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Historia y realización de la imaginación material
Por reenvio Loren Goldner -
Friday, Mar. 25, 2011 at 3:56 PM
La crítica revolucionaria del mundo realmente existente –para nosotros, del mundo dominado por el modo de producción capitalista –supone el ejercicio constante de revisitar el pasado para distinguir en él lo que está aun vigente de lo que se ha vuelto un lastre.
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Eventualmente, supone también dejar volar la imaginación para introducir en este mundo las esporas de otro que por ahora sólo se anhela e intuye. Aunque el primer ejercicio se refiere siempre a cuestiones delimitadas en el tiempo y el espacio, y el segundo no supera tales limitaciones más que virtualmente, ambos tienen sentido sólo en tanto ayudan a echar luz sobre un cierto número de problemas fundamentales y de alcance muy general.
Problemas que, por lo demás, atañen sinceramente sólo a los hombres que no han sido domesticados al punto de restringir su radio de preocupaciones al palo que les amenaza, ni al círculo que les permite recorrer el collar que les sujeta en torno a su viejo plato de comida.
En el mundo realmente invertido, los pretendidos revolucionarios menosprecian ese tipo de problemas poniendo en duda su valor práctico inmediato. Razonan así: si no es palo, ni es plato… es inútil ocuparse de ello.
El restablecimiento de la verdad en el mundo, que es lo que persigue la crítica revolucionaria, exige la elevación de los hombres por encima del estado en que olfatear el suelo se les antoja una actividad elevada. Tal esfuerzo implica necesariamente ponerse a sacudir problemas que parecen no tener relación práctica con las acuciantes cuestiones del día a día, problemas que a un observador poco atento le parecerán nacidos de una mente que anda por las nubes.
Esa fue la impresión que causó Augusto Blanqui en muchos hombres “prácticos” cuando puso ante sus narices el libro de filosofía especulativa que acababa de escribir; esos hombres aguerridos no podían ver ninguna conexión entre el candente contexto político que les atormentaba y las problemáticas nociones de eternidad e infinito que Blanqui había tratado de dilucidar en su libro (*). Y esa misma impresión de impracticabilidad sigue asaltando a muchos militantes comprometidos cuando intentan hacer algo respecto al hecho de que Marx describiese el capitalismo como una “anomalía metafísica”.
Nunca se insistirá lo suficiente en el significado de la radicalidad: ser radical es tomar las cosas por la raíz, y para el ser humano la raíz de todo problema es siempre el ser humano mismo. Es por esto que toda crítica del mundo realmente existente será siempre una crítica de los hombres realmente existentes, una crítica de sus limitaciones y en último término una condena del carácter auto-impuesto de sus limitaciones.
¿Qué significa que la más poderosa crítica de la opresión moderna hecha hasta ahora haya tomado la forma de una filosofía de la praxis? ¿Qué importancia tiene para nosotros el hecho de que un sistema de opresión como el que padecemos sea sobre todo un modo de producción de la consciencia?
En un pasaje de este ensayo, “Historia y realización de la imaginación material”, Loren Goldner muestra que la visión moderna –científica– del mundo no ha hecho más que confirmar la intuición que animaba a las visiones tradicionales, pre-científicas, de la realidad: ”…no hay conocimiento del universo material separado de la constitución activa de la praxis humana”. Es decir: no existe idea humana que no sea práctica, conocer es hacer.
Profundizar en la comprensión de estas cuestiones es ineludible si lo que se pretende es una crítica práctica del capitalismo. Ir más allá de la sociedad de clases será un proceso inseparable del desarrollo de una visión del mundo antagónica y superior a la que sustenta el orden actual. Tal proceso supondrá, entre otras cosas, que se extingan las condiciones en que la consciencia queda reducida a un mero soporte virtual del funcionamiento de la economía y la política.
En lugar de este modo de actividad mental y corporal limitado – funcional a la mecánica capitalista – , cobrará vida una consciencia práctica humana surgida de la experiencia de totalidad y capaz de actuar sobre ella como fuerza transformadora natural.
* A. Blanqui, La eternidad por los astros. Ed. Colihue, 2002.
fuente http://klinamen.org/analisis/historia-y-realizacion-de-la-imaginacion-material
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