Julio López
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Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario
Por Bakuninista - Saturday, Jul. 02, 2011 at 5:00 PM

2 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
Plataforma Internacional del
Anarquismo Revolucionario
1º de Mayo de 2011
Organización Popular Anarquista Revolucionaria y Unión Popular
Anarquista
Fotos  
Capa: Funeral de Buenaventura Durruti. 22 de novembro de 1936, Barcelona, Espa‐
nha.
Verso: Revolta, 1899. Quadro de Käthe Kollwitz.Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
3
ÍNDICE
Presentación
05
Introducción
05
1  ‐ De la lucha ideológico‐teórica: crítica general de las concepcio‐
nes  revolucionarias estatistas y el revisionismo en el anarquismo
09
1.1 ‐ Fundamentos histórico‐universales del Bakuninismo
09
1.2  ‐ Actitud de los anarquistas ante el pensamiento de Marx y
Engels
12
1.3 ‐ Diferencias y contradicciones entre la concepción estatista y
anti‐estatista de la revolución
17
1.4 ‐ El Revisionismo en el Anarquismo
19
2  ‐ De   las experiencias histórico‐universales del proletariado: las
grandes derrotas de la revolución social, Rusia, España y América
Latina
24
2.1 ‐ La revolución rusa y la degeneración del marxismo
24
2.2  ‐  La guerra civil española y La degeneración Del anarco‐
comunismo y anarco‐sindicalismo
29
2.3  ‐ La crisis del sindicalismo revolucionario en América Latina y
las sucesivas capitulaciones de anarco‐comunistas, comunistas y
nacionalistas
34
2.4 ‐ Sobre el fracaso histórico del comunismo/social‐democracia
y del anarco‐comunismo/ anarco‐sindicalismo y su condición ac‐
tual
404 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
3 ‐ De la teoría y programa: los sujetos revolucionarios y las tareas
del anarquismo en el centro de la periferia.
48
3.1 ‐ La estructura de clases y la división internacional del trabajo
en el siglo XXI
50
3.2 ‐ Las contradicciones de clase y los sujetos de la revolución
51
4 ‐ De la coyuntura de hoy: el Capital, el Estado y la lucha de clases
en la actualidad
56
5  ‐ La lucha de clases ahora: la creación de una oposición autóno‐
ma en el movimiento de masas
64
5.1 ‐ El problema de las crisis del capitalismo, de la crisis de orga‐
nización del proletariado y de la línea de masas internacional
71
Programa de reivindicaciones Económicas Generales (rurales y
urbanas)
72
Programa de Reivindicaciones Económicas Indirectas (Educación,
Salud, Vivienda, etc.)
73
Programa de Reivindicaciones Políticas Generales
73
Programa de reivindicaciones Agrarias
74
Programa de reivindicaciones Económico‐Políticas Anti‐
Discriminatorias
74
Programa Ambiental
75Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
5
Presentación
A los obreros, campesinos, a los trabajadores de servicios,
A los desempleados, a los trabajadores informales,  
A los trabajadores migrantes de todas las regiones del mundo,
A los pueblos indígenas, a las naciones, etnias y minorías oprimidas,  
A la juventud y las mujeres trabajadoras.
Introducción
En julio de 1926, la publicación en Francia de un documento titulado “Pla‐
taforma Organizacional de los Comunistas Libertarios”, (elaborado y firmado
por el grupo ruso en el exilio Dielo Truda), causo un profundo impacto y ma‐
lestar entre los anarco‐comunistas, anarcosindicalistas e individualistas, prin‐
cipalmente en Europa.
Entre los firmantes del documento se encontraba el campesino Néstor
Maknho, principal jefe del ejército insurgente de Ucrania y, Pedro Archinov,
un obrero y guerrillero, ambos veteranos de la revolución y guerra civil rusa
(1917‐1922). El documento convocaba a reorganizar el anarquismo revolu‐
cionario, a la lucha ideológica contra el individualismo desorganizador y a la
construcción de una organización anarquista internacional.
Enrique Malatesta, una de los principales anarco‐comunistas de la época,
se pronunció clara y categóricamente contra los fundamentos establecidos
por la Plataforma: “Ahora, siendo la Organización propuesta típicamente
autoritaria, no solo no facilitará la victoria del comunismo anarquista, sino
que falsificará el espíritu de sus organizadores y resultará lo contrario de lo
que esperan sus organizadores”. Volin, una anarquista ruso exiliado en Fran‐
cia escribió lo siguiente: “Concluyo, el único punto original de la Plataforma
es su revisión en dirección del bolchevismo, ocultado por los autores”.6 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
La Plataforma Organizacional es un documento que apuntaba tres tareas
fundamentales: el desarrollo de una teoría anarquista como base de una
organización internacional; mayor precisión en la estrategia y programa glo‐
bales para la Revolución Socialista, a partir de la crítica de la experiencia de
degeneración burocrática de la revolución rusa de 1917; la crítica del papel
que los anarquistas venían desarrollando en el movimiento de masas, a la par
de la presentación de una línea revolucionaria de acción.
Estas tareas presentadas por los autores de la Plataforma Organizacional
no fueron realizadas. En gran medida, en esto descansa gran parte de la de‐
clinación histórica del anarquismo, tal y como apuntaron Maknho y Archinov,
al señalar que las relaciones del anarquismo con las luchas de masas obreras
y campesinas serían marginales hasta no abordar dichas tareas.
La    Plataforma tenía también sus límites. La reacción de los anarco‐
comunistas, anarco‐sindicalistas e individualistas, fue denunciar a los Plata‐
formistas como algo “extraño al anarquismo”. Los Plataformistas fueron acu‐
sados de “desviarse del anarquismo”, de compartir una peligrosa frontera
con el “bolchevismo” y con las ideologías “autoritarias”.  
Sin embargo, en los hechos, los Plataformistas, al contrario de lo que
afirmaron sus críticos, no estaban “rompiendo” con el “anarquismo en gene‐
ral”, y si con el revisionismo (representado por las auto‐proclamadas “co‐
rrientes”). Los Plataformistas afirmaban haber creado una propuesta nueva,
pero en realidad, estaban apenas recuperando de una forma parcial, la con‐
cepción bakuninista original de la Primera Internacional, renegada por el
anarco‐comunismo de Malatesta y Pedro Kropotkin, y por el anarco‐
sindicalismo y sus teóricos como Rodolfo Rocker.
La Plataforma Organizacional fue rechazada por contener en su interior un
movimiento en dirección a la que los individualistas, anarco‐comunistas y
anarco‐sindicalistas se habían negado a ir: el bakuninismo. Sin embargo la
Plataforma solo delineo las tareas. Sus autores no tuvieron las condiciones
históricas para realizarlas. Ellos mostraron que era preciso construir una or‐
ganización anarquista internacional. Que esta debería basarse en la unidad
teórica y táctica, la responsabilidad colectiva y el federalismo. Más ellos, por
motivos de fuerza mayor, dejaron esta tarea inconclusa.Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
7
La experiencia anterior basada en la crítica, los esfuerzos heroicos de indi‐
viduos y pequeños grupos, que realizaron criticas parciales y reflexiones que
anteceden el análisis que presentamos aquí, deben ser reconocidos. La crítica
de los plataformistas en los años 20’s; las criticas de pequeño grupos “baku‐
ninistas”, así como la defensa, aunque confusa, de la Maknhovchina por José
Oiticica en el Brasil; la crítica y oposición del Grupo Antorcha a la capitulación
de los anarco‐comunistas orientados por Diego Abad de Santillán en la Ar‐
gentina, deben ser abiertamente reconocidas. De la misma manera, deben
serlo la crítica a la degeneración del anarco‐sindicalismo y comunismo espa‐
ñoles por Maknho, Jaime Balius y el grupo “Los Amigos de Durrruti”. La crítica
de Georges Fontenis en los años 50 y la de la Federación Anarquista de Uru‐
guay (FAU Histórica) en los años 60 son fundamentales. Más es preciso tam‐
bién reconocer que todas esas críticas fueron incompletas y parciales, no
consiguieron consolidarse por que no avanzaron en dirección al bakuninismo.
Este documento busca exactamente asumir la responsabilidad de ejecutar
las tareas delineadas por la Plataforma Organizacional y la línea defendida
por los demás camaradas que mencionamos arriba. Continuar donde para‐
ron: avanzar en la única dirección posible del plataformismo, el bakuninismo.
En este sentido, este documento busca presentar los trazos estructurales de
la teoría anarquista – el bakuninismo  ‐ y convocar a la reconstrucción de la
organización internacional bakuninista y la organización internacional de los
trabajadores. Esta es tarea es hoy central.
La degeneración de las revoluciones socialistas  y de liberación nacional; la
integración de los sindicatos de orientación social‐demócrata y anarco‐
sindicalista en el sistema capitalista son muestra de que el proletariado ha
sido conducido por éstas orientaciones a sucesivas y graves derrotas históri‐
cas. La capitulación de los anarco‐comunistas y los anarco‐sindicalistas tam‐
bién es un trazo importante de la Historia. Fue en gran parte el resultado de
errores de teoría, de empirismo y de oportunismo que caracterizaba la for‐
mación de las organizaciones políticas y de masas de los trabajadores.
Pretendemos convocar, entonces, a la construcción de una Red Anarquis‐
ta   Internacional (RAI), y a una Tendencia Clasista e Internacionalista de los
Trabajadores (TCI). Estas dos expresiones orgánicas buscan ser el inicio de la8 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
reconstrucción de la Alianza de la Democracia Social y la Asociación Interna‐
cional de los Trabajadores.
Ahora bien, para delinear de manera más concreta las características de
las organizaciones, política y de masas, es necesario, indispensable, la pre‐
sentación del contenido del bakuninismo y una profunda critica de la teoría
que ejerció la dirección más extendida de la lucha de clase de los trabajado‐
res en el siglo pasado: el marxismo. Es precisa, a su vez, una crítica seria de
las experiencias de lucha del proletariado, así como de los desvíos de las teor‐
ías determinantes en estas mismas derrotas.
La Plataforma de Organización del Anarquismo Revolucionario aquí pre‐
sentada busca fijar las bases teóricas y programáticas de tal construcción
internacional. La primera parte del documento es una crítica teórica e históri‐
ca de las diferentes teorías y experiencia de lucha de los trabajadores. La
segunda parte es una aplicación de la concepción bakuninista en teoría sobre
la revolución al actual estadio de desarrollo capitalista. A partir de esto, es
que presentamos una propuesta de organización de los revolucionarios y de
los trabajadores en la lucha por el Socialismo.
Los individuos y los grupos que quieran discutir la adhesión esta Platafor‐
ma de construcción de secciones de la RAI y TCI, en sus respectivos países
deberán de escribir para entablar y desarrollar dicho proceso: las orientacio‐
nes adicionales y más detalladas serán resueltas y tendrán respuesta por la
Comisión de Construcción.
UNIPA – Brasil
OPAR – MéxicoPlataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
9
1 ‐ De la lucha ideológico‐teórica: crítica general de las con‐
cepciones  revolucionarias estatistas y el revisionismo en el
anarquismo
1.1 ‐ Fundamentos histórico‐universales del Bakuninismo
  En la segunda parte del siglo XIX el proletariado da origen a su primera ex‐
presión orgánica de lucha internacional por su emancipación: La Asociación
Internacional de los Trabajadores (AIT) fundada en 1864. En su seno se reun‐
ían distintas corrientes que tenían como fin la emancipación social del prole‐
tariado. En este contexto tiene origen nuestra corriente, fundada por el pen‐
samiento y la práctica del revolucionario ruso Miguel Bakunin.
El pensamiento de Bakunin está dominado por el método materialista de
análisis del mundo natural y social, capaz de producir un análisis crítico de la
sociedad y orientar una práctica revolucionaria, tomando todos los factores
involucrados en la determinación de la vida social con el fin de destruir inte‐
gralmente la sociedad burguesa y emancipar a la humanidad entera en un
gran proceso de transformación social, constituyéndose como una de los
principales cosmovisiones filosóficas de interpretación de la realidad que el
proletariado utilizó y utiliza en la lucha por su liberación.  
El materialismo que domina el pensamiento de los revolucionarios del si‐
glo XIX esta en directa oposición al idealismo de la burguesía, continuando el
antagonismo existente en las clases sociales engendradas por el Capital en el
terreno de la ideología. Mientras la burguesía intenta disfrazar su dominación
de clase mediante la ideas religiosas, la metafísica y el pensamiento idealista
en general, el proletariado, mediante sus intelectuales y pensadores revolu‐
cionarios, proclama el método materialista de análisis de la realidad, conside‐
rando las relaciones concretas, circunscritas a determinadas condiciones
materiales de existencia en el tiempo y en el espacio. El proletario proclama
el fin de los sistemas absolutos y definitivamente plasmados, en oposición,
proclama un sistema dialéctico que implica el conocimiento sistemático del10 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
mundo natural y social en su totalidad, perfectible a cada momento, siempre
sujeto a implacables críticas y correcciones en base a la experiencia colectiva
de la humanidad.  
El materialismo del proletariado esta en oposición a la concepción bur‐
guesa del derecho del valor y la ganancia, considerando dicho derecho un
hipócrita argumento de los capitalistas para explotar el trabajo las fuerzas
colectivas de la humanidad. En oposición proclama que la única fuente de
valor es el trabajo colectivo de la humanidad; proclama la superioridad del
trabajo colectivo sobre el individual; proclama su oposición al pago individual
bajo la forma capitalista de salario, que únicamente permite la reproducción
del linaje proletario para continuar con la explotación burguesa; proclama
que únicamente bajo la socialización de los medios de producción es cómo
tendrán dominio los trabajadores sobre sus propias actividades y tendrán
acceso a los frutos de su trabajo.  
El proletariado reclama como su tarea solucionar las contradicciones en‐
tre la producción colectiva de las riquezas y bienes sociales y la explotación
expresada idealmente en el derecho de ganancia que es fundamento y obra
de la sociedad capitalista mediante un proceso de Revolución Social Integral,
iniciando un proceso de exterminio y abolición no solo del derecho de ganan‐
cia y la explotación, sino de la propiedad privada y el Estado, que son funda‐
mentos materiales de la división de clases en la sociedad.  
Heredado de generación en generación, el derecho de explotar el trabajo
por una minoría opresora de la mayoría trabajadora, se constituye como el
fundamento ideológico de las sociedades de clase que justifican la existencia
de la propiedad privada y el Estado, base material de la dominación de la
humanidad por la humanidad, estableciendo con esto una relación dialéctica
entre el dominio material y el derecho ideal que engendra una creciente mi‐
seria y desigualdad para las amplias masas trabajadoras.
En el seno del proletariado las distintas corrientes que confluyen en el fin
histórico y universal de la emancipación humana, no confluyen en los medios
y métodos por los que el proletariado ha de emanciparse. Mientras las distin‐
tas corrientes cometieron la equivocación de extrapolar las tereas histórico‐
universales de la burguesía al proletariado, Bakunin, continuando con las
acertadas criticas de J.P. Prudhon al estatismo, señala que la tarea históri‐
ca del proletariado no solo no es imitar a la burguesía en la toma del EstadoPlataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
11
para el desarrollo del Socialismo, sino que la condición esencial para que la
humanidad se emancipe del gobierno del hombre por el hombre es precisa‐
mente la abolición, la destrucción revolucionaria de los Estados y su sustitu‐
ción por una gran Confederación Universal de mujeres y hombres libres, así
como Asociaciones Internacionales de trabajadores que coordinen la produc‐
ción.
La principal contribución teórica y política del bakuninismo como fenóme‐
no de organización, fue la comprensión del lugar del estatismo en la Historia
y el papel central del problema en la explotación de las fuerzas colectivas por
el capitalismo en la sociedad moderna. La raíz de la concepción de Bakunin
está en la comprensión de la inter‐relación entre la evolución de estatismo y
la intensificación de la subordinación de las fuerzas colectivas.
La propiedad privada y el Estado son la base sobre la que se levantan las
sociedades de clase, el proletariado, siendo la clase histórica llamada a sepul‐
tar la explotación, sentencia que para transformar la sociedad, para dar el
paso del reino de la necesidad al reino de la libertad es impropio valerse de
de programas y de creaciones de otras transformaciones sociales de gran
escala, de otras tareas histórico‐universales.
El concepto bakuninista de estatismo designa un proceso: la extensión del
Estado y la formación de una “razón de Estado” y de diversas doctrinas de su
legitimación (teoría del derecho divino de los reyes, monarcas y emperado‐
res, contratismo, nacionalismo, etc.) El concepto de estatismo supone un
análisis histórico en el que el Estado moderno antecede la formación del ca‐
pitalismo y que, tomado por la burguesía, consolida la transformación
económica capitalista de la sociedad feudal. Por otro lado, este Estado mo‐
derno surge de la Reforma Protestante dialécticamente, un Estado emanci‐
pado de la Iglesia capaz de subordinarla, que condiciona, produce y reprodu‐
ce las transformaciones económicas y sociales, la transformación/destrucción
del feudalismo, la extensión comercial, que anteceden y permiten la Reforma
religiosa.
Considerando la dialéctica existente entre las relaciones sociales concre‐
tas, el Estado, en cuanto estructura juridico‐polìtica es el producto de rela‐
ciones desiguales entre las clases, y también produce y reproduce relaciones
sociales desiguales. Así, el Estado posee una importante dinámica estructu‐12 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
rante responsable de la producción y reproducción de nuevas relaciones de
explotación y opresión.
La dialéctica centralización/monopolio es expresión y consecuencia del
carácter burgués del Estado Moderno, que no fue un mero fenómeno del
desarrollo de la producción capitalista, sino que se constituye en una condi‐
ción intrínseca e, inclusive, en un agente político y económico fundamental
para el surgimiento, expansión y consolidación del capitalismo por todo el
mundo  hasta nuestros días.
Transformado por el carácter burgués, el Estado capitalista y su economía
y el propio sistema de Estados se desenvuelve en una implacable competen‐
cia entre los Estados por la hegemonía y por la misma supremacía, que ele‐
vará siempre al Estado más vasto al control de territorios, mares, aires, espa‐
cio y pueblos. La centralización de poderes  en el Estado llevará también en el
sistema de Estados a una centralización de mayores poderes en los mayores
Estados, que asumirán entonces la forma de Imperios, concepto en que des‐
cansan la verdadera naturaleza de Estados que son potencias militares y geo‐
políticas en determinado momento histórico. El Imperio es un tipo particular
de Estado que consigue la hegemonía en una región y que disputa la supre‐
macía en el sistema mundial de Estados. El desarrollo del estatismo siempre
lleva a la formación, en el sistema internacional de Estados, por la lógica de
competencia y conquista que le es inherente, de un Imperio que detenta la
supremacía sobre otros Imperios y Estados rivales.  
De aquí el error de extrapolar las tareas histórico‐universales de una clase
a otra precisamente cuando la última tiene como fin supremo la abolición de
las sociedades de clase. El bakuninismo descubre y formula este principio y lo
constituye como su elemento componente, del que se desprenden los demás
principios y teorías relacionadas con la emancipación del proletariado y todo
lo relativo a la táctica y la política revolucionaria.
1.2 ‐  Actitud de los anarquistas ante el pensamiento de Marx y
Engels
El proletariado alberga en su seno a varios pensadores que se constituyen
como sus fracciones intelectuales. Independientemente de la corriente políti‐
ca que defendieron, todo socialista revolucionario honesto debe reconocer aPlataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
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los autores de contribuciones ideológicas del proletariado, debe cerrar filas
contra los ataques capitalistas a dichos pensadores y asumir la crítica‐
corrección de los errores de dichos intelectuales como parte de nuestras
tareas internas como parte del movimiento socialista del proletariado mun‐
dial, según nuestros principio científicos e introduciendo las respectivas en‐
miendas.  
Para los anarquistas revolucionarios, Carlos Marx y Federico Engels pro‐
porcionaron al proletariado 2 descubrimientos dignos de reconocer:
a) El Materialismo Histórico, que permite la interpretación de la Historia
como un proceso dialéctico de producción‐reproducción de la vida social en
base a la vida material, constituido por una reciprocar relación entre las ma‐
nifestaciones de la vida intelectual, cultural y social y la vida económica de la
sociedad humana.
b) La teoría de la Plusvalía, que descubre y demuestra el proceso de acu‐
mulación capitalista basado en la explotación y opresión de las ma‐
sas trabajadoras.
Para los anarquistas, el materialismo   es un método científico que puede
ser aplicado para resolver las distintas tareas que la revolución exige. Todo
proletario revolucionario debe reconocer lo correcto y vigente del materia‐
lismo   si se le considera desde sus importantes contribuciones como método
científico para la observación, el análisis y la resolución de las tareas de las
masas trabajadoras.
Marx y Engels tuvieron una acertada aplicación del método que ellos
mismos  descubrieron y formularon respecto al análisis e interpretación que
realizaron de las luchas de clase del pasado, respecto a una lectura proletaria
de la Historia al explicar los fundamentos de las sociedades de clase, respecto
la critica revolucionaria de la sociedad capitalista y el señalamiento de la ne‐
cesidad de su destrucción por el proletariado revolucionario. De manera ma‐
gistral enseñaron al proletariado la forma correcta de entender el pasado y la
realidad inmediata, formulando por primera vez en la Historia una teoría
capaz de establecer una realidad multiforme, con relaciones de causalidad,
creando así las bases para una acertada critica‐práctica, es decir, de una mili‐
tancia política concreta de las clases explotadas y oprimidas consientes de la
necesidad de su emancipación. Esta es una contribución que nadie disputará14 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
a Marx y Engels y que les mantendrá vigentes hasta el triunfo total sobre la
explotación burguesa.  
Sin embargo, concibieron, desarrollaron y mantuvieron errores que costa‐
ron muchas derrotas al proletariado a lo largo del siglo XX, cuyas consecuen‐
cias padecemos aun hoy en día. Si bien fueron grandes pensadores que nos
dieron grandes lecciones en la Historia y la Economía Política, también fue‐
ron autores de pre‐determinaciones anti‐dialécticas del propio método que
correctamente habían fundado en relación a la interpretación del pasado y el
presente, presentándonos para las nuevas tareas histórico‐universales de las
masas explotadas conclusiones mecánicas y unidimensionales fundamenta‐
das, en el campo de la teoría, en un error de principio de la aplicación del
Materialismo Histórico respecto a tareas proletarias en lo referente al qué
hacer al día siguiente del derrocamiento de la sociedad burguesa, es de‐
cir, respecto las tareas de la época pos‐revolucionaria que se condensan en la
teoría de la "Dictadura del Proletariado", táctica máxima del marxismo revo‐
lucionario.  
Presentamos aquí la crítica de las dos fuentes de error y degeneración
teórico‐político del marxismo. La primera de ellos no descansa en los núcleos
centrales del materialismo histórico, sino que se constituye como un error de
teoría. El segundo descansa en el centro del programa y estrategia, y se cons‐
tituye en un error político. Ambos errores ofrecen una explicación    de las
derrotas y la degeneración de los marxistas.
En la interpretación del materialismo histórico existe un componente fun‐
damental que es la idea de la “determinación de lo económico” en última
instancia. Ese concepto refleja la subestimación teórica tanto del papel del
Estado como de la propia lucha de clases, de manera que “el desarrollo de las
fuerzas productivas” en términos abstractos son considerados como criterio
fundamental. Este papel primario del factor económico como la determinan‐
te en última instancia se transforma en una pre‐determinación mecánica
dentro de la social‐democracia internacional.
Al mismo tiempo en que en teoría las fuerzas productivas son considera‐
das como “centrales”, se subestima la acción de clases y del Estado; en políti‐
ca, el Estado ocupa un lugar “central”. Exactamente porque en teoría el Esta‐
do es solamente “determinado” por la economía (y no dialécticamente de‐
terminado y determinante de y por ella), se considera que se puede utilizarPlataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
15
apropiadamente al estado, de forma neutra, por parte del proletariado, que
incluso puede utilizarlo como herramienta (como si las herramientas y técni‐
cas fueran neutras, y la burguesía y el proletariado pudieran usar cualquier
herramienta a su antojo) para realizar reformas progresistas y supuestas re‐
voluciones.
La teoría de la "Dictadura del Proletariado" se constituye como una ex‐
trapolación anti‐histórica y anti‐dialéctica del programa burgués de la época
pre‐capitalista al programa proletario de la época capitalista, como una
transportación de las tareas históricas de la burguesía en lucha por su eman‐
cipación del feudalismo a las tareas históricas del proletariado en lucha por la
emancipación integral humana y su propia aniquilación como clase explota‐
da. Es un    contrabando táctico y estratégico de una experiencia colectiva
de una clase a otra.
Observando la lucha de la burguesía por implantar el sistema capitalista
de producción Marx dedujo con acierto las condiciones necesarias para im‐
plantar cualesquiera dominio de clase, que se desarrollará al grado de con‐
formarse en la teoría general de la Dictadura del proletariado, aunque des‐
pués omitiera abordar lo que dicho dominio implica para las clases en el po‐
der y si estas podían sostenerse sin corromperse y tergiversarse.   En el seno
mismo de la sociedad feudal el capitalismo desarrolló sus fuerzas que culmi‐
naron con la supremacía de la producción industrial sobre la agricultura feu‐
dal, las nuevas divisiones en el trabajo, la predominancia de la ciudad sobre
el campo, y la superación de todas las formas de producción y reproducción
de la vida hasta entonces conocidas (la supremacía de la producción sobre el
consumo) que, entendidas e interpretadas en su conjunto por el método del
materialismo histórico y dialéctico, impresionaron profundamente a Marx y
Engels llevándolos a   extrapolar las tareas histórico‐universales que la clase
burguesa había realizado a la clase que ésta misma había engendrado y que
estaba llamado a sepultar: el proletariado; incurriendo así, en el error de
principio del que se habla más arriba.
Las tareas que se refieren, Marx las extrapoló al proletariado basado en
sus interpretaciones del curso de las luchas burguesas eran las condiciones
necesarias a llevar a cabo para establecer el dominio de clase; y este sólo
puede efectuarse mediante la toma del Estado (a nivel histórico) por una
clase, reteniendo el Poder en sus manos y consolidando su régimen social, de16 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
cuya máxima y más desarrollada expresión tenemos , en la clase burguesa,
las repúblicas democráticas inspiradas en el modelo clásico francés, en don‐
de, en acuerdo con Marx, debe desarrollarse la confrontación final y decisiva
entre la burguesía y el proletariado.  
Sumado a eso, la Francia considerada por Marx como modelo de la evolu‐
ción burguesa representaba más una excepción que una regla general: en
Alemania e Inglaterra, y otros países, la burguesía realizó una serie de com‐
promisos con el “ancient regime”, y se incorpora e incorpora las antiguas
oligarquías como fracciones de clase dentro del nuevo modo de producción
en expansión.
La toma del Estado, esta conquista‐retención del Poder en manos de una
clase (en este caso, del proletariado) este principio asimilado como eje teóri‐
co orientador de todas sus aplicaciones generales y particulares a todas y
cada una de las áreas de lucha del proletariado, llevaron contradicciones de
tan grandes dimensiones en su seno que, llevadas hasta sus últimas conse‐
cuencias en el campo teórico y confrontadas con la experiencia histórica (es
decir, con su comprobación experimental objetiva) de los últimos dos siglos,
no queda más que explicarlas y descartarlas por contener en sí, los gérmenes
de su propia aniquilación como método teórico‐práctico en relación con la
lucha moderna por la emancipación social humana que demanda (y demandó
desde tiempos de nuestros autores alemanes) nuevas e innovadoras realiza‐
ciones.
Ahora bien, en la realidad concreta, en el campo de la acción revoluciona‐
ria, cualquier teoría consecuente conlleva en sí sus implicaciones político‐
prácticas, implicaciones que la teoría de la "Dictadura del proletariado" no ha
dejado de tener y a las cuales nos oponemos tan firmemente como a la teoría
misma no solo por engendrar en su seno el germen de su propia aniquilación
como teoría con una mínima consistencia interna, sino por las políticas con‐
cretas que conlleva y que a tan pobres resultados nos han llevado respecto la
emancipación humana, siendo su contenido esencial, su composición ele‐
mental, un aburguesamiento de la política‐práctica del proletariado revolu‐
cionario, el reforzamiento ideológico del estatismo y el abandono voluntario
de las innovaciones práctico‐experimentales de las masas en la acción. Si bien
somos los primeros en reconocer las contribuciones del pensamiento marxis‐Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
17
ta, también somos los primeros en señalar los errores e iniciar las correccio‐
nes ante la necedad histórica de sus formuladores. Nos oponemos al abur‐
guesamiento del materialismo histórico que los mismos Marx y Engels permi‐
tieron y a su conversión en “idealismo” revestido.
Así pues, existen límites para la apropiación del materialismo histórico de
Marx y Engels y señalamos la necesidad de interpretar su contribución a par‐
tir de parámetros críticos –en teoría y política‐ aquí establecidos. En la con‐
cepción bakuninista del materialismo –teniendo varios puntos de concordan‐
cia con el materialismo histórico de Marx‐  se diferencia en aspectos impor‐
tantes dignos de considerar.
1.3 ‐ Diferencias y contradicciones entre la concepción estatista y
anti‐estatista de la revolución
Entre la concepción estatista de la Revolución de Marx y Engels y la con‐
cepción anti‐estatista de Bakunin existe un antagonismo irreconciliable.
Mientras Marx y Engels toleraron y participaron en el aburguesamiento del
materialismo histórico, Bakunin incorporó y reconoció el método materialista
a su concepción filosófica del mundo. Mientras Marx y Engels interpretaron
equivocadamente las tareas histórico‐universales del proletariado en base a
una extrapolación de la experiencia colectiva de la burguesía al proletariado,
reconociendo la necesidad del desarrollo del capitalismo y adoptando dicha
necesidad como una bandera política, Bakunin fundó y desarrolló una teoría
que fortaleció y amplió el campo de interpretación de la Historia y permitió
desarrollar en amplitud la naturaleza de las tareas histórico‐universales del
proletariado en su lucha por destruir las relaciones de explotación, fundo y
desarrollo la teoría del estatismo.
Desde la teoría del estatismo no solo es posible ampliar la interpretación
de la Historia y esclarecer la relación que existe entre el Capital y el Estado en
la opresión y explotación de las masas trabajadoras en la realidad misma, en
la actualidad inmediata de una situación histórica especifica, sino que
además resuelve lo relativo a la tarea histórico‐universal proletaria y el qué
hacer al otro día del derrocamiento de la sociedad burguesa, es decir, respec‐18 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
to las tareas de la época pos‐revolucionaria que se condensan en la teoría de
la "Abolición del Estado", táctica del proletariado anarquista.
Las contradicciones entre el pensamiento de Bakunin y el de Marx y el
Engels rebasan el campo de la táctica y se elevan a concepciones generales
sobre la revolución. Marx y Engels fundamentan sus concepciones en
una interpretación parcial de la Historia, realizado solo en base al Capi‐
tal, cayendo en un mecánico y parco determinismo económico, desestiman‐
do el papel del Estado, reduciendo esta maquinaria a un mero instrumento
que bien puede servir a una u otra clase para sus tareas histórico‐universales.
Y una interpretación de esta naturaleza da por resultado la concepción de
que simplemente es necesario valerse del dominio de clase para atacar par‐
cialmente, por grados y etapas a la sociedad burguesa, a la propiedad priva‐
da, la familia y al Capital, dejando intacta precisamente a la institución histó‐
rica en la que se fundamenta y produce‐reproduce la explotación y la opre‐
sión de las masas trabajadoras, dejando intacto al Estado.
La concepción estatista de la revolución, representada por la teoría gene‐
ral de la revolución permanente defendida por el marxismo revolucionario
como el programa histórico del proletariado, abre indefiniciones tan nefastas
como la cuasi‐teoría del "periodo de transición" que encubre el aburguesa‐
miento reformista de dicha concepción, dejando para después la cuestión de
resolver la explotación de las masas, cuestión que debe resolver una autenti‐
ca revolución social que se precie de ser tal.
En cambio Bakunin, señalando desde tiempos de la AIT dicha contradic‐
ción, apunta no solo la táctica correcta de abolir el Estado, sino que elabora
toda una teoría general sobre el carácter integral de la Revolución Social. Esta
teoría no solo incorpora la necesidad señalada por el marxismo de destruir el
Capital, sino que señala que una de sus condiciones y consecuencias es preci‐
samente destruir al Estado y no solo no esperar su "extinción" sino luchar por
su consiente abolición.
Bakunin mismo tuvo oportunidad de presenciar una capitulación táctica
del propio Marx ante un acontecimiento gigantesco para la vida social, donde
no solo se demostró la posibilidad de destruir el Estado burgués, sino de abo‐
lir gradualmente el Estado como institución histórica de la sociedad de clases
y sustituirla por organismos basados en los principios fundamentales del pen‐Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
19
samiento de Bakunin, el Federalismo y el Socialismo, este acontecimiento
paso a la Historia como la gran Comuna de Paris de 1871.
Contrariamente a las presupuestos de la revolución permanente la revo‐
lución Integral considera como condición necesaria para la destrucción del
capitalismo la destrucción, la abolición del Estado; que no es otra cosa que la
descentralización política gradual (gradual, en relación con el proceso vivo
mismo y no con etapas metafísicamente definidas), la sustitución de los Esta‐
dos por la Confederación Universal de Trabajadores Libremente Asociados,
con el prefacio político‐práctico de la destrucción violenta del Estado bur‐
gués. De ninguna manera este principio se contrapone a la necesaria centrali‐
zación económica que supone el socialismo.
La Abolición del Estado como primer paso efectivo en la realización del
Socialismo, entendida como principio táctico, explica de mejor forma cues‐
tiones tan importantes como la relación del proletariado con las clases, y el
inicio de un proceso enteramente nuevo en la historia de la humanidad en la
que los proletarios revolucionarios de hoy nada o poco tenemos que imitar
de los jacobinos de 1789. Hemos de inventarlo y crearlo todo.  
Esta concepción de la revolución solo es posible porque Bakunin ve que el
método materialista no puede ser rebajado a una interpretación unidimen‐
sional de la evolución histórica, y que siendo el factor el económico el deter‐
minante, dicho factor solo podría ser determinante de una forma relativa,
siendo en cambio un proceso de permanente movimiento: una relación
dialéctica en que la política es también determinante en relación con la eco‐
nomía.  
Estas cuestiones prácticas son parte de la “integralización” de la revolu‐
ción, parte de una “integralización” de la dialéctica dentro de la estrategia
política, que había sido negada por los necios errores de principio de Marx y
Engels, inducidos por el establecimiento de un esquema unidimensional de
evolución en dirección del desarrollo del capitalismo y la extrapolación de las
tareas histórico universales de la burguesía al proletariado.
1.4 ‐ El Revisionismo en el Anarquismo20 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
Una vez consolidada la necesidad del Socialismo, su carácter científico y
emancipador y sus primeras tentativas prácticas, la burguesía tuvo que reco‐
nocerlo y emprender una lucha de contaminación ideológica. El anarquismo
no fue la excepción. Tras el retiro y muerte de Bakunin, las derrotas del prole‐
tariado en Francia, España, Italia y Rusia produjeron una desorientación en
los anarquistas revolucionarios de dicha época. Como consecuencia de esto,
muchos de ellos comenzaron un proceso de revisión de las teorías de Baku‐
nin que, junto con la deficiente difusión y sistematización de su pensamiento,
dio resultado el nacimiento histórico del revisionismo, genuina desviación
programática burguesa del anarquismo revolucionario, desarrollado y defen‐
dido por  Bakunin.
El revisionismo es el producto histórico de la influencia ideológica burgue‐
sa en las filas de las corrientes socialistas proletarias que sobrepasa por mu‐
cho a los individuos y se constituye como una verdadera avanzada burguesa
en nuestras propias filas. El revisionismo adquiere diversos aspectos y pre‐
senta diferentes apariencias, sin embargo, su carácter es el mismo en el fon‐
do. El revisionismo no es un simple desacuerdo con opiniones de autores
clásicos, no es un "capricho dogmatico" de los revolucionarios socialistas por
un desacuerdo en tal o cual opinión, sino una revisión, una negación de los
fundamentos histórico‐universales del Socialismo, por tanto, es una lucha del
proletariado contra la burguesía en el terreno propio, la lucha por
la independencia ideológica y política del proletariado en su lucha de clase
contra la burguesía, una lucha necesaria, permanente e implacable.  
El revisionismo en el anarquismo revolucionario, asume desde el inicio un
carácter ecléctico, es decir, que intenta reconciliar fundamentos histórico‐
universales, programas y tácticas no solo contradictorios, sino antagónicos,
sembrando la confusión y la desorganización en las filas ideológicas proleta‐
rias siendo esta característica una causa‐consecuencia de su incapacidad
histórica para direccionar al proletariado en su lucha contra la explotación
capitalista. Surge de un esfuerzo por amalgamar las ideas entre Bakunin y
Marx exactamente en el plano en que éstas son opuestas, en la concepción
de las tareas históricas, en el programa, en la táctica y la estrategia.
Estas posiciones están en embrión en las formas de lo que se conoce co‐
mo anarco‐sindicalismo y anarco‐comunismo que se desarrollaron en los
inicios del siglo XX. Estas posiciones revisionistas han constituido, de maneraPlataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
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mal trecha la más de las veces, nuevas "teorías", híbridas por definición, que
son el sustento ideológico de una serie de prácticas amorfas y carentes de
perspectiva revolucionaria.
Por un lado, el anarco‐comunismo, tendencia ecléctica de carácter pe‐
queño‐burguesa, va a negar exactamente las contribuciones del pensamiento
marxista, el materialismo histórico y la crítica de la economía burguesa. El
ejemplo cumbre lo encontramos en el pensamiento de Malatesta, quién no
solo desprecia la lucha de clases en el terreno de la ideología, sino que, como
buen pensador pequeño burgués, cree que los pensamientos se encuentran
por encima de la lucha de clases y que se puede amalgamar a diestra y sinies‐
tra pensamientos tan antagónicos por obra y gracia de la "voluntad".       
La ruptura fundamental establecida entre el revisionismo anarco‐
comunista y el anarquismo revolucionario en el campo de la teoría tiene su
máxima expresión en el criterio que tiene el primero sobre el análisis de la
Historia y la sociedad basado no en el criterio del Trabajo como base del So‐
cialismo, que es la forma materialista de abordar la cuestión, sino en el crite‐
rio que no solo abandona dicha base programática sino que sepultan magis‐
tralmente en su pequeño‐burguesa formula "a cada uno de acuerdo sus ne‐
cesidades".
Esta desviación programática implica una renuncia tácita, semiconsciente,
de la contradicción entre las clases. El supremacía de la "necesidad" es la
afirmación de la supremacía del individuo contra la supremacía de las fuerzas
colectivas del trabajo, que implica una falsa contradicción de naturaleza anti‐
dialéctica que supone la posición individuo/sociedad dando origen a una falsa
hostilidad, en vez de resolver la contradicción por vía socialista en la que la
existencia de uno supone la relación y la influencia de otro, y viceversa.
En la práctica, este desdén se expresa en la negación de una organización
política de revolucionarios anarquistas, y organismos sociales basados en la
descentralización política y el federalismo, basados en una centralización
económica socialista, organizada civilmente en relación a los derechos gene‐
rados del trabajo, creando un vacio programático y organizacional que se
manifestará en las grandes derrotas históricas donde los revisionistas semi‐
anarquistas tomaron parte activa.   22 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
Otra manifestación del revisionismo pequeño burgués semi‐anarquista se
expresa en el fenómeno conocido como "individualismo", que supone la falsa
contradicción hostil entre una organización cualquiera y el individuo, ponien‐
do la libertad abstracta de aquél en contradicción con los intereses de aque‐
lla, suprimiendo la lucha de clases y la dialéctica bajo el amparo del individua‐
lismo idealista burgués, que tuvo grandes partidarios contradictorios en las
expresiones semi‐anarquistas conocidas como "síntesis", generó fenómenos
como la "propaganda por hecho" de finales del siglo XIX, y que pretendía
conciliar eclécticamente las contradicciones derivadas del idealismo abstrac‐
to en prácticas concretas que derivaron en la negación de toda responsabili‐
dad política seria. Hoy en día parecen tener un resurgimiento en la "informa‐
lidad violenta" y "emancipadora".
Una corriente que se coloca encima de las dos anteriores es el revisionis‐
mo anarco‐sindicalista, cuya máxima expresión fue la Confederación Nacional
del Trabajo (CNT) española fundada en 1910. Esta corriente es superior a las
arriba mencionadas en relación con la esencia de su naturaleza, que es su
inicio y fin, y los aspectos positivos que de ella se derivan. Para la lucha
práctica, el revisionismo anarco‐sindicalista a dado grandes lecciones de lu‐
cha de masas, en las que la actividad de masas se colocaba en el centro de las
luchas, al menos, en las tareas del periodo anterior a la Revolución, es decir,
en las luchas reivindicativas dirigidas por dicha corriente contra el Capital y el
Estado burgueses. Las lecciones derivadas de estas experiencias constituyen
sin duda grandes lecciones para las próximas luchas del proletariado, pues
han enseñado de buena manera formas correctas de abordar las luchas
económicas bajo la actividad orientada por las tendencias revolucionarias de
dicha corriente. Sin embargo, este economicismo revisionista llevo a la liqui‐
dación total y al menosprecio de la organización política revolucionaria criti‐
cada al punto de la negación que, llegada la hora suprema de direccionar la
revolución, entregó con todos los honores el poder a la pequeño burguesía
llevando a las masas, en el caso español, a una gran derrota del proletariado
digna de la mayor atención.
La característica principal de esta corriente revisionista liquidadora esta
en no liberarse la influencia burguesa y hacer abstracción de la dialéctica
entre la lucha económica y la lucha política del proletariado, poniendo por
encima la primera sobre la segunda, cayendo en una reducción economicista
de la lucha de clases. Las consecuencias tácticas de dicha concepción se ex‐Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
23
presan en la consigna de la "Huelga General revolucionaria" que se supone
derrocará al Capital y su política pos revolucionaria de la supremacía de los
sindicatos para la edificación del Socialismo.24 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
2‐ De   las experiencias histórico‐universales del proletaria‐
do: las grandes derrotas de la revolución social, Rusia, Es‐
paña y América Latina
La crítica de los proyectos, reformistas o revolucionarios, no puede ser si‐
no la crítica de las experiencias de la lucha de los trabajadores en los últimos
años. Las corrientes teóricas analizadas arriba estuvieron presentes en las
principales experiencias de lucha de la clase trabajadora en la primera mitad
del siglo XX. Todas ellas llevaron a la derrota del proceso revolucionario. Esto
en razón de sus debilidades teóricas e ideológicas, y el carácter ecléctico de
sus objetivos de programa y de la naturaleza de clase de sus alianzas. Además
de los errores tácticos en la conducción de la lucha.
Para construir el sindicalismo y le movimiento revolucionario bakuninista
internacional es necesaria una severa crítica de estas corrientes. Esto es el
balance de su papel en la Historia. En este sentido, debemos analizar los
acontecimientos clave del siglo XX. La Revolución rusa y la Guerra Civil espa‐
ñola, en Europa y los procesos de emergencia de los Gobiernos basados en
las Dictaduras militares en América latina en los años1930‐1980 y desde ahí,
explicar las contradicciones y la crisis del movimiento socialista internacional.
2.1 ‐ La revolución rusa y la degeneración del marxismo
La Revolución rusa demostró la degeneración del marxismo. Al mismo
tiempo, remarca el carácter marginal del anarco‐comunismo y sus contradic‐
ciones. Solamente en Ucrania, uno de los países subordinados al imperio
ruso, un movimiento de masas se desarrolló, precisamente por haber roto
con los postulados del anarco‐comunismo y el anarco sindicalismo.
La composición del movimiento de masas en Rusia se componía de la si‐
guiente manera: existían dos grandes organizaciones partidarias, el Partido
Obrero Social‐  Demócrata (POSD; afiliado a la II Internacional), y el Partido
Socialista Revolucionario (PSR). Los grupos anarco‐comunistas estaban repre‐Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
25
sentados numéricamente por grupos pequeños a nivel local. Todos estos
grupos presentaban sub‐divisiones de izquierda y derecha (representada de
una manera más integra por la histórica división entre bolcheviques y men‐
cheviques, aunque es de notar que el PSR y el anarco comunista no estaban
exento de estas divisiones)  
Se puede decir que el proceso revolucionario ruso se desarrollo sobre dos
ejes fundamentales: a) la posición adoptada frente al derrocamiento de la
monarquía zarista y b) la posición adoptada frente a la Primera Guerra Mun‐
dial imperialista. En la dinámica de la revolución rusa podemos encontrar la
experiencia de la aplicación de la teoría de la revolución permanente (o eta‐
pista) del marxismo. Y como la misma fue sucesivamente desarrollando sus
contradicciones y permitiendo la integración sistemática del marxismo al
sistema capitalista mundial. Esto quedo explicito por el propio desarrollo de
la lucha revolucionaria. La facción marxista que consiguió constituirse como
dirección dirigente fue precisamente la que efectuó la ruptura con la II Inter‐
nacional Social‐Demócrata, por la posición que esta adopto ante la Primera
Guerra Mundial.
Lenin, en los textos, “El oportunismo y la bancarrota de la II Internacional”
(1916), y en las “Tesis de Abril”, (1917), dejo claro que el marxismo de la eta‐
pa anterior había degenerado. Al mismo tiempo, queda explicito como el
marxismo desarrollado por los bolcheviques en situación pre‐revolucionaria,
después de la revolución de 1917, desarrollará un papel contra‐
revolucionario.
En primer lugar, es importante notar que dichos textos están fuertemente
marcados por una escisión de los bolcheviques con la II Internacional, es de‐
cir, con el partido fundado por Marx (el KPD). El motivo fue la capitulación
ante la política nacionalista de la reacción y el apoyo abierto a la guerra im‐
perialista. Los oportunistas, decía, negaban la oposición a la guerra durante la
guerra. Lo que quiere decir que la II Internacional tenía una caracterización
teórica correcta, sin embargo, a la hora decisiva, abandono su propia teoría
por la ausencia de ideología revolucionaria y por ausencia de voluntad políti‐
ca. “El carácter relativamente “pacifico” del periodo anterior, de 1870 a 1914,
alimento en parte el oportunismo primero “como estado de espíritu, después
como tendencia, y finalmente como facción de la burocracia obrera y los
compañeros de jornada pequeño burgueses”.  26 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
El oportunismo desarrollaría la tendencia, en el plano político, a la reduc‐
ción al legalismo y al parlamentarismo, y en el plano de masas, al más burdo
economicismo y al más estrecho nacionalismo.
Si en el escenario internacional los partidos Social‐Demócratas ya mostra‐
ban su capitulación, en el contexto ruso esta actitud se rebeló hasta 1917. Las
“Tesis de Abril”, fueron redactadas después de la Revolución de Febrero. En
este contexto, las dos facciones de la Social‐ Democracia rusa, bolchevique y
menchevique, comenzaban a confluir en el apoyo a una revolución democrá‐
tico‐burguesa. Lenin regresa del exilio defendiendo otra línea programática
de acción. Era preciso pasar de las tareas democráticas (derrocamiento de la
monarquía) a las tareas socialistas. Lenin afirma que el tiempo entre una
etapa y la otra es corto y definido. Pasa a defender la abolición de la Policía,
el Ejército, la Burocracia, y a la equivalencia de salarios en una Estado “tipo‐
Comuna”. Los propios bolcheviques le acusan de querer usurpar el lugar de‐
jado tras la muerte de Bakunin. Lenin percibe que será necesario romper con
los propios postulados del marxismo internacional y aún del mismo bolche‐
vismo: presentar un nuevo programa y una nueva interpretación de las eta‐
pas de la revolución permanente.
Sería en “el Estado y la Revolución” dónde afirmaría que “pasada rápida la
etapa de la revolución democrático‐  burguesa a la socialista, se inaugurará
una larga etapa histórica  de larga duración, de transición del Socialismo hac‐
ía el Comunismo”. Así, Lenin rompe con la II Internacional al adoptar la tácti‐
ca de la lucha clandestina y negar la reducción parlamentarista y nacionalista,
sin embargo, no rompe con la teoría de la revolución permanente y la extra‐
polación de tareas histórico‐universales de la burguesía al proletariado.
Y en esa defensa del papel legítimo del Estado en la revolución, y de la su‐
puesta larga duración entre los periodos de transición (así como ya había
ocurrido en la II Internacional) se abrió margen al desarrollo de nueva forma
de oportunismo, que irá a generar una nueva clase dominante en el Estado
“revolucionario”. Sin embargo, la particularidad de la perspectiva de Lenin,
consiste en que dicha degeneración solo podría desarrollarse en situación
post‐  revolucionaria, porque la teoría marxista de la revolución permanente
ya había sido sustancialmente desarrollada por él mismo.
El proceso de degeneración de la revolución y del bolchevismo es aborda‐
do por Trotsky a lo largo de los años 1920 y 1930. Él mismo consigue identifi‐Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
27
car como el bolchevismo se transforma en la teoría del “socialismo en un solo
país”, y que más de una vez el Estado, el nacionalismo y la integración al capi‐
talismo estaban predominando en el marxismo.
Trotsky dirige su crítica contra La dirección de PCUS, que él denomina
“viejos bolcheviques” (Stalin, Bujarin, Zinoviev y Kamenev). El debate se da
en torno de las dos teorías: La teoría de la revolución permanente y después
la teoría del socialismo en un solo país. En primer lugar, Trotsky desenmasca‐
ra el mito revolucionario del bolchevismo al mostrar la contradicción entre el
aura de “revolucionarios” de los llamados viejos bolcheviques y su actuación
en el momento decisivo, el año de 1917. En este período los “viejos bolchevi‐
ques” tuvieron un posicionamiento democrático‐burgués idéntico al de los
mencheviques (o lo que es lo mismo, luchaban por una revolución democrá‐
tica, que sustituyese a la monarquía por la democracia, y no por la revolución
socialista). Solamente con el regreso de Lenin es que el Partido Bolchevique
da un viraje a la izquierda. Trotsky indica que ninguno de los viejos bolchevi‐
ques “fue capaz de, en el momento histórico de mayor responsabilidad y gra‐
vedad, ninguno de ellos fue capaz de utilizar, por si mismo, toda la experien‐
cia teórica y práctica del Partido.”
O sea, el oportunismo que Lenin había denunciado como estado de espíri‐
tu, tendencia y facción dirigente de la burocracia obrera, que tenía tomada la
dirección política de la II Internacional se desarrollo también en el interior del
partido bolchevique, haciendo caminar a este por la vía de la revolución de‐
mocrático‐ burguesa. La victoria de la línea de Lenin y Trotsky fue producto
de una alianza de la línea revolucionaria minoritaria en la dirección del parti‐
do con las bases populares en el momento más álgido de la lucha (ya que, por
ejemplo, la Insurrección fue aprobada en una reunión ampliada del Comité
Central de los bolcheviques con las bases, siendo votada dos veces la deci‐
sión, pues la facción mayoritaria había votado contra la misma). Trotsky indi‐
ca que en las concepciones teóricas y el espíritu del marxismo vulgar, predo‐
minante en la II Internacional (incluyendo Rusia), existía una lapso histórico
enorme, de décadas, entre el estado democrático (o lo que es lo mismo, en‐
tre la revolución democrático burguesa) y el estado socialista. Esta concep‐
ción predominaba no solo entre los mencheviques, sino en la mayoría de los
dirigentes mayoritarios de los bolcheviques también.28 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
Así, la historia Del marxismo en el siglo XX fue la de la ruptura con la buro‐
cratización de la Internacional Social‐ Demócrata y de su resurgimiento en la
III Internacional y de todas las ramificaciones del marxismo que parten de su
base teórica (sea maoísmo, sea gramsciasismo) y el mismo trotskismo, que
no rompe con el etapismo de la teoría de la revolución permanente. Así, este
dilema del marxismo se manifestará en una eterna oscilación entre las políti‐
cas de derecha (parlamentarismo, legalismo, en las diferentes expresiones
históricas como el bernsteanismo, o el estalinismo), y de izquierda (el ma‐
oísmo, o el trotskismo) y de ultra‐izquierda (consejismo y foquismo). Estas
ramificaciones al mismo tiempo desarrollaban una frecuente integración del
marxismo en el sistema capitalista y la renovación de su aliento en las luchas
de liberación nacional y de masas. Cuando el marxismo conseguía cumplir un
papel importante y revolucionario en la situación pre‐revolucionaria, en si‐
tuación pos‐revolucionaria se desenvolvía a la burocratización y la contra–
revolución.
No es posible hablar de la Revolución rusa sin hablar de la revolución en
Ucrania. Si el marxismo revolucionario en 1917 se desarrolla por la ruptura
con las bases de la Social‐democracia internacional que predominaba en Ru‐
sia, El anarquismo revolucionario se desarrolló por la negación de las bases
teóricas del anarco‐comunismo internacional representado por el individua‐
lismo libertario y conservador de Tolstoi, y por el educacionismo de Kropot‐
kin. Dicho debate es expresado por Maknho, que en su diario sustentaba que
“debemos, sin demora, comenzar a organizar La Unión de los Campesinos de
nuestro grupo. Este acto presenta doble interés: impediremos, por ahí, que el
enemigo hostil a nuestro ideal político se establezca (...) El camarada Kalinit‐
chenko condeno severamente mi punto de vista, pretendiendo que nuestro
papel de anarquistas, en el transcurrir de la revolución actual, debería limitar‐
se a divulgar nuestras ideas...”
La historia de la revolución en Ucrania es condicionada por la confronta‐
ción entre tres fuerzas políticas importantes, muy diferentes, que estaban en
acción en Ucrania: 1) Petliurovstchina –movimiento nacionalista, de nombre
oficial Rada, compuesto por la burguesía nacional y que consiguió una ad‐
hesión de segmentos de fracciones proletarias; 2) El Bolchevismo –o El Parti‐
do/Estado; 3) la Maknhovchina –movimiento de masas, de base campesina y
orientación anarquista. Se dio entonces un largo proceso de guerra civil dePlataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario – OPAR y UNIPA 
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avances y retrocesos,   siendo que la fuerza revolucionaria anarquista conse‐
guía avanzar en la liberación de territorios. La derrota de la revolución en
Ucrania se dará por la combinación de diversos factores. Pero como el propio
Maknho escribió en su diario, y Archinov en su libro “La insurrección campe‐
sina en Ucrania”, sostuvieron, El factor militar  y la represión fue apenas uno.
Otro factor importantísimo fue la debilidad organizativa, teórica, programáti‐
ca del propio movimiento. Consiguieron cumplir un papel importante entre
1918‐1920, la insurrección campesina de la Ucrania servirá como base histó‐
rica de las formulaciones de la Plataforma Organizacional de 1926.   La derro‐
ta de la Revolución rusa es también explicada por la incapacidad del anarco‐
comunismo y anarco‐sindicalismo considerada como alternativas revolucio‐
narias.  
2.2  ‐  La guerra civil española y La degeneración Del anarco‐
comunismo y anarco‐sindicalismo
El anarco‐sindicalismo es un fenómeno del siglo XX y de parte el desarrollo
de grandes centrales sindicales. La creación de La CNT en 1910, tomando
como base La CGT francesa, inaugura  un proceso de lucha de clases en Espa‐
ña que en menos de tres décadas terminaría en guerra civil. El anarco‐
comunismo va a desarrollarse en parte dentro y en parte el margen y/o con‐
tra el anarco‐sindicalismo. El proceso de la lucha de clases en España, así
como en Rusia, se desarrollo teniendo también por base la lucha contra la
monarquía, básicamente hasta 1923 y de este hasta el año 1930 contra la
dictadura, comandada por el General Primo Rivera. Él entonces es derrocado
y es proclamada la Republica con la convocatoria a elecciones. Hasta 1933 el
gobierno será compuesto por los partidos republicanos de izquierda y socia‐
listas cuando la derecha comienza a avanzar. En febrero de 1936 son convo‐
cadas elecciones en un contexto de guerra civil velada, con el terrorismo de
derecha y el movimiento obrero en armas.
Es en este momento que las contradicciones Del anarco‐comunismo y del
anarco‐sindicalismo español, expresados ambos dentro de CNT‐FAI, irá a
demostrarse de forma irrefutable. Si en El caso Del marxismo revolucionario
las contradicciones solo aparecen de forma más clara en situación post‐30 OPAR y UNIPA – Plataforma Internacional Del Anarquismo Revolucionario  
revolucionaria, en El caso Del anarco‐comunismo y anarco‐sindicalismo (así
como de La social‐democracia) se demuestran por su capitulación en situa‐
ción pre‐revolucionaria. La cita de abajo, de una resolución de La plenaria de
CNT/FAI ilustra bien esas contradicciones teóricas y SUS efectos prácticos, del
<< Informe Del Comité Peninsular de La Federación Anarquista Ibérica AL
Movimiento Libertario Internacional>> (septiembre 1937), firmado por San‐
tillán, germinal De Souza, Pedro Herrera y Federica Montseny: “Éramos efec‐
tivamente los dueños de la situación. Pero inmediatamente nos formulamos
las siguientes preguntas: El fascismo no está abatido en toda España. Fuera
de Cataluña nos somos La fuerza predominante. Debemos compartir respon‐
sabilidades y los derechos con las fuerzas anti‐fascistas (...) no hay que pro‐
clamar el comunismo libertario. Procurar mantener La hegemonía en los co‐
mités de milicias anti‐fascistas, y alejar toda realización totalitaria de nues‐
tras ideas.”
La estrategia “estalinista” de La III Internacional representaba La aplica‐
ción de La teoría de la Revolución permanente ya bajo La óptica de La nueva
clase dominante rusa, La nomenclatura. De esa óptica, las revoluciones de‐
berían subordinarse a etapas democrático‐burguesas como parte de la políti‐
ca internacional de La URSS, o sea, no se debía superar La construcción de
republicas burguesas. Esta fue La línea aplicada en España AL defender La
tarea de La lucha anti‐fascista (que era apenas una adecuación de La priori&#

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Che que moderno¡
Por Mijail - Sunday, Jul. 03, 2011 at 7:00 PM

Che cuando lo hicieron, parece que atrasa algunas decadas, no me voy a tomar el tiempo para leerlo todo porque no tiene sentido, pero a la pasada se ven dos cosas que nos dicen que a los compas de Mexico les falta actualizarse un poco. Los "descubrimientos" de Marx y Engels, el materialismo historico ( Marx) y luego el materialismo dialectico (un agregado de Engels) hace rato que no se consideran un metodo científico y ademas hace tiempo que el transcurrir històrico los ha refutado (falseado) no poseen heuristica positiva (no sirven para generar nuevos descubrimientos) y solo tienen heuristica negativa (argumentos que intentan defender la teoria).
Otro supuesto " descubrimiento" de Marx y Engels seria la teoria de la plusvalia? ya esta desarrollada en Adam Smit y en David Ricardo, es mas, Marx permanentemente se refiere a Ricardo como quien desarrolla esta teoria antes que él.
En definitiva compañeros, habria que profundizar un poco mas las cosas y evitar en lo posible, repetir escritos tan pedestres y superados por el tiempo

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Otro desclasado
Por Ramiro - Monday, Jul. 04, 2011 at 3:42 PM

El marxismo no es cientifico...se ve que viste el informe de cnn...no sirve para descurir cosas nuevas???? Claro no hubo avances en historia, psicologia, sociologia, economia...etc no descubrio nada...
Hay cada comentario tan poco serios...por favor...calculo que anarquista no sos...por lo menos de aquellos que luchaban realmente por la revolucion... en todo caso sos anarco postmodernistas inservible.
Soy trotskysta pero siempre he respetado a los anarquistas, pero estos anarcos nuevos realmente no valen la pena

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contame mas
Por un trosco de verdad - Monday, Jul. 04, 2011 at 3:47 PM

los troscos nunca respetamos a los anarquistas
ramiro sos un pequeño burgues de indymedia
los anarcos son nuestros enemigos tambien, nunca leiste sobre la revolucion rusa?

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clases
Por mijail - Monday, Jul. 04, 2011 at 6:47 PM

brevemente, no tiene demasiada importancia los adjetivos o las etiquetas que nos pongamos, si anarquista, si trotskista o lo que sea, yo no tengo por enemigos adjetivos (pongamos el que fuera) el enemigo es aquel que pone obstaculos a la libertad y es siempre alguien de carne y hueso.
Lo de la teoria marxista, es cierto que hubo avances en historia, sicologia, etc, pero no precisamente por aplicar las teorias marxistas, y ademas puede verse claramente en el hecho de que el transcurrir historico fue refutando a marx.
El capitalismo no se extinguio por sus propias contradicciones, la acumulacion de capital no tiene un limite como pronosticaba Marx, la tasa de ganancia puede mantenerse e incluso ampliarse y no como pensaba Marx que la tasa de ganancia bajaria hasta extinguirse y hacer imposible la reproduccion del capital, etc,
En cuanto a lo de desclasado, es otro adjetivo marxista y muy demodé, (la profusión de adjetivos suele ocultar la ausencia de argumentos) las clases son un instrumento del investigador para evaluar y analizar un determinado problema, separando en partes y analizando cada una, pero no existe en sí algo como "clase" objetivada, cosificada.
Por ejemplo si tengo que estudiar el cancer de pulmon y las incidencias que tienen en esta enfermedad las conductas humanas, deberia separar en clases , fumadores- no fumadores, analizarlas por separado y demostrar la incidencia que tiene el fumar en el cancer, no serviria de nada para este tema si separo a la sociedad en proletarios - burgueses.
Espero que se entienda lo de "clases" o clasificaciones, un metodo de estudio, una abstraccion, porque se crea un conjunto de cosas mas o menos arbitrario y se lo denomina con un nombre, tambien arbitrario, si sirve para conocer algo bien, si sirve para nada es una perdida de tiempo, pero nunca habria que tomar a la "clase" como un objeto como hace el marxismo.
Por supuesto que cada quien tiene el derecho a pensar como quiera y no soy tan ingenuo como para pensar que voy a convencer a alguien ya que los marxistas se toman su ideologia dogmaticamente como si fuera una religion y nunca se animan a pensar fuera del estrecho circulo en el cual se encuentran metidos

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mira vos
Por atilio costafebre - Monday, Jul. 04, 2011 at 8:16 PM

parece que mijail hizo la tarea hoy

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El enemigo de clase
Por Ramiro - Monday, Jul. 04, 2011 at 10:55 PM

Que tiene que ver si alguna vez trotsky elimino a un sector de los anarquistas que en vez de defender la revolucion (recuerden ejercito rojo...11 ejercitos burgueses atacando...etc.) se la dieron de ultra izquierdistas... Seguramente no estare de acuerdo con los anarcos pero el enemigo de clase es otro. Digo en españa fue el stanislismo (que supongo que un anarquista no confundira con el marxismo) el contrarrevolucionario no los anarcos.
Creo que el problema del anarquismo actual es no querer caer (problema infantil) en alguna categoria....el miedo (como expresa M) a la cosificacion...
Yo solo digo algo para el supuesto trotskysta principista marxista que me dijo pequeño burgues...y para el resto igual...prefiero ser el peor socialista o comunista en un socialismo o en un comunismo, que el mejor de los revolucionarios en un capitalismo.
Por eso soy militante...puedo ponerme feliz porque un anarco mate al Hijo de puta de Ramon Falcón...seguire reivindicando al che guevara y no al metodo guerrillero.
Leo algunos comentarios y se que algunos son unos boludos barbaros que justifican cualquier cosa (ni hablar los que son leales a un general...que cuando se ponen las pilas son triple A), pero tambien se que hay muchos que ya estan podridos de tanta mierda y quieren cambiar las cosas.
La bueguesia (explotador, empresario como quieran llamarlo) es el enemigo...pero parece que algunos no les cierra

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olvido
Por Ramiro - Monday, Jul. 04, 2011 at 11:11 PM

La tasa de ganancia como marx decia viene cayendo..de fines de los 60...no se porque decis que se equivoco si encima ni siquiera hay que ser marxista para darse cuenta que es logico que eso suceda. Eso explica el neoliberalismo (que en realidad es consecuencia capitalismo mismo..digo esto porque algunos piensan que se puede aislar del capitalismo mas tipico de 1800). Si la tasa de ganancia baja...se recupera bajando el sueldo al obrero y ademas que mejor que obtener subsidios (cristinita sabe bien de eso)

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Che no sean decimonos
Por Karl - Tuesday, Jul. 05, 2011 at 11:59 AM

Uy Uy.... muy bueno ahora si que el pueblo se salva, vinieron los iluminados , las vanguardias de las masas populares y nosotros somos unos pelotudos que no nos dimos cuenta del milagro que sucedio con la aparicion de estos revolucionarios de leche descremada, gracias revolucionarios`por existir. gracias Karl el piojoso ,por tus verdades ,gracias

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por favor
Por john sunday - Tuesday, Jul. 05, 2011 at 12:49 PM

karl no servis ni para el sarcasmo
putos!

P
V

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Menos analisis
Por Ramiro - Tuesday, Jul. 05, 2011 at 11:03 PM

Nadie habla de iluminados...pero bueno estas mas preocupado en mirarte el ombligo karl... te puedo decir karl o como te llames? digo fijate si tiras el dni por ahi (ese control del estado) que tiene tu nombre (te cosifica...te rotulas...que miedo).
En fin seguro que sos revolucionario... o no!!! ese seria un rotulo mas... que lo pario....(mientras tanto.. en ciudad gotica los pibes se siguen muriendo de hambre).
La culpa del capitalismo la tiene marx...o bakunin...o los burgueses...ya me perdicual era el fin que perseguia...
La Revolucion es lo importante por ahi deja de haber giles egoistas que piensan que la revolucion es hacer solo lo que ellos quieren...

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no seas decimonono
Por karl - Wednesday, Jul. 06, 2011 at 11:35 AM

Si tenes razon la revolucion sirve para dejar el yo para pasar al nosotros y eso es lo que no hicieron las mal llamadas revoluciones socialistas en el mundo. sino nombrame una que le dio felicidad al pueblo.

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q es decimono?
Por q es decimono? - Wednesday, Jul. 06, 2011 at 2:18 PM

q es decimono? diecinueve?

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