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Un nuevo barrio se levanta
Por Indymedia La Plata - Thursday, Sep. 22, 2011 at 10:57 PM
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A un mes de la toma del predio abandonado en Arana, cerca de La Aceitera, los vecinos del Barrio 28 de agosto luchan por garantizar su derecho a la tierra. Con el apoyo del Colectivo Garabatos están construyendo sus casas, una biblioteca popular, una plaza y una huerta comunitaria.

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El barrio La Aceitera nació de problemas estructurales como la necesidad de tierra y vivienda digna. Casi 50 años después, la situación sigue siendo crítica y a pocos metros surge de las tierras ociosas y abandonadas, y de las condiciones precarias de vida de los mismos pobladores, un nuevo barrio. El “28 de agosto”, el alusión a el día de la toma de las tierras, equilibra la desigualdad que el Estado no resuelve, por la iniciativa de la vecindad organizada.

El terreno tomado pertenece legalmente a un club que hace casi diez años que lo tiene abandonado. Hace unos meses, la ONG “Enlazando sonrisas” se apropió del espacio para ofrecer actividades a los chicos y chicas, pero según relatan algunas vecinas, “sólo festejaban sus propios cumpleaños, están las fotos en el Facebook”. Iris, una vecina de la toma relata que “nosotros sabíamos que había otra institución con ganas de meterse acá y nos enteramos que iba a venir gente de otro lugar. Entonces como estamos organizados en la Asamblea planteamos por qué iba va a venir gente de otro lado si acá hay gente del barrio que está viviendo re mal, en casitas muy precarias, con familias viviendo todas juntas, otras viviendo en quintas o viveros”.

Cuenta su propia experiencia: “Hace 27 o 28 años que vivo acá. Mi familia estuvo también en la toma de la fábrica porque éramos una familia numerosa, con cinco hermanos chiquitos, y un día vino el dueño de lo que era la estancia, que ahora es el frigorífico, a decirnos que ese lugar se vendía”. La historia de su familia es la historia del barrio, que se construyó a partir de la toma de la fábrica de aceite abandonada a fines de la década del `60.

Los vecinos y vecinas del barrio trabajan en las huertas y algunos en albañilería, por lo que con la entrada de dinero que tienen las familias es imposible acceder a un alquiler. Viviana, otra vecina que tiene cuatro hijos y que aún vivía en la casa con sus padres cuenta que “el chico que está conmigo trabaja en Berisso, arregla televisores y otras cosas, pero gana 400 pesos por semana y eso no alcanza para un alquiler. Y yo no puedo trabajar porque tengo discapacidad, tuve un infarto cerebral a los 25 años de edad y quedé con problemas en la parte izquierda del cuerpo. Es más, lo que tengo ahora lo tengo porque mi mamá me prestó unos pesos que tenía y con eso compramos las maderas y las chapas para empezar a hacer la casita”.

La presencia estatal

En Arana, como en muchos barrios periféricos de La Plata, la presencia del Estado es compleja. Un ejemplo, hace años que reclaman tener agua de red pero las promesas nunca se cumplen. Durante el período en que gobernó Julio Alak se colocaron los caños bajo tierra para hacer la conexión, pero la obra quedó inconclusa (ver http://argentina.indymedia.org/news/2010/04/728357.php). Además, “el proyecto fue aprobado en el presupuesto participativo, se dijo que ya venía pero nunca salió”.

En relación a la toma, no han tenido respuestas desde el Municipio platense salvo las reuniones con la Delegación de Arana. De acuerdo a los vecinos “la delegada, Carina Miquelini, dijo que no se puede acercar ni atender nuestras necesidades porque ésto es privado”. En tanto, los vecinos quieren presentar algún proyecto para tener los terrenos legalmente, “incluso estamos dispuestos a comprarlos, por supuesto que con un financiamiento accesible”. Viviana aclara que “para nosotros es importante que el municipio sepa de ésto, queremos seguridad de que ésto va a ser nuestro, porque hacemos lo del agua, construimos, y después nos dan una patadita”.

Por su parte, los que si se acercaron fueron los policías. “La semana pasada vino la policía pidiendo documentación, se metió muy prepotente pidiendo datos de los menores y nosotros le dijimos que no, que para qué los querían. Ellos ya los tienen nuestros datos anotados porque los tomaron el primer día. El comisario dijo que tenía una orden de fiscalía pero no vimos nada así que le dijimos que le íbamos a dar los datos si venía con la orden y de otra manera”.

Dividir y reinar

Cristian, del Colectivo Garabatos -que desde hace diez años organiza talleres educativos y recreativos en el barrio- explica que “las familias son todas de Arana”. Son chicos que conocen, que van todos a la escuela ubicada a unas cuadras del nuevo barrio, donde también ellos participan de un programa. Así, disipa los rumores que circularon por el barrio e incluso por radios locales de que venía gente de otros lugares a usurpar.

Iris agrega que “hay una parte más poderosa que son los de La Curva y otra no tan poderosa que es la gente de Arana. Al principio se habían enojado los chicos pero con el tiempo lo están aceptando porque son gente de acá. Ahora los de La Curva no, no quieren dar el brazo a torcer”. La Curva es un barrio residencial donde viven los dueños de los terrenos donde trabajan los vecinos de la Aceitera y de las zonas más pobres de Arana, que ven como una amenaza a sus intereses la organización de los vecinos más precarizados.

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