Julio López
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Beatriz Sarlo, el PCR y la Triple A
Por Fideo Acuatico - Monday, Jun. 06, 2011 at 2:54 PM


http://lapginadeclaudio.blogspot.com/2011/06/beatris-zarlo.html


beatris zarlo - sábado 4 de junio de 2011


A propósito de Beatriz Sarlo EL DIVORCIO DE LOS MAOÍSTAS Beatriz Sarlo criticó a 678 y al gobierno de Cristina Fernández, lo que

movió a varias dignas respuestas. En una de éstas, en la Radio de las Madres, el martes 31 al mediodía, un periodista dijo que

Sarlo había sido de Vanguardia Comunista (VC). Quiero aclarar ese error y aportar unos datos y reflexiones. Sarlo nunca perteneció

a VC sino al PCR. La diferencia es importante, porque ambos partidos maoístas se divorciaron en 1974, luego que el último nombrado,

dirigido por Otto Vargas, defendiera furiosamente a Isabel Perón y López Rega. VC en cambio, fue aliado de la JP, el Partido

Auténtico y el peronismo revolucionario. El divorcio de los maoístas se plasmó el 1 de mayo de 1974, cuando VC se retiró de Plaza

de Mayo con los sectores combativos del peronismo, y el PCR se quedó con la burocracia sindical y la JPRA. Fruto de esa separación

fue el número 42 de la revista Los Libros, que mostró 678 este miércoles 1 de junio. Sarlo y Carlos Altamirano firmaban un

editorial, de julio-agosto de 1975, defendiendo a Isabel y López Rega. A propósito, ese ministro fue derrotado por las

movilizaciones obreras de junio, que los del PCR denostaron como “asonada golpista prosoviética”. ¡Las bases obreras que fueron a

Plaza de Mayo eran prosoviéticas y golpistas! ¡Lorenzo Miguel y Casildo Herreras eran prosoviéticos! Un psiquiatra allá… Estuvo

bien el ministro Aníbal Fernández en ese programa de la Televisión Pública. Podría haber estado mejor si puntualizaba que “los

chinos” y “maoístas” a los que se refería eran los del PCR y no de VC. Se sabe que había y hay chinos populares y chinos de Taiwán.

Esa confusión se podría haber aclarado si la cámara hubiera mostrado toda la página de Los Libros. Había dos editoriales. Uno

estaba firmado por Altamirano y Sarlo. Otro, en el margen derecho, era de Ricardo Piglia, por entonces militante de VC, que

explicaba por qué abandonaba esa revista, en crítica al gobierno ultrarreaccionario y a favor de la resistencia de los

trabajadores. Quien lea uno de los libros de Piglia, “Respiración Artificial”, verá que lo dedica a “Elías y Rubén que me ayudaron

a conocer la historia”. Elías es Semán y Rubén es Kristkausky, dirigentes de VC desaparecidos en “El Vesubio” en agosto de 1978. La

izquierda argentina tiene dos traiciones en su historia. Una es la desviación gorila, propia de Codovilla-Ghioldi en 1945; y otra

la lopezrreguista del PCR, en 1974-1976. Sarlo fue partícipe de la desviación que adulaba al gobierno de la Triple A, que asesinó a

1.500 militantes populares. Hoy, como columnista de “La Nación”, es aliada de la Mesa de Enlace y feroz crítica del gobierno de

Cristina Fernández pese a sus muchas cosas positivas. Así, Sarlo se vuelve a juntar con Otto Vargas en la causa sojera y ambos

repiten la traición de los dirigentes del PC en la Unión Democrática. Ella tiene un récord difícil de igualar: con lo peor del

peronismo en el siglo XX y con la puta oligarquía en el XXI. Nos ofende que alguien diga que alguna vez militó con nosotros.

SERGIO ORTIZ, secretario general del Partido de la Liberación (PL) - http://www.pl.org.ar

ortizserg@gmail.com

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http://www.agenciapacourondo.com.ar/oposicion/3725-documento-historico-el-pensamiento-de-beatriz-qconmigo-noq-sarlo-en-1975.html

(Agencia Paco Urondo) - Jueves, 02 de Junio de 2011


Exclusivo: la controvertida editorial firmada por Sarlo en 1975

Revista "Los Libros" Nº 42 de Julio-Agosto de 1975


Capital Federal (Agencia Paco Urondo, por Daniel Kaminszczik) Difundimos la editorial de la revista "Los Libros" Nº 42 de

Julio-Agosto de 1975. Está firmado por los intelectuales Beatriz Sarlo y Carlos Altamirano, directores de la publicación. El texto

fue citado en los últimos días por proponer una supuesta defensa de José López Rega, creador de la siniestra Triple A. Compartimos

la editorial completa como aporte al debate.



Hoy, cuando la Argentina atraviesa una crisis profunda caracterizada por un enfrentamiento de fuerzas que no sólo coloca al país al

borde de un golpe militar abierto o un golpe institucional que estuvo a punto de concretarse, sino en lo que se anuncia como los

prolegómenos de una guerra civil, definir adecuadamente algunos rasgos fundamentales de la sociedad argentina, el carácter de su

dependencia, vinculado con ello la función que se asigne a la burguesía nacional en la lucha por la liberación, y reconocer que la

disputa interimperialista a nivel mundial arroja efectos sobre el actual alineamiento de fuerzas en nuestro país, tal como se

manifestó en los sucesos de junio y julio, es condición para resolver correctamente la cuestión de los contenidos de clase del

gobierno de Isabel de Perón, del sector del peronismo que ella representa y, por tanto, la ubicación dentro del espectro político

argentino de las diversas fracciones del movimiento y el sindicalismo peronista. Estos son puntos de referencia centrales para

demarcar las posiciones de “izquierda" y de "derecha", las "progresistas" y las "reaccionarias", que como categorías de análisis

político son históricas y se refieren a posiciones concretas en situaciones concretas. Esto, en lo que se refiere al proyecto

golpista, es de capital importancia puesto que intentando ganar pase social en sectores populares aduce razones y fraseología de

"izquierda" cuando en realidad prepara una estafa política para los mismos sectores que busca seducir con sus consignas.


Desde este punto de vista creemos que la crisis no puede ser comprendida -y por consiguiente resuelta- al margen de algunas

precisiones: el amplio frente antilopezrreguista -heterogéneo política y socialmente- que fue utilizado como plataforma golpista

por los sectores pro-soviéticos, unió todo lo susceptible de ser unido en contra del ex ministro de Bienestar Social y

coyunturalmente del plan Rodrigo, en verdad apuntando a la caída de Isabel de Perón y su reemplazo mediante la elección del

presidente provisional del Senado; la dirección de este frente encontró, por un lado, una base social dispuesta, especialmente en

la pequeña burguesía urbana, y supo, por el otro, capitalizar en su favor un momento de extrema debilidad y aislamiento del

gobierno peronista, su imposibilidad de brindar soluciones o siquiera paliar la crisis económica a través del nefasto plan Rodrigo;

empalmó también con el descontento suscitado por la no homologación de las paritarias y la inquietud de los sectores agrarios,

potenciándolos en su provecho. Así las cosas, el frente antitopezrregulsta se transforma en los hechos en un frente contra el

sector nacionalista encabezado por Isabel de Perón, aislado políticamente y carente de los canales que promovieran la presencia y

organización de las masas populares, en especial de la clase obrera en defensa del gobierno.


Sin embargo, el proyecto golpista no pudo salvar las contradicciones que lo atravesaban. En primer lugar, no logró una articulación

que le permitiera transitar del descontento popular a su utilización como base y apoyatura de un golpe de estado contra Isabel. En

este sentido la experiencia histórica de las masas obreras y populares se tradujo en la desconfianza, la cautela y el rechazo a las

maniobras políticas de quienes, en nombre del antimperialismo y la democracia -como en septiembre de 1955-, apuntaban al gobierno

peronista. En segundo lugar, la resistencia frente al golpe institucional de Isabel y su grupo político no facilitó la faena de los

golpistas, quienes hoy contemplan cómo el frente antilopezrreguista se fractura y cómo algunos sectores burgueses nacionales que se

habían integrado en él se desgajan, recomponiendo su alianza en torno a un proyecto de independencia nacional en el interior del

gobierno peronista. En tercer lugar, cabe destacar que los yankis y sus socios locales no miraron con buenos ojos el avance

aparentemente arrollador de un frente hegemonizado por grupos afines a los soviéticos, sus representantes políticos y económicos y

sus más notorios testaferros. sorprendentemente la disputa interimperialista se tensó en el curso de la crisis.


Desatada por grupos prosoviéticos e inscripta como momento de un plan global para nuestro país, la ofensiva de junio y julio

apuntaba, de imponerse el diseño del golpe institucional, a consolidar lo ganado por los soviéticos y sus aliados tanto en el

aparato del Estado y las Fuerzas Armadas como en el plano económico y político; por ello lo que aquí hoy se juega no tiene

significación meramente local, sino que se inscribe en lucha interimperialista por el reparto del mundo.


¿Por qué decimos interimperialista cuando aludimos a una lucha en la que intervienen representantes, amigos, socios o aliados de la

URSS? Hace ya tiempo que la URSS ha pasado con armas y bagajes al campo de las potencias imperialistas. El carácter expansionista

de su política internacional es notorio incluso en el nivel de la crónica diaria (véanse al respecto Los Libros, Nº 40, y el

trabajo sobre el COMECON en el presente número). Creemos que la comprensión de este fenómeno y su incidencia sobre la realidad

argentina es capital para articular una efectiva política de liberación nacional que no signifique un mero cambio de metrópolis

hegemónicas. Se ha constituido, fruto de largos años de trabajo en la Argentina, una constelación de fuerzas sociales pro

soviéticas en cuya dirección es preciso distinguir un grupo de testaferros, Gelbard, Broker, Besrodnik, Sivak, Duchaski, Madanes,

individuos que funcionan como prestanombre y cobertura de los negocios soviéticos en nuestro país (comercio con la URSS y los

países del bloque soviético, inversiones industriales y agrarias, utilización del sistema cooperativo y de las redes financieras

manejadas por el PC revisionista) y un sector de la burguesía local asociada a los primeros por múltiples lazos económicos y

financieros, que detenta, junto con el grupo de los testaferros, la dirección de la CGE y otras organizaciones corporativas.


Correlativamente a esta expansión económica y financiera, y como medio de ampliarla y consolidarla, se ha desarrollado el trabajo

de infiltración del Estado y los partidos políticos. Las posiciones ganadas en el aparato del Estado han servido a los sectores

burgueses prosoviéticos en su propio proceso de acumulación de capital, a través del uso de líneas y orientación del crédito, las

franquicias financieras e impositivas, las inversiones estatales en infraestructura planificadas en beneficio de las empresas de

este grupo, que supo utilizar el peso que el Estado tiene en una economía como la argentina, donde asegurarse el control de un

grupo de empresas estatales, situadas en rubros básicos de la producción y los servicios, implica manejar puntos nodales de la

estructura económica nacional.


El carácter de esta expansión, que hemos tratado de describir en algunos de sus aspectos y la incapacidad de la burguesía nacional

de liquidar radicalmente la dependencia, de resolver exitosamente un camino que, enfrentando al enemigo principal, el imperialismo

yanki, evite el sometimiento a los intereses del social-imperialismo, ponen al orden del día la cuestión de cómo resolver las

tareas nacionales, democráticas y agrarias en nuestro país. En primer lugar, la afirmación de la alianza con los sectores burgueses

nacionales va más allá de una coyuntura crítica como la que estamos atravesando; la defensa del gobierno peronista en caso de golpe

de estado debe entenderse en el marco de esta alianza y no a la inversa. En segundo lugar, comprender que esta alianza atraviesa

toda la actual etapa de la revolución en la Argentina y que la lucha por la unidad con los sectores burgueses nacionales es

inescindible de la lucha por la liberación de la patria; desde esta política, el entendimiento de los contenidos reales del

provecto peronista tal como se realizó históricamente hasta 1955 y tal como hoy se manifiesta, con los límites propios del

nacionalismo burgués y el populismo, con los conflictos que lo atraviesan en su aparato sindical y político, conflictos hábilmente

potenciados por otros sectores de la sociedad argentina y por los representantes de uno y otro imperialismo. Finalmente, la

cuestión de la hegemonía obrera, garantía del éxito en la lucha por la liberación nacional, hegemonía que deberá materializarse en

el curso de esa lucha y en el interior del frente que incluya a todas las clases y sectores interesados en ella; la hegemonía

obrera es, como lo demuestran los movimientos de liberación nacional efectivamente victoriosos en el Tercer Mundo, el motor del

frente y el reaseguro frente al reformismo y las tendencias conciliadoras de sus aliados.


Estos ejes son, en nuestra opinión, los que señalan el campo de una política efectivamente revolucionaria en nuestro país, que hoy

necesariamente transcurre por la defensa del gobierno peronista de Isabel de Perón ante un golpe de estado que comprometería en los

hechos la independencia nacional.


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cuanto resentido...
Por Obrero - Monday, Jun. 06, 2011 at 3:50 PM

la puta que los pario,,, el pcr nunca estuvo con las tres A,,,lo que hizo fue bancar al gobierno en una sitacion cuando se dicipaba el golpe del 76

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Asesinos!
Por Héctor - Monday, Jun. 06, 2011 at 4:09 PM

Chinos asesinos, eran parte de la AAA!

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Los prosoviéticos
Por osqui - Wednesday, Oct. 19, 2011 at 12:32 AM

Los que eran prosoviéticos eran Gelbard y todo el aparato del PC, y la dirigencia de Montoneros que hicieron todo lo que pudieron para propiciar el golpe. Digo la dirigencia de Montoneros y no los pobres militantes que fueron usados y los mandaron a la muerte.

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beatriz Sarlo?
Por Orgullosamente Chino - Wednesday, Oct. 19, 2011 at 2:41 AM

y a viene Beatriz Sarlo en todo esto? el PCR no formo parte de la Triple A, eso es una locura por no decir infamia. El PCR banco al gobierno democratico de Isabel. al asomarse el golpe militar,,,

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Cooooorrecto
Por No soy chino - Wednesday, Oct. 19, 2011 at 8:17 PM

Si, es cierto, apoyaron al genocida Lopez Rega creyendo que con eso bancaban a la democracia, después bancaron a Galtieri porque con eso creyeron que recuperabamos las Malvinas, despues, coherentes con eso, bancaron al asesino torturador de Seineldin y ahora bancaron a la Sociedad Rural...

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