Continuaron
hoy las indagatorias en la causa Circuito Camps. En primer término, fue
citado Miguel Osvaldo Etchecolatz, a quien se leyeron las más de
doscientas cincuenta imputaciones que pesan sobre el. El Presidente del
Tribunal le solicitó que se sacara el distintivo que en su saco decía
"ETCHECOLATZ M.O. PRESO POLITICO". Etchecolatz se lo sacó, dejando
sentado su desacuerdo.
Al parecer, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires no se ha
enterado (al igual que la Iglesia en el caso de Von Wernich) que la
sentencia del año 2006 contra este genocida ha quedado firme, ya que al
ser preguntado por sus ingresos, manifestó que aún cobra el retiro
policial.
El genocida realizó una típica y anacrónica diatriba -similar a su
declaración en la Causa 44, en la que no se privó de difamar nuevamente a
nuestro compañero Jorge Julio López -calificándolo de testigo
"aleccionado"- y de insinuar que conoce el destino de Clara Anahí
Mariani "en otro ámbito, voy a aportar datos y elementos de prueba sobre Clara Anahí Mariani, le pese a quien le pese"
Luego Cozzani declaró extensamente. Reivindicó su labor en el caso Graiver, orgulloso de haber impedido -gracias a la desarticulación del aparato económico de Montoneros- " la entrada de dinero, armas y pastillas de cianuro" . Cozzani
calificó los careos entre Timerman y Lidia Papaleo como "cordiales
reuniones, café de por medio" en la Jefatura de la Policía de la
Provincia de Buenos Aires. Destacó la amabilidad con la cual se
realizaron las detenciones. También se refirió a Clara Anahí, diciendo
que prefería que otro contara la verdad, pero prometiendo que él lo hará
de ser necesario. No es la primera vez que juegan con la esperanza de
Chicha.
Cozzani repitió varias veces que habìa que preguntarle cosas a Verduri y
Cabrera, dejando entrever la escasa homogeneidad del grupo en
juzgamiento. Deslegitimò los testimonios de quienes fueron sus vìctimas
en Puesto Vasco y negó cualquier relación con el homicidio de
Rubinstein, .
Cozzani relató sus comienzos en el Ministerio de Bienestar Social -
cuando López Rega era el Ministro-, y justificó su ingreso a la Policía
de la Provincia , por tener "quizás un poco de espìritu de querer cambiar el mundo"
Luego se negaron a declarar Ibérico Saint Jean, Patrault y Guallama.
Mientras ingresaba Saint Jean a la sala, el imputado Svedas se levantó
de su asiento y llegó al estrado de los abogados querellantes sin que
nadie de la custodia del servicio Penitenciario lo detuviera. Allí, le
entregó a una de las abogadas de la querella unas hojas que se habían
caído. En el día de mañana se hará una presentación para evitar que
estas situaciones se repitan en el futuro.
Seguidamente, declaró García, quien negó ser el "Oso" y pidió al
Tribunal que se lleyera la carta donde Guallama le imputa su
participación en los hechos de calle 30. Dijo también que en Marcos Paz,
Guallama le confesó que Tarela le dijo que "colaborara" con la
instrucción, y que esa carta la redactó Tarela. Negó haber participado
en los hechos que se le imputan, y consideró falaces los testimonios que
lo imputan.
Afirmó que nunca integró una patota, pero que "había una patota. La patota de Garachico, ahí estaba Aguiar".
Recordemos que ambos, mencionados por López en su testimonio, se
encuentran imputados en la causa de Comisaría 5ta -tanto por la Fiscalía
como por Justicia Ya- pero el Juez Arnaldo Corazza nunca resolvió el
llamado a indagatoria. Por tal motivo, ni Garachico ni Aguiar están en
juicio ni investigados.
García -quien dijo odiar la mentira y ser pastor de la congregación de
Luis Palau- relató también su actuación en la investigación por el
secuestro de David Kraiselburd. Al ser preguntado por el Tribunal si
había detenidos por el hecho, informó que sí y que cuatro de ellos
"murieron en la Unidad Regional" sin dar más detalles.
Finalmente, se pasó a un cuarto intermedio hasta mañana, donde
continuarán las indagatorias. Restan aún quince declaraciones de los
imputados