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31 DE MAYO VOTAN LOS MERCANTILES DE CAPITAL FEDERAL
Por Frente Mercantil Germán Abdala-CTA - Monday, May. 16, 2011 at 2:37 AM
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Oscar Nievas buscará desplazar a Armando Cavalieri

31 DE MAYO VOTAN LOS MERCANTILES DE CAPITAL FEDERAL

15/05/2011.-Frente Mercantil Germán Abdala-CTA.- El 31 de este mes se realizarán en el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) de la Capital Federal las elecciones previstas para el pasado 23 de marzo.

Que entonces naufragaron por una serie de irregularidades en los padrones denunciadas ante la justicia del trabajo por la lista opositora a Verde-Bordó.

Está elección tiene la particularidad que luego de más de 23 años tendrá más de una lista, la otra es que los contrincantes son los mismos de aquella elección de 1987.

Por un lado el eterno Armando Cavalieri, secretario general del SEC y por la otra su actual secretario gremial Oscar Nieva.

Por su parte en septiembre la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), deberá en elegir a su secretario general, un cargo que Cavalieri también ocupa desde hace 35 años, luego de que a fines de los 80’ Cavalieri expulsara de la Faecys a sus más firmes opositores.

Durante todos sus mandatos el cavalierismo se mantuvo sobre un modelo empresarial, por medio del voto cautivo o condicionado. Les devolvió a los empresarios el garrote de la precarización. Fue el comisario que reprimió toda lucha sindical en los supermercados y le garantizó a Alfredo Coto la expansión de su cadena de supermercados sobre la base de la explotación del trabajador aunque el común piense que Coto creció gracias al menemismo.

Es el patovica que garantiza la explotación de los jóvenes como mano de obra descartable los Call Centers.

Si Cavalieri se fuera el 31 de mayo, dejará, por supuesto, una sindicato con muchísimas de las llagas y cayos que la desidia de su gestión ha provocado.

Garantizó la ausencia de delegados en los lugares de trabajo. Mantuvo delegaciones corruptas a fuerza de despidos, el ‘voto golondrina’ en las cadenas de supermercados donde ejércitos de carneros van trasladándose de sucursal en sucursal en vísperas de elecciones para garantizar el voto de la lista patronal.

Será recordado porque en sus sucesivas gestiones existió un festín de violencia laboral y para lo cual no halló mayor respuesta que llamar al empleador cada vez que un trabajador acudió en auxilio al sindicato, porque “muerto el perro se acaba la rabia”.

Cavalieri también será recordado por dejar una democracia sindical con una salud en estado vegetativo, la libertad sindical que pregona es poco más que una farsa, donde se alega su existencia porque convocan a elecciones de delegados, cuando la verdadera democracia debería garantizar además del comicio, la posibilidad de participar en ellos sin sufrir las temibles represalias.

Uno de sus métodos más conocidos fue acordar con la patronal francos masivos a quienes suponían no votarían a sus candidatos.

Pero, si Cavalieri revalida un nuevo mandato, continuará –y ése es su mayor logro- un gremio desmovilizado que perdió el orgullo de la lucha colectiva, que sometió la dignidad mercantil al clientelismo farmacéutico, a la suplantación del delegado por un gestor de trámites. Un sector que dejó de creer en si mismo y confunde la representación gremial con una agencia de turismo.

A lo largo de 30 años gobernó con la nítida preocupación de actuar a favor de los empresarios con sus métodos dialogueros, y no a favor del salario de muchos sino en defensa de la riqueza de pocos.

Esta elección trajo de la mano de la oposición otra necesidad: la de actualizar el convenio colectivo.

Desde el lejano tiempo de Angel Borlenghi, hace 60 años, no se hablaba de poner nuevos marcos regulatorios al trabajo en el sector mercantil.

Los trabajadores mercantiles que a partir de este año están en condiciones de jubilarse han pasado toda su vida laboral bajo un convenio al cual no se le ha modificado –mejorado mucho menos- una coma, un acento que no sean en desmedro de los derechos laborales porque el actual convenio colectivo, con sus 35 años de desactualización ha quedado obsoleto, otro de los grandes logros de Armando Cavalieri.

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