Julio López
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Documento leido en el acto de Cba. / Dario y Maxi
Por Varias organizaciones - Tuesday, Jun. 26, 2012 at 10:41 PM

A 10 Años de la Masacre de Avellaneda / Fotos: Esoj ((i))


A 10 Años de la Masacre de Avellaneda

Hoy se cumplen 10 años de la Masacre de Avellaneda, una de las represiones más brutales sufrida por el pueblo argentino bajo un gobierno constitucional, que cobró las vidas de nuestros compañeros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki y dejó un saldo de más de 30 manifestantes heridos de bala.

El 26 de Junio del año 2002 fuimos miles de personas las que colmamos el puente Pueyrredón. Subimos al puente enarbolando las consignas de TRABAJO, DIGNIDAD Y CAMBIO SOCIAL, luchando una vez más por poner fin a un régimen de hambre y desempleo iniciado varias décadas atrás. En una inolvidable jornada de unidad de acción, una gran cantidad de organizaciones piqueteras acudieron ese día al corte del puente, donde se encontraron con una maniobra de provocación diseñada para terminar en represión y muerte. Buscaban desencadenar una ofensiva represiva sobre el pueblo, que seis meses después de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre seguía llenando las calles, las plazas, las rutas y los puentes de piquetes, empresas recuperadas y asambleas populares.

Pero esa maniobra y esa represión no tenían nada de improvisado: habían sido bien planificadas por el gobierno de Eduardo Duhalde respondiendo a los reclamos de mano dura del imperialismo, los gobernadores justicialistas y radicales y las cámaras empresarias, coordinándolo con el entonces gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Felipe Solá y con el Secretario de Seguridad Interior de la Nación Enrique Mathov. Montaron para ello un operativo conjunto de 5 fuerzas de represión del Estado: Policía Federal, Bonaerense, Gendarmería, Prefectura y la Side, con un despliegue planificado de grupos policiales con vía libre para matar.

Duhalde buscaba sacarnos de la calle a cualquier precio. Por eso llevó adelante la decisión política de no permitir que se bloqueen los accesos a la ciudad de Buenos Aires. Los cortes de puentes iban a ser considerados una acción bélica. Los medios de comunicación se encargaron de demonizar al movimiento piquetero encubriendo luego los hechos de la masacre y permitiendo que Aníbal Fernández –por entonces Secretario de Gobierno de la Nación- intentara convencernos de que Darío y Maxi habían muerto producto de un enfrentamiento entre las organizaciones piqueteras.

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El repudio popular a los hechos del Puente Pueyrredón terminó provocando la salida anticipada del gobierno de Duhalde y el ascenso del kirchnerismo al poder. Este se vio obligado a cambiar las estrategias más ferozmente represivas sobre el conflicto social por estrategias de cooptación de organizaciones populares y por la construcción de consensos en base a falsos posibilismos. Sin embargo, el nuevo gobierno no juzgó, condenó ni llamó a declarar a Duhalde, quien debería estar preso no sólo por los asesinatos de Kosteki y Santillán, sino también por la maldita policía del narcotráfico, el caso Cabezas, la AMIA, el gatillo fácil. Hoy como siempre, nuestra sentencia es clara, ¡Duhalde es el principal responsable político de la muerte de nuestros compañeros! y a donde vaya, lo seguiremos escrachando

De la misma manera, Aníbal Fernández, quien era secretario del ex -presidente y actualmente sigue siendo funcionario del gobierno de Cristina Kirchner, fue uno de los responsables de la Represión. Carlos Soria, el fallecido gobernador kirchnerista de Río Negro, dirigía la SIDE y él también debería haber sido procesado por la muerte de Darío y Maxi. Estamos hoy aquí para exigir el juicio y castigo a todos los responsables políticos, ideológicos y materiales de aquellos crímenes. Los que hoy son expresiones de lo más nefasto de la política y están firmemente acomodados tanto en el actual esquema político kirchnerista como en la oposición patronal.

Kirchner intentó cooptar y engañar a los compañeros, compañeras y familiares de Darío y Maxi con la promesa de “investigar hasta las últimas consecuencias, sin importar quien caiga”. La comisión investigadora que dijo que iba a conformar nunca existió, ya que tenía como condición que abandonáramos la movilización, esa movilización que nos permitió encarcelar al ex comisario Fanchiotti y al ex cabo Acosta, los responsables materiales del crimen, aquellos que dispararon a quemarropa a Darío y a Maxi hace exactamente diez años.

Tristemente, hace apenas unos días, se hizo público el traslado de Fanchiotti a una cárcel con régimen abierto en la ciudad de Baradero, régimen que lo habilita a pasar doce horas por día en libertad y que puede conducir a su excarcelación. Como si se tratara de una provocación para el campo popular que rememora hoy los diez años del asesinato de nuestros compañeros, se premia con un régimen abierto a su verdugo. Pero Fanchiotti no caminará impunemente en libertad: vamos a luchar por el cumplimiento efectivo de la prisión perpetua a la que fue condenado y jamás permitiremos la libertad del asesino al que vimos arrastrar impunemente el cuerpo de Darío tal como si se tratara de su presa de caza.

La complicidad del Gobierno K con Duhalde llegó al punto de no abrir los archivos de la SIDE y permitir que no se presente ante la justicia. Pero... ¿qué se podía esperar de un gobierno que precisamente llegó al poder de la mano de Duhalde? La causa federal iniciada en el 2002 que investiga las principales responsabilidades políticas de la Masacre se encuentra literalmente cajoneada y a cargo de un juez puesto a dedo por el entonces Presidente Kirchner. La causa no se mueve por orden de la Secretaría General de la Presidencia, que todavía no ha respondido por el informe solicitado por la fiscalía en relación a los cruces de llamadas entre los funcionarios duhaldistas y las autoridades policiales y de seguridad antes, durante y posteriormente a la represión del 26 de junio del 2002. Por eso sostenemos que: de Duhalde a Cristina hay 10 años de impunidad.

Estamos aquí para denunciar que a 10 años de la Masacre el aparato represivo responsable de los hechos, gestado en la dictadura, sigue intacto y fue perfeccionado. Que el Gobierno Nacional que se autodenomina de los Derechos Humanos sigue avanzando en la criminalización de aquellos que salen a luchar por vivienda, educación, salud y trabajo digno, hoy con la ley antiterrorista aprobada y en uso, con la urgente inclusión de la figura del “quema-goma” en el Código de Faltas de la provincia de Córdoba, ésto está más claro que nunca.

Más de 5.000 luchadoras y luchadores están procesados/as. El Gobierno alienta el juicio contra militantes populares, nosotrxs seguimos exigiendo la anulación de las condenas, el desprocesamiento inmediato de todas y todos los luchadores y la anulación de las leyes antiterroristas. Cuando tocan a unx, tocan a todxs. Y bajo esta consigna, hecha carne en las prácticas de todas las organizaciones populares, hemos logrado arrancar de manos del gobierno a numerosas luchadoras y luchadores populares presos/as y procesados/as por luchar.

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Darío tenía sólo 21 años y Maxi estaba por cumplir 23 cuando fueron asesinados. Tanto sus vidas como sus muertes representan a toda una juventud que hace de la lucha la expresión más sentida de su existencia
Sus manos, las que arrojan piedras pequeñas victoriosas y urgentes, revindicaron a los luchadores piqueteros y a su militancia juvenil forjadas en los barrios de trabajadores humildes que los empaparon con sus códigos y su solidaridad de clase, que poco a poco fueron mutando en acción revolucionaria, a través del motor de la crueldad cotidiana a la vuelta de la esquina.

Fueron hijos de una democracia mal parida sosteniendo con su fuerza joven la construcción de los movimientos de trabajadores desocupados, y en los piquetes protegiendo a su gente, con sus caras cubiertas, herederos de la guerrilla, descubriendo en la primera línea de combate la dignidad perdida Darío y Maxi son símbolos de una juventud que luchó ayer, lucha hoy y luchará en el futuro. Mienten quienes dicen que los y las jóvenes despertaron a la política con el ascenso del kirchnerismo al poder. Hubo juventud resistiendo la reforma educativa y las privatizaciones en los ’90, hubo juventud en las plazas el 19 y 20 de diciembre de 2001, hubo juventud en los piquetes y asambleas barriales y sigue habiendo juventud en las calles, una juventud cuyo único motor no es acceder a cargos burocráticos sino defender los intereses de los pisoteados de la historia. Esta juventud es la que levanta los ejemplos de solidaridad, rebeldía y moral revolucionaria de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki,

Esta juventud es la misma a la que perteneció Mariano Ferreyra, cuyo cobarde crimen también conmocionó al país. La muerte de Mariano puso de manifiesto cuestiones que hacen al eje de los grandes problemas nacionales: la tercerización del trabajo que afecta a millones de trabajadores; la destrucción del sistema ferroviario nacional; el accionar de la burocracia sindical, hundida en turbios negociados y corruptelas que defienden con patotas asesinas; la complicidad de las fuerzas de seguridad con esa burocracia y con sus crímenes. Sabemos que la condena a cadena perpetua a Pedraza y compañía reforzaría la lucha para castigar a todos los autores intelectuales tanto del crimen de Mariano como del resto de los crímenes contra el pueblo, hoy impunes.
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Los reclamos que levantamos aquel 26 de junio de 2002, como en tantas otras luchas, están hoy tan vigentes como ayer. Digan lo que digan los dibujos del Indec, la inflación ha hecho caer millones de argentinas y argentinos bajo la línea de pobreza, El reclamo de un trabajo para cada desocupado y desocupada, de un salario equivalente a la canasta familiar, de acabar con la flexibilidad laboral y el trabajo precarizado, se hacen cada día más urgentes en todo el país.

Denunciamos la política económica del gobierno que enriquece a las grandes empresas multinacionales, a los pooles de siembra con los grandes negociados de la soja, a las empresas mineras saqueadoras que entregan nuestros bienes comunes naturales, y que se sostienen en base a la pobreza y el trabajo precarizado de miles de compañeros y compañeras. Denunciamos la falta de políticas públicas y de inversión real en infraestructura para los sectores populares: los que padecemos a diario la falta de viviendas dignas, problemática que no se resuelve a través de un plan de implementación confusa y con una cantidad irrisoria de vacantes; los que padecemos a diario los problemas de falta de insumos y personal en las instituciones sanitarias; los que padecemos a diario la falta de inversión en infraestructura y salarios del ámbito de la educación.

Hoy más que nunca levantamos bien altas las banderas del movimiento piquetero, de la clase obrera en su conjunto, de las y los estudiantes, de los trabajadores y las trabajadoras del campo, de los pueblos originarios, de los movimientos de mujeres, socioambientales, lgttb y de todas las luchas populares. Seguimos en la calle por nuestros reclamos para terminar con la explotación y la miseria, contra la represión del estado y por justicia para nuestras compañeras y compañeros que cayeron en el curso de estas luchas.

Denunciamos a la reciente ley aprobada por nuestra legislación provincial, para terminar con la trata, porque no es más que una hipócrita fachada, para criminalizar a las trabajadoras sexuales, y logrará el piso ideal para aumentar las cuantiosas coimas de este negocio nefasto.
Denunciamos todo intento de recortar presupuestos públicos que, como en el caso del recorte al PAICOR, exponen la obscenidad de un gobierno que prefiere afectar la supervivencia de los sectores populares antes que dejar de lucrar con excéntricas obras públicas.

Denunciamos la falta de trabajo y al trabajo en negro como la única salida para los jóvenes de hoy, cuestiones que no se resuelven con programas como el Primeros Pasos que ofrece sueldos de miseria y profundiza aún más la precarización laboral. Queremos puestos de trabajo con todos los derechos laborales y decimos BASTA DE PRECARIZACIÓN LABORAL, queremos TRABAJO GENUINO.

Exigimos:

-Aparición con vida del compañero Julio López, desaparecido por su compromiso en las causas contra los genocidas de la pasada dictadura
- Esclarecimiento del asesinato de Silvia Suppo, testigo en la causa por los delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia de Santa Fe
- Aparición con vida de Facundo Rivera Alegre, desaparecido por la policía de Córdoba hace más de 4 meses y aparición con vida de Luciano Arruga
- Esclarecimiento de los hechos de la masacre de Rosario en la que perdieron la vida Patón, Mono y Jere.
-Aparición de las desaparecidas por las redes de trata, Marita Verón, Fernanda Aguirre, Yamila Cuello y las miles de mujeres sometidas a esta citación.
- Libertad a los presxs políticos de Corral de Bustos y de todo el país.
- Anulación del Código de Faltas de la Provincia.
- Condena a los responsables de la contaminación y las muertes en Barrio Ituzaingó
- No al desalojo en Villa La Maternidad, urbanización ya! y justicia por el compañero Heraldo Eslava
- No a los tarifazos
- Ni despidos, ni suspensiones, salario igual a la canasta familiar.
- Paritarias sin techo
- Aumento de presupuesto para salud, educación, vivienda y políticas sociales en general.
Todos estos casos son testimonios de la existencia de un aparato represivo actuante que jamás fue desmantelado y que se entrelaza con los intereses empresariales y políticos, las mafias del narcotráfico, la policía y la trata de personas y un estado al servicio de las clases dominantes.

Frente a la continua agresión al pueblo trabajador, oponemos memoria, denuncia y lucha. Vamos a seguir insistiendo y vamos a seguir luchando por Darío y por Maxi, por los 30 mil desaparecidos y desaparecidas, por los más de 50 asesinados/as en democracia en protestas sociales; los más de 3 mil asesinados/as por “gatillo fácil” desde 1983; y para revertir esta realidad con la que quieren condicionar el futuro de nuestro pueblo. La lucha de Darío y Maxi es nuestra lucha. Es la lucha por una transformación social que termine con las condiciones de hambre, miseria, desocupación y explotación que nos oprimen. Es la solidaridad y el compromiso con la compañera y el compañero junto al que salimos a luchar, y la intransigencia y consecuencia en esta pelea.

Por eso y para eso lucharon Darío y Maxi; por eso y para eso seguiremos adelante. Sus ejemplos de militancia y compromiso se convierten en bandera como Victor Choque (Tierra del Fuego), Aníbal Verón (Salta), Teresa Rodríguez (Neuquén), Francisco Ojeda y Mauro Escobar (Corrientes), Carlos Santillán y Luis Barrios (Jujuy), Javier Barrionuevo (Buenos Aires), Carlos Fuentealba (Neuquén), Mariano Ferreira (Buenos Aires) y Cristian Ferreira (Santiago del Estero). La sangre derramada no se perdona, no se olvida, no se negocia.

A 10 AÑOS DE LA MASACRE DE AVELLANEDA: DARÍO Y MAXI NO ESTÁN SOLOS, VIVEN EN CADA UNA DE NUESTRAS LUCHAS...
• JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES POLITICOS Y MATERIALES DE LA MASACRE DE AVELLANEDA
• CASTIGO A LOS RESPONSABLES DE LOS ASESINATOS DE MARIANO FERREYRA, LOS COMPAÑEROS QOM, LOS CAIDOS EN EL PARQUE INDOAMERICANO, LOS COMPAÑEROS MUERTOS EN ROSARIO
• APARICION CON VIDA DE JULIO LOPEZ Y LUCIANO ARRUGA.
• LIBERTAD A LOS PRESOS POLITICOS Y DESPROCESAMIENTO, CIERRE DE LAS CAUSAS Y ANULACION DE LAS CONDENAS DE LOS MAS DE 5.000 LUCHADORES POPULARES.

HOY COMO SIEMPRE
¡¡¡¡DARÍO SANTILLÁN, PRESENTE!!!!!
¡¡¡¡ MAXIMILANO KOSTEKI, PRESENTE!!!!!

¿A DÓNDE NOS VEMOS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS? EN LA LUCHA!

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