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Cuatro años del asesinato de Kiki Lezcano y Ezequiel Blanco
Por reenvío red eco alternativo - Friday, Jul. 12, 2013 at 9:06 AM

La mamá de Jonathan Lezcano realizó este miércoles una conferencia de prensa en la Legislatura porteña. Acompañada por sus abogados Juan Manuel Combi y Adriano Agreda, Nora Cortiñas, Pablo Pimentel, Vanesa Orieta, Luciana Pol y Pablo Ferreyra, enfrentó a los medios tradicionales para denunciar el caso y las irregularidades e impunidad de la investigación. Este sábado, además, se hará un festival solidario, a partir de las 13, en Fonrouge y Chilavert, Villa 20.

(Cecilia Litvin- Red Eco) Buenos Aires – El 8 de julio de 2009, Jonathan Kiki Lezcano y Ezequiel Blanco salieron de sus casas en la Villa 20 de Lugano. Fue la última vez que se los vio con vida. Tras dos meses de búsqueda, el juez de instrucción Facundo Cubas notificó a sus familiares que Kiki estaba enterrado como NN en el Cementerio de la Chacarita, y que el cuerpo de Ezequiel se encontraba en la morgue desde donde iba a ser enviado al cementerio.
En el medio, Daniel Veyga, efectivo de la División Conductas Delictivas en Espectáculos Deportivos de la Policía Federal de la Comisaría 12, había presentado un escrito informando que había matado “en legítima defensa” a dos jóvenes que lo habían encañonado para robarlo. Historia conocida, el enfrentamiento y la legítima defensa son las excusas que los policías suelen utilizar para justificar y dibujar los casos de gatillo fácil. Lo concreto es que sin necesidad de prestar declaración, Cubas lo sobreseyó.

Luego se difundió un video tomado por un celular en el que se veía a Ezequiel muerto y a Kiki agonizando dentro de un auto, mientras, al menos cuatro policías, se reían de la situación.

Kiki de 17 años y Ezequiel de 25 fueron ejecutados con disparos en la cabeza y fichados como N.N en la morgue judicial el mismo día que desaparecieron. Para el momento en que su familia supo la verdad, el policía que disparó, o al menos uno de ellos, ya había sido sobreseído. A su vez, en octubre de 2009 se le inició una causa a Angélica Urquiza, la mamá de Kiki. Hasta estuvo detenida acusada de “favorecimiento de evasión”, por haber querido evitar que otros chicos del barrio sufrieran abuso de autoridad por parte de las fuerzas policiales. Finalmente fue sobreseída. Pero así como la justicia la detuvo rápidamente o actuó con premura también para sobreseer al efectivo Veyga, debieron pasar más de dos años de peleas y presentaciones para que recién en noviembre de 2012 la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal revocara el sobreseimiento del policía y apartara de la causa al juez Cubas y a los camaristas de la sala VII de la Cámara Nacional Criminal y Correccional, que habían confirmado el fallo de primera instancia. La causa entonces recayó en el juez de instrucción N° 24, Juan Ramos Padilla, a cargo aún del caso.

"Yo nada más sabía de criar hijos, tuve que aprender a luchar (…). A mi hijo lo seguían matando cada vez que no me daban información cuando iba a buscarla (…). Ni siquiera conocí la cara del juez. Los únicos que se acercaron a mí fueron jóvenes de la edad de Kiki, que me enseñaron a luchar y salir a la calle", dijo Angélica Urquiza en la conferencia de prensa que se realizó en la Legislatura porteña.

En este marco, una de las principales denuncias fue la negligencia con la que actuó la justicia durante la investigación. Luciana Pol, integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales, afirmó: “Todos los casos de violencia policial son graves, pero pocos concentran la negligencia y la discriminación por parte de los actores estatales como el caso de Kiki. Después de la denuncia de desaparición de los chicos, la Justicia tardó quince días en dar el primer paso y 42 días en dar comunicación a la División Búsqueda de Personas de la Policía Federal”. En el mismo sentido, Juan Manuel Combi, abogado de la familia Lezcano, señaló: “Hoy no podemos contar con la vestimenta de Kiki porque la policía la perdió en una inundación”.

“Nunca vamos a saber la verdad de lo que ocurrió porque no estuvimos en los dos primeros meses que son fundamentales, y esa no participación de la víctima permitió lo que pasa en la gran mayoría de las causas donde hay involucrado personal policial, hoy por ejemplo nos encontramos con que hay material probatorio que no tenemos porque la policía entre otras cosas lo perdió. El juez del caso ha entendido que se cometió un delito y abrió una nueva causa. No podemos contar con una de las medidas que necesitamos, que es la entrega de la ropa que llevaban los chicos, una gorra encontrada en el lugar del suceso que debía ser peritada, porque a través de las pericias a las prendas puede determinarse la distancia de los disparos, porque la policía lo perdió”, agregó Combi horas más tarde en una entrevista realizada por La Retaguardia.

Al respecto, Florencia, integrante de la Agrupación Kiki Lezcano, explicó al portal de noticias Marcha que todo este retraso provocado ha complicado la reconstrucción del hecho: “Ante la desaparición de algunas pruebas u objetos se abre una causa paralela, y terminan siendo trabas para que no se continúe con la principal, que es el asesinato de Kiki y Ezequiel”, señaló.
El lunes pasado se cumplieron cuatro años de la desaparición y posterior asesinato de Kiki y Ezequiel, la injusticia sigue siendo la misma que la de aquella tarde gris. “En estos cuatro años me enseñaron y aprendí a luchar, y a que la gente te acompañe – contó Angélica a Marcha –. Siempre digo que es verdad eso de que lo que no te mata de fortalece y eso me ayuda cada día a sobrellevar el dolor. Y en todos los que me rodean y siguen haciendo junto conmigo memoria activa, siento que Kiki está ahí, vivo, en cada uno de ellos”.
Cada una de las personas en las que Kiki y Ezequiel siguen viviendo organizan este sábado 13 de julio un festival solidario para exigir justicia. Será a partir de las 13 en la esquina de Fonrouge y Chilavert, en Villa 20 de Lugano.
Fuentes: Agrupación Kiki Lezcano / La Retaguardia / Marcha.

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