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Críticas al albergue de la UNLP tras intento de expulsión
Por Candela ((i)) -
Sunday, May. 13, 2012 at 1:07 AM
El albergue universitario, abierto el año pasado por el rectorado de la UNLP, fue centro de duras críticas durante la última semana. Los estudiantes denuncian que el albergue esta siendo dirijido por una familia de manera autoritaria, la cual pretende "imponer poder controlando todo". El conflicto surgió a raiz de que las autoridades decidieron hechar a un estudiante tucumano, quien afirma que la decisión fue inesperada e injustificada.
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El miércoles, Alfredo Curtis, fue avisado que debía abandonar el albergue universitario el fin de semana debido a que había llegado al límite de tres sanciones. Ante esta situación junto con otros compañeros, recorrieron las facultades avisando a las agrupaciones estudiantiles y centros de estudiantes. Finalmente el viernes se realizó una concentración en la puerta del albergue y la comisión de Bienestar Universitario del consejo superior de la UNLP suspendió la expulsión y lo citó a una reunión el lunes. En este sentido, Curtis denunció una ensañamiento hacia su persona por parte de los directivos del albergue ya que las sanciones no justifican una expulsión y además expresó que "nunca quisimos que llegue a un conflicto, uno siempre lo quiere canalizar mediante la discusión, pero esos espacios se nos han negado"
Albergue Universitario
El albergue fue innagurado en febrero del año pasado cuando la primer camada de estudiantes comenzó a habitar el lugar, momento en el cual llegó Alfredo Curtis. Actualmente los encargados del lugar son la directora Bárbara Mena, su marido y coordinador del albergue Hugo Hilario y la madre de Mena, Cristina Flores, quien según los estudiantes nunca aclaró su puesto. Para ser becario hay que tener el 14% de las materias de la carrera que el estudiante esté cursando y cumplir con una serie de normas, las cuales los estudiantes piden que puedan ser revisadas teniendo en cuenta sus opiniones. Por otro lado, es la Comisión de Bienestar Universitario de la UNLP quien se encarga de decidir, de acuerdo al rendimiento academico y disciplinario, quienes son beneficiarios o no de la beca del albergue.
Curtis asegura que, en cuanto a la comisión que evalua la situación de los estudiantes, "hay una discusión ya que no es seguro que sea relmente democratico". En este sentido, agrega que cuando ellos ingresaron el reglamento se les impuso, "se generaron normas antes de que hubieran problemáticas. Nunca se dialogó con los estudiantes qué reglamento vamos a manejar nosotros que somos quienes estamos viviendo acá. Porque quienes cumplen funciones administrativas a las 18 se van, somos nosotros los que vivimos acá, nosotros somos lo que tenemos que orgnizar el espacio de convivencia." Además, dice que el hecho de que pretendan proponer normas propias de convivencia "les molesta a los directivos por lo que nos denunciaron que alteramos el orden".
Primera expulsión en el albergue
Es la primera vez desde que se inaguró el albergue, que la dirección decide expulsar a un becario, el protagonista del hecho explicó que "la presion para que me vaya nunca existió fue todo de sorpresa. Se creen que todo lo que opinamos es partidario y decían que el albergue no estaba para hacer politica porque alterabamos el orden". Además dice que "la beca es solo para que vos vengas, estudies y cumplas con lo que ellos llaman servicios y nosotros derechos".
Según Curtis, el año pasado desarrollaron una iniciativa con estudiantes de la facultad de Bellas Artes para crear un espacio de arte, cultura y comunicación dentro del albergue. La idea era realizar un mural y comenzar a relacionarse con el barrio. Sin embargo, el espacio terminó institucionalizandosé y pasó a ser dirigido por las autoridades. Al estar en desacuerdo con esta medida, Curtis dejó el proyecto. El estudiante asegura que la propuesta de llevar acabo este proyecto y su posterior rechazó y postura crítica no resultó de agrado para los directivos ya que ellos pretenden "controlarlo todo. Ellos mismos lo han dicho que no quieren que nada escape de ellos".
Luego comenzaron a ponerle sanciones, las cuales Curtis no considera justificables. Él cuenta que una de las "una de las amonestaciones es 'desprecio por la comida', por haberme ausentado una vez al comedor'. En este sentido, critica que las normas y las sanciones parten de un críterio de orden moral el cual resulta muy subjetivo. En este sentido el estudiante propone que las normas de convivencia sean decididas por los estudiantes junto con las autoridades de la institución.
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Por Candela ((i)) -
Sunday, May. 13, 2012 at 1:07 AM
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