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Elecciones de la Ciudad: ¿Por qué llamamos a votar por Pino Solanas y Proyecto Sur?
Por Organizacion de Izquierda Revolucionaria - Thursday, Jul. 07, 2011 at 10:44 AM

En las Elecciones de la Ciudad: ¿Por qué llamamos a votar por Pino Solanas y el Movimiento Proyecto Sur?

Martes 28 de junio de 2011
• En las Elecciones de la Ciudad: ¿Por qué llamamos a votar por Pino Solanas y el Movimiento Proyecto Sur?

Por OIR (Comité por una Organización de Izquierda Revolucionaria)
Informes IPI

Ante las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires el 10 de Julio nos pronunciamos por un voto de apoyo a la lista para Jefe de Gobierno y legisladores de la Ciudad del Movimiento Proyecto Sur encabezada por Pino Solanas y que incluye para candidatos a legisladores de la Ciudad de miembros del Partido Proyecto Sur, el PSA, el MST y otras organizaciones afines.

Lo hacemos por varias razones:

1. Porque es la fórmula de izquierda que mejor puede enfrentar las alternativas de la continuidad del gobierno de derecha de Mauricio Macri y el PRO;

2. Porque es la coalición que mejor permite pelear contra la influencia del gobierno nacional y su programa de convertir a la Ciudad en un simple apéndice, una intendencia, de la política de entrega al imperialismo, la burocracia sindical y la corrupción social y económica que realiza a escala nacional;

3. Porque ha logrado la adhesión de vastos sectores de la juventud, trabajadores e intelectuales a los que es necesario acompañar en esta experiencia y fomentar entre ellos el debate necesario para movilizarlos en la comprensión de la lucha por el gobierno de los trabajadores y el pueblo y la necesidad del socialismo como única posibilidad de cumplir incluso con aquellas reformas que se expresan en su plataforma política.

4. Porque es el movimiento que mejor expresa la necesaria tarea de desarmar el régimen político bipartidario que se intenta reconstruir en la ciudad y el país.

Desarticular el Macrismo como la vanguardia de la derecha en la Ciudad

El gobierno de Mauricio Macri ha expresado la combinación de políticas de derecha, intentos de retroceso al pasado histórico, el incremento de la discriminación y el racismo, la apología de la dictadura, la promoción de la violencia institucional y la incapacidad por desarrollar ni siquiera una gestión ordenadora de las necesidades básicas de la Ciudad. Eso es lo que hay que desmantelar en esta elección.

Macri ha nombrado funcionarios que hicieron y hacen apología de la dictadura. Policías que fueron utilizados para espiar oponentes políticos y ciudadanos que quieren organizarse. Fuerzas de choque contra los pobres que se utilizaron en desalojos y se ha promocionado la violencia como único recurso de resolución de conflictos que provienen de la pobreza y la marginalidad.

Macri no ha cumplido con las mas importantes promesas de su gestión: Los 40 kilómetros anuales de subtes, la reconstrucción de las escuelas, hospitales y centros de salud, la urbanización de las villas, la construcción de vivienda sociales, el acomodamiento y ordenamiento del transporte, la protección de los ciudadanos o el final de la corrupción (de la que existen una elevada tasa de denuncias)...

El único “logro” del Macrismo ha sido el incremento de la demagogia anti-inmigrante, el discurso discriminatorio, la promoción de la violencia como único recurso ordenador, desde el Indoamericano a las ocupaciones del Bajo Flores, etc.

Es una administración que gasta enormes caudales públicos para fomentar una política clasista contra los sectores de trabajadores y populares de la ciudad. Eso es de lo que tratan estas elecciones: Un intento por desmantelar esta estructura construida en Buenos Aires por el Macrismo como expresión porteña de una derecha siniestra que interpretan a nivel nacional personajes como De Narváez, Carrió, Duhalde...

Las opciones con que se cuenta

La izquierda acude a estas elecciones capitalinas dividida y eso no es un buen augurio.

El PO/PTS/IS han formado un frente de conveniencia para resistir la posibilidad proscriptora impuesta por la “Reforma política” pero ha avanzado poco o nada en la construcción de una alternativa real frente al Macrismo y el Kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires.

Teniendo trabajadores de vanguardia que podrían haber encabezado esta lista en Buenos Aires, prefirió hacerlo con militantes profesionales de los grupos componentes del frente.

Con una plataforma lavada se ha limitado a decir, por boca de su candidato a Presidente de la Nación, Jorge Altamira, en televisión en un programa de TN, “que los ciudadanos deben votar por el frente para garantizar que hombres como Ramal vayan a la legislatura de la Ciudad a controlar” lo que se hace allí.

La arrogancia, una característica de este frente, no le permite reconocer que en las elecciones de la Ciudad hay otras formulas de izquierda compitiendo por el voto, arrogándose en su discurso la representación de todo el espectro del que solo expresan una fracción.

El Movimiento al Socialismo (Nuevo MAS), impugnado por PO y el PTS de conformar un frente con ellos, ofrece sus propias candidaturas testimoniales en alianza con las Asambleas del Pueblo, una organización mayormente centrada en la Asamblea de San Telmo.

Su programa publico se reduce a la propagandización del derecho al aborto y contra los intentos proscriptivos a la izquierda, de por si valiosos, pero insuficientes como programa para organizar a la vanguardia trabajadora y juvenil de la ciudad.

Luis Zamora, que alguna vez ocupo un espacio electoral de izquierda significativo, insiste en una formación exclusivamente centrada en su personalidad que ya lo llevara al desastre que constituyo haber logrado el 12% de los votos en el pasado para finalizar con todos sus legisladores desertando, mayormente al Kirchnerismo.

Un voto al frente PO/PTS o al MAS o a la fórmula de Zamora representarían un voto a la izquierda, generalmente de oposición tanto al Macrismo como al Kirchnerismo, pero no pasarían de ser expresiones testimoniales y les falta a todas ellas un carácter de potencialmente movilizador.

En oposición a estas formulas, la del Movimiento Proyecto Sur, que no tiene generalmente contradicciones programáticas con ellas – menos aun después del divorcio que representaron con Binner-Stolbizer-Tumini y Lozano - ha ofrecido un programa concreto de reformas para la ciudad y sus problemas mas acuciantes y el marco de la congregación de una base militante y de apoyo importante cercano en estos momentos al 20% de los votos.

El falso “progresismo” Kirchnerista

El Kirchnerismo, que se presenta en estas elecciones de la Ciudad anunciando una intención “progresista” lleva en su lista a un candidato a Jefe de Gobierno, el ex funcionario de educación de Grosso, Menem y Kirchner y responsable en gran medida de leyes educacionales desastrosas.

El candidato a Vice es el actual Ministro de Trabajo, Tomada, abogado de Zanola y Pedrazza, que conspiro con este ultimo para desarticular las protestas de tercerizados en el Roca – campana que termino en el asesinato del joven Mariano Ferreyra, militante de PO – y que colabora estrechamente con la burocracia sindical para aplastar luchas independientes de ella, como fue el caso de Kraft.

La última hazaña de este Ministro de Trabajo fue negarse a recibir a los maestros de ADOSAC, en huelga hace 60 días en la Provincia de Santa Cruz y solicitar la represión a los que acampaban frente a su Ministerio.

Un segmento muy importante de los propios trabajadores del Ministerio de Trabajo están en negro, con trabajos y contratos basura y tercerizados. Un verdadero adelanto de lo que seria una administración en la Ciudad.

La lista de legisladores del Frente para la Victoria esta integrada por oportunistas, carreristas de oficio, miembros de la burocracia sindical Moyanista y los renegados setentistas que hoy hacen migas con esa burocracia. (Ver artículo La Caja de Pandora de la Lista Filmus-Tomada-Cabandié para la Ciudad)

Nuestras posiciones

Al mismo tiempo que impulsamos la unidad de acción electoral y apoyamos la lista del Movimiento Proyecto Sur para la Ciudad de Buenos Aires, señalamos las limitaciones de este y aportamos con algunas cuestiones programáticas propias que consideramos esenciales:

1. No confiamos en la continuidad de conversaciones o acuerdos con el ala de centroderecha que se ha agrupado alrededor del binomio presidencial Binner-Morandini. Tanto el PS como la corriente de Luis Juez en Córdoba representan a sectores burgueses, el PS de los exportadores de Rosario y Juez de las medianas empresas y autopartistas, así como ganaderas, de Córdoba. Quienes también acompañan a esta formula, el PCR, el partido de Lozano y Libres del Sur de Tumini solo están allí para teñir de rosado esa formula y conseguir a cambio algunos puestos legislativos... quizá. Es necesario terminar la ruptura con esos sectores de la vieja política de comité.

2. Es necesario homogenizar una política de coalición y unidad de acción de la izquierda y la centroizquierda que articule al movimiento obrero, las luchas sindicales y a la juventud en una propuesta de que gobiernen los trabajadores y el pueblo.

3. Algunas de las reformas propuestas en las áreas de transporte, reconstrucción ferroviaria, seguridad, creación de empleos, educación, viviendas, que hace el Movimiento Proyecto Sur en su conjunto, y la defensa del medio ambiente por el que se caracteriza carecen del componente del control obrero y popular, única garantía de evitar la corrupción y determinar todas esas políticas a favor de los trabajadores, los jóvenes y el pueblo. Y de hacer posibles esas reformas en un marco de transformaciones de fondo y no meras declaraciones de deseos.

4. Es necesario que Movimiento Proyecto Sur emita una declaración donde se plantee la unidad de acción y el frente electoral para Octubre de todas las fuerzas que se dicen de izquierda y centroizquierda, de los trabajadores y los jóvenes, independientes del gobierno y la oposición burguesa (ARI/CC; Alfonsín-De Narváez; FAP; etc.). El cierre de listas y las internas obligatorias de Agosto hacen de difícil implementación esta política, pero aun se esta a tiempo de retirar candidaturas y apoyarse mutuamente en contiendas territoriales y provinciales especificas.

5. El Movimiento Proyecto Sur debe redoblar sus esfuerzos contra la proscripción de la izquierda que se prepara para el mes de agosto a través de las internas obligatorias y exigir que estas se suspendan apelando a la movilización y, en caso de no lograrlo, que se comprometa a acoger en su coalición a todas aquellas organizaciones que resulten proscriptas.

6. La resolución de la crisis ecológica que afecta a nuestra Ciudad (incluyendo la catástrofe del Riachuelo) y a nuestro país con las explotaciones de minería a cielo abierto, la expoliación del agua y la destrucción de los bosques, entre otras, no podrá realizarse – como lo propone Proyecto Sur - sin una lucha anticapitalista ya que es el sistema que nos rige el que empuja por la destrucción de nuestro ambiente y esta es una crisis mundial, no se limita a nuestro suelo. Invitamos a Proyecto Sur a abrazar el ecosocialismo.

7. De la misma forma, la eliminación del racismo, la xenofobia, el sexismo y la explotación de clases y el desempleo y promover la adquisición de la vivienda, la educación, el trabajo y la salud para todos – como un derecho - requiere de una reorganización socialista de la sociedad, algo que lucharemos para que los miembros de las organizaciones de izquierda y centroizquierda abracen como objetivo primordial.

8. Por último, ponemos en el tapete la cuestión de que las elecciones por sí solas no traerán todos estos cambios ni consolidaran aquellas reformas que se logren paulatinamente. El régimen democrático burgués esta diseñado para elastizar sus propuestas y gestiones para responder a la mayor o menor presión desde abajo, pero no para realizar los cambios de fondo que se requieren e incluso esta diseñado para hacer retroceder las conquistas a las que se le obligue. Para la culminación de nuestra lucha y nuestros objetivos es necesaria la movilización y lucha extra parlamentaria también, en las comunidades y barrios, entre los pueblos oprimidos, en los lugares de trabajo y estudio. La construcción del poder obrero y popular.