CATEDRA CHE GUEVARA CÓRDOBA 2011

Presentación: Marxismo y Feminismo

(Para recordar en la lucha a la Pepa Gaitán y en ella a todas las lesbianas asesinadas, violadas, violentadas, presas, torturadas y discriminadas con base en el odio que la sociedad machista, patriarcal y lesbofóbica construye).

Cuerpos al rojo vivo, cuerpos que laten, que sudan, que se rompen, se lastiman, cuerpos que son mutilados, cuerpos manejados, cuerpos maltratados, pero también cuerpos fuertes, cuerpos que matan, cuerpos que se vengan, cuerpos que desobedecen, cuerpos que se levantan, cuerpos que se revelan, cuerpos que revolucionan plazas, casas y camas…. Cuerpos nuestros…cuerpos disidentes… cuerpos políticos…

Encontrar una relación entre feminismo y marxismo no es tarea sencilla, en primer lugar porque implica  un esfuerzo por desentrañar todos los preconceptos que sobre cada corriente tenemos cada un* de nosotr*s y en este sentido, implicaría, adentrarnos profundamente en el origen y significado de cada corriente para entenderlas en la actualidad. En segundo lugar, porque el feminismo ha sido atacado –por su carácter radical- por muchas tendencias marxistas que acusaron en algunos casos de burgués y en otros casos de inconveniente el trabajo sistemático, organizado y sólido que se fue desarrollando en el feminismo y cuyos aportes han sido centrales en la subversión del orden. Existe necesariamente, la obligación de mirar –al menos desde nuestro punto de vista guevarista- al marxismo latinoamericano, pero existe también la obligación ineludible de tomar al pensamiento feminista latinoamericano e incorporarlo a la mirada marxista latinoamericana, porque justamente de lo que tratamos l*s que miramos desde ese punto de vista es que el desconocimiento de nuestra realidad-una realidad compleja, que se modifica permanentemente, con vertiginosas trasformaciones- desaparezca y poder imbuirnos de lo que pasa en nuestra Latinoamérica.

Entonces, aquí encontramos un primer elemento que estaría permitiéndonos mirarnos, aunque no sin diferencias necesarias, en un mismo lugar: el lugar latinoamericano que asumimos tod*s l*s luchamos por otra sociedad que no nos oprima.

Sostener una perspectiva latinoamericana, es para nosotor*s reconocer en primer lugar las particularidades propias de nuestra región. Esto es, las características propias en términos culturales, económicos, políticos, sociales,  que son parte de unos modos de ser y estar muy diferentes a los planteados por teorías dogmáticas, estancas y eurocéntricas.

En este sentido, la dimensión herética del marxismo latinoamericano habilita la posibilidad reflexiva y flexible de incorporar unas otras dimensiones que el marxismo dogmático no incorpora. Esa es la riqueza de una mirada latinoamericana del marxismo que de la mano del pensamiento guevarista nos invita a poder pensar otra subjetividad necesaria y posible que apunte hacia una sociedad sin opresión, subjetividad que se liga a presarnos y pensar  a un*s otr*s sujet*s con construcciones identitarias, con expresiones sexo-genéricas y con  cuerpos que no responden a la heteronormatividad.

Esta América Latina de la que somos parte ejerce sobre nosotr*s y sobre nuestros cuerpos una opresión que proviene de una estructura patriarcal capitalista. Entonces entendemos que un elemento que es necesario pensar como articulador entre el marxismo latinoamericano y el feminismo latinoamericano es la lucha antipatriarcal y anticapitalista que en nuestro continente tiene una raíz innegablemente europea/“criolla”. La opresión del conjunto de l*s trabajador*s, es una opresión no solo económica sino también física, cultural y basada en un sistema de organización del trabajo donde las diferencias en relación al varón no solo son con las mujeres, sino que se extienden muy fuertemente hacia todas aquellas expresiones de género que no responden al sistema heteronormado. En este sentido, habilitar la posibilidad de mismas condiciones, remuneración, acceso a determinados espacios laborales y libertad en el trabajo es una lucha que lleva a cabo el feminismo pero que el marxismo no puede obviar, inclusive tenemos, l*s marxistas la obligación de fortalecer y sumar a esa lucha, como se viene desarrollando hace unos cuantos años ya.

Sostenemos la necesidad de construir subjetividades revolucionarias que no sólo se ocupen de la distribución de la riqueza sino que tengan como objetivo estratégico la liberación de la humanidad de cada opresión que nos impida "ser", o sea, la construcción de la humanidad nueva.

En este sentido, entendemos que tanto el marxismo como el feminismo luchan por transformar esas relaciones y esas culturas, y sostenemos que el socialismo se presenta como una forma de superación.

Habría mucho más para compartir pero me interesaba trazar al menos dos grandes puntos de encuentro: el carácter latinoamericano y la lucha anti patriarcal y anticapitalista. L*s marxistas debemos asumir que si en algunos de estos puntos no estamos poniendo demasiadas fuerzas es necesario que revirtamos esa situación y comencemos YA a avanzar hacia otra sociedad, una sociedad no colonizada en lo económico, una sociedad no colonizada en lo cultural, en los social ni en lo político. Y por ello me interesaría poder concluir con un grafiti que vi en Bolivia hace un tiempo y que me impacto por la contundencia y la radicalidad. Pertenece a una organización feminista que se llama Mujeres Creando, pero tenemos que luchar junto al feminismo para que esa frase sea de tod*s y a partir de ahí poder trabajar por la eliminación de todo tipo de opresión.

“NO SE PUEDE DESCOLONIZAR SIN DESPATRIARCALIZAR”