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"El 10 de diciembre es nuestro, de los de abajo"
Por Sergio Job para Indy-Cada persona un correspo - Friday, Dec. 10, 2010 at 9:08 AM

Derechos Humanos. ¿Qué derechos? ¿Qué humanos? Cuando en Argentina aún está fresca la sangre de lxs últimxs que cayeron asesinadxs luchando por sus derechos; cuando a lo largo y ancho del mundo se despliega la guerra de baja intensidad (con algunos puntos de guerra despiadada) más brutal que conoció la historia de nuestra especie. Humanos. Derechos. Cuando el Estado argentino asesina a unx de los nuestrxs (humanos) cada 36 horas desde hace 15 años. Cuando las cárceles y las comisarías siguen siendo centros de detención y tortura. Humanos. Cuando el hambre aún camina sin escollos por las barriadas populares. Cuando lxs trabajadorxs no recuerdan el significado de la palabra dignidad. Cuando el comercio es todo, y vale más el oro que se llevan que las muertes que nos dejan. Humanos.

Cuando los de arriba siguen fortaleciendo y agrandando sus fuerzas represivas, para usarlas contra nosotrxs. Cuando los mecanismos de control y adormecimiento de los pueblos son uno de los objetivos más preciados por los poderosos. Derechos. Cuando el capital sigue gobernando. Cuando pocxs lloran a nuestros muertxs, pero corren solícitos a llorar a lxs de arriba, porque nos hicieron creer que sus intereses son los nuestros. Cuando sabemos que desde que redactaron aquella oscura Declaración de Derechos en 1948, no hubo un solo día sin que las balas surcaran el aire en algún conflicto alrededor del planeta (Ninguna casualidad que los mayores vendedores de armas son los países que integran el concejo de seguridad de la ONU). Cuando la desesperanza que nos rodea, sigue ahí intacta, y luego de años de lucha nos ceden lo que no pueden ya sostener entre sus manos, porque somos muchxs, porque nos organizamos. Cuando la muerte es moneda corriente, y la alternativa que nos ofrecen es la tristeza, la indignidad, el mal menor.

Cuando todo eso sucede, ¿qué significa el 10 de diciembre? De manera contundente podemos decir que para nosotrxs, poco tiene que ver esa declaración que intentaba aquietar conciencias y revoluciones luego de la carnicería de la segunda guerra mundial. Con toda seguridad tampoco tiene que ver con ese decálogo de derechos occidentales, no para nosotrxs que somos nuestroamericanos, no para pueblos que no somos blancos ni comerciantes.

El 10 de diciembre es reivindicar (y continuar) las luchas de nuestros pueblos, de las valientes madres que se plantaron ante la dictadura asesina, de las luchas que se dieron bajo esta bandera (como refugio, porque nos habían sacado esas otras banderas más nuestras, más dignas, más de los pueblos, nos habían extirpado a fuerza de picana y miedo las palabras coloridas y alegres, las revoluciones y el socialismo, la dignidad y el amor). Porque los Derechos Humanos fueron y son nuestro refugio, y desde ahí, desde ese pucará, y a la fuerza, hemos entendido que debíamos hacer nuestro ese concepto. ¿Quiénes más interesados que los pueblos en el respeto de los derechos de todos y todas? ¿No son esos nuestros derechos humanos?

Nuestros derechos humanos son los derechos populares, los derechos de lxs explotadxs, de lxs de abajo, de los del conjunto de la humanidad. No los del capital, de los poderosos, de los inhumanos y sangrientos dueños del mundo. No, ellxs quieren otros derechos: a comprar y vender personas (humanos) y cosas; incluso a matar a quienes se rebelan; a la gran propiedad mientras desheredan a millones dejándolxs sin alimento, vivienda y salud; a la libertad de comerciar que implica la esclavitud para millones.

Para nosotrxs los derechos humanos no deben escribirse en decálogos, ni burocratizarse. Para nosotrxs los derechos humanos son los derechos de los pueblos, y por eso mismo son diversos y cambiantes, son coloridos y dignos, son los que cada pueblo ha defendido y defiende a lo largo de su historia como la forma en que elije vivir, desarrollarse, estar, soñar, reír, bailar. Poco importan los valores y la moral de lxs de arriba en nuestros derechos humanos. Poco importan sus montajes, sus shows, sus ferias, sus mercados, sus discursos. Nuestros derechos humanos son la lucha por la dignidad y la vida.

El capitalismo, el imperialismo, sus gestores locales, sus jueces, sus medios de comunicación, sus gobiernos, (excepto para cercenarlos) nada tienen que ver con nuestros derechos humanos que se construyen día a día en la calle, en todas las calles, en los barrios, en las fábricas, en los campos, en las organizaciones que se da nuestro pueblo para defender lo suyo, lo nuestro.

Nuestros derechos humanos son la defensa de la tierra, para cuidarla no para explotarla, contaminarla, matarla. Nuestros derechos humanos son la defensa de todas las especies, de la armonía con la naturaleza. Son el respeto de los tiempos de todxs, las ideas de todxs, las voces de todxs. Se construyen desde la democracia, son democracia. No ésta “democracia” de pocos y ricos, no el show electoral, sino de la verdadera democracia de las mayorías, la de las voces que se alzan, de las escuchas y las rondas. Nuestros derechos humanos no son estrictamente humanos (ni derechos). Son todos aquellos que los pueblos defiendan, entonces el planeta, las especies más diversas, son en fin: vida.

Pensar el 10 de diciembre, es memoria, es reflexionar sobre el camino recorrido, los pasos dados, los avances, los triunfos sobre la muerte, y las derrotas que duelen también. Sobre poder entre todxs vernos las caras en la calle, poder pensar en nosotrxs como pueblo organizado, en volver la mirada a los lados (no hacia arriba), reconocernos como partes de un pueblo colorido, digno, alegre que intenta avanzar construyendo su propio camino, sus propias organizaciones, sus propias voces, sin recetas, sin conformarse con migajas. Derechos Humanos para nosotrxs es historia y lucha de los pueblos, es seguir machacando en la unidad, la organización y la lucha desde abajo. Por eso este 10 de diciembre es otra jornada de lucha, de compartir alegría por las conquistas, de aunar fuerzas para las disputas que queremos encarar. Pero sobre todo, el 10 de diciembre es nuestro, de lxs de abajo y eso es lo que no vamos a regalar, es otra de las cosas que no estamos dispuestxs a olvidar.   

…hasta acá había escrito cuando un compañero me había pedido estas líneas. Ayer me despierto, leo noticias y me encuentro con la noticia de 2 muertxs más en manos del poder, 2 muertxs más por organizarse y luchar por los derechos más mínimos a que cada cual debería tener acceso, en este caso tierra y vivienda digna. Van 5 muertxs (en realidad más, pero 5 reconocidos sin controversias en el marco de luchas sindicales o por acceso a la tierra) en 2 meses. Cinco muertxs nuestrxs, de lxs de abajo. Cinco muertxs que con su lucha marcan cómo se construyen y hacen efectivos nuestros Derechos Humanos. También dejan claro cuál es la respuesta de lxs de arriba: muerte. Frente a nuestros Derechos Humanos, el gobierno nacional, los gobiernos provinciales, las fuerzas represivas, las patotas sindicales, las mafias de todo tipo y color, el poder judicial, digamos, todos esos que son más o menos lo mismo, nos responden siempre igual: con muerte. Nuestros Derechos Humanos son vida, y vida digna. Esa es la lucha que debemos profundizar. Ante la muerte que nos ofrecen, nosotros ya sabemos el camino: unidad, organización y lucha; es ese el camino para que nuestros Derechos Humanos serán cada vez más reales, más nuestros, mas humanos. Basta de muertes.

 

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