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Perú: Humala en la cuerda floja
Por Fuente: La Fogata - Friday, Jun. 17, 2011 at 2:29 PM

Perú: Humala en la cuerda floja

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Guillermo Almeyra

La Jornada

Ollanta Humala jamás fue un hombre de izquierda. Es más bien un militar nacionalista e indigenista moderado y con ideas etnocaceristas confusas. Si consiguió el apoyo del derechista Mario Vargas Llosa y del ex presidente indígena Alejandro Toledo no fue tanto por su abandono de buena parte de su programa inicial, más radical porque planteaba la idea de una asamblea constituyente y la posibilidad de algunas estatizaciones y modificaciones del sistema impositivo, sino por la maleabilidad del candidato, que demostró ser sensible a las presiones de centroderecha.

La importancia de su triunfo electoral no reside tanto en su audacia y sus posiciones, sino en que evitó que Perú recayese en manos de la derecha represiva, corrupta y dictatorial que había apoyado a Alan García y Alberto Fujimori y que, compacta, votó esta vez por Keiko Fujimori, que se rodeó con los peores elementos que habían secundado la dictadura de su padre.

La elección enfrentó medio Perú contra la otra mitad. Por Humala votaron los indígenas de la sierra y del sur, y los amazónicos y los pobres trabajadores de la costa norte, más los intelectuales asustados ante el peligro de una nueva dictadura fujimorista; por Keiko Fujimori lo hicieron los pobres más atrasados de las ciudades, la mayoría de las clases medias urbanas, conservadoras y racistas, y las derechas unidas, respaldadas y estimuladas por la embajada de Estados Unidos. Los votos de Humala reivindican tierra, derechos, respeto y dignidad y se oponen a la destrucción de sus territorios por la gran minería extranjera, que es el eje del gran capital en Perú. Los votos de Fujimori que realmente cuentan, los de la derecha empresaria o rentista, quieren evitar que los sectores populares se organicen y movilicen y conquisten espacios de poder. Por eso la reacción inmediata de la Bolsa de Lima, al conocerse la victoria de Humala, fue una caída catastrófica de los títulos que obligó a cerrarla, o sea, un semigolpe financiero.

Los efectos del triunfo de Humala serán mayores en el campo internacional que en el nacional, porque su presidencia refuerza a Rafael Correa, en Ecuador, y a Evo Morales, en Bolivia, y porque Humala buscará un acuerdo estrecho con Brasil, en lo económico y en lo político, fortaleciendo así la influencia brasileña –conservadora– frente a Estados Unidos y la construcción de un cordón chino–brasileño que una la costa atlántica con la del Pacífico. Además, se ha roto el anillo central de la cadena que unía Colombia, Perú y Chile detrás de Washington y aseguraba al imperialismo el control de la costa del Pacífico en América del Sur.

En el plano nacional, en cambio, es muy probable que los indígenas y los pobres que masivamente votaron por Humala le exijan soluciones a sus exigencias económicas, sociales, ambientales y democráticas, y entren en conflicto con un gobierno que ni quiere ni puede enfrentarse con la gran minería extranjera y con la derecha apoyada por el imperialismo.

Humala, como buen militar y como prisionero de sus aliados, seguramente buscará tergiversar y terminará reprimiendo. Ante la imposibilidad de la victoria de las guerrillas y de la revolución, el general nacionalista Velasco Alvarado realizó una “revolución pasiva” (para aplicar las concepciones de Gramsci), descabezó el latifundio y eliminó la servidumbre para tratar de modernizar en forma capitalista el Perú rural.

Humala, sin embargo, no tiene las condiciones necesarias para siquiera intentar repetir el velasquismo, pues la burguesía no está asustada por la rebelión indígena, ni hay una izquierda importante en Perú ni cuenta con la mayoría de los mandos de las fuerzas armadas. Su “progresismo” tiene, por tanto, grandes límites, a no ser que los aymaras de Puno y los quechuas del resto de las sierras peruanas, influenciados por el ejemplo boliviano, no desborden el marco que el neopresidente tratará de imponer. Sobre todo porque, para presionar a Chile y obtener una salida al mar, en Bolivia crecerá la idea de reforzar los lazos con Perú para revivir en parte, y en nuevas condiciones de enfrentamiento con el imperialismo estadounidense y la oligarquía de Chile, la efímera Confederación peruano–boliviana que fuera derrotada por la alianza entre el imperialismo británico y la oligarquía chilena. El general Cáceres, el Taita, el “héroe de los Andes”, como se recordará, terminó reprimiendo a los mismos indígenas en los que se había apoyado para derrotar a los chilenos en su guerra de guerrillas.

El cacerista Humala ha optado ya, antes mismo de llegar al palacio de Pizarro, por limitarse a hacer la política que fracasó con el gobierno del indígena Toledo, ex funcionario de las instituciones internacionales imperialistas, agregándole sólo la promesa de lograr que las empresas mineras paguen un impuesto a las ganancias extraordinarias, cosa que las mismas se negarán a hacer.

Las opciones son, por consiguiente, la preparación de un golpe anti Humala o la fagocitación “pacífica” del nuevo gobierno mediante una serie de presiones económicas o, en el campo opuesto, la creación, a partir del apoyo logrado por Ollanta Humala, de una izquierda peruana que profundice y radicalice el proceso actualmente incipiente.

Pero eso requeriría un lapso relativamente largo y confuso, ya que no existe el núcleo de tal izquierda anticapitalista ni ninguna fuerza relativamente importante plantea las bases programáticas para tal lucha. Lo más previsible, por tanto, es una aguda inestabilidad social y política en Perú, con un gobierno nacionalista bailando en la cuerda floja.

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HUMALA MILITAR BURGUÉS
Por UN LATINOAMERICANO - Saturday, Jun. 18, 2011 at 8:40 PM

En el futuro gobierno de Humala aparecerá como un gobierno popular, pero luego, inevitablemente mostrará el verdadero rostro político burgués, protegiendo los intereses económicos de las empresas nacionales y las transnacionales imperialistas. Las políticas económicas de humala que aplicará es en el órden del sistema capitalista de mercado. Humala por su formación militar de represor es un sirviente al sistema.
Tenemos a la amarga esperiencia de la traición del desclasado y analfabeto Evo Morales de Bolivia, socio de las transnacionales que continuan saqueando las riquezas de bolivia y que hoy más que nunca gózan de buena salud económica enviando sus ganancias siderales a sus países de origen, mientra el pueblo boliviano se encuentra en una pobreza extrema de miseria y hambre, que el gobierno del "hermano" Evo
lo a profundizado, un gobierno de CORRUPCION Institucionalizada.
Los gobiernos de Morales, Chavez, Correa, Kirchner y hoy Humala, son los verdaderos defensores de la gran propiedad privada y los medios de producción del capitalismo y de las burguesías de cada uno de nuestros pueblos. Son los que ilusionan y engañan a nuestra población y contienen la verdadera revolución de la lucha por la liberación de la opresión imperialista.

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gorilas, gorilas y mas gorilas
Por uno del MST - Saturday, Jun. 18, 2011 at 9:02 PM

sigan jodiendo con Humala

pero Humala no se va!

Fuerza Humala!!!!!!!

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