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James Gandolfini. Adiós al mafioso de los ojos tristes
Por (reenvio) Claudio Serrentino - Thursday, Jun. 27, 2013 at 6:05 PM

James Gandolfini, el actor que personificara a Tony Soprano en la serie de TV “The Sopranos”, murió en Italia a los 51 años. Adiós al mafioso de los ojos tristes.

Si no fuera porque la televisión -en parte, por su tozuda inclinación a la mediocridad- es a menudo bastardeada por los críticos, Tony Soprano/James Gandolfini estaría ocupando el lugar de Don Corleone/Marlon Brando como el Gran Capo Mafia de todos los tiempos en el universo ficcional.

Pero si “El Padrino”, de Francis Ford Coppola, fue una obra de arte, “Los Soprano”, la serie que dirigió David Chase y emitió HBO durante seis temporadas, no le fue en zaga. Cada uno de los 86 capítulos son obras de arte que transmiten temores, conflictos, hipocresía, sentimientos encontrados, cariño y traiciones, mientras cuatro familias se reparten el negocio ilegal en el territorio de New Jersey.

Gandolfini supo encabezar esa historia. Y si Brando no participó en la última de “El Padrino”, Tony nunca le sacó el cuerpo a la serie. Allí estuvo, desde el principio hasta el final. Y si Brando/Corleone fue el infalible patter familia, Gandolfini/Soprano lo fue, pero de su tiempo, y a su manera: perseguido por traumas de su niñez, no dudó en consultar a una psicoanalista, a la que luego intentaría seducir. Como a casi todas.

El seductor empedernido fue una de las características de su personaje. A falta de pinta (su gordura se fue ensanchando con el transcurrir de sus capítulos, al final de su vida pesaba 130 kilos), Tony “ligaba” en base al poder que ostentaba. Duro a la hora de eliminar amigos que lo habían traicionado, padre preocupado por sus hijos, marido que después de años de matrimonio pierde la atención por su mujer, enemigo jodido, yerno apreciado, rapidísimo para los negocios, encargado de mantener el equilibrio en su staff mafioso. Esas cualidades cuajaron perfectamente en la construcción que James Gandolfini hiciera de Anthony Soprano. Y fue un gran éxito: la serie más vista en la historia del cable, en Estados Unidos. Esa fama llegó hasta Los Simpsons (el mafioso Tony de Springfield, está inspirado en Tony Soprano). Llegó a cobrar hasta un millón de dólares por capítulo. Sus amigos resaltan su generosidad a la hora de repartir fajos de dinero.

Al enterarse de la muerte de “Tony”, David Chase declaró: “Gran parte de su genio residía en sus ojos tristes. En ocasiones no era un tipo fácil. Pero era mi socio y mi hermano de un modo que no creo que nunca pueda llegar a explicar”.

Durante su infancia y adolescencia, su madre soñaba conque James fuera el primer italo americano en salir con un título universitario. Él no quiso defraudarla y se graduó como periodista en la Universidad de Rutgers. Pero lo suyo era la actuación: ingresó al mundo del cine de la mano de Quentin Tarantino, y luego, trabajó para Alex de la Iglesia, hasta llegar a David Chase y el papel que lo hiciera popular, transmitido por la cadena HBO.

El año pasado, en el filme ‘Killing them softly’, encarnaba a un mafioso al borde de la jubilación. “Me lo pensé mucho a la hora de meterme en la piel de otro mafioso”, dijo entonces. “Pero este personaje es la culminación de todos los que interpretado anteriormente. Es como el último clavo en el ataúd”.

Su última película, en la que se lo ve con peluquín, es una sátira sobre magos: ”The Incredible Burt Wonderstone”. Los protagonistas son Steve Carrell y Jim Carrey. En el set se cruzó con un viejo compañero suyo de “Los Soprano”: Steve Buscemi.

Gandolfini se fue. Lo voy a extrañar. Supongo que con su partida, habrá revuelo en la mafia del cielo.

fuente http://la-bocina.com.ar/web/ultimas-noticias/2013-06-20-soprano/

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