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No a Roca, sí a Pincen
Por Fuente: Marcelo Valko - Monday, Sep. 03, 2012 at 7:12 PM

VA EL PROYECTO DE LEY QUE SE TRATARA EL JUEVES Quienes vivan en Marcos Paz, y puedan concurrir el jueves al Concejo Deliberante, vayan y apoyen a sus muy valientes concejales.(el compañero Iván González habilitó una pagina del evento).

Un abrazo en la seguridad de que la construcción de una sociedad justa e inclusiva es lenta, pero ya viene. Ojala llegue más temprano que tarde en Marcos Paz y podamos bajar otra chapa de Roca.
Marcelo Valko

Al Presidente del Honorable Concejo Deliberante
Prof: Víctor Magni
S/D
Los y las abajo firmantes, elevamos a Ud. para que por su intermedio someta a consideración de ese Honorable Cuerpo el siguiente proyecto de Ordenanza:

Visto
La facultad otorgada a este Honorable Cuerpo por la Ley Orgánica de las Municipalidades, artículo 27, inc. 4, a nomenclar las calles y sitios públicos de la ciudad, y
Considerando
Que nuestros pueblos originarios vivían en tierras americanas desde mucho antes de la llegada del hombre blanco.
Que los españoles nunca pudieron dominar y conquistar a los pueblos del sur y noreste de nuestro territorio, siendo el Ejército Argentino quien llevó adelante el plan de apropiación de tierras, haciéndose responsable del exterminio de nuestros aborígenes. Un ejército cuya hipótesis de conflicto se ubicaba fronteras adentro del país, como ocurriría cien años después durante la dictadura cívico-militar de 1976-1983.
Que el General Julio Argentino Roca fue el artífice de la mal llamada “Conquista del Desierto” en tierras ocupadas ancestralmente por pueblos con nombres propios, con cultura propia e identidad, provocando la muerte de miles de ellos, la condena a la servidumbre y esclavitud de otros tantos y la destrucción del vínculo familiar, separando madres e hijos indígenas por considerar que era la única manera de lograr “civilizar” a los niños, para ser repartidos por las damas de beneficencia a las familias aristocráticas.
Que en este proceso “civilizatorio” tuvo un papel central el interés de la Iglesia Católica en lograr evangelizar a los pueblos nativos, llegando a administrarles el bautismo “in artícolo mortis” en lugares como el campo de concentración de la Isla Martín García que se utilizó como depósito de indios, según lo describe en su relato el investigador Marcelo Valko, en su libro Pedagogía de la Desmemoria.
Que el único objetivo que perseguía dicha “conquista”-y lo logró-era el de incorporar los cincuenta y cuatro millones de hectáreas de tierra en poder de los indígenas al modelo económico agroexportador, que imponía a toda América Latina un rol proveedor de materias primas en la división internacional del trabajo, en el que resultaba beneficiaria una élite terrateniente de la zona pampeana. Un proyecto “de crecimiento hacia afuera” que, al decir del historiador Norberto Galasso, opera como una fuerza centrífuga que conduce a la balcanización de América Latina, en una economía complementaria de sumisión colonial, en sentido opuesto al sueño de la Patria Grande de San Martín y Bolívar.
Que este modelo económico no implicaba el crecimiento equilibrado de todas las regiones de nuestro territorio, sino por el contrario, condenaba a la región extra-pampeana al atraso y la miseria que los caudillos provinciales denunciaban y que les valió la persecución y el asesinato por parte del Estado Nacional. Siguiendo a Galasso, estos líderes representaban un proyecto centrípeto, orientado “a la cohesión nacional, la soberanía, la economía autónoma y la cultura propia”.
Que las grandes extensiones de tierra “conquistadas” fueron repartidas en pocas manos, precisamente entre aquellos grandes dueños de tierras que vieron de esa manera incrementado su patrimonio con el único esfuerzo de prestar dinero para la campaña o ser parte de su Ejército, manchando sus manos con sangre de pueblos que estaban en condiciones de inferioridad para la lucha. Dueños de la tierra ligados a la Sociedad Rural, familias patricias cuyos resonantes apellidos jalonaron nuestra historia hasta el paradigmático Ministro de Economía de la última dictadura cívico-militar, José Alfredo Martínez de Hoz quien, cien años después que Roca, representó los mismos intereses y el mismo proyecto económico, acompañado de otro genocidio, con las consecuencias por todos conocidas.
Que la decisión del General Roca contó además con el apoyo de la clase política de su tiempo: legisladores que aprobaron en el Congreso de la Nación los fondos para realizar la campaña de quien era entonces Ministro de Guerra de la Nación. Clase política sostenedora y beneficiaria del llamado “Estado burocrático-autoritario”, una pseudodemocracia de la cual los dirigentes actuales deben diferenciarse y con el acompañamiento de operaciones periodísticas en manos de la misma oligarquía que predisponía a la opinión pública contra el indio tiempo antes de la campaña.
Que multiplicidad de organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, a lo largo de todo el país, viene bregando por un reconocimiento real y efectivo hacia los pueblos nativos y su cultura.
Que la Señora Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner tomó la decisión de enviar un proyecto de ley al Congreso para reemplazar la figura del General Roca de los billetes de 100 pesos por la de Eva Perón, mujer indiscutida de nuestra historia y símbolo de la reivindicación de los sectores marginados de nuestra sociedad.
Que los nombres de las calles deben tener como fin reconocer a una figura pública y que no se puede permitir que dicho honor tenga la mínima sombra hacia ella.
Que siguiendo este razonamiento, los ciudadanos y ciudadanas de Marcos Paz, debemos dignificar a los pueblos originarios y la mejor manera de hacerlo es no honrar a quien la Historia Oficial ensalza como responsable triunfal de su exterminio, optando por quienes han reconocido y defendido sus derechos.
Que ha sido la historia oficial “mitrista”, reivindicadora de la línea Mayo-Caseros, por la cual el relato de nuestra historia justifica la “civilización” del liberalismo pro-inglés y denigra la “barbarie” del interior y la Argentina profunda, la que ha seleccionado arbitrariamente, y de manera similar en todos los pueblos y ciudades, una constelación de nombres a recordar y otros a ocultar sistemáticamente.
Que la medida adoptada por este Concejo tendrá indudablemente repercusión en las futuras generaciones, ya que nuestros niños, niñas y jóvenes crecerán en un Pueblo donde no hay lugar para un genocida en el lugar reservado para los héroes y personalidades que se han destacado por su aporte positivo a la comunidad.
Que el cacique Vicente Catrinao Pincén estuvo al frente de una tribu de no más de 1500 indígenas con tolderías en Toay y resistió hasta el final la colonización de sus tierras libradas bajo la bandera del progreso y la civilización, jamás firmo un tratado con Bs As ni con los gobiernos provinciales a los que combatió hasta que cayó prisionero en 1878. Cuando fue apresado a los setenta años por el general Villegas el General Roca lo paseó con una soga al cuello por la calle florida y acompañado por una sociedad que festejaba su captura.
Su figura representa la resistencia de tantos pueblos denominado por el Perito Moreno” los últimos vencidos” que fueron despojados y borrados de la historia y en su nombre a todos y todas los que entonces y ahora luchan por la reivindicación de sus derechos.
Por ello, en el uso de sus facultades, este Honorable Concejo Deliberante sanciona la siguiente:
ORDENANZA
Artículo 1°: Sustitúyase el nombre de la calle Julio Argentino Roca de nuestra localidad, en toda su extensión, por el de Cacique Pincén.
Artículo 2°: Facúltese al Departamento Ejecutivo para que, en un plazo no mayor a 30 días, notifique fehacientemente a los vecinos y vecinas propietarios de la mencionada calle y lleve adelante todas las acciones que sean necesarias para evitarles cualquier inconveniente legal o administrativo derivado del cambio de nombre.
Artículo 3°: Colóquese en la esquina de la intersección de la mencionada y la calle Rivadavia una placa recordatoria de este acto con la siguiente leyenda:
“En el día ….. por ordenanza N°….. el Honorable Concejo Deliberante de Marcos Paz, en el uso de sus facultades dispuso sustituir el nombre de esta calle, denominada Julio Argentino Roca, por considerarlo un exponente del exterminio de los pueblos originarios a manos del hombre blanco, y por lo tanto indigno de este reconocimiento.”
Artículo 3°: Dispóngase la conformación de una comisión mixta para la organización del acto público de imposición del nuevo nombre, sugiriéndose como fecha probable el 11 de octubre, reivindicado por nuestros pueblos originarios como el último día de libertad antes de la llegada del conquistador español.
Artículo 4°: De forma.

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