugar de buscar posturas consensuadas y basadas en el conocimiento del empleo del agua. El agua se ha administrado equivocadamente de forma fragmentada y los ejemplos abundan. El conocimiento científico en gran parte ya está disponible. En este punto, es un gran desafío el persuadir al poder político para promover acciones que, entre otras, lleven a un desarrollo basado en el conocimiento para efectuar el aprovechamiento racional de los recursos como contracara de la explotación de los recursos bajo presiones efectuadas por grupos de poder .
El agua ha sido un vínculo, no una barrera. Y debe seguir siéndolo (K Matsuura, Director General de la UNESCO, con motivo del Día Mundial del Agua 2009).